Revista invi NÂș 44, Noviembre 2002, Volumen 16 : 9 a 13

EDITORIAL

En el presente número del Boletín del Instituto de la Vivienda, dedicado a rendir un homenaje póstumo al prestigiado Maestro Edwin Haramoto Nishikimoto, hemos considerado que el mejor editorial para esta oportunidad es el conjunto de los tres discursos pronunciados en el sepelio del Profesor Haramoto por los señores Luis Riveros Cornejo, Rector de la Universidad de Chile, Manuel Fernández Hechenleitner, Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile y Claudio Navarrete Girón, permanente colaborador docente de Taller del Profesor Haramoto y Académico del Departamento de Diseño de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.

En reemplazo del editorial pertinente al presente número, exponemos las siguientes y muy emotivas palabras de despedida pronunciadas al Maestro fallecido.

PALABRAS DE DESPEDIDA DEL RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE EN LOS FUNERALES DEL PROFESOR EDWIN HARAMOTO

22 de Octubre de 2001

Nos sentimos confusos y estremecidos por la noticia que nos trajeron hace algunos meses..:

Edwin Haramoto había sufrido un severo accidente cerebral que ponía en peligro su vida.

Se movilizó su Facultad, el Consejo de Bienestar que él presidía adoptó todas las medidas posibles para ayudarlo en este tránsito; y la Universidad en su conjunto manifestó el dolor por el trance difícil que ocupaba a uno de sus hijos predilectos.

Hoy lloramos el desenlace inevitable de la tragedia así anunciada, y los muros enlutados de la Universidad no pueden contener nuestro dolor frente a los despojos de quien nos ha dejado sin siquiera tener la oportunidad de una última palabra, sino sólo aquellas frases que podemos leer desde su corazón en el postrer homenaje.

Edwin Haramoto había ingresado a la Universidad de Chile en 1955, cuando aún era estudiante de la Escuela de Arquitectura, donde se destacó como un estudiante que siempre figuraba entre los tres más altos promedios. Recibió premios y distinciones, y colaboró con pasión en la tarea docente como ayudante y más tarde como profesor de distintas cátedras. Allí modeló con fuerza su espíritu de maestro, reconocido siempre por sus discípulos como un hombre que combinaba su pasividad y rigor de origen oriental, con las expresiones más cálidas derivadas de su alma nacional, estimulada por largos años de vida en Chile. Fue el colega respetado y querido por sus pares, un hombre de bien, íntegro y con gran visión. Siempre me dijo que uno de los problemas que veía en nuestra Universidad, era que todos mirábamos solamente a nuestros días presentes; pocos a los años que venían; nadie a la generación siguiente.

Realizó sus estudios de posgrado en Inglaterra, desde donde trajo experiencias que fortificaron su espíritu universitario. Siempre estuvo con nosotros; hoy podemos mostrar con orgullo su ejemplo de académico, comprometido con el quehacer y el devenir institucional. Desempeñó los cargos de jefe de la sección docente del Instituto de Composición Arquitectónica de la Facultad de Arquitectura, y también el de profesor encargado de la Unidad de Información y Apoyo Docente. Fue Director del Instituto de Composición Arquitectónica, del Departamento de Diseño Arquitectónico y del Instituto de la Vivienda de su Facultad. Su compromiso con la Universidad fue arduo: en años difíciles, en la década de 1980, fue miembro del Consejo de Facultad, como había sido anteriormente -en la época de la reforma-, miembro del Consejo Superior, del Consejo Normativo. Llegó a los cargos más destacados, como Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, por elección de sus pares, y Presidente de la Comisión de Evaluación Académica de la misma Facultad.

La Universidad de Chile debe un gran reconocimiento al profesor Edwin Haramoto. Nuevamente, en años difíciles y merced a su empeño y profundo compromiso con la institución, sacó adelante la responsabilidad adquirida en torno a la Comisión de Proyecto Institucional de los años 1997 y 1998, cuando realizó un esfuerzo supremo por introducir ponderación en los criterios y amor por la Universidad en los resultados y propuestas. Su gestión fue vital para que se diera paso a lo que hoy es el proyecto de nuevo Estatuto Universitario. En muchas conversaciones me reveló su preocupación por el futuro de la Universidad, sobre lo que veía como la necesidad de abrir compuertas para la participación efectiva, dado que esa era en su visión-, la ventaja más importante de la Universidad de Chile, la fórmula para extraer todo el potencial que le debemos a Chile.

Por eso quiero, a nombre de la Universidad de Chile, del Consejo Universitario y de la Comisión Normativa, expresar aquí nuestro dolor por su desaparición temprana.

A mi petición aceptó ser el Presidente de la Comisión de Bienestar de la Universidad, cargo que desempeñó con eficacia y brillantez, ordenando varios de los temas y problemas que allí abundaban.También a nombre del Consejo de Bienestar y de todos sus miembros, expreso nuestro pesar más profundo.

La Universidad de Chile no sólo ha perdido a un gran profesor y académico, y a un irreemplazable directivo académico. Hemos perdido a un magnífico ser humano, a un hombre que siempre nos inspiró en el respeto y la consideración por los demás, en su visión positiva de la vida y de las cosas. Edwin Haramoto ha sido un ejemplo de académico de la Universidad de Chile, como también un ejemplo de persona cabal, íntegra y de compromisos valóricos profundos.

Nuestra bandera institucional está dolida y silenciosamente recogida a media asta, como homenaje a uno de los hijos predilectos de nuestra casa, que ahora nos iluminará desde siempre, donde esté, cultivando hacia la eternidad el juego sublime del humanismo y la inteligencia, prodigando con ello un ejemplo para tantas nuevas generaciones.

Querido Edwin..., profesor..., colega y amigo..., descansa en paz.

Luis Riveros Cornejo

Rector Universidad de Chile

 

PALABRAS DE DESPEDIDA DEL DECANO DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE EN LOS FUNERALES DEL PROFESOR EDWIN HARAMOTO

22 de Octubre de 2001

Queridos Micaelina, Kenichi, familiares de Edwin, amigos de la Familia Haramoto.

Pareciera fácil organizar en un par de líneas algo coherentes sobre una persona que uno tal vez supo conocer. Pero no es tan cierto; por el contrario, resulta muy difícil articular lo coherente. Es por ello que he renunciado a hacer grandes discursos, aquellos que uno realiza secretamente en esos diálogos íntimos que todos nosotros conocemos y que luego somos incapaces de hacer en público. He elegido el camino de hacer una breve reseña del Edwin Haramoto que yo conocí.

Quisiera repetir algo que ya he pronunciado en otras oportunidades, y que cada día me resulta más evidente: “qué cierto es que la vida no se va repentinamente, sino que se va desprendiendo implacablemente a pedazos. Los seres queridos se alejan y a medida que el tiempo avanza, aumenta el número de los que se despiden y nos esperan”.

Un largo trecho de nuestra existencia como Facultad, como colega y como amigo lo recorrimos con Edwin; por eso cuesta acostumbrarse a la idea que ya no lo veremos. Pero nos queda el consuelo de recordarlo, de evocar el tiempo y los instantes compartidos.

Edwin nació el 18 de febrero del año 1932 en Kobe, Japón, hace ya 70 años atrás. (Ciudad que visitó el año pasado haciendo uso de una beca del gobierno japonés como profesor invitado). Vivió parte de su adolescencia en Estados Unidos, concretamente en Hawai, para llegar posteriormente a Chile.

Fue aquí donde realizó sus estudios de arquitectura, entre los años 1951-1953 y 1956-1960 destacándose siempre como un estudiante de excelencia. Obtuvo su título de arquitecto en 1967 con la distinción máxima. Posteriormente en el año 1978 obtuvo el grado de Master of Philosophy en Arquitectura con la especialidad Viviendas para países en vías de Desarrollo. A su vez realizó innumerables cursos de perfeccionamiento en materias de Diseño Arquitectónico y Vivienda Social.

Ya en el año 1953 y como estudiante y ayudante adhonorem, se dedicó a impartir la docencia iniciando su carrera académica regular en el año 1955, tanto en la Escuela de Arquitectura como en la Escuela de Artes Aplicadas de nuestra Universidad. Su dilatada trayectoria como docente lo llevó a ser Profesor de Taller Arquitectónico por más de 38 años hasta su muerte, además de incursionar en Expresión Gráfica, Teoría de la Arquitectura, Metodología del Diseño y Proyecto Profesional de 5° año.

Como Investigador, se destacó en sus inicios en la Investigación y Sistematización del Diseño para derivar posteriormente en lo que fue su pasión, la Vivienda Social. Aquí destacan dos publicaciones que fueron fruto de su trabajo como Investigador:“Vivienda Social una Hipótesis de Acción” y “Vivienda Social Tipologías de Desarrollo Progresivo, Nuevas Alternativas”.

En su labor directiva destacó como Director del Instituto de Composición Arquitectónica (1968-1971), como Director del Departamento de Diseño Arquitectónico y Ambiental (1971-1973), como Director fundador del Instituto de la Vivienda desde enero de 1984 hasta su elección como Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de nuestra Universidad, entre 1990-1994. Posteriormente retomó hasta el año pasado la Dirección del Instituto de la Vivienda.

Como Decano realizó una fructífera labor en un período que no era fácil, era el regreso a la democracia y había grandes expectativas de apertura para la Universidad. Edwin supo abrir los canales de participación en nuestra Facultad, permitiendo un diálogo fructífero entre académicos, estudiantes y funcionarios. Buscó el reencuentro, la tolerancia y por sobre todo la excelencia académica.

Terminada su labor como Decano y siendo consecuente con sus ideas, asumió y lideró entre los años 97 y 98 la Comisión de Proyecto Institucional, que ha permitido que hoy nuestra Universidad esté ad-portas de contar con un nuevo Estatuto Universitario.

Son muchas las generaciones que formó con paciente dedicación y que lo siguieron, dejando en ellas una impronta profunda. Podemos afirmar con orgullo, que Edwin Haramoto cumplió una fructífera y destacada trayectoria académica de más de 47 años en su Facultad, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile.

Su labor en el campo profesional fue también fructífera. De su mano salieron diseños, gestión y consultorías destinadas a enriquecer los temas de la vivienda popular. Sería largo de enumerar otras obras en torno a sus actividades académicas y profesionales, creo que todos los aquí presentes las conocen y dan silenciosamente testimonio de ellas.

No quiero dejar pasar la oportunidad de recordar otros aspectos de Edwin. Bajo una apariencia tímida e introvertida se escondía un ser de exquisita delicadeza, profundo pensamiento y magnífica calidad humana. No tenía dobleces y no le gustaban las respuestas evasivas y dulzonas. Le gustaba hacer las cosas bien, buscando la solución que correspondía. Su espíritu de servicio era efectivo, sin ostentación y sin sonrisas para buscar aplauso. Su amor a la academia más que un sentimiento o un deber, era una vocación que le nacía del alma.

Todos recordaremos su figura, sus ademanes, su solidaridad, su forma de pensar y sus actos. Es por ello que rindo un muy sentido homenaje de gratitud y reconocimiento en nombre de toda la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, sus profesores, sus alumnos, sus funcionarios y en el mío propio al Profesor Titular Edwin Haramoto Nishikimoto.

Manuel Fernández Hechenleitner

Decano Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile

 

PALABRAS DE DESPEDIDA DEL ACADÉMICO CLAUDIO NAVARRETE, DE LA FACULTAD DE ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE EN LOS FUNERALES DEL PROFESOR EDWIN HARAMOTO

22 de Octubre de 2001

Querido amigo:

Quisiera decirte hoy, con tanto dolor por tu temprana partida, lo que estoy seguro muchos de nosotros siempre pensamos y nunca te hablamos, siendo ya muy tarde cuando queríamos expresártelo, especialmente en estos últimos días aciagos en que veíamos consternados cómo poco a poco te alejabas de nosotros.

Cómo explicarte así de nuestro aprecio y reconocimiento a tus nobles condiciones e intransables valores por los que siempre luchaste en tu vida, limpiamente, con firmeza y férrea voluntad.

Tus principios siempre los expresaste con mucha convicción y meridiana claridad a los demás, y así, con sabiduría, pero al mismo tiempo con respeto y humildad y tal vez sin proponértelo, ayudaste de manera importante a construir componentes de un modelo de mundo que pese a su dura realidad, era siempre posible de alcanzar para todos y especialmente para los más débiles y necesitados, con voluntad, conocimiento, y nunca exentos de optimismo, solidaridad y claro sentido del bien común y de la justicia.

Fue así como desde temprano te ubicaste en el seno de la vida universitaria para desarrollar desde allí todas tus capacidades y saberes. Fue siempre desde allí, especialmente de tu querida universidad donde centraste, dirigiste y guiaste a muchos de nosotros transmitiéndonos valores de ejemplo, estímulo, conocimiento y amistad.

Como uno de tus ayudantes y colaboradores creo ser portador de muchos hombres y mujeres que, profesionales o no, hoy y siempre te reconocerán estas condiciones tan difíciles de encontrar resumidos en una sola persona.

Querido amigo, arquitecto, maestro, claro ejemplo de hombre universal y demócrata en el más alto sentido de la palabra, hoy nos dejas, pero no dudes por un momento que tu legado estará seguro de permanecer siempre vigente en las generaciones de profesionales que formaste a través de tu escuela y con tu ejemplo en las futuras formaciones de jóvenes que hoy lloran junto a nosotros tu partida, como asimismo estamos también seguros, que tu existencia se prolongará en el tiempo eterno a través de lo mucho que sabiamente supiste entregarnos.

Edwin, amigo y maestro, descansa en paz.

Claudio Navarrete Girón Académico

Depto. Diseño Facultad de Arquitectura y Urbanismo Universidad de Chile