En el contexto modernizador chileno, la arquitectura de la CORMU no está preocupada de reproducir los estilemas y códigos del Movimiento Moderno, ni de atenerse a los métodos proyectuales de inspiración tipológico morfológica. Está preocupada de decir lo que cree que es necesario decir. Participa del discurso gubernamental y lo dice con auténtica convicción en el lenguaje más eficaz y más universal de que dispone. Posiblemente la arquitectura y la urbanística habitacional de la CORVI y la CORMU sea lo más identitario con que aún cuentan nuestras ciudades, expresiones póstumas del desarrollismo republicano del Estado chileno.