doi 10.4067/S0718-83582013000100002

 

Huellas del proceso de metropolización en Chile1

 

Arturo Maximiliano Orellana Ossandón2, Pedro Bannen Lanata3, Luis Alejandro Fuentes Arce4, Horacio Gilabert Peralta5 y Karen Pape Casale6

2 Chile. Doctor en Geografía Humana, Magíster en Desarrollo Urbano y Economista. Jefe de Programas de Magíster, Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile.

3 Chile. Arquitecto, Magíster en Desarrollo Urbano. Director del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile.

4 Chile. Geógrafo, Magíster en Desarrollo Urbano, Doctor en Arquitectura y Estudios Urbanos. Docente del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile.

5 Chile. Ingeniero Forestal, MSc Natural Resources Management, Ph.D Forest Resources. Profesor de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad Católica de Chile.

6 Chile. Arquitecto, Magíster en Desarrollo Urbano. Asistente de investigación del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales, Pontificia Universidad Católica de Chile.


Resumen

Este trabajo analiza los cambios en la calidad de vida urbana en las principales áreas metropolitanas del país en la última década: Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción. Para tal efecto, aplica el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) para determinar posibles patrones y tendencias que puedan dar señales sobre las huellas de esta metropolización. Conforme el hecho que es posible que en la próxima década dos de cada tres personas vivan en áreas metropolitanas en Chile, esta investigación pretende entregar ciertas orientaciones sobre su configuración socioterritorial a actores públicos y privados que tienen incidencia en el desarrollo urbano, con el propósito de aportar a la construcción de urbes más cohesionadas, sustentables y competitivas.

PALABRAS CLAVE: ÁREAS METROPOLITANAS; CALIDAD DE VIDA URBANA; DESARROLLO URBANO.


 

Introducción

Una de las principales tendencias del desarrollo demográfico de Chile es su fuerte concentración geográfica en áreas urbanas. El Censo de 2002 demostró que más del 86% de los chilenos habitaban en áreas urbanas y en los resultados preliminares que arroja el Censo 2012 esta cifra ya superaría el 90%. Adicionalmente, la población actual en Chile se aproxima a los 16,5 millones de habitantes, de los cuales prácticamente un 45% habita en tres áreas metropolitanas principales7: Gran Santiago con 5,8 millones de habitantes, Gran Valparaíso con 0,91 millones de habitantes y Gran Concepción con 0,96 millones de habitantes.

En este contexto de altos niveles de urbanización en el país, surge el desafío de la calidad de vida como condición intrínseca a un desarrollo urbano que promueva urbes más competitivas, cohesionadas socialmente y ambientalmente sustentables. En la agenda política y social del país se observan cada vez más frecuentemente situaciones donde se ve confrontada la ciudadanía y sus organizaciones con el Estado o con el sector privado, a veces con ambos, en un sinnúmero de proyectos, donde justamente lo que está amenazado es la calidad de vida de las personas que habitan las áreas metropolitanas principales.

Como señala Mattos8, “si se acepta que la actual metamorfosis urbana está condicionada estructuralmente por tendencias constitutivas de la nueva dinámica de acumulación y crecimiento, es lógico prever que toda propuesta de transformación urbana que busque impulsar modificaciones radicales en la configuración actual de estas ciudades, deberá contemplar necesariamente una previa alteración de dichas tendencias, desde que son ellas las que en última instancia han modelado la transición hacia esta nueva forma urbana”. Esta nueva configuración urbana está modelando ciudades metropolitanas en Chile con importantes grados de inequidad en términos de calidad de vida entre las comunas que las conforman, particularmente en las áreas metropolitanas como se demostrará en este trabajo. De alguna manera se cumple la tesis que plantea Veltz9, que las áreas metropolitanas a escala global tienden a parecerse e internamente tienden a diferenciarse.

Nuestras ciudades metropolitanas, como es el caso de toda América Latina, no cuentan con una institucionalidad ad-hoc que gobierne, planifique y gestione desde una institucionalidad propia a su escala, ya sea esta designada o elegida como es el caso de otros países10. Lo que sucede es que la acción de gobierno, planificación y gestión urbana que se expresa en el conjunto de diversas acciones de política pública, se realiza a partir de tres niveles político-administrativos de gobierno: nacional, regional y municipal11. Esta estructura de gobierno centralista y unitario del Estado chileno responde a lo establecido en el Capítulo XIII, en su articulado del 99 al 115 de la Constitución Política de la República de Chile de 1980, incluyendo sus respectivas reformas posteriores. Lo anterior también significa que solo existen dos niveles de gobierno que se eligen en forma directa por la ciudadanía, nacional y municipal, mientras que el gobierno regional en cuyos territorios se hace presente el proceso de metropolización, se constituye con la figura de un Intendente designado por el Presidente de la República y un Consejo Regional cuyos consejeros los eligen aquellos concejales que a su vez son elegidos en las elecciones municipales cada cuatro años.

En virtud de los antecedentes planteados, donde se reconoce que las áreas metropolitanas no cuentan con un gobierno de facto, pero al mismo tiempo es una tendencia que se impone como un desafío en los próximos años en el marco del desarrollo urbano, aproximarse a conocer cómo ha evolucionado la calidad de vida al interior de estas en la última década, resulta ser de suma importancia para orientar la acción pública y privada a futuro, propósito en el cual se inscribe este trabajo.

 

La calidad de vida urbana

Algunas investigaciones realizadas por organismos internacionales, como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Banco Mundial, han asociado la calidad de vida al sentimiento de felicidad, satisfacción o bienestar. Sin embargo, el concentrarse solo en la subjetividad hace complejo el concepto de calidad de vida, debido a las diferencias de percepciones entre los distintos individuos. Al respecto, Fadda y Jirón12 señalan que la calidad de vida representa algo más que el nivel de vida privado o bienestar de cada persona y más bien se refiere a todos los elementos de las condiciones en las que viven las personas, es decir, fundamentalmente sus necesidades y satisfacciones. Ahora, estas contemplan múltiples dimensiones de la calidad de vida, lo cual obliga a determinar cómo medimos el hecho que la dotación suficiente o insuficiente en términos relativos de un bien o servicio (público o privado) afecta la calidad de vida de las personas en el espacio urbano.

Para reforzar la necesidad anterior de medir la calidad de vida a través de algunas variables objetivas, basta consignar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO) a partir de un informe13 de expertos contemplaba que la recolección de datos de calidad de vida sobre la base del conteo, medición y/o ilustración de cosas físicas de parte del investigador, constituye una forma objetiva de medir y evaluar la calidad de vida. Lo anterior no invalida en ningún caso la contribución que los estudios de percepción ofrecen para conocer en qué país, ciudad o comunidad la calidad de vida constituye una demanda de mayor urgencia para las políticas de estado.

Sin perjuicio de lo anterior, dentro de los estudios más recientes sobre calidad de vida está el realizado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)14, en base a encuestas de percepción aplicadas en 24 países de Latinoamérica. Este estudio reconocía como limitantes de este tipo de metodologías para medir la calidad de vida el que muchas veces no reflejan directamente la realidad, ya que están influenciadas por patrones culturales, y afectadas por expectativas y aspiraciones, lo que las hace cambiantes y a veces indescifrables. Por otro lado, estas definiciones también se concentran en asignar un papel exclusivo al sector público como garante de la satisfacción de estas necesidades. Sin embargo, hoy en día el modelo de desarrollo predominante en el mundo hace que muchas de estas necesidades sean satisfechas por el sector privado, e incluso también por la propia comunidad a través de sus actuaciones en la construcción y producción del espacio urbano.

En virtud de esta revisión bibliográfica y de los diversos problemas que hay para definir la calidad de vida urbana de manera operativa, se planteó para este estudio, considerar a la calidad de vida urbana como “las condiciones de vida objetivas de la población generadas a partir de las actuaciones y dinámicas de transformación del espacio urbano, inducidas por actores públicos, privados y la sociedad civil”. De manera explícita, en esta definición se reconoce que la calidad de vida no está circunscrita exclusivamente a las actuaciones del sector público, sino que es más bien el resultado de las actuaciones de distintos actores, incluyendo al sector privado y la sociedad civil.

Por otra parte, se pretende recoger en esta definición de calidad de vida urbana su carácter complejo, reconociendo que el uso de información estadística como condición preferente permite representar de mejor manera las necesidades de toda la población en su conjunto y no solo de un segmento, así como identificar el ámbito donde existen condiciones favorables o desfavorables. Por otro lado, si se desea hacer una análisis intertemporal de la calidad de vida en las áreas metropolitanas, el uso de variables objetivas parece más adecuado que la interpretación de estudios de percepción o de opinión, por la dificultad que implica controlar la influencia de factores culturales, de aspiraciones o expectativas.

 

Diseño metodológico

Para comparar los cambios en calidad de vida en las áreas metropolitanas principales15 entre la década de 2002-2012 se utilizó como métrica el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) y el uso de sistemas de información geográfica para comparar y descifrar patrones y tendencias. El ICVU se construyó mediante una revisión exhaustiva de variados indicadores diseñados y/o aplicados por entidades nacionales e internacionales en materia de la calidad de vida, tanto aquellos construidos sobre la base de variables objetivas como subjetivas. El carácter multidimensional de la calidad de vida urbana se estableció analizando la metodología y los resultados de la Encuesta de Percepción sobre Calidad de Vida Urbana (EPCVU)16 del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) y de otros indicadores internacionales como el “Better Life Index”17 desarrollado por la Organización para la Coperación y el Desarrollo Económico (OCDE, 2011), el “The Economist Intelligence Unit”18 del diario The Economist, el Índice Mastercard de Mercados Emergentes 2008 por Mastercard19 y el “Quality of Living ranking highlights – Global 2011” por MERCER20. Todos estos índices son valiosos instrumentos para conocer y comparar los impactos sobre el medio urbano y sus consecuencias en la calidad de vida de quienes habitan esos territorios.

No obstante, a escala comunal y metropolitana solo existe en el país la aproximación que tiene la EPCVU que, sin desmerecer su aporte desde los estudios subjetivos, no define con claridad cuál es el ámbito donde existe una situación favorable o desfavorable asociada a la acción pública y/o privada y tampoco cubre el período en estudio. En el caso de los indicadores internacionales, estos no se pueden aplicar a ciudades fuera del Gran Santiago y además tienen un sesgo, ya que en el caso de los índices Mastercard y el índice calculado por MERCER, se orientan a cuestiones relativas al potencial económico y de negocios de las ciudades. Por tal motivo, la opción metodológica fue construir un indicador solo en base a variables objetivas, en el entendido que este podría aportar resultados que pudiesen entregar orientaciones más precisas a los tomadores de decisiones sobre dónde se debe poner el acento en materia de inversión pública y privada a futuro. Esto con el propósito tanto de corregir desequilibrios entre comunas y ciudades, como de potenciar sus estrategias de desarrollo en el sentido integral del término.

El ICVU se construyó sobre la base de 33 variables seleccionadas de entre un conjunto que incluía más de cien. Usando el conocimiento experto de un grupo de investigación interdisciplinario ampliado, se seleccionaron estas variables considerando cuatro condicionantes a escala comunal: pertinencia21, representatividad22, cobertura23 y un nivel de actualización que no superara los tres años. Las variables seleccionadas se distribuyeron en seis ámbitos de la calidad de vida reconocibles y adaptados a partir de la revisión de los indicadores nacionales e internacionales señalados:

Para generar un ranking por ámbitos y determinar el ICVU por comuna y ciudad metropolitana, se utilizó la técnica de Análisis de Componentes Principales (ACP)24, que en combinación con el conocimiento experto seleccionó un subconjunto de variables (16 para el ICVU 2002 y 17 para el ICVU 2012). Luego se procedió a una normalización de las variables seleccionadas por el ACP para llevarlas a una escala en el rango 0-100, que permitiera comparar variables medidas en unidades muy disímiles y para calcular promedios comparables entre ámbitos y comunas. Esto se aplicó a 69 comunas urbanas, las que representan aproximadamente el 70% de la población del país, incluyendo todas las capitales regionales y/o comunas de las áreas metropolitanas principales reconocidas o en proceso de conformación. Adicionalmente, para este estudio se aplicaron ponderadores por ámbito a escala comunal y a escala metropolitana, a partir de los resultados obtenidos de una encuesta aplicada a 50 expertos calificados (57% extranjeros y 43% nacionales) que trabajan directamente en el campo de la docencia, investigación y consultoría internacional en materias afines. Los ponderadores obtenidos por ámbitos a estas dos escalas de territorio se pueden observar en la tabla 1.

 

Tabla 1: Ponderación de ámbitos de calidad de vida urbana (%).

Ponderación Escala Local

CL

AN

CS

CM

SM

VE

9,4%

16,4%

17,4%

9,1%

18,5%

29,1%

Ponderación Escala Metropolitana

CL

AN

CS

CM

SM

VE

9,7%

17,1%

17,2%

9,7%

18,8%

27,6%

Fuente: elaboración propia, según Encuesta sobre Calidad de Vida Urbana NEM-IEUT, 2012.

 

Finalmente, una vez calculado el indicador por cada uno de los seis ámbitos, se ponderaron estos resultados para obtener el ICVU para cada año para todas las comunas del estudio. Así, se confeccionó un ranking del ICVU y un ranking por ámbito para cada área metropolitana, así como también se construyó la cartografía correspondiente a escala comunal.

 

Resultados ICVU 2012

En cuanto a los resultados obtenidos para el año 2012, la tabla 2 muestra las comunas urbanas con un ICVU mayor al promedio nacional (42,8). Entre las diez primeras comunas urbanas que alcanzan un mayor ICVU, siete pertenecen al Gran Santiago, de mayor a menor: Vitacura, Las Condes, Providencia, Santiago, Lo Barnechea, Ñuñoa y La Reina, que no solo ocupan los siete primeros lugares del ranking, sino que también se concentran todas en el sector nororiente de Santiago. Luego se sitúan las comunas de Punta Arenas (lugar 8), Concón (9) y La Serena (10).

 

Tabla 2: Comunas con ICVU 2012 mayor al promedio nacional.

POSICIÓN

COMUNA

CL

AN

CS

CM

SM

VE

ICVU

1

Vitacura

67,4

65,8

86,8

70,5

95,9

61,4

74,5

2

Las Condes

72,5

60,2

61,9

88,5

82,9

72,3

72,1

3

Providencia

87,0

45,9

73,8

87,2

54,3

76,2

68,9

4

Santiago

78,9

57,8

39,4

31,5

64,4

94,1

66,1

5

Lo Barnechea

38,7

42,6

45,8

82,4

78,5

77,9

63,5

6

Ñuñoa

53,6

40,3

50,7

52,4

72,5

61,1

56,6

7

La Reina

66,5

47,7

51,6

80,8

58,9

51,6

56,5

8

Punta Arenas

52,9

24,5

47,8

34,6

60,7

61,1

49,6

9

Concón

26,4

38,8

44,0

65,6

73,8

44,9

49,4

10

La Serena

25,8

32,6

54,4

45,6

58,6

57,5

49,1

11

Maipú

37,3

16,6

66,1

82,0

58,9

42,0

48,5

12

Talcahuano

29,4

22,2

49,7

73,2

62,8

51,1

48,3

13

Machalí

68,1

43,2

31,8

48,8

69,4

40,5

48,2

14

San Pedro de la Paz

32,0

35,0

39,0

54,4

57,1

56,6

47,7

15

Puerto Varas

25,3

40,6

49,0

55,9

52,5

51,2

47,4

16

Concepción

33,1

59,8

59,6

50,7

30,9

46,2

47,2

17

Cerrillos

31,7

22,6

26,4

59,2

69,5

59,4

47,0

18

Valdivia

26,0

24,5

56,8

51,4

58,6

49,4

46,4

19

Estación Central

32,7

29,3

26,9

63,9

64,6

53,3

46,0

20

Antofagasta

43,2

41,0

32,5

66,7

57,0

41,2

45,2

21

Iquique

17,0

44,9

32,2

75,4

59,3

42,4

44,9

22

Copiapó

40,5

31,1

47,6

67,0

66,6

30,6

44,7

23

Rancagua

43,2

26,9

42,1

49,2

54,9

48,3

44,6

24

Viña del Mar

33,5

23,3

37,4

68,6

48,1

51,3

43,7

25

Huechuraba

17,8

21,6

31,4

65,4

52,9

56,9

43,1

26

San Miguel

48,9

20,2

43,1

78,1

36,4

47,0

43,0

27

Macul

22,0

19,3

40,0

73,9

53,8

48,1

43,0

28

Hualpén

29,6

22,5

34,8

62,0

48,4

53,8

42,9

PROMEDIO

32,7

27,1

40,1

60,3

52,6

44,6

42,8

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

En contraposición, al observar la tabla 3 ésta presenta un ranking de aquellas comunas que obtuvieron un ICVU inferior al promedio nacional, se puede constatar que de las diez comunas con menor ICVU, donde siete son también del Gran Santiago, de menor a mayor: San Ramón, La Pintana, Lo Espejo, El Bosque, Pedro Aguirre Cerda, La Granja y San Bernardo. Respecto a las comunas fuera del Gran Santiago, las con menor ICVU 2012 son las de Lota (66), San Antonio (64) y Alto Hospicio (61). En consecuencia, se puede afirmar que 28 de 69 comunas urbanas consignadas en este estudio ofrecen una calidad de vida superior al promedio nacional, 13 del Gran Santiago y 15 de regiones, incluyendo todas las capitales regionales, a excepción de Arica, Valparaíso, Talca, Temuco y Coyhaique.

 

Tabla 3: Comunas con ICVU 2012 menor al promedio nacional.

POSICIÓN

COMUNA

CL

AN

CS

CM

SM

VE

ICVU

29

Quilicura

32,2

20,1

30,4

74,2

60,0

45,2

42,7

30

Chiguayante

29,8

21,1

39,3

78,9

60,5

37,7

42,6

31

La Cisterna

31,5

21,4

39,2

58,7

64,2

40,7

42,5

32

Temuco

16,3

22,8

49,3

50,1

58,1

44,8

42,3

33

Osorno

35,8

26,6

48,6

47,5

30,3

53,8

41,9

34

Coquimbo

25,7

27,8

48,4

58,8

43,7

44,3

41,8

35

Coronel

26,3

40,1

37,7

54,5

53,4

37,8

41,6

36

Conchalí

34,5

20,5

33,8

68,0

50,7

45,5

41,4

37

Renca

22,9

34,9

32,6

72,0

45,0

43,5

41,2

38

San Joaquín

36,8

24,1

41,4

56,7

39,2

46,8

40,8

39

La Florida

35,7

27,1

35,2

69,6

44,3

41,7

40,7

40

Peñalolén

27,7

26,1

30,4

75,1

51,2

40,7

40,5

41

Independencia

38,5

33,1

21,1

68,0

53,3

38,8

40,2

42

Villa Alemana

24,7

11,5

44,8

69,4

65,3

32,4

40,0

43

Pudahuel

28,1

26,2

36,4

63,4

46,8

41,0

39,8

44

Quilpué

29,6

13,4

38,8

51,4

63,1

37,9

39,2

45

Arica

31,6

22,3

31,1

60,5

51,0

38,2

38,2

46

Chillán Viejo

23,8

31,0

46,9

39,8

47,0

34,7

38,0

47

Talca

13,5

29,2

43,4

51,7

35,9

44,5

38,0

48

Penco

29,7

18,6

38,0

53,2

59,6

32,9

38,0

49

Recoleta

34,2

14,7

25,9

64,0

49,2

42,6

37,6

50

Puente Alto

31,3

21,1

36,0

70,7

31,6

41,3

37,1

51

Coyhaique

46,5

40,0

39,6

42,0

54,1

17,1

36,8

52

Tomé

24,8

18,9

55,1

53,0

44,0

29,7

36,7

53

Valparaíso

23,0

23,2

37,3

61,7

49,4

31,8

36,6

54

Chillán

24,1

28,2

49,0

23,1

42,8

36,4

36,1

55

Lo Prado

27,2

15,6

33,7

58,4

37,5

40,6

35,2

56

Puerto Montt

28,2

15,7

40,6

45,7

39,7

36,3

34,5

57

Padre las Casas

10,8

2,0

51,5

48,0

60,1

28,8

34,3

58

Quinta Normal

32,8

28,6

22,9

38,2

45,4

36,1

34,2

59

Cerro Navia

12,4

15,3

33,3

57,7

48,1

36,0

34,2

60

San Bernardo

17,3

24,9

29,1

67,6

32,0

37,9

34,0

61

Alto Hospicio

18,2

31,7

20,6

39,9

52,9

32,6

33,5

62

La Granja

7,0

17,2

24,9

75,4

46,9

33,4

33,2

63

Pedro Aguirre Cerda

26,5

9,6

35,1

76,0

25,8

36,1

32,4

64

San Antonio

18,4

16,6

28,6

24,6

49,8

38,8

32,3

65

El Bosque

27,4

11,8

27,9

66,9

41,8

30,2

32,1

66

Lota

17,5

12,9

48,9

48,3

29,0

33,8

32,0

67

Lo Espejo

25,7

13,4

17,3

65,5

40,9

34,7

31,4

68

La Pintana

29,4

8,7

15,4

61,7

42,8

34,3

30,5

69

San Ramón

16,6

0,4

22,9

68,4

40,0

36,0

29,8

PROMEDIO

32,7

27,1

40,1

60,3

52,6

44,6

42,8

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Ahora, focalizando el análisis en los resultados obtenidos en las tres principales áreas metropolitanas de Chile, Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción, el ICVU 2012 arroja interesante evidencia de que el desequilibrio es mayor al interior de las áreas metropolitanas que al comparar la situación de calidad de vida urbana entre todas las comunas del estudio. Entonces, para el caso del Gran Santiago se observa en la figura 1 que solo 13 de las 34 comunas superan la media nacional, es decir, equivalente a un 40% de la población, siendo la media del Gran Santiago (44,1) superior a la media nacional (42,8).

 

Figura 1: Ranking de comunas del Gran Santiago según ICVU 2012.

Fuente: elaboración propia, 2012

 

Por su parte, la figura 2 muestra que para el caso del Gran Valparaíso –que comprende la situación de calidad de vida urbana de cinco comunas– la comuna de Concón y la comuna Viña del Mar están por sobre la media nacional (42,8) y la media del Gran Valparaíso (41,8), mientras que Villa Alemana, Quilpué y el propio Valparaíso están por debajo de la media nacional, lo que significa que el 61,7% de la población de esta área metropolitana tiene un ICVU inferior a la media nacional.

 

Figura 2: Ranking de comunas del Gran Valparaíso según ICVU 2012.

Fuente: elaboración propia, 2012

 

Por último, la situación del Gran Concepción, constituida por nueve comunas, se ve reflejada en la figura 3, que muestra a Talcahuano, San Pedro de la Paz, Concepción y Hualpén por sobre la
media nacional, mientras que Chiguayante, Coronel, Penco, Tomé y Lota por debajo de la media del Gran Concepción (41,9) y la media nacional (42,8). Esto significa que el 60% de la población del Gran Concepción tiene un ICVU superior a la media nacional, situación que contrasta totalmente con el Gran Santiago (40%) y Gran Valparaíso (38,3%). Esta es una indicación de que Gran Concepción muestra un mayor grado de equidad territorial en términos de calidad de vida urbana.

 

Figura 3: Ranking de comunas del Gran Concepción según ICVU 2012.

Fuente: elaboración propia, 2012

 

Resultados ICVU 2002

El ICVU 2002 se calculó para las mismas comunas consignadas en las secciones anteriores, a excepción de las comunas de Alto-Hospicio y Hualpén, que legalmente no estaban creadas a esa fecha. Respecto a las 33 variables que constituyen la base de cálculo del ICVU conforme a la metodología empleada el año 2011 y 2012, se tuvo disponibilidad de información solo para 29 de las 33 variables consignadas, sin que esta situación alterara significativamente las posibilidades de comparación en una década. Finalmente, se deja constancia que para este caso también se utilizaron los ponderadores por ámbitos con los que se calculó el ICVU 2012, conscientes que probablemente de haberse aplicado la encuesta a expertos hace una década, pudiese diferir en algo la distribución de porcentajes.

En cuanto a los resultados obtenidos para el año 2002, la tabla 4 muestra las comunas urbanas con un ICVU mayor al promedio nacional (34,5), donde entre las diez comunas urbanas que alcanzan un mayor ICVU, ocho son del Gran Santiago, de mayor a menor: Vitacura, Lo Barnechea, Providencia, Las Condes, Santiago, La Reina, Ñuñoa y Macul, las primeras ocupando los primeros siete lugares y Macul la posición 9. Solo San Pedro de la Paz (8) y Valdivia (10) están dentro de este grupo selecto de comunas. Así, se puede afirmar que 24 de 67 comunas urbanas consignadas en este estudio ofrecían una calidad de vida superior al promedio nacional el año 2002, 11 del Gran Santiago y 13 de regiones, incluyendo solo a 6 capitales regionales, en orden: Santiago (5), Valdivia (10), Punta Arenas (19), Concepción (22), Iquique (23) y Coyhaique (24).

 

Tabla 4: Comunas con ICVU 2002 mayor al promedio nacional.

POSICIÓN

COMUNA

CL

AN

CS

CM

SM

VE

ICVU

1

Vitacura

59,0

55,7

59,3

78,0

96,5

86,5

75,4

2

Lo Barnechea

35,0

52,3

46,9

85,4

86,5

79,5

67,2

3

Providencia

64,5

55,0

49,3

74,9

80,9

72,3

66,7

4

Las Condes

48,5

61,9

63,6

69,8

79,3

50,1

61,6

5

Santiago

60,4

74,0

41,1

14,5

48,0

66,7

54,7

6

La Reina

46,9

20,4

49,3

67,9

84,2

46,9

51,9

7

Ñuñoa

51,0

27,0

38,5

42,7

66,2

45,7

45,5

8

San Pedro de la Paz

43,3

18,0

56,0

56,1

64,3

35,7

44,3

9

Macul

51,6

14,2

48,6

56,6

60,9

39,7

43,7

10

Valdivia

41,9

15,3

50,1

52,5

42,1

49,9

42,4

11

Concón

44,1

16,3

53,4

47,1

67,2

31,6

42,2

12

Osorno

45,7

15,9

53,0

48,3

39,9

44,8

41,1

13

Cerrillos

32,2

24,9

39,6

32,3

53,9

45,6

40,3

14

La Serena

63,0

19,5

51,3

41,2

46,6

29,8

39,2

15

Puerto Varas

37,1

17,2

55,2

42,3

67,4

22,5

38,9

16

San Miguel

39,4

25,1

35,6

23,6

59,7

37,8

38,3

17

Huechuraba

37,6

27,1

24,4

47,5

58,0

33,7

37,2

18

Viña del Mar

49,8

22,2

46,6

47,0

25,2

39,4

36,9

19

Punta Arenas

34,1

19,2

51,5

51,7

41,2

29,7

36,4

20

Machalí

44,8

14,1

47,9

49,1

63,8

16,7

36,1

21

Chillán Viejo

43,3

17,5

44,2

22,7

65,7

23,6

35,9

22

Concepción

43,1

23,2

49,5

32,3

36,6

32,1

35,6

23

Iquique

42,8

22,1

45,9

34,6

37,9

33,2

35,5

24

Coyhaique

38,6

17,1

55,7

29,2

56,7

17,9

34,6

PROMEDIO

39,4

17,4

39,5

45,5

46,6

28,1

34,5

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Por otra parte, al observar la tabla 5, donde se presenta el ranking de aquellas comunas que obtuvieron un ICVU inferior al promedio nacional el año 2002, se puede constatar que de las diez comunas con menor ICVU, siete eran del Gran Santiago, de menor a mayor: Lo Espejo, Cerro Navia, San Bernardo, El Bosque, La Pintana, La Granja (60) y Lo Prado (58). Completan el grupo de las diez comunas con menor ICVU 2002, las comunas de la Región del Biobío: Lota (63) y Penco (59) y Valparaíso (61). Adicionalmente, resulta significativo el hecho de que la mayoría de las capitales regionales importantes alcancen un ICVU por debajo de la media nacional, especialmente en el caso de Valparaíso, cuyo índice (25,1) lo pone más cerca del fondo del ranking que de la media nacional.

 

Tabla 5: Comunas con ICVU 2002 menor al promedio nacional.

POSICIÓN

COMUNA

CL

AN

CS

CM

SM

VE

ICVU

25

Quilicura

44,3

28,6

32,9

54,1

50,4

15,6

33,5

26

La Florida

40,5

21,2

41,7

53,6

28,7

29,6

33,4

27

Quilpué

39,8

16,5

50,8

45,2

42,9

20,6

33,4

28

Coquimbo

48,2

13,7

41,6

45,5

38,4

27,8

33,4

29

Temuco

48,9

21,2

39,8

49,5

32,6

26,6

33,3

30

La Cisterna

44,1

8,9

29,7

27,5

59,6

28,7

32,8

31

Villa Alemana

42,5

3,4

52,4

44,8

49,5

19,5

32,7

32

Copiapó

38,0

13,2

49,5

47,6

42,7

19,3

32,3

33

Antofagasta

45,4

27,2

45,9

46,3

21,5

23,7

31,9

34

Independencia

24,6

11,1

27,3

31,8

52,9

34,8

31,8

35

Maipú

40,2

27,0

36,8

49,3

22,9

28,3

31,6

36

San Antonio

41,6

9,1

42,8

40,5

43,4

22,5

31,2

37

Estación Central

38,9

8,7

34,7

28,1

44,4

28,6

30,3

38

Talca

48,4

18,3

35,3

40,4

30,2

24,6

30,2

39

Chiguayante

34,8

7,0

27,5

54,3

59,5

16,7

30,1

40

Rancagua

36,0

22,9

37,6

48,6

38,0

15,6

29,8

41

Peñalolén

38,7

15,3

29,6

55,5

40,9

19,8

29,8

42

San Joaquín

27,8

10,0

25,3

45,8

49,9

26,1

29,7

43

Padre las Casas

32,5

8,2

38,6

48,4

47,7

17,8

29,6

44

Talcahuano

44,8

10,7

40,8

42,9

25,2

26,8

29,5

45

Arica

53,6

15,9

34,4

37,7

32,9

21,5

29,5

46

Puerto Montt

31,0

23,3

38,4

42,0

31,8

21,6

29,5

47

Chillán

40,7

13,2

44,8

44,7

33,4

17,8

29,3

48

Renca

27,3

6,6

45,9

42,8

44,8

15,7

28,5

49

Coronel

20,9

7,3

50,9

47,6

38,9

15,8

28,2

50

San Ramón

26,3

5,1

36,5

52,6

43,7

18,4

28,0

51

Puente Alto

49,8

23,5

32,6

49,5

20,6

17,6

27,7

52

Recoleta

32,1

11,1

35,2

45,9

36,1

18,9

27,4

53

Pedro Aguirre Cerda

24,7

7,3

33,0

45,4

42,5

19,0

26,9

54

Tomé

15,4

2,1

28,9

42,7

48,2

24,2

26,8

55

Quinta Normal

23,0

12,4

30,2

24,4

45,4

22,0

26,6

56

Conchalí

29,6

6,2

24,2

48,4

42,0

20,3

26,2

57

Pudahuel

32,9

6,2

24,6

49,7

38,0

20,8

26,1

58

Lo Prado

24,6

5,4

26,6

40,1

48,1

18,1

25,7

59

Penco

41,7

3,1

26,4

40,0

51,2

11,6

25,6

60

La Granja

36,3

2,0

35,5

48,6

40,8

11,9

25,4

61

Valparaíso

36,5

14,9

41,5

38,8

18,6

17,2

25,1

62

La Pintana

47,1

2,6

27,7

48,0

31,3

16,4

24,6

63

Lota

21,9

2,3

30,5

45,2

43,1

13,9

24,0

64

El Bosque

29,9

3,7

29,9

43,4

37,9

14,0

23,7

65

San Bernardo

34,9

10,2

27,6

37,1

26,8

10,5

21,2

66

Cerro Navia

29,7

1,9

7,8

47,0

33,9

20,9

21,1

67

Lo Espejo

31,0

2,6

13,2

36,8

40,9

13,9

20,7

PROMEDIO

39,4

17,4

39,5

45,5

46,6

28,1

34,5

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

En relación a los resultados obtenidos en las tres principales áreas metropolitanas de Chile, Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción, el ICVU 2002 evidencia que el desequilibrio era mayor al interior de las mismas áreas metropolitanas que al comparar la situación de calidad de vida urbana considerando todas las comunas del estudio. Por ende, para el caso del Gran Santiago se observa en la figura 4 que solo 11 de las 34 comunas superaban la media nacional, es decir, equivalente a un 24,5% de la población, lo que significa que de cada cuatro habitantes tres vivían en comunas que mostraban un ICVU inferior a la media nacional. Junto con lo anterior, cabe destacar que siendo la media del Gran Santiago (35,7) superior a la media nacional (34,5) para el año 2002, implica que la situación en el área metropolitana evidenciaba un alto grado de inequidad entre sus comunas.

 

Figura 4: Ranking de comunas del Gran Santiago según ICVU 2002.

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

En el caso del Gran Valparaíso la situación se representa en la figura 5, donde se muestra que en el año 2002 la calidad de vida urbana era superior a la media nacional en las comunas de Concón y Viña del Mar, mientras que Quilpué, Villa Alemana y Valparaíso mostraban una situación de rezago, ya que sostenían un ICVU inferior a la media nacional, siendo particularmente preocupante el caso de Valparaíso en su condición de capital regional. Esto significa que en esta área metropolitana un 61% de la población tenía una calidad de vida inferior a la media nacional, mientras que la media del Gran Valparaíso (34,1) se mostraba levemente inferior a la media nacional (34,5).

 

Figura 5: Ranking de comunas del Gran Valparaíso según ICVU 2002.

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Por último, para el caso del Gran Concepción se pueden observar los resultados en la figura 6, que muestra a las comunas San Pedro de la Paz y Concepción con un ICVU superior a la media nacional, y el resto de las comunas con valores significativamente menores, con Lota ocupando el último lugar. En términos de población, esto significa que el 36,2% de la población tenía una calidad de vida superior a la media nacional. Se reporta además que la media del Gran Concepción (30,5) era inferior a la media nacional (34,5).

 

Figura 6: Ranking de comunas del Gran Concepción según ICVU 2002.

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Análisis de tendencia 2002-2012

Para efectuar un análisis de los cambios producidos en la calidad de vida urbana entre comunas en el período 2002-2012, se pueden hacer comparaciones de la posición relativa que ocupaba cada comuna en los años de análisis de acuerdo al ranking correspondiente. Se prefiere este método de análisis porque no resulta lógico comparar el índice propiamente tal de un año con otro, ya que la metodología empleada para construir el ICVU modifica levemente las variables usadas cada año y lo importante es la posición relativa de cada comuna en el ranking global.

Para hacer un análisis comparado de los cambios en la calidad de vida urbana en las tres áreas metropolitanas principales, Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción, se pueden usar las ventajas visuales de los sistemas de información geográfica para examinar los patrones de distribución de los ICVU en los años 2002 y 2012. Bajo el criterio de corte natural se fijaron los rangos para determinar niveles de calidad de vida urbana: Alto, Medio, Bajo y Muy Bajo. Es así como comparando la figura 7 y la figura 8, se pueden ver los cambios experimentados en una década en materia de calidad de vida urbana en las comunas del Gran Santiago.

 

Figura 7: Indicador de calidad de vida urbana (ICVU). Gran Santiago, resultados 2002

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Figura 8: Indicador de calidad de vida urbana (ICVU). Gran Santiago, resultados 2012

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

De acuerdo a la visualización de la cartografía para cada año, se puede afirmar que hay una disminución de la brecha en la calidad de vida urbana entre 2002 y 2012 en el Gran Santiago, particularmente, porque son más las comunas que mejoran su ICVU que aquellas que lo empeoran. Especialmente las comunas del norponiente y suroriente son las que ven mejorada su situación.

En el caso del Gran Valparaíso, si se compara la figura 9 y la figura 10 podemos advertir que en términos de evolución del ICVU, hay una situación de deterioro que también se ve reflejado en el ranking comunal, ya que mientras en el año 2002 de las cinco comunas dos estaban entre las 20 mejor posicionadas, solo Concón se mantiene en una buena posición en el ranking del año 2012 (lugar 9). Al mismo tiempo, el resto cae en el ranking o, como Valparaíso, se mantiene en los valores menores del ranking.

 

Figura 9: Indicador de calidad de vida urbana (ICVU). Gran Valparaíso, resultados 2002

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Figura 10: Indicador de calidad de vida urbana (ICVU). Gran Valparaíso, resultados 2012

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Respecto a la situación del Gran Concepción, la comparación de las figuras 11 y 12 da cuenta de los cambios en la calidad de vida urbana ocurridos en las nueve comunas que conforman esta área metropolitana. Así entonces, los resultados muestran una tendencia de mayor homogeneización entre comunas, para lo cual basta observar que entre la comuna mejor y peor ranqueada del año 2002 había poco más de 20 puntos, mientras que en 2012 esta brecha se reduce a poco más de 16 puntos.

 

Figura 11: Indicador de calidad de vida urbana (ICVU). Gran Concepción, resultados 2002

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Figura 12: Indicador de calidad de vida urbana (ICVU). Gran Concepción, resultados 2012

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Frente a las interrogantes respecto de los factores que pueden explicar los cambios producidos en la calidad de vida urbana experimentada por las comunas que son parte de este estudio, vale la pena detenerse a analizar las variables que participan en el cálculo del ICVU y que se expresan en las comunas en cada ámbito. En los gráficos que se muestran a continuación, la “variabilidad” está representada por el coeficiente de variación (CV[x])25 de los rankings en cada ámbito. La figura 13 muestra la variabilidad por ámbito para las comunas que son parte de este estudio, este gráfico permite observar la variabilidad dentro de cada ámbito en una escala corregida por el nivel medio o ranking medio. Esta variabilidad puede ser entendida como un indicador de la desigualdad que existe al interior de cada uno de los ámbitos.

Si se considera que un coeficiente de variación superior al 40% constituye evidencia manifiesta de que la brecha entre comunas es significativa, entonces se puede afirmar que aquellos ámbitos que muestran alta variabilidad son aquellos que explican en mayor medida la brecha entre las comunas del estudio, más aún si su ponderación es mayor que el resto de los ámbitos. Bajo este criterio se constata que en el año 2002 las variabilidades en el ámbito Ambiente de Negocios (82,9%) y en Vivienda y Entorno (55,9%) eran muy significativas, mientras que en los otros cuatro ámbitos, la variabilidad era comparativamente más baja, la mayoría menor al 30%, a excepción de Salud y Medio Ambiente (35,2%). Estos resultados son significativos porque los dos ámbitos de alta variabilidad son los que explican el valor del ICVU en casi un 46% de acuerdo a las ponderaciones asignadas mediante la encuesta aplicada a expertos.

En una década, se puede evidenciar también en la figura 7 que la brecha de calidad de vida urbana disminuyó de manera importante, ya que la variabilidad pasa de 31,6% a 22,1%. En cuatro de los seis ámbitos que constituyen el ICVU 2012 las variabilidades disminuyen. Las únicas excepciones son los ámbitos de Condiciones Laborales y Condiciones Socioculturales, que entre los años 2002 y 2012 aumentan su variabilidad del 25,8% a 48,3% y de 28,1% a 32,1% respectivamente. Particularmente resulta notable el caso del ámbito de Condiciones Laborales, ya que una variabilidad cercana al 50% entre comunas es síntoma de una manifiesta inequidad en este aspecto de la calidad de vida, aunque este pondere en el ICVU un poco menos del 10%.

Por otro lado, resulta de gran importancia constatar que los ámbitos que marcaban el mayor diferencial entre comunas en el ICVU 2002, Ambiente de Negocio y Vivienda y Entorno, son aquellos donde se producen las mayores reducciones en la brecha de calidad de vida urbana en las comunas actualmente. Es así como al comparar los resultados del ICVU 2002 con los del 2012, se constata que en el caso de Ambiente de Negocios se pasa de un porcentaje de variabilidad de 82,9% a 49,1%, mientras en el caso de Vivienda y Entorno se pasa de 55,9% a 28,1%.

Ahora, si consideramos la variabilidad en cada ámbito entre las tres áreas metropolitanas principales de nuestro país, Gran Santiago, Gran Valparaíso y Gran Concepción, se obtienen los resultados que pueden observarse en la figura 14. Las barras grises representan los cambios en el Gran Santiago (las primeras), las barras verdes a Gran Valparaíso (las segundas) y las barras azules a Gran Concepción (las terceras), siendo las tonalidades más claras el reflejo del año 2002 y las más oscuras del 2012.

Al analizar los cambios globales del ICVU, se observa que para las tres áreas metropolitanas hay evidencia de que la brecha entre comunas disminuyó, incluso para el Gran Valparaíso (verde) y Gran Concepción (azul) a un porcentaje de variabilidad menor al 15%, bajando en casi 7 puntos porcentuales en una década. En el caso del Gran Santiago (gris), la variabilidad según el cálculo del ICVU 2012 está en el 28% por sobre el 22,1% que se constata para las 67 comunas del estudio comparables.

Realizando un análisis comparado más fino, se pueden advertir matices en torno a los ámbitos que contribuyeron a disminuir la brecha entre comunas al interior de las áreas metropolitanas, así como aquellos ámbitos que contribuyeron a ampliar la brecha, siendo en términos de resultado final más significativo el efecto de los primeros que de los segundos para cada uno de estos conglomerados urbanos.

Si se procede a revisar por ámbitos, se advierte en una primera aproximación que Ambiente de Negocios constituye el ámbito donde se expresa la mayor variabilidad y a la vez la mayor disminución de la brecha entre comunas de las áreas metropolitanas para el caso del Gran Santiago y Gran Concepción, ambos disminuyen casi 30 puntos porcentuales, pero no así para el Gran Valparaíso, donde se aprecia un alza de poco más de dos puntos porcentuales. Luego, resulta significativo que en Vivienda y Entorno en todas las áreas metropolitanas hay una reducción en la brecha, lo que es muy importante ya que la ponderación de este ámbito en el valor del ICVU es cercana al 30%. Por su parte, en el ámbito de Salud y Medio Ambiente también hay un efecto de disminución en la brecha de calidad de vida, particularmente para el Gran Valparaíso, donde la brecha disminuye en casi 30 puntos porcentuales. Para este ámbito, cuya ponderación es del 18,8% ocupando el segundo lugar en incidencia después de Vivienda y Entorno, la variabilidad en todas las áreas metropolitanas es menor al 30% de acuerdo al ICVU 2012.

En los otros ámbitos el comportamiento resulta dispar entre las tres áreas metropolitanas, ya que en el caso de Condiciones Laborales existe un alza significativa para el Gran Santiago, pasando de 28,6% a 51,9%, cifra que evidencia un significativo aumento de la brecha en este ámbito en términos de calidad de vida urbana. Si bien el Gran Valparaíso también presenta un alza, resulta que al mismo tiempo su variabilidad es muy baja pues apenas supera el 15% en el cálculo del ICVU 2012. Por el contrario, en el caso del Gran Concepción la disminución en la brecha es significativa, ya que se pasa de 36,0% a 16,7%, es decir, casi 20 puntos porcentuales.

En el caso de Condiciones Socioculturales, el aumento de la variabilidad en el Gran Santiago es relevante, ya que aumenta de 33,1% a 42,1%, lo que evidencia un aumento en la desigualdad en este ámbito, mientras que para el Gran Valparaíso y Gran Concepción hay una disminución en la brecha y además una baja incidencia en la variabilidad, con menos del 20%. Este ámbito pesa un 17,2% en la ponderación, siendo el tercer ámbito en incidencia en el valor del ICVU.

Por último, en Conectividad y Movilidad, los resultados de la figura 13 muestran una disminución en la brecha, pasando de 33,3% a 17,9%. Por otra parte, para ambas áreas metropolitanas la situación es lo contrario, es decir, la brecha aumentó aunque no muy significativamente, siendo para ambos casos aún la variabilidad menor al 20%.

 

Figura 13: Comparación de la variabilidad por ámbitos del ICVU 2002 v/s ICVU 2012 (%).

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Figura 14: Comparación en la variabilidad por ámbitos entre ICVU 2002 e ICVU 2012 (%).

Fuente: elaboración propia, 2012.

 

Conclusiones

Al comparar los resultados obtenidos entre el ICVU 2000 y el ICVU 2012, estos entregan evidencia inequívoca de que la calidad de vida entre comunas urbanas en Chile ha disminuido en la última década. Sin embargo, persiste un diferencial importante que se manifiesta en las grandes áreas metropolitanas, especialmente en el caso del Gran Santiago, donde además se sitúan las dos realidades extremas del país, que se ven reflejadas en el ranking del ICVU. Los ámbitos de Ambiente de Negocios y Vivienda y Entorno, que en conjunto inciden en casi un 46% en la ponderación del ICVU, resultan ser los que experimentaron en este período una significativa disminución en la brecha, hecho de gran importancia ya que mostraban también una variabilidad alta.

La aplicación del ICVU tiene el mérito que permite establecer una relación más directa entre las causales que explican la menor o mayor calidad de vida que ofrece una comuna, en relación al conjunto de iniciativas de carácter económico, social y ambiental que desarrollan el sector público, el sector privado y la propia sociedad civil. Desde este punto de vista, contar con un instrumento de monitoreo y seguimiento validado que permita comparar y evaluar la evolución de la calidad de vida urbana en Chile, no solo constituye un instrumento de gran utilidad para tomadores de decisiones en el afán de priorizar, focalizar y evaluar el impacto de sus actuaciones en el espacio urbano, sino que posibilita descifrar algunas incógnitas importantes sobre el por qué existen marcadas diferencias en la calidad de vida entre comunas al interior de las áreas metropolitanas.

La tesis planteada por Veltz26, en relación que las áreas metropolitanas a escala global tienden a parecerse y en su interior a diferenciarse, parece cumplirse a cabalidad para el caso chileno. Esta ciudad que lidera o se ubica casi sin excepción entre las ciudades latinoamericanas mejor posicionadas en todos los rankings internacionales (MERCER, MasterCard, The Economist, BID, entre otros), esconde en su interior las dos caras del desarrollo urbano en Chile, reflejado en comunas que alcanzan estándares de calidad de vida comparables a ciudades del primer mundo y otras comunas que concentran una gran cantidad de problemáticas asociadas al proceso de configuración socio-territorial de su área metropolitana.

Los patrones que se deducen de los análisis que arroja este estudio, muestran que las áreas metropolitanas constituyen un ámbito del desarrollo urbano de primera prioridad respecto a la urgencia para la política pública. Los resultados muestran desequilibrios manifiestos entre comunas, particularmente para el caso del Gran Santiago, Gran Concepción y Gran Valparaíso. La ausencia de un modelo institucional para estas áreas metropolitanas bajo un gobierno único, una planificación integral y una gestión intersectorial coordinada, probablemente incida en que en un futuro próximo tampoco se tengan respuestas adecuadas en materia de políticas públicas para otras realidades metropolitanas en ciernes (La Serena-Coquimbo, Rancagua-Machalí, Temuco-Padre Las Casas, Puerto Montt-Puerto Varas, entre otras). En definitiva, dónde y en qué medida se focalice la inversión pública y privada, así como las formas como se configura el territorio metropolitano, no resulta ser un asunto menor en términos de calidad de vida urbana.

Finalmente, la complejidad y dinamismo que impone el desarrollo urbano actual, exige más que nunca reconocer la huella de la metropolización en nuestro país, descifrar las razones que marcan las diferencias y explicar por qué ciertas comunas de nuestras áreas metropolitanas concentran los mayores atributos en materia de calidad de vida y otras comunas son un depositario de un sinnúmero de externalidades no deseadas, las cuales además afectan severamente la condición de calidad de vida de quienes las habitan. Este estudio considera que hace un aporte importante en ese propósito.

 

Notas

1 Difunde resultados del Proyecto CONICYT Anillos Ciencias Sociales SOC1106, de 2012, y del estudio “Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU)” 2002-2012, elaborado por el Núcleo de Estudios Metropolitanos del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales y de la Pontificia Universidad Católica de Chile, en conjunto con la Cámara Chilena de la Construcción (CChC).
7 Gran Santiago incluye las 32 comunas de la Provincia de Santiago más las comunas de Puente Alto y San Bernardo. En el caso del Gran Valparaíso son cinco comunas: Valparaíso, Viña del Mar, Concón, Quilpué y Villa Alemana. Finalmente, el Gran Concepción está compuesto por nueve comunas: Concepción, Talcahuano, Hualpén, Chiguayante, San Pedro de la Paz, Tomé, Penco, Lota y Coronel.
8 Mattos, 2010.
9 Veltz, 1999.
10 Básicamente se hace referencia a la existencia de un Alcalde Mayor como en las principales ciudades de Colombia, donde hay una autoridad a escala metropolitana o supra municipal como en el caso de Barcelona, o algunas urbes brasileiras con ciertas atribuciones de carácter metropolitano.
11 Si bien se reconoce un nivel de gobierno provincial establecido en la administración del Estado chileno, sus facultades y atribuciones no tienen significancia en materia de desarrollo urbano y territorial, por eso no se considera en el análisis para estos efectos.
12 Fadda y Jirón, 1999.
13 UNESCO, 1978.
14 BID, 2008.
15 Ver nota 7.
16 Encuesta de Percepción sobre la Calidad de Vida Urbana (EPCVU), la cual se aplicó por primera vez el año 2007 y luego el año 2011, a 103 centros urbanos del país. La metodología en detalle se puede ver en: http://www.ine.cl/canales/chile_estadistico/estadisticas_sociales_culturales/encuesta_tiempo_libre_2007/metodologia/informe_metodologico_calidad_de_vida_urbana.pdf
17 Ver en http://oecdbetterlifeindex.org/
18 Ver en http://www.economist.com/node/21016172
19 Ver en www.mastercardworldwide.com/insights
20 Ver en http://www.mercer.com/qualityofliving
21 Significa que la variable fuera atribuible a una condición de esta comuna.
22 Significa que la variable tenga una representación estadística significante en la comuna.
23 Significa que la variable cubriera todas las comunas del estudio.
24 El ACP es una técnica de análisis multivariado que extrae y prioriza información desde grandes conjuntos de datos o con muchas variables. El ACP tiene como objetivo la re-expresión de un conjunto de datos con k variables sobre la base de un nuevo conjunto de p variables (con p mucho menor que k), que son una combinación y proyección lineal de las variables originales.
25 CV(x]=100*(s(x)/x(p)), donde s(x)= desviación estándar de la variable x, y x(p) es el promedio aritmético de la variable x.
26 Veltz, 1999.

 

Bibliografía

BID. Calidad de vida: más allá de los hechos. [En línea]. Banco Interamericano de Desarrollo. 2008. ISBN: 978-1-59782-083-7. Serie Desarrollo en las Américas. Disponible en: http://www.iadb.org/es/investigacion-y-datos/detalles-de-publicacion,3169.html?pub_id=b-632

FADDA, Giulietta y JIRÓN, Paola. Calidad de vida: una metodología para la investigación urbana. Revista de la Escuela de Economía y Negocios UNSAM. (1): 175-187, marzo 1999.

MATTOS, Carlos de. Globalización y metamorfosis metropolitana en América Latina. De la ciudad a lo urbano generalizado. [En línea]. Revista de Geografía Norte Grande. (47): 81-104. 2002. ISSN 0718-3402. Disponible en: http://dx.doi.org/ 10.4067/S0718-34022010000300005

UNESCO. Final report expert meeting on indicators of environmental quality and the quality of life. [En línea]. En: Indicators of environmental quaility and quality of life. Paris, France, UNESCO. 1978. p. 89-96. Reports and papers in the social sciences, Nº 38. ISBN 92-3-1 01 539-7. Disponible en: http://unesdoc.unesco.org/images/0003/000367/036722eo.pdf

VELTZ, Pierre. Mundialización, ciudades y territorios: La economía del archipiélago. Barcelona, Ariel. 1999.

 


Fecha de recepción: 18.06.12
Fecha de aceptación: 31.01.13