Revista invi Nº 50, Mayo 2004, Volumen 19 : 182 a 243
Ronaldo Ramírez. Development Planning
Unit University College London Londres, Abril, 2004.
Este documento se basa en la investigación titulada
"Factores que Contribuyen al Exito de las Iniciativas Comunitarias a
Nivel Barrial, Casos Observados en La Habana, Cuba" realizada entre los
años 2002 y 2003 por Kosta Mathey, Reinhard Aehnelt, Octavio
Tapia, Katja Buermann, Celeste Cuello, Daniel Fitzpatrick, Daphne
Frank, Petra Luedike, Celeste Vargas y el que escribe. La
investigación contó con la
contribución de Rubén Bancrofft, Tania Gutierrez,
Gina Rey y Rosa Oliveras. El presente documento es una
interpretación selectiva de temas dedicados a solamente uno
de los barrios investigados, Pogolotti, y no constituye un resumen de
la investigación. En la medida que las interpretaciones y
argumentos presentados en el documento se alejen del informe final de
la investigación, el autor asume la responsabilidad personal
por su formulación.
La investigación fue patrocinada y financiada por los Fonds
de Solidarité Prioritaire del Ministère des
Affaires Étrangères del Gobierno
Francés a través del Programme de Recherche
Urbaine pour le Développment, PRUD, coordinado por el GEMDEV
y el ISTED.
Interpretación selectiva de investigación
recién terminada en tres barrios de La Habana por grupo
internacional de investigadores urbanos. El propósito de la
investigación fue examinar la influencia de un conjunto de
factores en el éxito o fracaso de proyectos comunitarios en
los barrios. Esta versión examina el factor "origen de los
proyectos" en el barrio Pogolotti cuyas condiciones de vida,
especialmente de vivienda, son muy precarias. El documento describe
brevemente el contexto crítico de los procesos urbanos en
Cuba hoy y examina las formas de organización creadas para
estimular la participación comunitaria en iniciativas que
contribuyan a mejorar las condiciones materiales, a expresar valores
culturales y artísticos y a desarrollar relaciones de
solidaridad y respeto mutuo entre los vecinos. Pogolotti, el primer
barrio obrero cubano, construido a principios del siglo XX, aparece a
través de su historia, de sus residentes y de una serie de
proyectos, unos exitosos y otros fracasados, que ilustran la
creatividad de su sociedad civil y la creciente flexibilidad con que
las instituciones públicas han tenido que responder a las
demandas de la crisis.
Palabras Claves: Participación comunitaria, pobreza urbana, proyectos, iniciativas, barrios, talleres, origen de las iniciativas, líderes locales, identidad cultural, sociedad civil, instituciones públicas.
The paper presents a personal and selective version of a
research project in the Havana barrios just completed by an
international group of urban researchers. The research examined the
contributions of several factors to the success or the failure of
community projects in poor urban
settlements. This version examines the "origin of the projects", as a
factor that might influence the destiny of initiatives carried out in
Pogolotti, a settlement characterized by poor living, particularly
housing, conditions. The paper describes the difficult context in which
urban processes take place in today's Cuba. It then examines the
measures adopted to stimulate the participation of the community in
projects directed not only to ameliorate the material conditions in the
barrios but also to express cultural and artistic values and to further
the respect and solidarity amongst residents. Pogolotti was the first
working class settlement built in Cuba at the start of the 20th
Century. The paper presents it through its history, its people, and
through a number of projects - some successful and some that failed
– that show the creativity of a civil society living
difficult times and how public institutions respond to critical demands.
Keywords: Community participation, urban poverty, poor urban
settlements, projects, initiatives, workshops, origin of projects,
local leaders, civil society, cultural identity, public institutions.
INTRODUCCIÓN
Investigar temas urbanos en La Habana, especialmente aquellos
centrados en las condiciones habitacionales en los barrios pobres,
obliga a una revisión de conceptos e ideas preconcebidas
sobre los temas del desarrollo. Todos los países son
distintos, por supuesto, pero luego de una vida dedicada a los
así llamados "países del sur" (1) se llega a
esperar algunas características comunes, tales como
desigualdades sociales extremas, alta pobreza urbana, gobernabilidad
distante e irresponsable. Algunos de estos rasgos negativos
están también presentes hoy día en La
Habana, acompañados sin embargo por contextos y dimensiones
que obligan a examinar las diferencias que existen entre la naturaleza
y la apariencia de los procesos sociales. Hay pobreza en La Habana,
expresada por ejemplo en las malísimas condiciones de
vivienda que parecen afectar a todos lo habitantes, especialmente a
aquellos residiendo en el centro de la ciudad. Sin embargo los impactos
positivos de programas universalistas y masivos de salud
pública, educación y asistencia social se
traducen en que la generalidad de los pobres no muestran los rasgos de
debilidad, abandono y carencia de futuro que los caracterizan en otras
ciudades. La pobreza cubana aparece más bien en el contraste
entre las expectativas de una comunidad educada, gozando de buena
salud, y las limitaciones creadas por una estructura
económica y política que, a pesar de cambios
importantes, continúa siendo rígida, a lo cual
deben agregarse sin duda los efectos de más de 30
años de agresión económica de los
Estados Unidos. Esto define parte importante del contexto en que hemos
colectivamente llevado a cabo y terminado una investigación
en los barrios de La Habana, entre los años 2002 y 2003.
Los objetivos de la investigación fueron la
identificación de iniciativas y proyectos (2) comunitarios
en una selección de barrios de La Habana y el examen de los
factores que han contribuido al éxito o han causado el
fracaso de tales iniciativas. La investigación fue iniciada
y coordinada por Kosta Mathey, profesor de la Universidad
Técnica de Darmstadt, Alemania. El grupo de investigadores
incluyó al sociólogo Reinhard Aehnelt, de la
Universidad Técnica de Berlín, al arquitecto
Octavio Tapia, al autor de este documento y seis ayudantes de
investigación: Katja Buermann, Celeste Cuello, Daniel
Fitzpatrick, Daphne Frank, Petra Luedike y Celeste Vargas. La
investigación contó con la
contribución de los profesores Rubén Bancrofft,
Tania Gutierrez y Gina Rey del ISPJAE y de la socióloga Rosa
Oliveras del Grupo para el Desarrollo Integral de la Capital, y con el
apoyo de Trialog, una asociación científica
alemana. Huelga decirlo, la investigación no
habría sido posible sin la contribución de un
gran número de instituciones y personas en Cuba y en los
barrios de La Habana, cuyos nombres han sido registrados en el informe
final. El presente documento no constituye un resumen de la
investigación sino una interpretación selectiva
de temas dedicados a solamente uno de los barrios investigados,
Pogolotti. Un resumen habría hecho desaparecer la presencia
de personas indispensables para entender lo que ocurre en los barrios.
En la medida que las interpretaciones y argumentos se alejen del
informe final de la investigación, el autor asume la
responsabilidad personal por su formulación.
Cuba debió enfrentar una grave crisis en la
última década del siglo XX. Con anterioridad a
los años 90, el gobierno central había asumido la
tarea de satisfacer las necesidades básicas de la
población. La desintegración del bloque
internacional de países comunistas dejó al
gobierno cubano sin medios para sostener el funcionamiento de la
economía y el abastecimiento de su población. El
país entró en el "Período Especial",
con severas medidas de austeridad económica y una serie de
reformas para responder a las nuevas condiciones. Estas emergencias y
transformaciones parecen haber creado el espacio requerido para el
surgimiento y desarrollo de iniciativas locales. Las acciones locales
descentralizadas se transformaron en indispensables y fueron
estimuladas por el gobierno como reemplazo del aprovisionamiento
centralizado y como forma de utilizar mejor los recursos. Aunque las
condiciones críticas han mejorado, en términos
generales la situación continúa hoy siendo grave.
Muchas de las iniciativas locales han tenido, y tienen, lugar en los
barrios de La Habana. Es allí donde se encuentra viva la
multidimensionalidad de la vida comunitaria y donde la vivienda existe
como una dimensión más, integrada a las
condiciones ambientales, el cuidado de los niños, la salud,
la educación artística, la
capacitación, el cuidado de los ancianos y muchas otras
iniciativas. El trabajo de campo de la investigación se
llevó a cabo en tres de estos barrios, entre los
más pobres de la ciudad: Balcón Arimao-Novoa, El
Canal, y Pogolotti. A ellos se agregó el Pueblo de Santa Fe
y posteriormente algunas áreas de Centro Habana. Como parte
del esfuerzo para estimular las iniciativas locales, y ofrecer al mismo
tiempo vías para la realización de las mismas, en
varios barrios se han establecido Talleres de Transformación
Integral. Estas son agencias creadas por el "Grupo para el Desarrollo
Integral de la Capital" y reciben su orientación
metodológica. Su personal está constituido por un
pequeño número de profesionales calificados
–arquitectos, sociólogos, maestros y
otros– que viven en los barrios, pueden comunicarse con
naturalidad con los otros residentes y tienen la capacidad
técnica para identificar problemas sociales locales y para
organizar iniciativas para enfrentarlos. Los Talleres son verdaderas
instancias creativas ubicadas entre el nivel estrictamente local y las
estructuras urbanas y administrativas más altas de La
Habana. En lo que respecta a la investigación, estos
Talleres fueron fundamentales para el trabajo de campo. Son agencias
que conocen la realidad de los barrios, su historia –muchas
veces es la historia personal de sus miembros- y son capaces de
identificar sistemáticamente las iniciativas y los actores
locales. Fueron los lugares donde se realizaron las reuniones
colectivas de la investigación y muchas de las individuales.
El trabajo de campo de la investigación consistió
por lo tanto en la identificación de iniciativas locales
dirigidas a mejorar las condiciones en los barrios, en describirlas
mediante entrevistas individuales y colectivas con los actores locales
responsables por ellas, y en examinar la influencia de siete factores
en sus éxitos o sus fracasos. Los factores considerados
fueron: 1) el origen de la iniciativa; 2) el rol de la identidad
comunitaria; 3) la influencia de los líderes a cargo de las
iniciativas; 4) el rol de las instituciones públicas; 5) la
influencia de las organizaciones de masas; 6) la influencia de las
organizaciones comunitarias; 7) la influencia de instituciones
internacionales y el financiamiento.
Inicialmente la investigación identificó 65
iniciativas locales, las que cubren una amplia gama de intereses. Estas
incluyen proyectos físicos tales como la
construcción de viviendas y la iluminación de
calles; proyectos culturales como la investigación en la
historia local, la incorporación de niños a
programas educacionales, artísticos y deportivos; proyectos
de reciclaje; creación de huertos comunitarios;
atención a personas de la tercera edad y muchos otros. Estas
iniciativas fueron examinadas pública y colectivamente con
las comunidades locales en términos de los factores
mencionados más arriba. Algunas conclusiones,
todavía muy tentativas, se entregan al final de este
documento.
EL CONTEXTO DE LA INVESTIGACIÓN
En términos generales la investigación examinó el rol y la influencia de la sociedad civil en el destino de los proyectos comunitarios. Su contenido, las líneas principales de observación y su metodología fueron definidos de acuerdo a la influencia de tres niveles contextuales, uno teórico, otro internacional y el contexto establecido por las condiciones urbanas de Cuba, especialmente en la ciudad de La Habana. Los dos primeros niveles aparecen frecuentemente en la literatura sociológica y política actual, por lo que se presentan muy brevemente en este documento, el que dará preferencia al contexto urbano cubano.
Contexto Teórico
El contexto teórico de la investigación
está enmarcado en las definiciones y conceptos del paradigma
cualitativo y participativo de la pobreza urbana. Aún cuando
el foco de la investigación está formalmente
dirigido a las condiciones de vivienda, la conceptualización
de esas condiciones es multidimensional, abarca una
amplísima gama de dimensiones sociales, cubriendo la
mayoría de las iniciativas emprendidas por los residentes en
los barrios para mejorar sus condiciones de vida. La literatura mundial
dedicada actualmente al análisis cualitativo de la pobreza
urbana es vastísima (3) y controvertida. Ha enriquecido
considerablemente la descripción y comprensión de
las condiciones de pobreza en las ciudades, identificando causas
inmediatas, lo que se ha traducido mundialmente en innumerables
micro-programas para aliviar los efectos de la pobreza, muchos de los
cuales han producido resultados individuales positivos. Su
limitación principal ha sido, sin embargo, su inabilidad
para examinar las causas structurales de la pobreza, lo que
obligaría a incorporar el nivel "macro" al
análisis cualitativo (4). La renuencia para incorporar este
nivel, especialmente la dimensión política de la
pobreza, ha restado el apoyo teórico requerido para definir
acciones dirigidas a eliminar la pobreza, especialmente en los
países del sur.
Para los efectos de esta investigación, sin embargo, las
categorías de análisis propuestas por el
paradigma cualitativo de la pobreza han proporcionado un marco
teórico adecuado. Las categorías de
multidimensionalidad, heterogeneidad, participación e
integración, sin ser mencionadas explícitamente
en los documentos de la investigación, constituyeron la
guía conceptual para la identificación y
comprensión de las numerosas iniciativas sociales en curso
en los barrios de La Habana. El barrio constituye el medio en que la
gente habita. Sus dimensiones son múltiples, incluyen casas,
condiciones físicas, ambientes, historias, relaciones
personales e institucionales influenciándose mutuamente. La
población del barrio es heterogénea, incluye
personas de distintas edades, género, convicciones
políticas y religiosas, intereses y poderes. Sus habitantes,
especialmente en los barrios pobres de La Habana, no son personas
aisladas sino participantes con distintos niveles de compromiso en
diferentes líneas de acción: organizaciones
políticas, instituciones administrativas, Consejos
Populares, grupos artísticos y culturales, conjuntos de
baile, iglesias, equipos deportivos. Tampoco son las iniciativas y
proyectos en curso en los barrios acciones aisladas. Existen las bases
para su integración a nivel municipal, y eventualmente al
nivel de la ciudad, creadas por el Grupo para el Desarrollo Integral de
la Ciudad (GDIC) y los Talleres de Transformación Integral.
Ninguno de estos atributos es estático, completo o perfecto.
No podrían serlo.
Los Efectos del Contexto Internacional
Las décadas de 1980 y 1990 vieron la emergencia y
consolidación de la globalización, el nuevo
modelo mundial de acumulación de capital. La
globalización se expandió rápidamente
imponiendo sus correspondientes dimensiones económicas,
sociales, políticas y culturales sobre todos los
continentes. El impacto positivo del nuevo modelo en algunas regiones y
ciudades tanto en el Norte como en el Sur –especialmente en
aquellos distritos urbanos que poseen la capacidad de responder a los
desafíos tecnológicos e institucionales de la
globalización– ha sido evidente. Al mismo tiempo
las consecuencias de sus ideologías y políticas,
especialmente de los programas de ajuste estructural impuestos y
adoptados prácticamente en todas partes, han
traído un aumento y deterioro considerable de las
condiciones de vida de los pobres en todo el mundo (5).
La situación de Cuba en el contexto internacional ofrece
peculiaridades que la distancian de la experiencia de otros
países del sur sin por eso ser menos dramática y
contradictoria. Por una parte la estructura económica y
política de Cuba, así como su
integración al bloque de países comunistas,
parecerían haberla protegido de las presiones financieras y
políticas del ajuste estructural. Cuba no ha sido obligada a
abrir sus mercados a la competencia internacional, a cambiar sus
impuestos, a reducir el gasto público eliminando servicios y
asistencia social ni a adoptar otras medidas similares como resultado
de la presión de organismos internacionales. Esto no
significa que las condiciones de vida de la población hayan
sido satisfactorias ni que rasgos de algunos de los procesos nombrados
no hayan aparecido. Bajos niveles de consumo y difíciles
condiciones de vida parecerían haber sido, hasta fines de
los años 80, consecuencias de la rígida
estructura económica y, especialmente, del bloqueo
económico y político impuesto por los Estados
Unidos. Pero las condiciones parecían haber sido diferentes
a lo que ocurría en la mayoría de los
países del Sur, donde los pobres aumentaban. En Cuba el
gobierno central había asumido la tarea de satisfacer casi
todas las necesidades básicas de la población,
incluida la alimentación. Se había logrado
construir sistemas de salud pública y de
educación de niveles equiparables a los países
desarrollados. La población había llegado a
esperar un aumento gradual de su bienestar. Los medios materiales
básicos, aunque escasos, eran alcanzables como resultado de
la integración del país al bloque comunista.
La situación cambió bruscamente a fines de los
años '80 con la desintegración del bloque de
países comunistas. Hasta donde esta
desintegración fue acelerada por el proceso de
globalización es un tema importante pero cuya
discusión queda fuera de los límites de este
documento. En cualquier caso, Cuba debió enfrentar una grave
crisis cuyos componentes principales continúan vigentes
hasta hoy. El gobierno cubano se encontró abruptamente sin
medios para sostener la economía y el abastecimiento de su
población. El país entró en lo que se
ha llamado "Período Especial", con severas medidas de
austeridad económica y la imposibilidad de continuar la
provisión estatal de muchos bienes y servicios. Es
difícil describir en términos reales
–sin haberlo vivido- la severidad del Período
Especial, cuando un único proveedor se queda sin nada que
proveer a una población que se ha acostumbrado a esperar.
Los testimonios individuales muestran principalmente una
situación de paralización. La casi imposibilidad,
por ejemplo, de ir diariamente al lugar de trabajo debido a la ausencia
total de transporte. Pero también la inutilidad de estar en
el puesto de trabajo cuando no hay nada en que trabajar.
Los rasgos principales del Período Especial
continúan hoy, aún cuando la situación
ha mejorado considerablemente. Son precisamente estas mejoras las que
manifiestan las propiedades contradictorias del proceso, las que, como
se verá más adelante, han influido en la vida de
los barrios de La Habana. Mientras una primera consecuencia
generalizada fue la expansión de la pobreza en la
población, el carácter de la emergencia introdujo
la necesidad de más flexibilidad e improvisación
–ambas relativas- en los organismos de gobierno en todos los
niveles. Surgieron iniciativas, algunas impensables con anterioridad.
Se legalizó la recepción de dólares
enviados por emigrados residentes en los Estados Unidos a sus
familiares en Cuba, para lo cual el gobierno creó una
verdadera economía paralela. Se agilizó y
promovió la actividad turística,
construyéndose el equipamiento y los servicios adecuados. Se
abandonaron algunos dogmas y se permitió, fuertemente
regulada, la actividad "por cuenta propia": pequeños
restaurantes, artesanos, comerciantes y otros. Todas estas y otras
medidas son hoy de conocimiento público. Lo más
importante y menos conocido, sin embargo, ha sido el
estímulo a la participación y a la iniciativa de
la población en definir y ejecutar acciones colectivas para
mejorar sus condiciones de vida. Este esfuerzo del estado cubano se ha
llevado adelante mediante campañas educativas, apoyo
material y auspicio internacional. Se han creado –o adaptado-
sistemas y organismos de apoyo capacitados profesionalmente para
estimular y organizar la participación de la comunidad en la
definición y ejecución de iniciativas de
beneficio social. Uno de estos sistemas esta constituido por el GDIC y
por los Talleres de Transformación Integral creados en
algunos barrios de la ciudad. Las activida- des de las comunidades
barriales alrededor de esos Talleres constituye el tema de esta
investigación.
EL CONTEXTO URBANO DE LA INVESTIGACIÓN
La Vivienda en La Habana
Cualquiera sea la línea argumental y de
investigación que se adopte es imposible evitar la
conclusión de que las condiciones habitacionales en La
Habana a comienzos del Siglo XXI son deplorables. Segre, Coyula y
Scarpaci, en un estudio sobre La Habana publicado en 1997 entregan en
el capítulo 6 una síntesis del desarrollo de las
políticas y prácticas de vivienda en La Habana
entre 1960 –cuando comienza la experiencia
socialista– y los últimos años del
Siglo XX.(6) El capítulo documenta los altos y bajos de la
historia habitacional cubana, mostrando como es que contribuciones
consideradas inicialmente positivas muchas veces están
acompañadas de efectos negativos no previstos, tales como,
por ejemplo, los resultados de la prefabricación pesada de
viviendas, de los costos reales de las Microbrigadas, e incluso como
las ventajas sociales de eliminar la especulación con la
tierra y las viviendas e imponer la estandarización de
arriendos pueden también provocar una gran rigidez ambiental
y obstaculizar el movimiento de las personas.
Según Segre et.al, las aspiraciones de la
revolución socialista en el campo de la vivienda eran
comprensibles dadas las necesidades no satisfechas
de la población, pero sus soluciones fueron incapaces de
satisfacer esas necesidades con rapidez. La prefabricación
pesada de viviendas – adoptada inicialmente como la respuesta
adecuada del socialismo (7) – no consiguió
alcanzar las metas cuantitativas necesarias. Mientras el gobierno
había anunciado la producción de 100.000
viviendas anuales para 1970, ese año el estado completaba
solamente 4000 unidades: (8) "Con anterioridad a esa fecha la
tecnología avanzada nunca había sido capaz de
superar la producción de los métodos de
construcción tradicionales ni la
auto-construcción. Por ejemplo, en 1976 la
construcción prefabricada comprendió solo el 26%
del total, mientras el sector estatal que utilizaba métodos
artesanales tradicionales alcanzó al 50%. (9)
....Al final muchos de estos edificios resultaron elementales, de mala
calidad y debieron ser terminados mediante métodos
tradicionales de construcción" (10).
La experiencia de las microbrigadas de construcción de
viviendas, iniciada en 1970, aunque diferente al caso de la
prefabricación, muestra también la presencia de
problemas que terminaron por reducir su importancia. El concepto de la
microbrigada resultó de introducir una instancia intermedia
entre la autoayuda –medida frecuentemente usada en
América Latina para producir la vivienda de los
pobres– y la construcción estatal. La primera fue
considerada como caótica y de mala calidad dado que operaba
con una evidente carencia de recursos. La segunda había
llegado a ser insostenible en Cuba. La microbrigada
combinaría los recursos y controles de calidad del estado
con el esfuerzo de las comunidades. 25 años
después de su instauración Segre et.al.
consideran que los esfuerzos de las microbrigadas han sido positivos
conceptual y socialmente y que las viviendas construidas por ellas son
de calidad "infinitamente superior que las viviendas resultantes de la
autoayuda en el resto de América Latina, que otros
apartamentos construidos en Cuba y más grandes que viviendas
construidas en los países socialistas de Europa Oriental."
(11)
Las microbrigadas -y también la actividad constructiva
general- empezaron a declinar a comienzos de los años '80
hasta su casi paralización. En el caso de las microbrigadas
las razones parecen radicar en las dificultades de
organización de su trabajo, dificultades para la
distribución equitativa de recursos y tecnología,
largas paralizaciones, erráticas partidas y detenciones,
altos costos resultantes de salarios pagados de acuerdo a las escalas
de las instituciones que facilitaban trabajadores que
carecían de las calificaciones adecuadas, a lo se agregaba
la dificultad de retener a los trabajadores especializados una vez que
estos obtenían vivienda (12). La construcción de
viviendas nuevas, en cualquiera de las formas acostumbradas por las
autoridades cubanas, quedó fuera de la realidad impuesta al
país por el Período Especial.
Las condiciones de vivienda en la ciudad de La Habana sufrieron
limitaciones adicionales a lo largo de estos años,
especialmente hasta mediados de los '70. Aún cuando la
ciudad se benefició inicialmente por la
construcción de unos pocos conjuntos modelos de vivienda,
las inversiones en la capital debían enfrentar un prejuicio
ideológico que la definía de acuerdo a una
reputación "de ciudad decadente creada en el pasado por las
clases dominantes...y un cierto desprecio que permanecía
entre los líderes de la Revolución." (13).
El resultado fue falta de mantenimiento y un deterioro habitacional que
aún predomina en la ciudad. Algunos autores estiman que
parte de este deterioro ha sido el producto no solo de la falta de
recursos adecuados proporcionados por el estado, sino
también de las iniciativas de auto-construcción
llevadas a cabo por los habitantes para resolver sus problemas
habitacionales. Esta actividad, carente de controles
técnicos y altamente improvisada, llegó a ser la
forma dominante de crecimiento habitacional en la ciudad, "completando
entre 1981 y 1983 por ejemplo, siete unidades por cada 1000 habitantes
en La Habana contra una producción estatal de dos unidades
por cada 10.000." (14).
Otros autores asignan la responsabilidad por el deterioro del stock de
viviendas a las políticas centradas en la
construcción de grandes bloques y grandes inversiones.
Según la arquitecto Lourdes Ortega "la actividad de
conservación del fondo de viviendas existentes fue
sistemáticamente desplazada por la prioridad asignada a la
construcción estatal de viviendas nuevas....la
conservación del fondo construido fue abandonado y
menospreciado como subdesarrollado, perdiéndose
así la base material y también la vigencia de
muchos oficios tradicionales. El descenso de esta actividad
llegó a uno de sus momentos más bajos en la
capital durante 1989 y 1990, cuando los planes de mantenimiento,
reparación y reconstrucción de viviendas y otros
edificios se cumplieron solo en el 24%, 8% y 15% respectivamente".(15)
En 1987, antes del Período Especial, la situación
de la vivienda en La Habana ya era grave:"La ciudad aún
tenía 55.000 personas en viviendas muy deterioradas
..Adicionalmente habían 213.000 habaneros residentes en
ciudadelas (16) y otros 50.000 vivían en barrios insalubres.
En total, aproximadamente 357.000 personas vivían en
viviendas sub-standards"(17). Esta situación
había empeorado a fines de los años '90.
Según Lourdes Ortega el fondo de viviendas de la Habana en
1996 era de 550.000 unidades, un 50% de las cuales se clasificaba como
malas o deficientes: "Existían también 60 barrios
insalubres y otros 100 grupos urbanos pequeños que no se
clasificaban como barrios pero cuya situación habitacional
era altamente deficiente. En su conjunto estos barrios
comprendían alrededor de 18 mil viviendas y más
de 17 mil familias...Asimismo existían más de 60
mil familias que vivían en habitaciones de ciudadelas y
cuarterías. Todo esto significa que existían algo
más de 100 mil viviendas en malas condiciones constructivas
y de habitabilidad... equivalentes al 40% de la vivienda urbana de todo
el país." (18)
Sin embargo, como se verá más adelante en este
documento, tanto la conceptualización de la vivienda como la
evaluación de la importancia de La Habana en el contexto
nacional, el rol del estado y de las comunidades pobres y muchas otras
áreas de política social y urbana afectadas por
las urgencias del Período Especial habían
empezado a cambiar durante la década de los '90.
Los Barrios de La Habana
El concepto de "barrio" no corresponde en Cuba a una unidad
administrativa bien definida, sino a un área que forma parte
de la ciudad, a veces identificable mediante límites
geográficos o viales, pero más frecuentemente
distinguida de otras áreas por atributos de
carácter urbano, constructivo, social, histórico
y cultural. Según Roberto Almaguer, sociólogo de
Flacso, "el barrio siempre ha tenido gran importancia para el cubano.
El conocimiento mutuo entre los vecinos y de lo que pasa en el barrio
es mucho mayor que en otras partes. No hay un vecino de Pogolotti que
no se presente diciendo "yo soy de Pogolotti" aun cuando el barrio ha
tenido en el pasado cierta fama de no ser muy tranquilo" (19). El
barrio resulta de la integración de una comunidad con un
territorio específico. Incluye una realidad
física de casas, calles, plazas, escuelas, almacenes y
centros de trabajo y un "sistema de relaciones interpersonales portador
de tradiciones, historia e identidad propias que se expresa en
identificación de
intereses y sentido de pertenencia que diferencian al grupo que integra
dicho espacio ambiental de los restantes" (20). El Censo de 1981
identificó 380 barrios en La Habana, de los cuales 65 se
consideran barrios tradicionales(21). Muchos de ellos cuentan con un
apreciable patrimonio edificado, "sin embargo el estado
físico es regular y malo en más del 50% del fondo
total de construcciones, además de condiciones
higiénico sanitarias y de infraestructura en mal estado e
insuficiente mantenimiento" (22).
Al comienzo del período revolucionario el concepto del
barrio perdió parte de su importancia debido el
igualitarismo del sistema económico y político
que trataba de superar diferencias sociales y económicas.
Sin embargo, en los primeros años de la década de
los '90 la existencia del barrio como entidad recuperó su
importancia. Por un lado, el Período Especial
disminuyó severamente las posibilidades de transporte
urbano, y con ello el radio de movilidad dentro de la ciudad,
utilizando principalmente bicicletas, se hizo más
pequeño. Por otra parte, los sistemas oficiales de
repartición de bienes funcionaban cada vez más
defectuosamente, lo que estimuló la ayuda mutua entre los
vecinos y la auto-producción, por ejemplo en forma de
agricultura urbana. Rosa Oliveras cita un informe sobre Trabajo
Comunitario que expresa que "se han concentrado una gran cantidad de
personas en los barrios debido a las re-ubicaciones laborales, la
apertura del trabajo por cuenta propia, además de albergar
en horas diurnas.... a amas de casa, estudiantes... y personas de la
tercera edad, estos últimos constituyendo el 20% de la
población". (23) Todo esto llevó a un
fortalecimiento espontáneo de las redes informales a escala
barrial con lo que dicha entidad básica se volvió
aún más importante para sus habitantes.
La ciudad de La Habana está dividida en 15 municipios, cada
uno de los cuales cuenta con una Asamblea, o Poder Popular Municipal.
La Asamblea está integrada principalmente por delegados
elegidos directamente por la población, agrupada en
circunscripciones de entre 1000 a 1500 electores. Este sistema produjo
una situación en que muchos –si no
todos– los delegados a las Asambleas Municipales eran
residentes en los barrios, personas que conocían los
problemas locales y el potencial de base para enfrentarlos pero que se
encontraban dispersos, cuya capacidad para llevar estas materias a la
Asamblea Municipal, y ser escuchados por esta, estaba limitada a sus
esfuerzos individuales. Esto condujo, inicialmente, a la
agrupación espontánea de delegados de un mismo
barrio para llevar colectivamente los problemas de sus barrios a la
Asamblea (24). A fines de los años 80, utilizando
experiencias llevadas a cabo en zonas rurales, se crearon los Consejos
Populares, instancias de gobierno ubicadas entre las comunidades de
base, representadas por los delegados, y la Asamblea Municipal.
Según Gina Rey, explicando el origen de estos Consejos:" Se
dijo, el Consejo Popular si funciona en la periferia... puede
también funcionar en la parte central, porque
allí existen los barrios, existe ese espíritu de
barrio, esa identidad barrial y hay que aprovecharlo como una fortaleza
para crear ahí una forma de gobierno" (25).
Los Consejos Populares
El establecimiento de los Consejos Populares, formalmente en
1986 y operativamente después de 1988 en Cuba
–aunque no el La Habana hasta 1990–
constituyó, según Roberto Almaguer "un hito en el
desarrollo de los organos locales del Poder Popular en Cuba al
constituirse en un elemento del sistema de gobierno que
actúa entre el delegado y la Asamblea Municipal del Poder
Popular(26)". Los Consejos fueron definidos como elementos de gobierno,
controladores, fiscalizadores y coordinadores de los numerosos factores
existentes en la comunidad, integrados por los delegados a la Asamblea
Municipal y por representantes de las organizaciones de masas locales,
de hecho con una doble función de gobierno: representar a
sus comunidades en la Asamblea Municipal y a la Asamblea en las
circunscripciones (27). Hoy todos los 15 municipios de La Habana
cuentan con Consejos Populares, los que suman alrededor de 105 en la
ciudad. Uno de los aspectos más importantes de esta
situación para el tema tratado en este documento es la
relación entre los barrios y los Consejos Populares. Los
barrios, como tales, no tienen representación administrativa
ni política. Sin embargo sus territorios reales incluyen
varias circunscripciones y delegados, residentes que no solo conocen
los problemas locales sino también deben responder a las
demandas de sus vecinos-electores. Esto ha llevado a establecer una
relación entre los barrios y los Consejos. Los intereses de
los barrios grandes son por lo general llevados a la Asamblea Municipal
por un Consejo Popular. Barrios más pequeños son
agrupados bajo un solo Consejo. Este es el caso del Consejo Popular N.5
Pogolotti- Finlay-Belén. En los Consejos Populares se
trabaja, según su propia definición, para la
eficiencia de la producción y los servicios locales.
Se promueve la participación popular y se apoyan las
iniciativas locales que surgen para la solución de los
problemas y necesidades de la comunidad. Los Consejos coordinan las
actividades de las entidades locales, ejerciendo sobre estas el control
y la fiscalización. De una manera no buscada, paulatina, los
Consejos Populares están proporcionando un reconocimiento
formal al barrio, sumado a su identificación cultural e
histórica.
En la nueva coyuntura creada por el Período Especial la
creación de los Consejos Populares reconoció, por
primera vez, los aspectos positivos de la cooperación no
gubernamental para paliar la crisis. Entre 1994 y 1996 se puede
observar un gran aumento del comunitarismo, expresado entre otras cosas
en el establecimiento de un Grupo Ministerial para el Trabajo
Comunitario, en el énfasis otorgado a las estructuras
horizontales y en la búsqueda de soluciones locales. Este ha
sido un proceso novedoso y desafiante en la experiencia
histórica y revolucionaria de Cuba, hasta ese momento
modulada por el abastecimiento estrictamente estatal y la
planificación central, con muy poco espacio para
instituciones e iniciativas comunitarias. Todo esto ha significado
también una creciente importancia de los barrios como focos
del trabajo comunitario y origen de ideas e iniciativas nacidas en la
base del sistema social. Tanto la importancia del barrio en estas
tareas así como la capacidad para generar, desarrollar y
trasmitir iniciativas se vieron reforzadas durante la década
de los 90 con la creación en La Habana del Grupo para el
Desarrollo Integral de la Capital y de los Talleres de
Transformación Integral del Barrio.
Grupo para el Desarrollo Integral de la Capital (GDIC)
A finales de 1987 se creó en La Habana el "Grupo
para el Desarrollo Integral de la Capital" (GDIC), con el
propósito no solo de promover, como lo indica su nombre, el
desarrollo integral de la ciudad sino muy especialmente "propulsar la
creación de nuevas formas de Gobierno en la base, para
incrementar la participación popular directa en la
solución de los problemas que más la afectan
(28)". Según la arquitecto Gina Rey, en ese momento
Directora de Planificación Física Provincial y
luego la primera Directora del GDIC, "era la época de los
bloques de vivienda repetidos hasta la saciedad, de los grandes barrios
llenos de esos bloques donde las personas no sentían que
estaban viviendo en un ambiente urbano satisfactorio"(29) La
misión de GDIC consistió en definir una
visión estratégica y una voluntad
urbanística para mejorar las condiciones de vida de la
población: "lo que sí teníamos claro,
por lo menos algunos de nosotros que desde Planificación
Física habíamos ya trabajado en procesos
participativos... es que ese mejoramiento de las condiciones de vida de
la población había que hacerlo con la
participación de la población, desde los barrios,
desde la base, que desde arriba eso no era posible, que
había que establecer un proceso de
retroalimentación entre el plan a nivel de la ciudad y las
propuestas que iban emanando de los barrios"(30).
Refiriéndose al mismo proceso la arquitecto Rey
escribió en 1988: "En resumen la materialización
de la estrategia demanda un cambio de concepto y de esquemas mentales,
un trabajo coordinado, participativo y multidisciplinario que considere
la ciudad como el organismo vivo que es, aunando lo físico
con lo espiritual, lo tecnológico con lo social, lo
tradicional con lo industrializado, la economía y la
técnica, el diseño y las artes y la
teoría con la experiencia práctica" (31).
Desde el inicio se quiso que el Grupo tuviera un carácter
interdisciplinario, que estuviera centrado en los aspectos sociales de
la ciudad, no solo con un énfasis en la arquitectura y el
urbanismo. Esto demoró algún tiempo. El personal
inicial incluía a un sociólogo, un ingeniero
civil y una mayoría de
arquitectos con vocación social y especialidades tales como
vivienda y urbanismo. Hoy el Grupo puede mostrar una amplia gama
profesional. Dentro del conjunto de tareas que ejecuta el GDIC hay tres
que tienen alta relevancia para esta investigación. Mientras
la Dirección Provincial de Planificación
Física sigue a cargo de elaborar el Plan de Desarrollo
Urbano –localizaciones, uso del suelo, etc.- una de las
responsabilidades principales del GDIC es la elaboración del
Plan Estratégico para La Habana, actuando como orientador y
coordinador de un conjunto de comisiones que expresan la
participación de numerosos sectores de la
población. El Plan Estratégico respeta los
lineamientos del Plan Físico pero sus objetivos son de
carácter económico y social. En segundo lugar, el
Grupo al promover la creación de Consejos Populares en La
Habana, ha contribuido a incrementar la fuerza y la calidad de la
representación de los delegados elegidos directamente por la
comunidad a la Asamblea del Poder Popullar Municipal,
al facilitarles una participación colectiva. En tercer lugar
el GDIC ha sido el creador de los Talleres de Transformación
Integral que han ido surgiendo en los barrios de La Habana y
continúa dándoles orientación
metodológica, principal- mente mediante los
métodos y técnicas del Planeamiento
Estratégico Comunitario.
No todo, sin embargo ha sido fácil o es positivo. La propia
originalidad y flexibilidad del Grupo le crean obstáculos.
Mientras la creación del GDIC responde a una demanda del
gobierno nacional, la naturaleza de sus funciones lo obliga a
mantenerse relativamente independiente de los organismos oficiales. En
un sistema nacional en que aún impera una gran rigidez
burocrática, donde es muy difícil innovar con
rapidez, y donde las pautas de trabajo y políticas de las
instituciones dejan muy poco espacio libre, el riesgo de que el GDIC se
transformara en otra institución burocrática
más, trabajando de arriba hacia abajo, lo obligó
a instalarse fuera de los programas nacionales, sectoriales, e
institucionales de los organismo del estado. Esta situación
ha llevado "a que dentro del propio sistema de gobierno de la ciudad,
haya dependencias y personas que piensan que, si existe la
Dirección Provincial de Planificación
Física, que es la que elabora el plan de ordenamiento
territorial ... no tiene por qué existir el GDIC, que esto
es un exceso de instituciones, una carga para el presupuesto del
estado, porque es más plantilla, más
gastos…"(32) Gina Rey es de opinión que esta
situación no pone en riesgo la existencia del GDIC pero
sí reduce su eficacia y sugiere que hay una
subestimación de su rol, difundida en muchos organismos del
gobierno, lo que se traduce en falta de apoyo a sus proposiciones. Ella
menciona dos ejemplos de niveles diferentes: la imposibilidad del GDIC
de materializar su primer Plan Estratégico al no ser este
tomado como un instrumento de dirección ni de
concertación por los organismos centrales y la imposibilidad
de obtener financiamiento para un proyecto pequeño de
mejoramiento ambiental en una calle corta de Centro Habana: "No nos
decían que no. Íbamos a reuniones, nos
pedían: preséntaselo a esta dependencia,
preséntaselo a esta otra… Yo personalmente me di
cuenta que no había voluntad de hacerlo. O sea, que hay una
carga tan grande con los problemas cotidianos que eso absorbe
totalmente a los niveles de gobierno y entonces no logran encontrar un
espacio para hacer este tipo de acciones, que son de bajo costo, pero
de un alto impacto y un alto beneficio social."(33)
Los Talleres de Transformación Integral del
Barrio (TTI)
Los Talleres de Transformación Integral de los
barrios surgieron en La Habana en 1988 (34) durante el llamado
período de "rectificación de errores" iniciado en
1986 por el Tercer Congreso del Partido Comunista Cubano. Este
abrió las puertas a nuevas iniciativas. La
crítica a los modelos de planificación
soviéticos fue acompañada por intentos de
estimular iniciativas sociales y motivar la participación de
las comunidades. Dada la rigidez del sistema político y la
fuerza de la inercia burocrática esto ha sido un proceso
lento y mucho ha quedado solo en intenciones. Sin embargo, algunas
iniciativas prendieron y legitimaron la validez e importancia de las
estructuras participativas de base. Entre las iniciativas exitosas se
cuentan estos Talleres. Cuando unos pocos años mas tarde
comenzó el Período Especial, se
demostró la importancia de contar con Talleres en los
barrios, capaces de movilizar los recursos propios de la
población.
Los Talleres fueron el fruto de un proceso de análisis y
discusión en el seno del GDIC. Gina Rey, en esos momentos a
cargo del Grupo, cuenta los rasgos más generales de ese
proceso: "nosotros teníamos claro que había que
instrumentar procesos participativos y que había que partir
del barrio. Habíamos realizado con anterioridad una encuesta
a más de mil personas en La Habana sobre los valores que le
concedían a la ciudad, las cosas que creía que
estaban más malas y que había que modificar, los
lugares que les eran entrañable, cómo
enfocarían el desarrollo de la ciudad, y de esta
salió con mucha fuerza el barrio. Nos dimos cuenta que el
barrio tenía vigencia. En eso nos ayudó mucho la
socióloga del Grupo, quién fue decisiva en
identificar el barrio como una fortaleza que teníamos que
aprovechar. Al principio no sabíamos cómo
hacerlo. Pensamos hacerlo nosotras desde el grupo, ir a trabajar en los
barrios. Tuvimos algunas reuniones con urbanistas norteamericanos
quienes no convencieron que, dada la presencia de organizaciones de
masas en los barrios y la identificación entre el estado y
la base, había condiciones para crear lo que al comienzo se
pensó como un organismo gestor en los barrios. Esa idea se
desarrolló más y de allí
surgió la iniciativa de crear un organismo en la base, que
debía ser muy creativo. Teníamos miedo de que
resultara en otra institución burocratizada más.
Alguien dijo: vamos a llamarle taller, para que se vea como algo
creativo, que no está amarrado a ninguna de las estructuras
administrativas existentes, sino que está siempre
precisamente recogiendo, asimilando ideas, y además, tiene
que ser muy abierto hacia la población: no estará
para imponer sus ideas, sino que va a recoger toda la riqueza, todas
las iniciativas que hay en la comunidad. Más o menos
así se gestó…"(35). Los
términos de referencia de los talleres fueron elaborados por
el GDIC, pero de manera que permitieran adaptarse a diferentes
condiciones locales: "eran más bien definiciones de
principios y pautas de trabajo. Se estableció que la
visión integral era un principio fundamental; que el trabajo
era multidisciplinario, capaz de abordar de manera conjunta las
problemáticas física, ambiental y social; que el
personal debía preferentemente vivir en el barrio, ser parte
de la comunidad; que el taller debía radicarse en el barrio,
tener una sede que lo identificara como local, que no se trataba de ir
de visita dos veces por semana; y que esa sede, ese espacio local no
debía se una oficina sino un centro social de la
comunidad."(36) Esto no era fácil e iba contra la costumbre
burocrática que permanecía muy fuerte. Gina Rey
cuenta un caso que ilustra esta situación: "llegamos a un
taller y lo primero que encontramos fue algo que se usaba mucho en
Cuba, el clásico organigrama con una estructura
jerárquica que decía: jefe de taller, secretaria,
departamento físico y departamento social, ah, y horario de
atención al público, martes, jueves y
sábado de 10 a 12. ¡El encargado del taller ya se
había asignado a una de las trabajadoras sociales como
secretaria, parece que su sueño era ser jefe de una oficina
y tener una secretaria!" (37).
Inicialmente hubo que hacer una capacitación para hacer
entender que los talleres no eran centros jerárquicos y no
debían ser vistos por la población como oficina a
las que se visita de acuerdo a horarios rígidos. Hoy tienen
generalmente una plantilla reducida que incluye "profesionales afines
al trabajo social y constructivo: arquitectos, sociólogos,
sicólogos, trabajadores sociales, técnicos en
construcción, etc."(38) Uno de ellos puede ser temporalmente
el responsable del Taller, pero no hay "jefes". Según Gina
Rey tomó cinco difíciles años de
trabajo educativo el incorporar estos conceptos.
En un principio se fundaron en La Habana solo dos Talleres, el de
Atarés en la zona central de la ciudad y el de La Guinera,
en la periferia. En 1973 existían 6 Talleres y hoy existen
20 en toda la ciudad. Los Talleres se crean por iniciativa del GDIC o
de la comunidad local a través del Consejo Popular, cuando
se considera que existen condiciones para su funcionamiento, como por
ejemplo la existencia de un líder comunitario, la
posibilidad de contar con un local, y la presencia de especialistas
residentes en el barrio. Al comienzo los Talleres trabajaban
principalmente en cuatro áreas: mejoramiento de las
condiciones de la vivienda; educación urbana de
niños y jóvenes; identidad comunitaria y
desarrollo de la economía local. Hoy han ampliado
considerablemente su campo de acción, dependiendo de las
condiciones en cada territorio. Hay talleres que incorporan tareas para
desarrollar la agricultura urbana, otros se dedican a fortalecer la
prevención social. La mayoría realiza acciones
para conservar el medio ambiente y para atender al adulto mayor.
Casi todos los Talleres se encuentran hoy trabajando en la
elaboración e instrumentación de los
Planeamientos Estratégicos Comunitarios, basados en los
Diagnósticos Participativos llevados a cabo por los mismos
Talleres con anterioridad. Los Diagnósticos cuentan con la
participación de los vecinos en la identificación
de "sus problemas y necesidades más sentidas, las
potencialidades y las fortalezas con que cuentan los barrios,
facilitándoles la posibilidad de dar un orden de prioridad a
los problemas en función de las posibilidades reales de
solución de los mismos."(39)
Las relaciones de los Talleres con la estructura de gobierno y con la
población de los barrios es compleja e incluye elementos
formales e informales. Los Talleres son orientados
metodológicamente por el GDIC y son parte de la estructura
gubernamental de la ciudad de La Habana. Están, sin embargo,
subordinados a la estructura electiva, en las Asambleas Municipales que
les corresponda, y no a la estructura administrativa del estado. A
través de sus actividades están estrechamente
ligados tanto a la población de los barrios como a los
delegados a la Asamblea Municipal, quienes forman los Consejos
Populares descritos más arriba. Estas son las personas que
están más vinculadas a la población y
que más trabajan con la población, con sus
problemas y con los plantea- mientos de la comunidad local para
resolverlos. Ellos son también los que
interactúan con la Asamblea Municipal y con las dependencias
administrativas del estado para que los problemas de la
población sean resueltos.
Un efecto positivo de esta relación entre los Talleres y los
Consejos Populares ha sido la incorporación de principios
nacidos de la práctica teórica y profesional de
los Talleres, tales como el planeamiento estratégico
comunitario y los principios de la participación
comunitaria, a los conceptos manejados por los Consejos Populares. Esto
y el apoyo técnico prestado por los Talleres a los delegados
a la Asamblea Municipal se ha traducido en el reconocimiento
público de la mejor preparación y autoridad con
que los delegados de aquellos Consejos Populares en los que existen
Talleres de Transformación Integral participan en la
Asamblea. Sin embargo, Gina Rey piensa que por el momento los Consejos
Populares constituyen el límite de la influencia formal de
los Talleres dentro de la estructura de gobierno: "la Asamblea
Municipal reconoce el trabajo de los Talleres pero no ha aún
asumido el planeamiento estratégico comunitario. Las
iniciativas que vienen desde la base aún no se integran a
los programas de la
Asamblea ni otras instituciones de planificación. Tampoco
están consideradas, por lo general, en el presupuesto
municipal ni en otros presupuestos nacionales" (40).
Los Talleres son financiados por el estado a través del
Poder Popular Municipal, como partes de su estructura electiva, no
administrativa. Esto cubre los sueldos del personal y algunos gastos
mínimos de operación. No incluye el
financiamiento de proyectos ni actividades tales como conferencias o
presentaciones artísticas de niños. Las formas de
financiamiento, sin embargo, también empezaron a cambiar
hace algunos años: "Uno de los cambios fundamentales
ocurrió cuando en el Período Especial comenzaron
los donativos, los proyectos de colaboración internacional.
Entonces ya el Taller, con ese financiamiento pudo instrumentar algunas
mejoras en el barrio, financiar algunos programas y comenzar a manejar
su financiamiento y a decidir en qué gastarlo.."(41). Esto
dista aún de ser una operación simple.
Todavía no existen vías eficientes para manejar
ingresos monetarios a los Talleres. Todo programa que involucre divisas
tiene que ser aprobado por organismos superiores y toda transferencia
de divisas significa
un proceso burocrático que puede durar meses. Intentos de
crear ingresos propios han tenido también que enfrentar
dificultades burocráticas e ideológicas. Sin
embargo esto fue un cambio importante: "a partir de estos proyectos de
colaboración empieza a entrar la componente
económica en los Talleres. Y además, capacita a
los miembros. Los hace pensar que la economía es algo que es
tan social como lo más social que pueda haber. O sea, a ver
la economía, pero no en el sentido de tener ganancias, sino
la economía como una necesidad para el desarrollo social"(42)
El valor asignado a los Talleres en La Habana es considerablemente
alto. Para Gina Rey: "el taller es un elemento, digamos, asesor de
estudio, de pensamiento a nivel del barrio, que no tiene por
qué estar en las universidades ni en los centros de
investigación. Nosotros, como país, como sociedad
nos podemos dar el lujo de tener un centro de pensamiento a nivel de
barrio. Por qué no vamos a aprovechar esa fortaleza?(43). De
la misma manera, esta investigación ha asignado una alta
valoración al Taller, particularmente por su
posición entre la sociedad civil y el estado. Tal como se
dijo en la Introducción a este documento, los Talleres son
considerados como instancias creativas ubicadas entre el nivel
estrictamente local y las
estructuras administrativas más altas de La Habana. Es una
institución pública cuyo rol parece muchas veces
transformarla en un abogado de la sociedad civil.
LA INVESTIGACIÓN
Esta investigación, como muchas otras, no
partió de cero. El grupo de investigación
tenía conocimiento previo, muy general por cierto, del
contexto cubano, de las condiciones de vivienda en Cuba, los barrios,
el GDIC y los Talleres. Sobre esa base se identificaron
áreas de conocimiento no exploradas, se estimó el
posible valor social de esas áreas y se
diseñó el Programa de Investigación
original. El objetivo de la investigación, como ya se ha
dicho, es la identificación de los factores que influencian
-o determinan en algunos casos– el éxito o fracaso
de proyectos e iniciativas descentralizadas, comunitarias, orientadas a
mejorar las condiciones de vida de los residentes en los barrios de La
Habana. El universo a examinar está formado, por lo tanto,
por una cantidad de proyectos, algunos nacidos de la comunidad o con
una significa- tiva participación de ella, otros con una
participación menor o ausente, en un conjunto seleccionado
de barrios. La investigación no solo incluye la identifica-
ción del valor relativo de los factores que influyen en el
éxito o fracaso de estas iniciativas sino también
el examen de las razones que explican sus resultados.
Los primeros análisis, anteriores al examen detallado de los
proyectos, mostraron que los Diagnósticos Participativos
ejecutados en tres barrios de La Habana: Balcón
Arimao-Novoa, El Canal y Pogolotti (44) , definieron espacios
considerablemente amplios para que grupos e individuos tomaran
iniciativas en términos de proyectos destinados a mejorar
las condiciones locales. Por lo general esos espacios aparecen en los
Diagnósticos Participativos definidos en términos
de objetivos e iniciativas. Al mismo tiempo esos espacios-objetivos
muestran dos características que son similares en los tres
barrios analizados, sugiriendo la influencia tanto de las condiciones
contextuales – económicas y políticas
– de Cuba como de la metodología del GDIC: a) la
mayoría de los objetivos evitan iniciativas que pudieran
requerir grandes recursos materiales, y están por lo tanto
basadas en el trabajo de las comunidades mismas; y b) los objetivos son
consistentes -o neutrales- con los principios políticos e
ideológicos del gobierno cubano.
Las Preguntas de la Investigación (45)
Una pregunta formulada simplemente en términos de ¿qué factores influyen en el éxito o fracaso de las iniciativas comunitarias? es incontestable debido a sus dimensiones. Esto llevó a definir la pregunta central de la investigación como ¿qué influencia han tenido factores que expresan la intervención de la sociedad civil en el éxito o fracaso de los proyectos comunitarios en los barrios de La Habana? Esto permitió proponer un número limitado de factores nacidos de la realidad cubana, posibles de describir y relevantes en el contexto nacional, y también un conjunto de preguntas secundarias referidas a cada uno de estos factores:
-Origen de la inciativa: ¿Influye el origen de las
iniciativas en su éxito o fracaso? ¿Son
iniciativas originadas en la sociedad civil más exitosas que
las originadas en instituciones públicas, del estado?
-Líderes locales: ¿Influye la presencia
de uno o más líderes locales a cargo de una
iniciativa comunitaria en su éxito o fracaso?
¿Cuáles son los atributos del líder
local que contribuyen al éxito o fracaso de las iniciativas
comunitarias?
-Instituciones públicas y contexto
político:
¿Influyen las instituciones públicas, como
expresión del contexto político, en el
éxito o fracaso de las iniciativas comunitarias?
¿Qué formas de intervención han sido
más influyentes en el éxito o fracaso de las
iniciativas, por ejemplo: superación de
obstáculos legales, promoción
implícita, auspicio oficial, otras? ¿Hay
diferencias en términos de resultados entre las formas de
intervención de instituciones públicas
nacionales, provinciales, municipales y locales?
-Organizaciones de masas:(46) ¿Participan las
organizaciones de masas en la creación y/o
ejecución de iniciativas comunitarias? ¿Influye
su participación en el éxito o fracaso de las
iniciati- vas? ¿Cuáles son los atributos de las
organizacio- nes de masas que contribuyen al éxito o fracaso
de las iniciativas comunitarias?
-Identidad de la comunidad, cultura y religión:
¿Son las iniciativas que expresan la identidad cultural de
la comunidad más exitosas que aquellas que no lo expresan?
¿Son las iniciativas que expresan los valores religiosos de
la comunidad más exitosas que aquellas que no los expresan?
-Cooperación con ONGs: ¿Influye la
cooperación de las ONGs en el éxito o fracaso de
las iniciativas comunitarias? ¿Qué formas de
cooperación contribuyen al éxito o fracaso de las
iniciativas comunitarias?
-Fuentes de financiamiento internacional, estatal o
auto-financiamiento: ¿Tiene influencia el origen del
financiamiento en el éxito o fracaso de las iniciativas
comunitarias? ¿Qué características
tiene el financiamiento obtenido de acuerdo a distintas fuentes
–cantidad, continuidad, interferencia, influencia, legalidad
y otras– y qué influencia tienen en el
éxito o fracaso de las iniciativas?
Método de Análisis, Hipótesis.
El método seguido para la búsqueda de información y su análisis es cualitativo, está orientado a buscar explicaciones a los hechos, basadas en testimonios de actores sociales relevantes, usando métodos de verificación adecuados. Como se verá mas adelante, los métodos de verificación utilizados en esta investigación son altamente confiables. La información cuantitativa que aparece en el texto se ha usado con fines comparativos pero no tiene validez estadística. La mayor parte del análisis está dirigido a probar el rol positivo de la sociedad civil como causa principal del éxito de los proyectos comunitarios. La investigación definió como hipótesis general positiva la proposición que proyectos en los cuales se encuentra una presencia predominante de la sociedad civil (comunidades locales, residentes individuales, grupos culturales, etc) son más frecuentemente exitosos que proyectos definidos y ejecutados por instituciones públicas, ligadas al estado. Esta hipótesis está basada en supuestos y principios que colocan a la sociedad civil como actor principal en la gestación, ejecución y beneficio de proyectos sociales, los que al contar con la participación de la comunidad tendrían mejores posibilidades de éxito. Consecuentemente, se ha sugerido una hipótesis positiva para cada factor - o subfactor cuando esto es necesario. Estas hipótesis afirman de diversas maneras el rol de la sociedad civil como causante de la influencia positiva de cada factor en el éxito de las proyectos. Igualmente el método indica las condiciones requeridas para verificar o para negar cada hipótesis.
- Origen de la iniciativa: proyectos
comunitarios originados en la sociedad civil son más
frecuentemente exitosos que los proyectos comunitarios originados en
instituciones públicas.
La hipótesis es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios originados en la sociedad civil son exitosos.
b) Proyectos comunitarios originados en instituciones
públicas fracasan.
La hipótesis es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios originados en la sociedad civil fracasan,
d) Proyectos comunitarios originados en instituciones
públicas son exitosos.
- Líderes locales: proyectos comunitarios que cuentan con líderes originados en la sociedad civil son más frecuentemente exitosos que los proyectos cuyos líderes han sido designados por instituciones públicas.
La hipótesis es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios que cuentan con líderes originados
en la sociedad civil son exitosos.
b) Proyectos comunitarios sin líderes o cuyos
líderes han sido designados por instituciones
públicas fracasan.
La hipótesis es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que cuentan con líderes originados
en la sociedad civil fracasan. d) Proyectos comunitarios sin
líderes o cuyos líderes han sido designados por
instituciones públicas son exitosos.
- Instituciones públicas y contexto político: un contexto institucional descentralizado, o en proceso de descentralización, y procedimien- tos institucionales flexibles, son condiciones imprescindibles para el éxito de los proyectos comunitarios.
La hipótesis es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios iniciados en contextos descentralizados que
cuentan con instituciones y procedimientos flexibles, son exitosos.
b) Proyectos comunitarios iniciados en contextos altamente
centralizados y autoritarios, con instituciones y procedimientos
rígidos, fracasan. La hipótesis es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios iniciados en contextos descentralizados que
cuentan con instituciones y procedimientos flexibles, fracasan.
d) Proyectos comunitarios iniciados en contextos altamente
centralizados y autoritarios, con institu- ciones y procedimientos
rígidos, son exitosos.
- Organizaciones de masas: el apoyo de las organizaciónes de masas es un factor que contribuye al éxito de los proyectos comunitarios.
La hipótesis es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios que han contado con el apoyo de
organizaciones de masas han sido exitosos y componentes precisos de ese
apoyo
son identificables.
b) Proyectos comunitarios que no han contado con el apoyo de las
organizaciones de masas han fracasado. La hipótesis es
negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que han contado con el apoyo de
organizaciones de masas han fracasado. d) Proyectos comunitarios que no
han contado con el apoyo de las organizaciones de masas han sido
exitosos
- Identidad de la comunidad, cultura y religión: proyectos comunitarios que son consistentes y/o expresan los valores culturales de la comunidad, son más frecuentemente exitosos que aquellos que son indiferentes a los valores culturales. Proyectos comunitarios que son consistentes y/o expresan los valores religiosos de la comunidad, son más frecuentemente éxitosos que aquellos indiferentes a los valores religiosos.
La hipótesis cultural es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios que son consistentes y/o expresan los valores
culturales de la comunidad, son exitosos.
b) Proyectos comunitarios inconsistentes o indiferentes con respecto a
los valores culturales de la comunidad fracasan.
La hipótesis cultural es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que son consistentes y/o expresan los valores
culturales de la comunidad, fracasan.
d) Proyectos comunitarios inconsistentes o indiferentes con respecto a
los valores culturales de la comunidad son exitosos.
La hipótesis religiosa es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios que son consistentes y/o expresan los valores
religiosos de la comunidad, son exitosos.
b) Proyectos comunitarios inconsistentes o indiferentes con respecto a
los valores religiosos de la comunidad fracasan.
La hipótesis religiosa es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que son consistentes y/o expresan los valores
religiosos de la comunidad, fracasan.
d) Proyectos comunitarios inconsistentes o indiferentes con respecto a
los valores religiosos de la comunidad son exitosos.
- Cooperación con ONGs: proyectos comunitarios que cuentan con la cooperación de las ONGs, en cualquier forma, son más frecuentemente exitosos que aquellos que no la logran.
La hipótesis es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios que cuentan con la cooperación de
alguna ONG, son exitosos.
b) Proyectos comunitarios que no cuentan con la cooperación
de alguna ONG, fracasan.
La hipótesis es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que cuentan con la cooperación de
alguna ONG, fracasan.
d) Proyectos comunitarios que no cuentan con la cooperación
de alguna ONG, son exitosos.
- Fuentes de financiamiento internacional,
estatal o auto-financiamiento:
proyectos comunitarios que cuentan con financiamiento internacional que
no compromete su independencia, son exitosos.
proyectos comunitarios que cuentan con financiamiento estatal, sin
comprometer su independencia, son exitosos.
proyectos comunitarios basados en auto- financiamiento son exitosos,
La hipótesis internacional es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios que cuentan confinanciamiento internacional
que no compromete su independencia, son exitosos.
b) Proyectos comunitarios que no cuentan con financiamiento
internacional, o que lo tienen pero ese apoyo compromete su
independencia, fracasan. La hipótesis internacional es
negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que cuentan con financiamiento internacional
que no compromete su independencia, fracasan.
d) Proyectos comunitarios que no cuentan con financiamiento
internacional, o que lo tienen pero ese apoyo compromete su
independencia, son exitosos
La hipótesis estatal es verificada cuando:
a) Proyectos comunitarios que cuentan con financiamiento estatal que no
compromete su independencia, son exitosos.
b) Proyectos comunitarios que no cuentan con financiamiento estatal , o
que lo tienen pero ese apoyo compromete su independencia, fracasan. La
hipótesis estatal es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que cuentan con financiamiento estatal que no
compromete su independencia, fracasan.
d) Proyectos comunitarios que no cuentan con financiamiento estatal, o
que lo tienen pero ese apoyo compromete su independencia, son exitosos
La hipótesis del auto-financiamiento es verificada
cuando:
a) Proyectos comunitarios que no cuentan con otras fuentes de
financiamiento más que su auto- financiamiento, son exitosos.
b) Proyectos comunitarios que no cuentan con fuentes de financiamiento,
fracasan.
La hipótesis del autofinanciamiento es negada cuando:
c) Proyectos comunitarios que cuentan con auto- financiamiento fracasan.
d) Proyectos comunitarios que no cuentan con fuentes de financiamiento,
son exitosos
Desarrollo de la Investigación y Trabajo de Campo
El trabajo total de la investigación, con distintos niveles de intensidad y continuidad, empezó a principios del año 2002 y terminó en los primeros meses del 2004. Los períodos más substantivos e intensos fueron dos permanencias en La Habana del grupo de investigación conjunto, de un mes cada una en Octubre 2002 y Febrero/Marzo 2003. El texto que sigue contiene un esquema del programa de trabajo ejecutado por el grupo de investigación y se incluye en este documento a fin de documentar la confiabilidad de la información cualitativa.
Una de las precauciones requeridas por los métodos cualitativos es la eliminación -o máxima reducción- de la interpretación subjetiva de la información. La investigación ofreció una oportunidad raramente encontrada en las investigaciones sociales de campo, como fue la realización de dos Talleres Participativos (47) en cada uno de los tres barrios en que se centró la investigación. En ellos se pudo discutir colectivamente con los participantes cubanos -tanto de la comunidad como de instituciones públicas- la validez de la información proporcionada individualmente y con anterioridad por los actores locales. La información pasó por tres momentos de control : fue públicamente entregada en el Primer Taller Participativo por los actores locales en cada barrio. Luego fue ampliada y detallada en entrevistas individuales, y fue finalmente rediscutida pública y colectivamente en el Segundo Taller Participativo. Esto ha llevado a proponer centrar el análisis de la investigación en los barrios en que esta secuencia de talleres fue posible: Pogolotti, Novoa – Balcón Arimao y El Canal y en los proyectos comuni- tarios discutidos en esos talleres, dejando otros proyectos y los barrios Cayo Hueso, Chino, San Isidro y el Pueblo de Santa Fé como material complementario. El esquema de trabajo fue el siguiente:
1. La primera parte del trabajo de campo, una vez que el grupo
de investigadores se instaló en La Habana en
octubre/noviembre 2002, consistió en una revisión
sistemática de las características contextuales y
del diseño del proyecto, a la luz de la situación
cubana en ese momento. Esto se hizo mediante un intenso programa de
lecturas, entrevistas con especialistas, asistencia a charlas
preparadas para el grupo de investigación por
académicos y miembros del GDIC, visitas a los barrios y
conversaciones con dirigentes locales, miembros de los Talleres de
Transformación Integral, promotores de proyectos
comunitarios y residentes.
2. El período de revisión fue seguido
por una serie de discusiones internas del grupo de
investigación de las cuales resultó una mayor
precisión contextual, en los términos presentados
en las secciones anteriores de este documento, una
redefinición más precisa aunque aún
provisorias - de las preguntas e hipótesis centrales de la
investigación, de los factores a considerar y una
selección tentativa de los barrios en los cuales
podría llevarse a cabo el trabajo de campo.
3. Primeros Talleres Participativos en Novoa-Balcón
Arimao, El Canal y Pogolotti. Reunión de trabajo del grupo
de investigación con los miembros del Taller de
Transformación Integral en cada barrio, con promotores de
proyectos comunitarios, con líderes de organizacio- nes de
masas y miembros de los Consejos Populares. Presentación de
los objetivos de la investigación y proposición
de los factores de mayor interés. Se discute la historia del
barrio, los trabajos del Taller, especialmen- te los resultados de los
Diagnósticos Participativos, y las experiencias de los
distintos proyectos comunitarios. Se confirma de hecho la
concentración del trabajo de investigación en
estos tres barrios.
4. El grupo de investigación lleva a cabo un breve
período de trabajo interno en que se deciden y afinan los
factores a considerar en el análisis de los proyec- tos
comunitarios, se asigna la tarea de desarrollar cada factor a miembros
individuales del grupo, se acuerdan los barrios a trabajar, se asignan
individual- mente los barrios y se rediscuten las hipótesis
de la investigación.
5. Se realizan numerosas y largas entrevistas individuales,
preferentemente –pero no únicamente- a
líderes y promotores locales de los proyectos comunitarios
previamente presentados en los Talleres Participativos. La estructura
de estas entrevistas sigue las propiedades de los factores ya acordados
y de las hipótesis tentativas.
6. El grupo de investigadores regresa a Europa. Los miembros
responsables de cada barrio entregan un informe detallado de la
historia, características, estructuras, instituciones y
proyectos de cada barrio. Se prepara y se presenta el Informe
Intermedio de la investigación al PRUD.
7. El grupo de investigadores regresa a La Habana. Se realiza
reunión de evaluación intermedia con el PRUD en
La Habana. El grupo afina y confirma la lista de factores a considerar
en el análisis de los proyectos comunitarios y el contenido
de las hipótesis relativas a cada factor. Con esto se
prapara la estructura del Segundo Taller Participativo a realizarse en
cada uno de los tres barrios previamente mencionados.
8. Se llevan a cabo los Segundos Talleres Participativos en
Novoa-Balcón Arimao, El Canal y Pogolotti. Cada uno de estos
talleres dura varios dias y participan numerosos vecinos muchos de los
cuales habían asistido a los primeros talleres.
Discusión da preferencia a las personas vinculadas a
proyectos comunitarios, no solo como promotores, sino en una vasta gama
de experiencias que incluye usuarios y críticos. La
discusión se organiza mediante la presen- tación
de los distintos factores. A lo largo de las reuniones los
investigadores van presentando y explicando los factores de acuerdo a
las hipótesis acordadas y preguntando cuales son las
experiencias locales al respecto.
9. Miembros del grupo de investigadores organizan reuniones
informativas con representantes de los barrios Chino, Cayo Hueso, San
Isidro y el Pueblo de Santa Fé.
10. Se realizan las últimas entrevistas. Todas las
entrevistas realizadas para esta investigación fueron
grabadas y transcritas. Constituyen la base de datos de la
investigación y se utilizan en las descripciones y
análisis requeridos para la preparación de los
trabajos finales. Igualmente, se produce un video que ilustra los temas
seguidos por la investigación.
11. Grupo de investigadores regresa a Europa. Encargados de
cada barrio producen las "Tablas Evaluativas" describiendo los rasgos
principales de los distintos proyectos comunitarios examinados en cada
barrio.
12. Encargados de cada factor producen informes evaluando la
influencia del factor que les corresponde en el éxito o
fracaso de los proyectos comunita- rios en los barrios donde se
realizaron Talleres Participativos y en algunos proyectos ejecutados en
los otros barrios.
13. Preparación del Informe Final en base a la
documentación mencionada. Coordinador del grupo de
investigadores viaja a La Habana a presentar y discutir los resultados
provisorios de la investigación.
14. Presentación del Informe Final al PRUD.
El Informe Final de la investigación es
considerablemente largo. El propósito del presente documento
no es ofrecer un resumen de tal Informe sino una
interpretación selectiva de temas dedicados a un solo
barrio, Pogolotti, y a un solo factor, el Factor Origen.
EL BARRIO POGOLOTTI
Pogolotti, el primer barrio obrero cubano,
específicamente diseñado y construido como tal,
fue fundado en 1910 en el Municipio de Marianao, en el sud-oeste de La
Habana. Cubre un área de 5,28 Km2 y tiene una
población de aproximadamente 10.000 habitantes (48) . La
caracterización urbano-constructiva de los barrios obreros o
de gente pobre incorpora frecuentemente el estado deficitario de las
viviendas
y de los servicios urbanos como atributo identificable central. Este es
también el caso de Pogolotti. En otro nivel, la
caracterización cultural e histórica del barrio
de acuerdo a sus residentes la resume Noemí, dirigente del
Taller de Transformación Integral: "en el barrio predomina
la raza negra y la composición es principalmente
–un 80 por ciento– de obreros. Están
representadas todas las religiones, excepto la católica.
En Pogolotti hay un sentido de pertenencia. Aquí se practica
la hermandad y la solidaridad. Cuando un vecino fallece él
es velado en su propia casa y todas las otras casas del barrio dejan
sus luces encendidas en respeto al fallecido" (49).
Graciella Pogolotti, descendiente de uno de los empresarios que
participaron en la construcción del barrio,
escribió en 1997: "Las características
particulares de su creación y desarrollo, su
ubicación (inicial) en los márgenes de la ciudad,
la cohesión y el sentido de pertenencia de sus habitantes,
conforman el rostro de una comunidad con un grado significativo de auto
conciencia. De esa manera se conformó la base de una cultura
popular comunitaria a la que contribuyen también las
creencias de que son portadores muchos de sus habitantes" (50). La
autora continua: "Esa cultura tradicional no ha muerto. Subsiste en el
trasfondo de una memoria colectiva que incorpora progresivamente los
acontecimientos que han ido marcando la historia del barrio y la
historia de la nación.... Pogolotti contribuye
también a configurar el proceso de crecimiento
urbanístico de la Gran Habana... en los primeros 20
años del siglo XX. En las cercanías del puerto el
capital financiero y comercial comenzó a invertir en
edificios altos para bancos y oficinas. Médicos y abogados,
generales y doctores configuraron en el Vedado el trazado original en
el que se asentarían los nuevos ricos. En el extremo
semi-rural de la ciudad, el primer barrio obrero anunciaba el
proletariado naciente (51)".
Una breve historia del barrio Pogolotti
A mediados del año 1910 Luis Valdés
Carrero, miembro del Parlamento Cubano, presentó a la
consideración de la Cámara de Representantes un
Proyecto de Ley por el que se autorizaba al Ejecutivo Nacional a que
dispusiera de un crédito de 650.000
modestas, de un valor de 650 pesos cada una, en algún
municipio de La Habana. Debían ser construidas en un lugar
de fácil acceso y a corta distancia de la capital. Las casas
se entregarían mediante sorteo a padres de familia que no
contaran con otros recursos que los que le proporcionara su trabajo
manual. Los favorecidos pagarían 6.25 pesos mensuales por
diez años y estarían exentos del pago del
impuesto por licencia de construcción, derechos fiscales por
escrituras y de toda otra contribución o impuesto estatal o
municipal por diez años. Al terminar el pago el Estado les
otorgaría escritura de propiedad libre de derechos.
Aún cuando el diseño de las viviendas
quedó entregado a la empresa que ganara la
licitación del proyecto, el programa y las especificaciones
generales de las viviendas fueron establecidos por el gobierno. Las
casas tendrían una superficie edificada de 48 m2, y su
distribución interior incluiría: sala, comedor,
dos dormitorios, cocina y servicios sanitarios. Se
construirían de mampostería y su techumbre
sería de tejas francesas.(52)
La ley fue aprobada en Julio de 1910 y apareció publicada en
la Gaceta Oficial con algunas adiciones que no estaban en el proyecto
original. En lugar de 650 pesos por casa el crédito se
había aumentado a 1.300 pesos y el número de
casas a 2.000 unidades, 1000 en La Habana y el resto distribuidas en
otras provincias. Estos cambios marcaron, en opinión de Luis
Bay Sevilla, el comienzo de numerosas influencias de
políticos que buscaban beneficios particulares y que
comprometieron el éxito del proyecto, interfiriendo en la
asignación de las viviendas.(53)
En Septiembre de 1910 se convocó a concurso
público para la construcción de mil casas en La
Habana. El contrato fue adjudicado a la Compañía
Nacional de Construcciones, cuyo Tesorero, Dino Pogolotti, era
dueño de terrenos adecuados en el municipio de Marianao. El
proyecto urbano presentado por la Compañía
proponía calles de 14 metros de ancho, con un camino central
de macadán de 6 metros, con sus correspondiente soleras,
césped y arboleda. Se propusieron pasajes centrales de 4
metros de ancho, con aceras de 80 cm. a ambos lados. Las casas
contarían con 120 m2 de terreno cada una.
Formarían un rectángulo construido de 6 metros de
frente por 8 metros de fondo, con paredes de ladrillos y cubiertas de
tejas francesas. Cada una tendría un pequeño
patio central, e irían adosadas en línea, en
grupos de 15 unidades con un portal corrido en el frente a lo largo de
cada conjunto. Este concepto de diseño mantiene parte de la
identidad de Pogolotti hasta el presente. Es interesante contrastar las
opiniones de generaciones distintas de arquitectos. Para Pedro
Martínez Inclán el barrio de Pogolotti era en
1925 – antes de ser devastado por el huracán de
1926 - un conjunto de "casitas graciosas, con jardines al frente, y
traspatios para criar animales domésticos o tender la ropa
al sol, aisladas o agrupadas de 10 en 10, dando frente a calles anchas
con afirmados y aceras estrechas para que resultaran
económi- cas."(54) Por el contrario, De Armas y Roberts
describen en 1975 las casas en términos negativos y con lo
que parecen ser algunos errores de hecho: "de las 2000 casas planeadas
para Pogolotti...solo 950 estaban terminadas en 1913, luego de tres
años de construcción. Cada unidad iba a ser una
vivienda pareada (dos viviendas por estructura) con un corredor
enmaderado en frente. La construcción final
careció de desagues de lluvia y usó materiales
livianos. No es sorprendente que el conjunto de viviendas se
deteriorara rápidamente y que Pogolotti se transformara en
un tugurio, notorio por los brotes de enfermedades infecciosas."(55).
El 30 de Octubre de 1910 se colocó la primera piedra del
poblado. El primer bloque de 100 casas quedó terminado en
Febrero de 1911, haciéndose después entregas
parciales hasta completar 900 casas en Agosto de 1912, para llegar a
950 unidades más adelante. En Enero de 1911 se
efectuó el sorteo de las primeras 100 casas. El
último sorteo tuvo lugar en Marzo de 1943. De las 950
viviendas construidas y sorteadas en Pogolotti, 928 familias tomaron
posesión de igual número de casas. De las 22
restantes 6 se dieron a la Secretaría de
Instrucción Pública para establecer escuelas y 16
se "dieron a cuidar a distintas personas por disposición de
la Secretaría de Agricultura."(56) De acuerdo a Bay Sevilla
la recuperación de la inversión estatal en la
construcción de Pogolotti fue muy reducida, en gran parte
debido a gestiones políticas. Solo se pagaron fracciones de
los costos estimados. Los favorecidos fueron en su mayoría
políticos de la época que estimaron que estas
casas se les daba como premio a su labor y para ser distribuidas entre
sus partidarios. Los obreros que lograron viviendas habrían
seguido ese ejemplo. Esta última aseveración es
objetada por Calderón Frias, quién estima que las
familias obreras en su gran mayoría cumplieron con sus
compromisos financieros.
El barrio tuvo muchas dificultades para sobrevivir, especialmente antes
de 1959. Dificultades de transporte, carencias de agua y electricidad
que por mucho tiempo afectaron a los primeros pobladores, motivaron que
los trabajadores tabaqueros de La Habana - el núcleo
mayoritario de clase obrera en ese tiempo- no se interesaran mucho por
estas casas. Los sorteos pasaron inadvertidos. En 1918 el barrio
carecía de calles transitables y de matrices de agua,
aún cuando en ese año se construyó un
tanque elevado de hormigón con capacidad de 1500 galones. No
había centros de asistencia social, establecimientos de
difusión cultural ni servicio de extinción de
incendios. El alumbrado público y la limpieza de calles era
muy deficiente(57). A ello deben agregarse los efectos devastadores de
dos catástrofes naturales. El ciclón de Octubre
de 1926 dejó 156 viviendas destruidas, 72 medio destruidas,
570 con averías menores y solo 30 casas sin deterioro
ninguno.(58)
Más adelante, el huracán de 1944 causó
estragos similares. Aunque los gobiernos de la época
destinaron fondos para la reconstrucción del barrio, estos
aparentemente fueron mal utilizados.
El Censo de 1953 registró oficialmente la existencia de un
asentamiento informal en terrenos vecinos a Pogolotti llamado Isla del
Polvo. El censo documentó la existencia de numerosas
vivienda de tablas, piso de tierra, algunas con cubiertas de huano y
otras de papel- fieltro impermeable pero deteriorado(59), cuyos
moradores no tenían acceso al agua potable, se alumbraban
con lámparas de kerosén y vivían en
casuchas que en su casi totalidad carecían de letrinas.
Existen diversas versiones sobre el origen de Isla del Polvo.
Calderón Frías ubica su creación en
1945(60). En la opinión de algunos vecinos, en realidad el
origen se remonta al tiempo de la fundación del barrio
Pogolotti mismo. Según Marito - nacido en Pogolotti en una
familia que vive allí por largo tiempo, actualmente
residente en Isla del Polvo y delegado de sus vecinos al Consejo
Popular - en su origen la tierra ocupada por su actual vivienda era
parte de una finca particular: "había una propietaria, creo
que se llamaba María.
Arrendaba pedazos de tierra que no eran muy cultivables a muchas
personas. Entonces muchas de ellas empezaron a construir sus
casas(61)". Isla del Polvo constituye una unidad física y
ambiental diferente y separada de Pogolotti, con condiciones de
vivienda especialmente malas, similares a las de muchos asentamientos
informales que existen en los países del Sur. Sin embargo en
términos sociales y culturales se considera a sus habitantes
como parte integrante del barrio y sus problemas son contemplados ya
sea por las autoridades correspondientes o por las asociaciones
comunitarias como propios del barrio en su conjunto.
Desde su fundación el barrio de Pogolotti
significó una importante contribución al
desarrollo urbano de Marianao, incorporando a la economía
terrenos sin uso. El barrio permitió al Municipio exhibir el
testimonio de un ensayo social y de economía proletaria,
incluyendo la vivienda, que desgraciadamen- te no fue mantenido
regularmente ni emulado en los años siguientes hasta
1959(62). La historia del barrio muestra períodos
prósperos y grandes caídas. Pogolotti se
benefició de los primeros años de la
administración municipal del alcalde Francisco Orue Gonzalez
(1948 a 1959), lo que se manifestó en la
construcción de nuevas calles, reparación y
repavimentación de las existentes, mejora paulatina de redes
de agua y alcantarillado, la construcción de la Casa de
Socorros (actual clínica estomatológica) en 1949
y del Parque Infantil en 1951. Desde su fundación, la
riqueza cultural del barrio se manifestaba en diferentes expresiones
que reflejaban la idiosincrasia y tradiciones de sus moradores. Se
hacían procesiones religiosas y ceremonias que expresaban
una gran diversidad de cultos: católicos, protestantes,
santerías, espiritismo, masones y abacuás. Se
fundaron sociedades deportivas y la Cooperativa Obreros de
Redención, muchas de las cuales contaban con modestos campos
deportivos. Se practicaba el vólibol, béisbol,
fútbol, atletismo, ciclismo y otras entretenciones tales
como carreras de patines. La festividad más importante para
los residentes en Pogolotti era, y es aún hoy, la noche del
24 de Febrero, en que coinciden el aniversario de su
fundación y la conmemoración nacional del "Grito
de Baire"(63). Se hacían veladas líricas,
culturales y patrióticas, con la participación de
las iglesias autorizadas. Había comparsas callejeras, se
adornaban las calles, tocaba la banda de música local y a
las doce de la noche se coronaba a la Señorita
Redención mientras se bailaba la rumba (64).
Con el triunfo de la Revolución, en 1959, se inicia la
historia contemporánea de Pogolotti. En esos años
el barrio mostraba un cierto desarrollo cultural y social, pero se
encontraba en un estado de gran abandono y empobrecimiento. Las
viviendas especialmente, estaban deterioradas debido a la falta de
mantenimiento adecuado, a lo que agregaba un creciente
déficit cuantitativo para albergar a una
población en aumento. En la década de 1960 se
empezaron a construir y re-edificar en Pogolotti algunas instalaciones
deportivas, tales como el centro "Jesús Menéndez"
– que incorpora también un gran teatro –
y el gimnasio "Roberto Poland". Al mismo tiempo se construyeron y
equiparon escuelas y consultorios médicos. La
población del barrio empezó a gozar los
beneficios de los programas masivos de educación y salud
pública que han caracterizado a la sociedad cubana en los
últimos 30 años. En Abril de 1990 fue creado el
Taller de Transformación Integral del Consejo Popular N.5
(Pogolotti-Finlay-Belén). El Taller se formó con
el objetivo de acometer un proceso de mejoramiento demandado por una de
las zonas más deterioradas y con condiciones de vida
más difíciles de la ciudad de La Habana,
considerando conjuntamente los aspectos físicos, sociales,
culturales y ambientales, conjugando la participación y la
acción de la población, así como de
las instituciones sociales, públicas y comunitarias
presentes en el barrio. La creación del Taller en 1990
cierra por lo
tanto esta breve exposición de la historia de Pogolotti.
Caracterización urbano-constructiva de Pogolotti
Pogolotti está situado en el sud-oeste de La
Habana, al oeste del Parque Metropolitano y del río
Almendares. El barrio está limitado en el oeste por la Calle
100 y en el norte por la Avenida 51. Isla del Polvo se encuentra en la
parte sur del barrio, donde
este desciende hacia la zona eriaza del Parque Central. Las conexiones
viales con el centro de La Habana se realizan a través de la
Calle 100 y la Avenida 51. La Avenida funciona también como
ruta de "camellos"(65) y de taxis colectivos.
El barrio original está dividido en dos partes. Una parte
(Zona A) se localiza en el sur del Barrio Pogolotti actual, limitando
con el asentamiento informal Isla del Polvo. Una segunda parte (Zona B)
se extiende, con sus calles típicas, hacia el occidente.
Estas calles son en realidad pasajes angostos, sin áreas
verdes, ocupados por casas contiguas y similares, de 6 metros de ancho.
El techo de tejas de dos vertientes se prolonga sobre una terraza. A
veces una reja decorativa separa la vivienda de la calle. El estado de
las casas es heterogéneo. En la zona A se encuentran muchas
casas en mal estado, algunas ruinosas y otras abandonadas. En la zona B
hay casas con uno o dos pisos agregados y refaccionadas. Actualmente se
refaccionan y se construyen pisos agregados en algunas casas mediante
auto-ayuda.
El sector occidental está conformado por un conjunto de 5
manzanas donde se encuentran muchas casas grandes, independientes, con
jardines propios. Las calles son amplias, con veredas y
áreas verdes. El sector está mezclado con viejas
mansiones coloniales de un piso, con arcadas y columnas decorativas.
Estas han sido subdivididas entre varias familias. En las esquinas se
ubican almacenes. Hay también algunas construcciones
modernas de dos o tres pisos que sirven de oficinas
públicas, consultorios médicos y
también como viviendas privadas. Algunos de los edificios
más modernos han sido construidos con apoyo de programas
internacionales, por ejemplo "Pan para el Mundo". La calle central es
la Calle 96, con árboles, una tienda en dólares
y, bajo un techo de lata, un pequeño agromercado.
En la parte oriental se ubican transversalmente a la calle viviendas de
tres pisos. Esta zona está en mal estado, con varios
micro-basureros junto a las calles. El barrio termina al este con tres
hileras de construcciones de seis pisos en mal estado. La parte sur de
la calle 92 está constituida por algunas casas coloniales de
un piso donde se ubican algunas tiendas. También
aquí hay algunas casas a las que se les ha agregado un
segundo piso. El límite sur-oeste del barrio está
constituido por cuatro edificios de vivienda de cinco pisos, habitados
por 170 familias, construidos a principios de los años 90
por micro-brigadas y ayuda internacional. Detrás de ellos
comienza el proyecto de reforestación "El Bosque" -parte del
Parque Metropolitano de La Habana- y un proyecto de reciclaje de
basuras para estas viviendas.
En el año 2002 Pogolotti contaba con redes de agua potable,
electricidad, gas y teléfonos públicos y
privados. Contaba además con 2 Escuelas Primarias, 1 Club de
Computación, 1 Círculo Infantil, 1
Jardín de Infancia, 12 Consultorios de atención
primaria de la salud (Médicos de la Familia), 2 Farmacias, 1
Clínica Estomatológica, 1 Complejo
Interdisciplinario de Salud (CINSA), 1 Clínica Veterinaria,
1 Iglesia del
Ejército Salvación, 1 Iglesia Bautista Ebenezer,
1 Iglesia de Dios, el Centro Memorial Martín Luther King Jr,
1 Logia Masónica, 2 templos Abacuá, 12 bodegas, 2
panaderías, 2 restaurantes, 1 peluquería y 1
parque infantil.
Isla del Polvo es hoy día un asentamiento insalubre con
viviendas precarias de madera en muy mal estado. El mayor problema
inmediato lo constituyen los techos, provisoriamente remendados con
hojas de plástico, trozos de papel-fieltro impermeabilizado,
latas y ondulados de fibrocemento, en la mayoría permeables,
sin desagues. Los techos en mal estado dejan pasar el agua, que pudre
las maderas destruyendo las vigas y en muchos casos obliga a cubrir los
lechos y los pocos muebles disponibles con hojas de
plástico. Las viviendas, sin embargo, están
dotadas con agua potable y electricidad, pero no poseen pozos
sépticos como en el resto del barrio. Algunas de estas casas
han sido refaccionadas en los últimos años
mediante recursos privados.
Caracterización social y cultural del barrio Pogolotti
La caracterización social y cultural de Pogolotti
presenta varios contrastes, dependiendo de las opiniones, de la
experiencia y conocimiento del barrio que poseen las personas
consultadas. Existe cierta unanimidad con respecto al pasado del
barrio, al que se caracteriza como un tugurio, un barrio insalubre, un
barrio violento. Esto habría creado una cierta mala fama
prolongada en el tiempo a pesar de los cambios que han ocurrido y de la
obvia existencia de una rica actividad cultural autóctona.
Una de las integrantes del Taller de Transformación Integral
del barrio cuenta que cuando ella decidió venir a trabajar
aquí en 1980 sus amigas le decían: "te vas a
Pogolotti? ay,ay"(66).
Miguel Rico, quién fuera miembro del Consejo Popular que
incluye Pogolotti, considera que la fama de violencia corresponde a un
momento histórico: "había en Pogolotti una secta,
una Hermandad, los ñañigos, cuyo reglamente
exigía un comportamiento social adecuado – ser
buen padre, buen hijo, buen hermano de los hermanos del grupo
– pero que se guiaban por conceptos un tanto agresivos.
Entonces los guapos de la ciudad empezaron a sentirse atraidos. Para
ser guapo había que ser ñañigo. Era
una expresión de machismo. Y eso fue creando una fama de
violencia. Hubo broncas y hubo muertos, pero no muy diferente a otros
lugares del mundo. Mi experiencia no me dice que Pogolotti fuera
especialmente violento. Yo trabajé en Pogolotti y, por
ejemplo, llevé a la primera caravana de "Pastores por la
Paz" que visitó Pogolotti a una zona que la
policía consideraba como la más peligrosa y por
supuesto no pasó nada. Al fin de cuentas, había
cosas que el barrio no toleraba."(67)
Es difícil evitar la impresión de que la imagen
que la población de La Habana tenía – y
aún tiene -de Pogolotti resulta de prejuicios contra la
predominancia local de cultos religiosos de origen africano,
santerías, etc. Según Marito:"la mala fama no
tiene fundamento, la creamos nosotros...cuando los abacuá
salían a las calles en procesión nuestras madres
nos escondían; decían que eran el demonio, que
mataban niños rubios el día 4 y cosas
así."(68) Esas imágenes se ven hoy superadas.
Marito insiste en que "los abacuá son personas tan reales
como Ud. o como cualquiera."(69). Esa mala imagen estaba
también influida por las malas condiciones de vivienda y
servicios de que adoleció el barrio por muchos
años.
El pastor Raul Suárez, director del Centro Memorial
Martín Luther King, ubicado en el barrio y cuya actividad
social ha sido de especial relevancia para la comunidad local, confirma
esa visión negativa del pasado:"antes de la
revolución este barrio fue horriblemente pobre y se le
consideraba violento."(70). El pastor Raul Suarez cuenta el largo
camino de su iglesia para vincularse a la pastoral negra y a los
movimientos negros de Estados Unidos y de América Latina,
para fortalecer la autoestima de la identidad negra en el barrio y el
importante rol que ha tenido el Centro Martin Luther King Jr. en
cambiar la manera local tradicional de ver las religiones de origen
africano (71).
En todas estas conversaciones aparece en forma recurrente el tema de la
pobreza y lo difícil que resulta su examen en la realidad de
un barrio como
Pogolotti. Parte de la dificultad parece ser el resultado de la falta
de atención prestada en Cuba tema por parte de los
investigadores sociales, las universidades y los organismos que
normalmente se ocupan en otros países por examinarla.
Según el sociólogo Roberto Almaguer "solo en los
últimos diez años se ha empezado a hablar de la
pobreza en Cuba como un tema real. No era un tema en las instituciones
de gobierno ni en las académicas.
Hoy la mayoría de los especialistas, los cientistas
sociales, piensan que habría que definir una nueva
óptica para mirar la relación entre el ingreso y
las condiciones materiales"(72). Una opinión similar es
expresada por Gina Rey:"aquí solo muy recientemente hay
algunas investigaciones sobre el tema de la pobreza, a partir
precisamente de que las Naciones Unidas está trabajando
sobre este tema..(73)". El resultado es la carencia de una
conceptualización de la pobreza adecuada a las
peculiaridades de la sociedad cubana actual, donde los ingresos de las
familias a nivel nacional son muy bajos y tienden a ser relativamente
parecidos.
Para un observador externo con experiencia en barrios pobres en otros
países del tercer mundo, la apariencia formal de Pogolotti
no corresponde a la imagen de la pobreza urbana repetida universalmen-
te en los asentamientos marginales e informales en esos
países. Su parentesco es con los barrios de viviendas
formales de bajo costo – viviendas sociales se las llama en
algunos lugares – construidas en muchos países en
la segunda mitad del siglo XX. El barrio tiene sus calles pavimentadas,
cuenta con las redes de servicios públicos de cualquiera
ciudad moderna y la mayoría de las viviendas son de
estructuras sólidas de ladrillo y concreto. Con la
excepción de Isla del Polvo, la apariencia exterior es
modesta, pero en ningún caso dramática. La
conver- sación con diversas personas, en muchos casos
residentes y también con especialistas en materias urbanas,
muestra sin embargo una interpretación y
valoración local de las condiciones materiales y sociales
que traduce problemas de pobreza, con un acento peculiar en el estado
de la vivienda. Ante la pregunta; ¿es Pogolotti un barrio
pobre? surgen varias respuestas, todas reconociendo problemas
materiales, pero con énfasis distintos. Para el pastor
Suárez," la pobreza del pasado, de antes de la
revolución, ya no existe aún cuando permanecen
secuelas. Este es un barrio como todos los barrios. Hay problemas, pero
también se encuentra en la población a
arquitectos, artistas, ingenieros, médicosn todos nacidos
aquí.Todos los niños tienen garantizada la
escuela básica...hay personas de ingresos menores que otras,
por su edad, porque han jubilado, por su nivel de trabajo...y hay un
hecho importantísimo, Cuba aún no ha recuperado
el nivel de antes del '89, antes del Período Especial". (74)
Para Marito, este es un barrio pobre, aún cuando la
razón para esta calificación parece centrarse
únicamente en la mala calidad de la vivienda y en lo que
él considera como imposibilidad de mejorarla por falta de
materiales. David, uno de los médicos de familia de
Pogolotti, considera también que es la mala calidad de la
vivienda y la carencia de bienes básicos lo que define la
pobreza del barrio. Al mismo tiempo considera que las condiciones
locales de salud son equivalentes a los estándares mundiales
aceptables para la Oficina Mundial de la Salud y que la existencia de
alcoholismo y enfermedades sexuales, incluido Sida, es escasa: "de un
total de 813 pacientes registrados conmigo...solo tengo un caso de
Sida...y cuatro casos de alcoholismo. No hay alcoholismo masivo, lo que
hay son "bebedores sociales", en fiestas y entre amigos(75)".
El diagnóstico mas fuerte con respecto a la
pobreza de Pogolotti es el proporcionado por Gina Rey: "hay barrios en
los cuales el ingreso es menor que en otras partes, donde hay un alto
número de personas que no trabajan...jóvenes que
no estudian ni trabajan, muchos casos de embarazo precoz, mujeres que
se embarazan jóvenes, dejan los estudios, no trabajan
más... donde la cantidad de personas presas por delitos es
más alta que en otras partes de la ciudad...Pogolotti
estaría entre estos barrios, con bolsones internos de
pobreza"(76). Una síntesis inicial combinando una
interpretación técnica de las impresiones
visuales y ambientales generadas por el barrio con las opiniones de
algunos residentes y las valoraciones de especialistas con experiencia
en los barrios de La Habana, puede resumirse caracterizando a Pogolotti
como un barrio obrero, pobre, con una infraestructura física
satisfactoria, con niveles de salud y educación similares a
los de la ciudad en su conjunto, entre cuyos residentes se encuentran
profesionales de graduación universitaria, y donde las
oportunidades de trabajo e ingreso no escasean. Al mismo tiempo el
barrio presenta problemas serios en el estado de las viviendas,
especialmente en Isla del Polvo, y un conjunto de problemas sociales
con peculiaridades que deben definirse en el contexto de la sociedad
cubana, cuya organización presenta
características diferentes a las que rigen en la
mayoría de los países en desarrollo y cuyos
recursos materiales son en este momento evidentemente muy escasos.
Definir estos problemas y las posibilidades de acción para
eliminarlos ha sido
y es la tarea asignada al Taller de Transformación Integral
del barrio.
El Taller de Transformación Integral de Pogolotti
En Abril de 1990, bajo la dirección
metodológica del Grupo para el Desarrollo Integral de la
Capital (GDIC) fue creado el Taller de Transformación
Integral del Consejo Popular N.5, Pogolotti-Finlay-Belén. El
Taller responde a las características generales detalladas
en una seción anterior en este documento. Está
integrado por un conjunto interdisciplinario de seis profesionales de
tiempo completo, descrito por Noemí:"somos seis mujeres. A
Margarita, la arquitecto, ya la conocen. Dayami es técnica
en edificación. Tenemos una socióloga y dos
trabajadoras sociales y yo me encargo de la dirección y las
relaciones con otros organismos, especialmente con el GDIC, el Consejo
Popular y la Municipalidad. Todas vivimos en Pogolotti. Las mujeres
predominan en los Talleres."(77). El Taller funciona en la Casa
Comunitaria, en el centro del barrio, la cual es también la
casa social de los abuelos y el fruto de uno de los proyectos del
Taller llevado a cabo con apoyo financiero de Oxfam-Canada. El Taller
trabaja integrando a la comunidad, estimulando su
participación en la identificación y
definición de sus problemas y en la solución de
aquellos componentes que son
posibles de intervenir. Igualmente el Taller presta apoyo
técnico a la comunidad en esos terrenos, integra la
participación de organizaciones de masas – tales
como la Federación de Mujeres Cubana – a nivel
local y asesora a los delegados locales al Consejo Popular sobre las
mismas materias. Una manera de describir estas acciones
sería diciendo que el Taller legitima la
identificación de los problemas y las iniciativas de la
sociedad civil, transfiriendo luego la información y la
búsqueda de apoyo tanto a las instituciones
públicas del gobierno cubano –Asamblea Municipal,
Ministerios, empresas de utilidad pública, y
otras– como a otros organismos de la sociedad civil tales
como ONGs nacionales e internacionales. El método utilizado
por el Taller de Transformación Integral de Pogolotti para
llevar adelante estas tareas consiste en la identificación
de problemas mediante la ejecución de
Diagnósticos Participativos y en la ordenación de
iniciativas para resolverlos mediante los Planeamientos
Estratégicos Comunitarios.
Diagnósticos Participativos en Pogolotti
En 1997 el Taller realizó un primer
Diagnóstico Participativo para conocer y evaluar los
problemas del barrio tal como lo entendían los vecinos, y
para definir sobre esa base el Planeamiento Estratégico de
las iniciativas dirigidas a resolver los problemas más
urgentes. Esta actividad fue organizada siguiendo principios y
aplicando métodos desarrollados por el GDIC (78). El Taller
convocó a miembros de la comunidad a participar en la
identificación de los problemas, en la discusión
de sus causas, de las posibilidades que tenia la comunidad para
resolverlos o al menos reducirlos, y en proponer iniciativas, en la
forma de proyectos para su eliminación.�79 Los
procedimientos seguidos en esta operación - y repetidos en
diagnósticos posteriores – consistieron en un
ejercicio de observación que permitió primero
identificar muchos de los problemas del barrio que aparecían
a simple vista, tales como la existencia de numerosos micro-vertederos
de basura, la falta de iluminación en las calles y la falta
de lugares y actividades de recreación. A esto se sumaron
luego una serie de encuestas dirigidas a grupos locales
específicos tales como Delegados al Consejo Popular, Grupo
del Medio Ambiente, Madres y Padres de Familia, Amigos del
Danzón, Jóvenes, miembros de la Tercera Edad,
Comités de Defensa de la Revolución,
Federación de Mujeres Cubanas y otros. Los participantes se
dividieron en grupos y realizaron conversa- ciones informales con
vecinos del barrio dirigidas a identificar sus necesidades y problemas
derivados de las condiciones materiales y sociales del barrio. Armados
con listas de necesidades los participantes organizaron talleres para
discutir esos problemas y definir un plan de acción basado
en el aprovechamiento del potencial de la comunidad.
El primer Diagnóstico Participativo definió como
"misión" la transformación física,
social y cultural del barrio con la participación de la
comunidad y todos los involucrados y señaló seis
Objetivos Generales: contribuir al saneamiento ambiental del
territorio; promover el desarrollo socio-cultural del barrio;
contribuir a su desarrollo urbano y social; contribuir a elevar la
educación ambiental de la comunidad; continuar el trabajo de
prevención y aten- ción social y apoyar al Parque
Metropolitano de La Habana en la creación de un
pulmón verde en la capital. Para alcanzar estos objetivos el
Planeamiento Estratágico decidió 42 iniciativas
específicas de muy variado nivel y complejidad, incluyendo
actividades tales como educar a la población en
técnicas de reciclaje, crear Clubes Juveniles, elaborar un
proyecto de Casa Comunitaria y buscar financiamiento para resolver el
problema del alumbrado público (80).
El Diagnóstico Participativo se ha ejecutado anualmente en Pogolotti desde 1997, con distintos grados de amplitud. Ha servido para actualizar las necesidades y capacidades de la comunidad y establecer el avance de las iniciativas previamente propuestas, eliminando aquellas ya resueltas o las que parecen irrealistas. El método seguido para incorporar la participación de la comunidad a sido básicamente el mismo, aún cuando se han perfeccionado algunos aspectos, entre ellos la identificación de las "fortalezas" de la comunidad y de las "oportunidades" disponibles, ambas como bases para definir iniciativas, y de las "debilidades" y "amenazas" que deben ser superadas(81). Para los efectos de este documento el análisis se centra en el Diagnóstico Participativo del año 2002.
El Diagnóstico Participativo del año 2002
Los problemas más importantes: los problemas
identificados por la comunidad –incluyendo los no resueltos
de diagnósticos anteriores– fueron: el estado de
la vivienda; la falta de oportunidades y programas de
recreación para niños y jóvenes;
deficiencias de servicios municipales (por ejemplo la
extracción de basuras); el mal estado del pavi- mento de las
calles; la irregularidad en el abasteci- miento de agua potable; la
contaminación ambien- tal; el deficiente estado del
transporte público, problemas sociales relacionados
principalmente con madres solteras y niños de conducta
difícil; y la
falta de suficientes puestos de servicio (bodegas de venta de
alimentos, etc ) dentro del barrio.
Condiciones generales: el Diagnóstico estableció
las fortalezas, debilidades, oportunidades y amenazas que
caracterizaban la realidad de Pogolotti en el año 2002,
cuando se inició la investigación que
aquí se comenta:
- Fortalezas: potencial cultural de los barrios; interés de
la población en que se tomen en cuenta sus opiniones y
criterios; existencia de un colectivo de especialistas en el Taller;
apoyo del Consejo Popular; disponibilidad de la población en
la identificación y solución a los problemas;
experiencia en trabajo colectivo; creación de un Grupo de
Medio Ambien- te; tenencia del 50% del territorio dentro del Proyecto
del Parque Metropolitano de La Habana (PMH); pertenencia al barrio de
la totalidad de las trabajadoras del Taller de
Transformación e identificación de ellas con sus
vecinos.
- Debilidades: insuficiente divulgación de las
actividades; insuficiente colaboración con algunas
actividades; falta de recursos económicos locales;
insuficiente integración de los actores.
- Oportunidades: proyectos de colaboración
(internacional) y donaciones; apoyo del Centro Memorial
Martín Luther King Jr ; apoyo del Gobierno Municipal; apoyo
metodológico del GDIC.
- Amenazas: exceso de centralización y necesidad de nuevos mecanismos para la rapidez de los trámites; incumplimiento y demora en la ejecución de las obras; sobrevaloración del trabajo del Taller por parte de algunas instituciones.
Misión y objetivos generales: sobre esa base el Planeamiento Estratégico definió la "misión" y los "objetivos generales" que el barrio debía alcanzar, los cuales continuaban siendo los mismos definidos en los Planteamientos anteriores, mencionados mar arriba.
Metas y acciones propuestas: los objetivos generales fueron
desagregados en un conjunto de 14 Metas y 41 Iniciativas. De esta
últimas 19 tenían que ver con el mejoramiento
ambiental y reciclajes; 5 intentaban procesos urbanos tales como la
iluminación del barrio y la construcción de
casas; 17 tenían una orientación especialmente
social, entre ellas 7 iniciativas proponían programas para
atender niños(82), 1 se dirigía a personas de la
tercera edad, otra a madres solteras y otra a niños
discapacitados mentales; finalmente había 7 iniciativas para
desarrollar actividades recreativas que pudieran interesar al barrio en
su conjunto. Prácticamente todas estas iniciativas se han
puesto en práctica, algunas iniciadas por comunidades y
grupos locales, otras por residentes individuales o instituciones
públicas. En la mayoría de los casos estos
proyectos se encuentran en operación, aún cuando
hay algunos proyectos que han tenido dificultades para su
ejecución y mantenimiento, o se han interrumpido. En varios
de estos últimos casos no parece ser el origen el factor
principal de la situación, sino problemas
burocráticos, de financiamiento, o discrepancias personales.
En reuniones con el Taller, sostenidas en los años 2002 y
2003 se pudo establecer lo ocurrido con alrededor de 20 proyectos. Para
los efectos de este documento, estos se han dividido en dos grupos. El
primero incluye 12 proyectos que no fueron discutidos en los Talleres
Participativos (83). Aunque en la mayoría de estos casos hay
suficiente información para describirlos y analizarlos, esta
información no fue sometida al control colectivo de esos
Talleres. Por esta razón esos proyectos se presentan
aquí de manera muy breve y no serán incluidos en
el análisis del factor ORIGEN más adelante. Los
otros 10 proyectos fueron discutidos en los Talleres por lo que
serán presentados en forma más extensa e
incluidos en el análisis. Es importante también
considerar que en la realidad varios proyectos comparten algunas
actividades y que algunos pueden entenderse como etapas más
adelantadas de proyectos terminados. Por razones de claridad, sin
embargo, los proyectos se consideran independientemente.
En el primer grupo se encuentran el proyecto Sistema Natural, que
consiste en el tratamiento de las aguas negras de edificios de altura,
y el proyecto de desarrollar un vivero. Está el proyecto
Keracom, de cerámica artesanal y el proyecto Bibliarte, en
que artistas plásticos de La Habana vienen a
enseñar a los niños. Hay varios proyectos
destinados a los niños. Algunos están enfocados
en niños con problemas de conducta, otros en
niños con habilidades artísticas y otros incluyen
a todos aquellos que se interesen.
Entre estos proyectos está el Club Juvenil, dirigido a
escolares de Quinto Grado. Objetivos importantes de este proyecto ha
sido el mejorar las relaciones entre padres e hijos, estimular la
auto-estimación y el sentido de pertenencia al barrio.
Trabajadoras sociales visitan los hogares para conocer los problemas de
esos niños y hacen un gran listado de los temas que a ellos
les gustaría. Se hacen excursiones, se celebran
cumpleaños colectivos, se participa en trabajos del medio
ambiente y en actividades culturales. Otro proyecto en esta
línea es el Festival del Cuento en colaboración
con las escuelas, donde los niños escenifican cuentos
basados en sus propias vivencias. "A veces son los mismos cuentos que
les ha contado la abuelita, pero ellos les dan otro matiz, y
así también estimulamos el hábito de
la lectura."(84) Está el proyecto Forma y Color, muy similar
a Bibliarte mencionado antes, en el que artistas enseñan a
los niños a dibujar y pintar. El proyecto "Encuentro con la
Historia" combina varias iniciativas: vecinos de la tercera edad que
han vivido muchos años en el barrio cuentan a los
niños como este se fundó y como se ha
desarrollado:"yo desde el año pasado participo dando
conversaciones a los alumnos sobre la historia del barrio, sus
orígenes, las personalidades que han vivido aquí,
los artistas....acordamos instituir una academia de ajedrez pero no
pudimos hacerlo el año pasado, creemos que este
año se podrá (85)". Hay también un
programa importante para incorporar a niños con deficiencias
mentales, especialmente "down-syndrom", a la comunidad. Y existen
varios proyectos de música y bailes cubanos, tales como Los
Atrevidos y el conjunto artístico infantil Cuba Bata-Ache.
El segundo grupo incluye los siguientes proyectos: conjunto
artístico Alafia; conjunto artístico infantil
Mayanabo; Conservación de Alimentos; Construcción
de 25 vivien- das en Isla del Polvo; Construcción de 63
viviendas en Pogolotti; Alumbrado Público; Bosque Sagrado de
Pogolotti; Bosque de Pogolotti; Reciclaje; Casa Comunitaria y del
Adulto Mayor. Estos proyectos se describen con mayor detalle a
continuación y luego serán analizados para
establecer la influencia del factor ORIGEN en sus destinos.
ANÁLISIS: INFLUENCIA DEL FACTOR ORIGEN EN EL ÉXITO O FRACASO DE 10 PROYECTOS COMUNITARIOS EN POGOLOTTI
Descripción de los proyectos
Construcción de 25 viviendas en Isla del Polvo. A
comienzos de la década de los '90, antes de llevar a cabo el
primer Diagnóstico Participativo, el Taller de
Transformación Integral de Pogolotti realizó
algunos talleres de ideas, con la participación de vecinos e
instituciones del barrio, entre ellas el Centro Memorial Martin Luther
King Jr. Uno de los problemas que aparecía con mayor
gravedad en esos talleres era el de las condiciones de vivienda del
barrio, especialmente en Isla del Polvo.
Los vecinos de este asentamiento habían ya participado junto
al arquitecto Kosta Mathey(86). En un ejercicio de "diseño
participativo", del que habían salido algunos bosquejos de
lo que estimaban su "casa ideal". En palabras de un residente de esos
años:"todo el mundo proyectó la casa como la
soñaba, como la deseaba...nadie quería irse de
allí."(87)
En 1993 el barrio fue azotado por un huracán que
dañó seriamente muchas viviendas. En esas
condiciones el Centro Memorial presentó un proyecto de
emergencia, uno de cuyos componentes era el financiamiento y
construcción de 25 viviendas nuevas, destinadas a las
familias más gravemente damnificadas en Isla del Polvo. El
proyecto tomó en cuenta los bosquejos de viviendas
anteriormente elaborados para preparar sus nuevos proyectos y
basó su estrategia inicial en la participación de
los vecinos. El concepto del proyecto es resumido por el ingeniero
Felix Yanez, miembro del Centro Memorial a cargo de esta iniciativa
"las viviendas dañadas no eran reparables e incluso
temíamos que si se reparaban una próxima tormenta
iba a crear el mismo problema. Se optó por viviendas nuevas,
que contaran con estándares técnicos que les
permitiera resistir esos fenómenos naturales tan frecuentes
en el país. La idea fue iniciar un proceso centrado en la
participación de los vecinos en el diseño de las
viviendas y como sus constructores, como encargados de organizar los
suministros, como administradores y ejecutores del projecto. Y esto no
fue posible. La experiencia demostró que no
estábamos en condiciones de llevar adelante un proyecto de
esta naturaleza, en parte por falta de experiencia, en parte por
condiciones objetivas sobre las que costaba mucho actuar."(88).
Los obstáculos fueron diversos. El primero tenía
que ver con el estatus legal y urbano de Isla del Polvo: el terreno se
había ocupado ilegalmente, no tenía
infraestructura, ni calles, ni servicios como agua potable,
electricidad o alcantarillado. Un programa para su desarrollo
había sido cancelado como resultado del Período
Especial. Esto hacía imposible construir allí
viviendas nuevas satisfactorias, lo que chocaba con la
posición de los damnificados que insistían en
mantenerse en sus lugares. En segundo lugar había lo que se
podrían llamar obstáculos estructurales: las
autoridades no podían extender permisos de
construcción en Isla del Polvo debido a las condiciones
mencionadas y esto afectaría la capacidad del Centro
Memorial para financiar el proyecto. Igualmente era imposible organizar
un proceso de auto-construcción basado en la partici-
pación de los vecinos dado que no se contaba con un mercado
minorista de materiales ni herramientas de construcción. En
tercer lugar no se pudo organizar la participación de los
vecinos de manera que facilitara la ejecución del projecto.
Según Felix Yanez "en 1993 no había en el
país –ni en el Centro Memorial– un
conocimiento claro de lo que podría llamarse trabajo con la
comunidad. Al principio la participación era
espontánea, emotiva, se quería hacer muchas cosas
al mismo tiempo. Después del año 93 se
inició en el Centro Memorial un proceso de
reflexión tanto sobre la participación
comunitaria como sobre el aprovechamiento de estos procesos para el
desarrollo de la educación popular. La
participación requiere de organización,
planificación y evaluaciones."(89). La evaluación
negativa de esa experiencia de participación es hoy
compartida por vecinos que intervinieron en el proyecto: "cuando se
quizo hacer una estructura de que los propios vecinos
fuéramos los que fabricáramos aquellas
casas...allí empezaron las trabas ya que ninguno de nosotros
éramos constructores...no fuimos capaces de organizarnos
nosotros mismos: que mi casa primero, después la de
Mayito...cada vez que nos reuníamos siempre
existían problemas personales."(90).
El resultado de esta situación fue que después de
unas pocas experiencias, el proyecto se canceló, para ser
reemplazado por otro más convencional.
Construcción de 63 viviendas en Pogolotti. El fracaso del
proyecto de las 25 vivienda llevó al Centro Memorial en
conjunto con el Taller de Transformación a redefinir el
esfuerzo para construir viviendas. Esto se hizo mediante la
articulación del proyecto original
con la organización del estado cubano a cargo de construir
viviendas, el Movimiento de Micro-Brigadas. Con este objeto se
cambiaron las características del proyecto inicial. En lugar
de 25 viviendas en Isla del Polvo se contemplaron 63 viviendas, todas
en Pogolotti. Estas serían de tipo convencional, edificios
de 5 apartamentos con sistemas constructivos tradicionales. El proyecto
estaba cerca de su finalización en el 2003, luego de diez
años. 25 apartamentos se habían reservado en
principio a los mismos residentes en Isla del Polvo inicialmente
seleccionados, aún cuando varios de ellos rehusaron moverse
fuera del asentamiento. Otras 25 viviendas se distribuirían
entre los brigadistas, tal como se acostumbra en el sistema, entre los
que se habían incorporado vecinos de Pogolotti. Las 13
viviendas restantes las distribuiría el Centro Memorial.
La asociación con las Micro-brigadas trasladó la
responsabilidad ejecutiva del proyecto a las instituciones
públicas. El Movimiento de Micro-Brigadas, de acuerdo al
ingeniero Felix Yanez, representante del Centro Memorial en este
proyecto,"tiene la capacidad técnica para ejecutar
proyectos, acceso a materiales de construcción, obreros
especializados, arquitectos, ingenieros".(91)
La Municipalidad aportó los terrenos, y las instituciones de
utilidad pública – agua, electricidad, etc.
– proveye- ron las conecciones necesarias. La
contribución del Centro Memorial consistió en mil
cien dólares por casa a ser gastados exclusivamente en
materiales y equipos importados, para los que se requieren divisas.(92)
La contribución del Taller ha sido principalmente en la
representación de los vecinos. La participación
de estos se ha limitado en informar sus condiciones familiares
– número, género y edades de miembros
de la familia – para el diseño por arquitectos del
programa de las viviendas y a ejecutar algunas tareas de terminaciones,
tales como pintura. En las palabras de un residente antiguo "la
comunidad no se retiró pero no pudimos lograr la
participación general, volcar esta comunidad al proyecto,
como lo soñamos."(93).
La terminación del proyecto a fines de 2003 pone en
evidencia las dificultades que debe enfrentar la población
de los barrios para mejorar sus condiciones de vivienda. Diez
años para producir 63 casas manifiesta tanto las
dificultades del Período Especial como ineficiencias en la
organización de la producción. Sin embargo, como
dice el ingeniero Yanez, el proyecto resuelve una situación,
se benefician 25 vecinos y un número de brigadistas.
Conjunto folklórico ALAFIA. La historia de Alafia, uno de
los proyectos sociales de mayor éxito en Pogolotti, y al
mismo tiempo uno de los conjuntos aficionados de música y
baile más exitosos de Cuba, merece ser contada por
Ramón Silverio Cruz – Ramoncito - líder
natural del barrio, promotor cultural, Subdirector del Centro
Jesús Menéndez y Director de Alafia: "Yo
nací en Isla del Polvo. Alafia surgió en 1991 de
las inquietudes del barrio. En esos días mi esposa
– que es profesora de baile y trabajaba en el Ministerio de
Cultura – y yo, cada vez que entrábamos o
salíamos del barrio veíamos una cantidad de
muchachos en la calle que no sabían que hacer con su tiempo
libre. La idea de trabajar con ellos nació cuando vimos un
grupo grande, de varias edades, tocando con latas una conga y bailando
en la calle. Conversamos la idea con el delegado, con el
médico de la familia y con la gente del Taller que
recién se iniciaba.
La idea principal era como lograr la unión de la juventud en
alguna actividad creativa...
Lo primero que hicimos fue un club juvenil con el médico de
la familia y un "taller de ideas" en la azotea de Ramón, el
barbero. Unos muchachos querían hacer deportes, otros
excursiones, pero la mayoría quería la
música y el baile. Empezamos entonces a buscar los
profesionales que teníamos en el barrio y logramos su
ayuda.Ya teníamos cuando aquello 16 muchachos incorporados
pero no teníamos local. Todo el mundo nos daba ideas: en
casa de fulanito…No, es muy chiquito.. Y fuimos a parar a
una zona de los CDR que no tenía techo. Ahí
hicimos nuestra primera reunión y aquello fue un
acontecimiento; aquello parecía una fiesta popular en el
barrio, y all formamos el primer grupo. Ese primer grupo fue y ha sido
la salvación; los que tienen ideas creativas, los que
llevaban en la sangre aquel bichito de sus tradiciones, los que nos
siguieron. Muchos otros después se fueron. Llegamos a tener
el primer taller con 52 muchachos...
Cuando empezamos a analizar a los muchachos, con el Taller y con una
socióloga española que se incorporó en
aquel momento, encontramos que todos tenían algún
problema social grave... Cuando vimos la situación nos
dijimos: ¿seguimos o paramos? porque había todo
tipo de problemas: de conducta, muchachos que con 13 años
habían estado en un Centro de Re-educación. Ya no
preso, sino que se les estaba dando un seguimiento de
valoración. Había delincuentes, y
había muchachos que dormían en el piso porque
vivían diez en un espacio muy pequeño.
Ahí empezamos nosotros a acercarnos… Cuando
logramos aglutinar aquello por primera vez, me acuerdo que vino la
secretaria del Partido en el municipio, el Reverendo Raúl
Suárez, el Taller de Transformación, la Juventud,
La Federación, todo el mundo… Aquello fue un
acontecimiento y allí es donde se le da
por primera vez el nombre al proyecto Alafia. Se empezaron a discutir
las medidas que íbamos a tomar: ayudar a aquellos muchachos
que tenían problemas de conducta; a aquella que no
tenía cama se le hizo una cama; muchachos que no
tenían ropa ni zapatos. Surgieron otras ayudas: el Centro
Martin Luther King nos daba, el taller nos daba… se quitaron
personas de nuestra barriada zapatos para darle a estos muchachos. Fue
algo muy bello. Pero bueno, ya surgió la idea...
A aquel proyecto había que darle dirección. Iba a
ser un proyecto altísimo. Empezamos a trabajar con los
profesionales y a hacer un grupo de baile y de canto. A los diez
días de estar el proyecto con su cabeza ya armada, a una
muchacha importante en el grupo la acusan de haberse robado una
bicicleta. Allá fue todo el mundo para la unidad. Cuando
llegamos la chiquita era una mujer trancada por completo. Y le dice el
compañero que atiende menores: si tú no vas a
mejorar tu conducta te vamos a separar del grupo Alafia. Cuando se le
dijo aquello esta chiquita empezó a llorar y allí
es
donde nosotros decimos: ya nosotros nos la vamos a llevar y ya es
responsabilidad de nosotros. La tuvimos que sacar del medio y estuvo
viviendo seis meses en mi casa. Ella fue otra persona en la casa; la
obligamos a vestirse de otro modo; la sacamos de la esquina...
Y armamos el baile. Ya el grupo empezó a trabajar y su
primera actuación fue en los festejos de Pogolotti, en el
año 91, en el parque Finlay. Cuando se bailó por
primera vez aquello fue algo muy bello. Todos los vecinos nos dieron
sábanas para hacer los trajes y vestir a aquellos muchachos
porque ya se requería algo más."(94).
El proyecto fue iniciativa de Ramoncito y de su esposa. La
línea cultural del conjunto es el baile afrocubano, y la han
desarrollado dando expresion a los valores religiosos de la comunidad
de Pogolotti, la cual tiene una alta participación en las
iglesias de origen africano: "cuando el conjunto surgió no
tenía nada que ver con la religión, fue un
movimiento netamente cultural. Empezamos a trabajar en el rescate de
nuestras tradiciones y empezamos a investigar. Sin darnos cuenta,
cuando empezamos analizar a todos los muchachos encontramos que el que
no era de la religión yoruba, era de la lucumí y
el que no era abacuá, es decir que todo el mundo desde
niño llevaba en sus raíces esas religiones. Para
nosotros la religión es parte de la
cultura. Lo de nosotros es mantener esas tradiciones porque es nuestra
diferencia. Nosotros ponemos en escena lo que sabemos que se puede
poner, dentro de esa religión, pero somos incapaces de
llevar escenas algo que sea tabú dentro de nuestra
religión..."(95)
La calidad y el prestigio del grupo son considerables, ha llegando a
ser "el único grupo de La Habana que tiene
categoría nacional. Su calidad es reconocida
internacionalmente, ha realizado giras a Francia, Dinamarca y
Finlandia, y algunos de sus bailarines se han profesionalizado,
integrándose al Conjunto Nacional de Cuba o bailando en
conjuntos europeos..."(96). Su éxito parace haber
también inspirado otras iniciativas similares, aunque de
menor escala, diseñadas para rescatar niños y
jóvenes con problemas de conducta mediante la
música y el baile. Como se menciona más adelante,
solo en Pogolotti existen otros tres conjuntos en esta línea.
Los problemas de Alafia han resultado precisamente de su
éxito. Por una parte el conjunto ha crecido
–llegó a tener 38 miembros y hoy tiene 25- y sus
programas son de mayor sofisticación y originan por lo tanto
gastos. También sus miembros han crecido y, aunque hay
renovación, necesitan ganarse la vida y Alafia no les puede
ofrecer oportunidades en ese terreno. Alafia está definida
oficialmente como un conjunto aficionado cuyas actuaciones son
gratuitas y no puede generar ingresos, ni para el conjunto ni para sus
miembros. No hay salarios.
"Ya estábamos formado casi un monstruo y aquel monstruo
conllevaba gastos. Cada vez que tú quieres crear una obra o
quieres hacer una escenografía todo eso conlleva gastos.
Nosotros nos mantenemos al rescate de las tradiciones del barrio, pero
con ese rescate hay que vestir, hay que calzar a esos muchachos del
barrio. Hay que darles oportunidades para que se mantengan. Por
mediación de distintas organizaciones los fuimos vinculando
a centros de trabajo y capacitando; muchos de ellos se hicieron
panaderos, otros constructores, algunas se hicieron grupo de La Habana
que tiene categoría nacional. Su calidad es reconocida
internacionalmente, ha realizado giras a Francia, Dinamarca y
Finlandia, y algunos de sus bailarines se han profesionalizado,
integrándose al Conjunto Nacional de Cuba o bailando en
conjuntos europeos..."(96). Su éxito parace haber
también inspirado otras iniciativas similares, aunque de
menor escala, diseñadas para rescatar niños y
jóvenes con problemas de conducta mediante la
música y el baile. Como se menciona más adelante,
solo en Pogolotti existen otros tres conjuntos en esta línea.
Los problemas de Alafia han resultado precisamente de su
éxito. Por una parte el conjunto ha crecido –
llegó a tener 38 miembros y hoy tiene 25 - y sus programas
son de mayor sofisticación y originan por lo tanto gastos.
También sus miembros han crecido y, aunque hay
renovación, necesitan ganarse la vida y Alafia no les puede
ofrecer oportunidades en ese terreno. Alafia está definida
oficialmente como un conjunto aficionado cuyas actuaciones son
gratuitas y no puede generar ingresos, ni para el conjunto ni para sus
miembros. No hay salarios.
"Ya estábamos formado casi un monstruo y aquel monstruo
conllevaba gastos. Cada vez que tú quieres crear una obra o
quieres hacer una escenografía todo eso conlleva gastos.
Nosotros nos mantenemos al rescate de las tradiciones del barrio, pero
con ese rescate hay que vestir, hay que calzar a esos muchachos del
barrio. Hay que darles oportunidades para que se mantengan. Por
mediación de distintas organizaciones los fuimos vinculando
a centros de trabajo y capacitando; muchos de ellos se hicieron
panaderos, otros constructores, algunas se hicieron maestras. Otros son
músicos, pero esos ya pasaron a ser músicos
profesionales y no pueden seguir en el movi miento de artistas
aficionados, ya los perdimos...
Aquí para mantener un proyecto cultural, tienes que
registrarlo en el Ministerio de Cultura. Nosotros pertenecemos a
Cultura Comunitaria pero, tengo que decirlo aquí, Cultura
Comunitaria lo único que nos da es el asesoramiento
técnico y moral, porque no tiene más nada que
dar. El problema que existe para mantener ese proyecto es que lo que
nos daba antes cultura, ayudarnos con la vestimenta, con el calzado,
actualmente ellos no lo tienen. No hay equipamiento, no hay grabadoras,
no hay telas, para nosotros poder seguir trabajando, creando en lo que
se llama la creación del artista. A esto se agrega que
también estamos luchado contra el "robo" del turismo. El
turismo es un adelanto muy hermoso, pero nos roba los talentos cada vez
que, por ejemplo, un buen bailarín se me va para el turismo.
Pero los grupos del movimiento aficionado no se pueden negar a que un
artista sobresalga y se vaya, eso es algo normal...
Nosotros solos no podríamos costear el proyecto. Yo te puedo
decir que si la Caravana de Pastores por la Paz no me trae la telas que
me dio y el Centro Memorial no me da el apoyo que me ha dado
– porque los primeros zapatos que tuvo el grupo, me los
compró Raúl Suárez. – no
hubieramos podido funcionar. Podríamos autofinanciarnos,
pero para eso tendríamos que pasar al movimiento profesional
y con ello perderíamos lo que es la autenticidad de este
movimiento del barrio. Entonces ya no bailaríamos por el
rescate de nuestras tradiciones , bailaríamos por vender
espectáculos y tendríamos que cambiar de estilo
porque ya tendríamos competencia"(97).
La propia definición inicial de Alafia – como un
proyecto para rescatar a la juventud de malas prácticas
– entra en discusión como resultado del
éxito del conjunto. ¿Es Alafia hoy un proyecto
social dirigido a la juventud o es un programa artístico con
otras perspectivas, independientemente de su efecto en la juvetud?
Según Ramoncito el propósito original permanece:
"Si no fuera así el conjunto ya se hubiera profesionalizado.
El conjunto sigue aceptando mucha- chos con problemas de conducta. Hay
algunos ex- reclusos y uno que mató. No por eso dejamos de
atenderlos. Por el contrario, lo nuestro es reintegrarlos a la
sociedad. Que ellos vean que se les da la oportunidad de llegar a lo
que ellos quieran." (98).
Conservación de alimentos. El ingeniero José
Lamas y su esposa, la Dra Vilda Figueroa, ambos jubilados, comenzaron
en 1987 a plantar hierbas y otro vegetales en el techo de su casa, en
Pogolotti. Fue una iniciativa ligada al programa de Huertos Familiares
y Agricultura Urbana de esa época. La intención
fue secar al sol las plantas una vez crecidas, o sus frutos si ese era
el caso, y producir condimentos o conservarlas por medios naturales,
evitando productos químicos imposibles de obtener en Cuba.
Ninguno de los dos tenía inicialmente conocimientos en esta
materia. Este fue el origen de un proyecto comunitario que se
definió más formalmente en 1996, creando un
Centro de Conservación de Alimentos en el barrio, equipado
con una modesta biblioteca de uso público, sala de
exposiciones y equipos para charlas. Más importante que las
instalaciones físicas es la red de instituciones y personas
especializadas en esta materia tanto en el país como en el
extranjero que el Centro ha logrado establecer durante estos
años y las campañas de difusión
mediante la prensa, folletos, afiches y programas regulares de
televisión.
Según José Lamas en Cuba no existía
una práctica difundida en la conservación de
alimentos ni en el uso de condimentos, los cuales eran en el pasado
todos importados: "la comida cubana puede ser muy monótona:
arroz con frijoles, algunas veces carne y huevo. Uno de los componentes
de nuestros programas de televisión es estimular la
diversificación de alimentos, buscar nuevas formas de
preparar platos, usar nuevos productos y condimentos."(99). La
emergencia creada por el Período Especial dejó en
evidencia la relevancia de iniciativas dirigidas a producir y conservar
alimentos tanto a escala nacional como especialmente a escala familiar,
utilizando jardines, rincones, techos y la energía del sol.
En ese contexto el proyecto recibió mucha
cooperación de organismos del gobierno cubano, tales como
los Ministerios de Agricultura, de Industria Alimenticia y de Salud
Pública, la Comisión Nacional de Seguridad
Alimentaria y el Instituto de Investigación de
Nutrición. Lo mismo ocurrió con instituciones
tales como la Asociación Nacional de Pequeños
Agricultores, Federación de Mujeres Cubanas y los CDR. Estos
últimos les facilitan la casa en Pogolotti donde se
encuentra el Centro y les han conseguido autoriza- ción para
usar algunos espacios públicos pequeños
– borde de aceras – para sembrar algunas plantas a
fin de estimular a los vecinos.
El financiamiento de las actividades del Centro se realiza "por
proyectos" con la asistencia principalmen- te de ONGs europeas. Esto
incluye cada una de las actividades, sea la publicación de
un folleto, la realización de un curso, la compra de una
grabadora o un proyecto de varios años. Esos financiamientos
no incluyen honorarios ni sueldos para el personal permanente del
Centro, constituido por José, su esposa y otros dos
jubilados, ninguno de los cuales cobra sueldo. Viven de sus
jubilaciones y honorarios por funciones específicas, no
incluidas en los proyec tos. Los miembros permanente son autodidactas y
aprenden tanto de sus experiencias como de intercambios con otros
especialistas a instituciones en varios países. Aparte de
este grupo, hay también algún personal variable
por períodos y tiempos parciales, algunos voluntarios y
otros pagados, para la ejecución de tareas especializadas.
El Centro recibe también donaciones de equipo y en algunos
casos en dinero, bajo la auditoría de los donantes.
El Centro ha integrado la agricultura urbana, la
conservación de alimentos y la cultura culinaria del
país. Cultiva plantas y produce condimentos y conservas a
nivel familiar. Hoy produce alrededor de 300 conservas, exhibidas en
tarros y botellas recicladas. Los productos en exhibición se
renuevan y se los comen entre todos para verificar la eficiencia de las
fechas y la calidad.
Una de las tareas más importantes de este grupo es la
difusión de ideas y experiencias relativas a la
conservación de alimentos tanto en Cuba como en otros
países del sur. Para ello no solo utilizan las
publicaciones, los programas regulares de radio y televisión
– donde llevan trabajando más de 6 años
- sino también la formación de promotores
voluntarios mediante cursos de entre 10 a 20 participantes. Ya hay un
buen número de promotores llevando las ideas a las escuelas,
a los barrios y a otras ciudades y pueblos de Cuba. Igualmente se
realizan intercambios con otros países de América
Latina.
El Centro está dirigido a todo el país, sin
embargo realiza muchas actividades con la comunidad de Pogolotti y
mantiene líneas de colaboración con el Taller de
Transformación Integral, el Consejo Popular, las
organizaciones de masas y el Centro Memorial Martin Luther King Jr.
Tiene actividades – charlas, videos - todas las semanas en su
sede, las que son anunciadas a la comunidad y cuentan con la
participación de vecinos. Para José Lamas, el
Centro es parte del barrio,"nos sentimos parte de Pogolotti, hay
interés local en lo que hacemos, en el consumo de vegetales.
Hay respeto por nuestra labor, nuestros productos están
sembrados en las calles y nadie los toca ni destruye. Hay actividades
conjuntas. Hay acercamientos mutuos y muchos vecinos han empeza- do a
conservar alimentos."(100).
Conjunto artístico infantil "Mayanabo". Este proyecto
nació de la iniciativa individual de un director
artístico recién graduado, quién se
acercó al Taller de Transformación Integral en el
año 2000 en busca de apoyo para crear un conjunto
artístico infantil en el barrio. El contexto de esta
iniciativa se encuentra en los Diagnósticos Participativos
de fines de la década de los 90, los que identificaban la
carencia de recreación infantil y la necesidad de responder
a esta situación. De acuerdo a Manuel Antonio
Pérez, promotor del proyecto,"hay en Pogolotti bastantes
niños con trastornos de conducta, resultado de hogares
conflictivos, hacinamiento, padres con problemas de alcohol o drogas.
Yo tenía interés en trabajar con esos
niños y cuando terminé el curso de
Dirección Artística presenté un
proyecto al Taller." (101).
La idea consistió en integrar niños de entre 5 a
11 años que mostraran problemas de conducta, en un conjunto
de música y baile, utilizando las tradiciones religiosas de
origen africano existentes en el barrio. Aún cuando no se
estableció explícitamente es imposible evitar la
relación entre esta idea y la imagen del grupo Alafia. Si
esa inspiración existe, se trataría de un
mérito para ambos proyectos y marcaría una
línea positiva de acción.
El apoyo del Taller se tradujo en un programa de visitas de las
trabajadoras sociales a las casas y a las escuelas difundiendo la idea
del conjunto, identificando situaciones conflictivas y casos de
niños con problemas. Se hizo una convocatoria a la Casa
Comunitaria, a la que llegaron numerosos candidatos. Se hizo luego una
prueba de capacidad y se consiguió incorporar 55
niños con los que se comenzó a trabajar en un
local proporcionado por los CDR. Este es el plantel con que se cuenta
en este momento. El conjunto ya ha realizado algunas presentaciones
ante públicos locales, con ocasión de algunas
visitas al Barrio. Mayanabo desde su nacimiento ha contado con el apoyo
de la comunidad, del Taller de Trnasformación Integral, de
las organizaciones de masas del barrio, y de la Municipalidad y el
Ministerio de Cultura. El proyecto se encontraba en curso a fines del
2003.
Alumbrado público. La iniciativa surgió de la
reinserción de la Cooperación Holandesa en Cuba,
a través del Ministerio de Inversión Extranjera
(Mindex). Se contactó al Centro Memorial Martin Luther King
Jr.
pidiéndole que identificará un proyecto de
beneficio e impacto rápido en algún barrio de La
Habana, por un total de 60.000 dólares y que pudiera ser
llevado a la práctica mediante la gestión y
dirección del Centro Memorial. El Centro Memoriall y el
Taller de Transfor- mación Integral, trabajando juntos,
estudiaron el Diagnóstico Participativo en busca de una
inciativa que cumpliera con las condiciones exigidas: " Vimos
allí que el problema del alumbrado era muy fuerte y sentido.
Estaba a la altura de los recursos que disponiamos.. en las condiciones
de ese momento el estado no tenía recursos financieros para
hacerlo...decidimos por lo tanto empezar a trabajarlo"(102).
El barrio carecía en ese tiempo de iluminación
pública. La situación fue descrita por un vecino
de la siguiente manera: "las calles se alumbraban con
lámparas puestas en el portal de las casas por los vecinos
mismos. El barrio parecía una boca de lobo. Las personas, a
una determinada hora tenían miedo de salir a la
calle."(103). Existía por parte de los residentes una
demanda de mucho tiempo por cambiar las condiciones físicas
del barrio, con la iluminación como alta prioridad.
También, todos estaban conscientes, tanto en el Taller como
en el Centro Memorial y la comunidad, que un proyecto de
iluminación pública es una operación
con alto componente técnico, incluyendo el levantamiento de
postes, tendido de líneas, transformadores, farolas, etc. en
todo lo cual no se veía claro como la comunidad
podría participar.
El momento coincidió con un proceso en curso en el Centro
Memorial, una reflexión acerca de qué es lo que
puede considerarse como un proyecto de participación popular
y de desarrollo al mismo tiempo. Así fue como se
decidió que este proyecto, junto a las transformaciones
físicas, debía tener también un
componente educativo y participativo. El ingeniero Felix Yanez, a cargo
del proyecto por parte del Centro Memorial, desdcribe como este se
llevó adelante:"Diseñamos un proceso que
incluyó desde el primer momento a los principales actores de
la comunidad: el Taller de Transformación, algunos
líderes no formales del barrio, los núcleos
zonales del Partido, los delegados al Consejo Popular y los
representantes de la administración municipal. Desde el
primer dia se comenzó con reuniones de
identificación y discusión de los problemas, se
formularon estrategias de especialización, se construyeron
en conjunto los indicadores para ir evaluando el trabajo. Se realizaron
dos talleres parciales de control con todos ellos, un taller de
evaluación final y reuniones operativas todas las semanas.
Todos participaron. En las reuniones se discutia lo que se estaba
haciendo, que zonas priorizar, que cosas eran buenas y cuales malas. El
proyecto beneficiaría unas 26.000 personas en todo el
Consejo Popular, por lo que no todos podian participar. La
participación se centró principalmente en los 16
delegados al Consejo Popular y en algunos líderes locales
informales. Hubo que capacitarlos para leer y entender presupuestos, a
administrar proyectos de cooperación,a sentirse oidos, a
sentir que sus opiniones eran respetadas. Que lo que ellos decian se
construía o se discutía. Ese fue un componente
muy fuerte: que la transformación física se
convirtiera para ellos en un
momento de formación. Al mismo tiempo que las 26.000
personas se reunieran con sus delegados en las circunscripciones para
discutir esto. Hubo programas de radio, uno en la
televisión. Se montó todo un sistema. Luego de un
año y poco hicimos una reunión final de
evaluación .Este proyecto nos dió la pista para
entender que en las condiciones de Cuba esta sería la forma
de realizar la participación popular. Se
publicitó bastante. Hicimos una gran fiesta final en el
barrio, un video y una cartilla popular de 10 mil ejemplares, elaborada
por los participantes mismos, que recoge la cultura barrial y las forma
en que se desarrolló el proyecto. Se ha buscado aumentar el
sentido de pertenencia de lo logrado, Hay todavía ejemplos
de cómo la gente protege la obra. El Consejo Popular
quedó con los inventarios de los repuestos para que
fizcalizara el seguimiento, aún cuando los recursos
obviamente se están agotando. Hasta donde esto es sostenible
es debatible. Pero hubo un cambio en la mentalidad de los delegados y
en el Taller de Transformación, los que participaron en el
trabajo. Ellos trabajaron en un proyecto donde ellos no eran agentes
pasivos...
Hubo momentos difíciles. Cuando se decidió hacer
este proyecto hubo una reunión con más de 50
personas, los 16 delegados al Consejo Popular, la empresa
eléctrica, otros actores. Se discutió lo que se
haría y cómo se haría. La parte
técnica estaba por supuesto a cargo de la empresa
eléctrica. Ellos aceptaron la participación de
los otro actores. Pero eso fue una guerra, ya que los ingenieros no
estaban acostumbrados a aceptar intromisiones, que gente no calificada
les cambiara el programa. Hubo peleas. Más adelante el
cronograma de trabajo debió ser alterado, ya que
venía la fiesta del barrio, el 24 de Febrero, y la gente
quiso que la primera parte iluminada fuera el lugar de la fiesta, donde
tocan las orquestas, se bebe ron y se baila. La gente dijo, mala
suerte, no nos dimos cuenta antes. Nos equivocamos la primera vez,
hagamos otro cronograma nuevo. La participación es
difícil, pero hay que definarla, afinarla, programarla. Lo
fundamental era que la población se interesara, que le
dijeran a los niños que no rompieran las
lámparas."(104) La palabra final la dice el vecino Oropesa:
"nadie tira piedras a las lámparas. Eso lo digo yo. El
ambiente de noche cambió completamente...hoy la gente va a
la plaza, las personas se sientan en los portales, pasean, es decir,
¡esto fue un proyecto comunitario!"(105).
El bosque sagrado de Pogolotti. El límite sur del barrio
Pogolotti, donde se encuentra el asentamiento Isla del Polvo, penetra
en el Parque Metropolitano de La Habana, una gran zona de la ciudad que
incluye áreas muy deterioradas, vertederos de basuras,
áreas verdes en excelente estado y bosques tradicionales. Se
estima que el 50% de la superficie del Consejo Popular
Pogolotti-Finlay-Belén es parte del Parque Metropolitano.
Desde hace algunos años existe un programa municipal para
recuperar el Parque, el que ha sufrido los mismos problemas para su
funcionamiento que el resto de la ciudad. Uno de los bosques del
Parque, cercano a Isla del Polvo, fue tradicional- mente un lugar
considerado sagrado por las iglesias afrocubanas del barrio, cuyos
santeros lo usaban para ceremonias y para enterrar prendas. Ese bosque
había sufrido mayores deterioros a través de los
años, muchos de sus árboles habían
sido destruidos para fabricar carbón y se había
usado extensamente como depósito de basuras. En 1995 un
grupo de residentes en Isla del Polvo, hombres, en su mayor parte
abuelos, miembros de las iglesias afrocubanas, aprovecharon una
donación financiera internacional para iniciar un proyecto
local – llamado Bosque Sagrado de Pogolotti - de
recuperación del bosque, rescatar especies forestales en
extinción, limpiar y realizar obras que permitieran recobrar
el carácter religioso. Este proyecto se ligó
formalmente al proyecto mayor de recuperación del Parque
Metropolitano de La Habana.
La recuperación del bosque era una iniciativa reclamada por
los residentes en el barrio por mucho tiempo. La ejecución
de este proyecto mediante el trabajo voluntario de vecinos motivados
por su fe religiosa, provistos de materiales y herramientas financiadas
por la donación, se interpretó inicialmen- te
como una gran oportunidad, en la cual también participaron
los equipos técnicos municipales que trabajaban en la
recuperación del Parque Metropoli- tano en su conjunto. El
proyecto contó con el apoyo tanto del Taller de
Transformación como del Consejo Popular. Aún
así, el proyecto tuvo que luchar desde el principio contra
acciones vandálicas de personas que dormían en el
bosque y contra las invasiones de ganado.
Tiempo después de iniciado el proyecto se creó un
conflicto entre los participantes religiosos y el resto, especialmente
los representantes de instituciones oficiales como el Consejo Popular y
el Taller. La manifestación visible del conflicto se
centró, probablemente en forma simbólica, en el
uso de la palabra "sagrado" en el nombre de la iniciativa, lo que
indicaría la presencia de un contenido ideológico
en la disputa. Finalmente el Consejo Popular decidió, por
mayoría de votos, eliminar el término "sagrado"
del título, y reforzar el carácter ambientalista
de la iniciativa, una medida que fue apoyada por el Taller y otras
instituciones locales. La medida llevó también a
la renuncia del líder del proyecto y al abandono del trabajo
voluntario por parte de los vecinos que lo habían iniciado
por una motivación religiosa. Este hecho marcó el
final del proyecto de acuerdo a su definición y contenido
original, un resultado que aún hoy despierta resenti-
mientos en la comunidad de origen religioso, lo cual se hizo evidente
en las discusiones del Taller Participativo de 2003.
El bosque de Pogolotti. El cambio de orientación en los
objetivos del proyecto, expresado en el cambio del nombre, del
líder local y del grupo de trabajo, representó de
hecho un nuevo proyecto. En este participan más
directamente, con un rol de dirección y
orientación, los equipos técnicos del Parque
Metropolitano de La Habana que se encuentran trabajando en la
recuperación del Parque en su conjunto. Esa
orientación es principalmente ambientalista, dirigida a
recrear en la ciudad, y en este caso en el barrio, un área
de esparcimiento social y un pulmón verde. El trabajo
participativo del barrio es principalmente voluntario, estimado en unas
25 personas, a los que se agregan los niños de una escuela
local.
Este proyecto está en curso y cuenta con el apoyo del Taller
de Transformación y del Consejo Popular. Sus recursos
provienen principalmente del Parque Metropolitano y sufren las
limitaciones que ese proyecto metropolitano ha tenido. Entre estas se
registra el reclamo de la comunidad por el atraso en proveer plantas
medicinales que se deseaba incorporar al Bosque (106). Es interesante
notar que mientras en el primer proyecto trabajaban voluntariamente
muchos más hombres que mujeres, esta situación se
ha revertido en el proyecto actual, donde la participación
de mujeres es mayoritaria.
Reciclaje en Pogolotti. El primer Diagnóstico Participativo
organizado por el Taller de Transformación Integral en 1998,
identificó como el problema número uno las malas
condiciones sanitarias del barrio, definió como primera meta
"mejorar las condiciones higiénico sanitarias del barrio" y
acordó 4 iniciativas: "solucionar, en conjunto con las
instituciones respectivas, el problema de la recogida de basura...
eliminar los micro-vertederos existentes en el área del
Parque Metropolitano con la participación de la
población y las instituciones...educar a la
población en el tratamiento de desechos mediante
técnicas de reciclaje con asesoría de expertos..
y promover la recogida de materia prima en los CDR."(107). Estos
propósitos fueron seguidos por un taller con la
participación del Grupo del Medio Ambiente, miembros del
equipo técnico del Parque Metropolitano de La Habana, del
Taller de Transformación, del Consejo Popular y educadores
populares del Centro Memorial Martin Luther King Jr. Uno de los
productos de este Taller fue la formulación del proyecto
"Reciclaje en Pogolotti". En esa ocasión se definieron
también los procedimientos a seguir para poner en
ejecución el proyecto y sus componentes principales.
La responsabilidad de promoverlo recayó en el Taller de
Transformación Integral y en un grupo asesor que incluye
algunos trabajadores voluntarios y otros a sueldo, financiados por el
Parque Metropolitano. El grupo de trabajo realizó encuestas
y talleres informativos con los vecinos del barrio para discutir los
problemas del saneamiento y el reciclaje. La primera
conclusión general fue que la existencia de microvertederos
se debía principalmente a la deficiencia de los sistemas de
recolección de basuras, a la falta de contenedores
familiares y a la carencia de educa- ción ambiental de los
residentes del barrio (108).
El proyecto consistió en separar la basura producida por los
hogares en materia prima – botellas, tarros, papeles y
objetos durables – y en materia orgánica
– sobras de comida, cáscaras, borra de
café y otras – y en recoger esto regular e
individualmente de cada una de las casas seleccionadas para el
proyecto, dando a estos materiales un destino productivo. Se
seleccionaron inicialmente 63 viviendas, parte en uno de los edificios
de apartamentos y parte en una de las cuadras. Este número
posteriormente se elevó a 173. Se entregó a cada
familia una caja para depositar la materia prima y un cubo
plástico con tapa para mantener la materia
orgánica. Miembros del grupo de reciclaje
retiraría semanalmente la materia prima y diariamente lo
orgánico. El plan inicial fue crear una tienda de ventas a
cargo del proyecto para vender la materia prima, pero esto no
había sido posible, por lo menos hasta el 2003. La
razón es la misma que obstaculiza iniciativas similares en
este y otros barrios: la dificultad administrativa con que se
encuentran los grupos comunitarios de recibir dinero, abrir una cuenta
bancaria y disponer de ese dinero en beneficio del barrio. En esas
circunstancias se llegó un acuerdo con los CDR: la materia
prima se mantendría en contenedores cerrados a cargo del
grupo de reciclaje para ser retirada tres veces por semana por los CDR,
quienes sí están en condiciones de venderla. La
materia orgánica se junta diariamente en contenedores y se
procesa para producir "composto" – fertilizante
orgánico que posteriormente se distribuye a los aparceros
locales. El grupo de reciclaje no recibe ingresos por su trabajo.
Un componente importante del proyecto ha sido la educación
ambiental de los vecinos. Para esto se realizan talleres educativos y
reuniones locales en los apartamentos y en las casas. Igualmente se
llevan a cabo varios programas con niños de las escuelas
locales. Un factor en el éxito con que se ha desarrollado
este proyecto, según varias opiniones entregadas en el
Taller Participativo de 2003, radica en el carisma y la capacidad de
convocatoria de Iluminada, designada por el Taller de
Transformación y el Consejo Popular como líder
del reciclaje. Bajo su dirección niños y vecinos,
especialmente los residentes en los edificios de apartamentos, han
transformado varios microvertederos alrededor de los edificios en
jardines por medio de trabajo voluntario. Según Iluminada
esto de debe "a que todos me conocen, yo vivo en esos edificios. Los
vecinos saben de mi interés por las cuestiones ambientales.
Me habían visto en mi lucha contra la basura. En ese lugar
teníamos varios microvertederos que eran en verdad
macrovertederos y muchos habían sido testigos de
cómo yo me fajaba con los municipales para que recogieran la
basura."(109).
La participación de la comunidad ha sido un factor
importante en la realización de este proyecto, al depender
de la iniciativa responsable de cada vecino. Esto se ha logrado en
buena medida mediante la consulta regular y las reuniones informativas
que tienen lugar. "Se hacen reuniones con los vecinos en algunas casas
y apartamen- tos del piso bajo, tomando los CDR como unidad. Hay un CDR
por cuadra y uno por edificio. Se colocan anuncios 3 dias antes de las
reuniones, indicando el lugar. También yo hablo con los
presidentes de los CDR y los dirigentes de las organizaciones de masas,
Federación de Mujeres, Juventud y otras. Generalmente asiste
un alto porcentaje de los vecinos. No todos naturalmente, hay muchos
que llegan tarde y cansados del trabajo y amas de casa que
están cocinando"(110). A fines del año 2003 el
proyecto se encontraba en curso aún cuando el
número de familias participando no había
aumentado ni parecía que el proyecto había sido
replicado en otras áreas del barrio.
Casa Comunitaria y del Adulto Mayor. Este proyecto, ya terminado,
logró satisfacer dos necesidades importantes en el barrio.
En los términos de referencia que establecen las
características de funcionamiento de los Talleres de
Transformación Integral se da gran importancia a la
existencia de una sede, un edificio, un establecimiento reconocido por
la comunidad como un centro social al que se puede entrar y conversar,
que se puede conseguir para reuniones de grupo o fiestas familiares,
donde se realizan cursos y espectáculos culturales, donde es
posible conseguir apoyo para iniciativas individuales y colectivas. No
ha sido fácil para ningún Taller que se inicia
conseguir una sede que responda a estas condiciones y muchos no la
tienen después de años funcionando. Durante sus
primeros años el Taller de Transformación de
Pogolotti debió funcionar en locales inadecuados o prestados
por otras instituciones. La necesidad de resolver el problema aparece
ya en el Primer Diagnóstico Participativo en
términos de "elaborar un proyecto de Casa
Comunitaria.»(111).
El segundo tema tiene que ver con la situación de las
personas de la tercera edad. Existe en Cuba una política
nacional para reinsertar a las personas de edad avanzada en la vida
social y comunitaria. Existen numerosos "círculos de abuelos
y abuelas", organizaciones deportivas que incluyen actividades para la
tercera edad, grupos culturales, espectáculos, etc. que
cuentan con la contribución de académicos,
especia- listas, artistas y deportistas de renombre nacional. En
Pogolotti la situación es similar. Viven en el barrio
numerosas personas de la tercera edad, las que se agrupan y realizan
actividades similares a las mencio- nadas, pero por mucho tiempo no
contaban con un lugar con las facilidades requeridas. Por lo general
compartían la inadecuada sede del Taller de Transfor-
mación o se juntaban en el centro deportivo Jesús
Menéndez.
A fines de la década de los 90 el Taller recibió
una donación de la organización no gubernamental
Oxfam-Canada que le permitió construir la CASA COMUNITARIA Y
DEL ADULTO MAYOR en el centro de Pogolotti. Donaciones adicionales de
otras ONGs europeas han permitido equipar la Casa no solo con muebles
sino con televisión, equipo de música y video,
computadores y equipo de oficina. En lo que respecta al Taller, la Casa
Comunitaria cumple exactamente las funciones definidas en los
términos de referencia iniciales: es un centro de
reunión y actividad comunitaria reconocido y utilizado por
la población. En lo que respecta a los abuelos y abuelas, es
la sede donde se juntan los distintos grupos sea para jugar
dominó, escuchar conferencias, ver los videos, organizar
peñas, beber unos tragos de ron y bailar el
danzón, discutir de política o simplemente
conversar. Algunas actividades que requieren gastos – por
ejemplo excursiones – se financian con modestas
contribuciones del gobierno municipal, del Centro Memorial Martin
Luther King Jr. o de los abuelos mismos. Roberto Oropesa, jubilado y
uno de los organizadores de estas actividades, intervino en el Taller
Participativo de 2003, indicando que más del 50% de las
personas de la tercera edad del barrio participan en estas actividades.
Describió algunas de ellas entre las que apareció
el proyecto de organizar una galería de arte en el barrio, a
la que los museos de La Habana prestarían algunas obras y
donde expondrían sus trabajos artistas nacionales con el
auspició de las agencias nacionales a cargo de las artes
plásticas:"muy pronto se va a inaugurar aquí una
galería de arte, porque hay cosas que tenemos que decirlas:
el transporte en nuestro país no es muy fácil
para trasladarse a museos que están en el centro de La
Habana y como al museo es difícil ir nosotros vamos a traer
el museo aquí. (112).
Definiciones, hipótesis y método de análisis
Como se dijo anteriormente, la investigación sobre
la influencia de siete factores en el destino de los proyectos
comunitarios definió como hipótesis general
positiva la presencia de la sociedad civil como causa del
éxito de esos proyectos, en oposición al rol de
las instituciones del estado. El capítulo de la
investigación que se examina en este documento se propuso
investigar si el ORIGEN de los proyecto en la sociedad civil constituye
un factor importante para que esta, al reconocerlos como propios, les
preste el apoyo necesario para contribuir a su éxito. Los
resultados podrían, por lo tanto, confirmar esta parte de la
hipótesis general explicando las razones para tal
relación positiva, o podrían mostrar lo contrario
- que proyectos originados en la sociedad civil fracasaron con
más frecuencia - o concluir que el origen es irrelevante
para explicar el destino de un proyecto. Para mayor
precisión se proponen las siguientes definiciones y
explicaciones:
Origen de las iniciativas. El origen de las iniciativas se adscribe a
los actores sociales -individuos, grupos o instituciones - que ejecutan
acciones dirigidas a afectar determinados atributos y condiciones
sociales. La investigación sostiene que originar un proyecto
envuelve acciones para darle vida y que, por ejemplo, la
formulación de su necesidad no es suficiente para darle
origen.
Actores sociales. La complejidad presentada por la posible variedad de
actores sociales ha sido simplificada, reduciendo su número
a dos. Se considera un actor genérico, individual o
colectivo, constituyendo la sociedad civil, la comunidad de residentes,
independiente de las organizaciones e instituciones asociadas al
estado.Y se define otro actor genérico, individual o
colectivo, la institución pública, representante
o miembro del estado o designada por este para llevar adelante
iniciativas específicas.
Inevitablemente en la vida real surgen casos de más
difícil definición cuya solución
requiere de acuerdos previos. Casos especiales de complejidad aparecen
cuando funcionarios de instituciones públicas (por ejemplo
médicos y maestros) inician proyectos que, estando dentro
del espíritu de las actividades de sus instituciones, se
apartan de las rutinas regulares de esas y ofrecen
características especiales y novedosas. En esos casos, se
propone considerar esos proyectos como originados por la sociedad
civil. Un caso similar se refiere a individuos que son o han sido
delegados elegidos por la comunidad a organismo del estado tales como
el Consejo Popular. Como en el caso anterior, se propone considerarlos
como parte de la sociedad civil. Por último está
el caso del Taller de Transformación Integral. El Taller es
una institución del estado y, aunque muchas acciones parecen
transfor- marlo en un abogado de la sociedad civil, se propone mantener
su definición como una institución
pública.
Éxito o fracaso de las iniciativas.
a) Iniciativas en curso: Se consideran exitosas si están cumpliendo sus objetivos inicialmente defini- dos, si no han experimentado problemas que amenacen su continuidad, si son reconocidas por los residentes como importantes y/o si se estima que son replicables o han sido ya replicadas.
b) Iniciativas terminadas: Se consideran exitosas si cumplieron los objetivos inicialmente definidos, si son reconocidas por los residentes como importantes, si se estima que son replicables o han sido ya replicadas.
Respuesta negativas a estos criterios indican que las iniciativas han fracasado.
Hipótesis específica del factor origen. La investigación pretende establecer una relación entre el ORIGEN de las iniciativas y el ÉXITO o el FRACASO de las mismas, de acuerdo a las definiciones anteriores y en respuesta a la siguiente hipótesis:
Iniciativas originadas en la sociedad civil son más frecuentemente exitosas que iniciativas originadas en las instituciones públicas.
Tal como se estableció con anterioridad en este documento, la hipótesis es verificada cuando:
a) iniciativas originadas en la sociedad civil son exitosas.
b) iniciativas originadas en instituciones públicas fracasan.
y la hipótesis es invalidada cuando:
c) iniciativas originadas en la sociedad civil fracasan.
d) iniciativas originadas en instituciones públicas son
exitosas
El método seguido para verificar la hipótesis consiste en una descripción del origen de cada iniciativa en base a los testimonios privados y públicos entregados por sus protagonistas, incluidos sus gestores, ejecutores, beneficiaros y otros; en la adscripción del origen a uno de los dos actores sociales propuestos - sociedad civil o instituciones públicas; y la comparación de esa información con el resultado de la iniciativa, de acuerdo a los criterios expuestos más arriba
El origen de los proyectos es siempre más complejo
que su definición. Aún cuando para facilitar la
investigación ese origen se ha simplificado, se ha mantenido
siempre como precaución la idea de su complejidad: la
influencia de factores contextuales, las relaciones y ejemplos
proporcionados por otros proyectos parecidos, la imposibilidad de
separar ideas desarrolladas en conversaciones informales en las que
participan muchos actores y, especialmente en el caso de esta
investigación, la influencia del los Talleres de
Transformación Integral.
Análisis del factor ORIGEN en el barrio Pogolotti
La síntesis del análisis de los 10
proyectos de Pogolotti se encuentra en la TABLA N.1.
Básicamente esta establece una relación entre el
origen de las iniciativas y sus resultados y la consecuencia de esa
relación para la hipótesis de la
investigación.
El resumen de la comparación y evaluación ofrecidas por la TABLA N.1 es el siguiente:
Total Iniciativas examinadas en Pogolotti: 10
Iniciativas que verifican la hipótesis: 4
- Origen sociedad civil = éxito 4
- Origen institución pública = fracaso: 0
Iniciativas que invalidan la hipótesis: 6
- Origen sociedad civil = fracaso: 2
- Origen institución pública = éxito: 4
Otros resultados:
Total iniciativas: 10 exitosas: 8 fracasadas: 2
Total iniciativas originadas por:
sociedad civil: 6 instituciones públicas: 4
Iniciativas, cualquier resultado, originadas por sociedad
civil: 6
sociedad civil independiente 2
con apoyo del Taller 3
Con apoyo otra institución pública 1
Iniciativas exitosas originadas por sociedad civil: 4
sociedad civil independiente 1
con apoyo del Taller 2
Con apoyo otra institución pública 1
Comentario sobre resultados en barrio Pogolotti. La Tabla N.1 informa que la gran mayoría de los proyectos comunitarios en Pogolotti han sido exitosos (8 de 10). Sin embargo el cuadro es más complejo, por cuanto hay cuatro iniciativas exitosas originadas por la sociedad civil y también cuatro exitosas originadas por las instituciones públicas. Las primeras verifican la hipótesis con respecto al factor Origen, mientras las segundas la invalidan. La presencia de otras dos iniciativas originadas en la sociedad civil pero fracasadas aumenta el peso negativo contra la hipótesis general: cuatro iniciativas la confirman y seis la invalidan. La conclusión inicial de la investigación es que mientras en Pogolotti la casi totalidad de las iniciativas examinadas fueron o son exitosas, no es posible generalizar ese resultado como asociado a un origen específico, ya sea en la sociedad civil o en las instituciones públicas.
Un examen más detallado de las cuatro iniciativas
exitosas originadas en la sociedad civil – que por lo tanto
confirmarían la hipótesis general –
muestra que solo dos son claramente de origen independiente: el Grupo
Alafia y el proyecto de Conservación de Alimentos. En el
primer caso, un proyecto de gran éxito que cuenta con gran
apoyo de la comunidad, la iniciativa partió de dos
jóvenes residentes, profesionalmente ligados a la cultura y
al arte folklóri- co antes del Diagnóstico
Participativo del barrio, quienes posteriormente obtuvieron apoyo
institucional. En el segundo caso, un proyecto de éxito
nacional, la iniciativa es aún más
nítidamente indepen- diente, tomada por un matrimonio de
profesionales jubilados que vive en el barrio. Las otras dos
iniciativas – Conjunto Infantil "Mayanabo" y Alumbrado
Público – están también
originadas por la sociedad civil, pero hay en ellas considerable
participación inicial del Taller de
Transformación Integral: diagnóstico
participativo, conversaciones, asistencia, negociaciones. Por su parte
las cuatro iniciativas exitosas originadas en las instituciones
públicas – y que por lo tanto invalidan la
hipótesis – muestran con toda claridad la
intervención de esas instituciones. Dos de estos proyectos
se originaron como resultado de instituciones públicas
haciéndose cargo (redefiniendo objetivos, redimensionando el
campo de acción, etc.) de los dos proyectos originados en la
sociedad civil que no pudieron continuar. Uno de estos fue el proyecto
original de construir 25 viviendas en "Isla del Polvo" con
participación comunitaria en el diseño y
construcción de las viviendas, concebido y gestiona- do
inicialmente por el Centro Memorial Martin Luther King Jr. A pesar de
la identificación de la comunidad local con esta iniciativa,
dificultades técnicas y de gestión del proceso
constructivo sobrepasaron la capacidad del Centro Memorial y de la
comunidad para llevar adelante el proyecto participativo inicial. Este
proyecto debe considerarse como fracasado y fue reemplazo por un
proyecto convencional para construir 63 viviendas, a cargo del
Movimiento de Microbrigadas y con participación
administrativa del Taller de Transformación y el Centro
Memorial. Este proyecto se encontraba a punto de terminar con
éxito en el año 2003, a pesar de haber demorado
10 años en su ejecución.
El segundo caso de un proyecto exitoso originado en las instituciones
públicas en reemplazo de un proyecto fracasado originado en
la sociedad civil es el Bosque de Pogolotti, el que
reemplazó al proyecto del Bosque Sagrado de Pogolotti. Este
último surgió de la iniciativa de la comunidad
cuyo interés principal era revivir el carácter
religioso del bosque, históricamente un lugar de ritos de
religiones afro-cubanas. Esta iniciativa entró en conflicto
con autoridades públicas, resultando en el retiro de los
participantes originales.
El proyecto fue redefinido y asumido por el Parque Metropolitano de La
Habana como parte de un proyecto mayor de reforestación y
desarrollo ecológico, el que está en curso con
éxito. Las otras dos iniciativas exitosas originadas en
instituciones públicas son el Proyecto de Reciclaje y el
Proyecto de la Casa Comunitaria y del Adulto Mayor. El origen del
primero está en el esfuerzo del Taller de
Transformación Integral para resolver el problema de
recolección de basuras – identificado en el
Diagnóstico Participativo – mediante su reciclaje
y aprovechamiento agrícola y comercial. Este proyecto se
encuentra en curso. El segundo también se originó
en el esfuerzo del Taller para resolver de manera combinada dos
problemas identificados en el Diagnóstico Participativo,
aprovechando una donación financiera de Oxfam-Canada, lo que
permitió la construcción de un edificio de una
planta, de uso múltiple, que presta servicios tanto a los
ancianos como a la comunidad en su conjunto. Tanto el proyecto de
Reciclaje como el de la Casa Comunitaria y del Adulto Mayor cuentan con
apoyo de la comunidad local.
Conclusiones de la investigación sobre el factor
"origen" en el barrio Pogolotti.
La interpretación de las explicaciones que acompañan cada proyecto permite entender más de lo que se lee en el aparente empate cuantitativo referido a la validez de la hipótesis y arroja alguna luz sobre la complejidad de los orígenes de los proyectos y la importancia del apoyo comunitario. La información confirma que la mayoría de los proyectos examinados en Pogolotti han sido y son exitosos y que los orígenes de estos están igualmente divididos entre la sociedad civil y las instituciones públicas. La información dice que de los seis proyectos originados en la sociedad civil dos de ellos fracasaron y que en otros dos, incluidos entre los exitosos, hay considerable influencia inicial del Taller de Transformación Integral. La información también nos dice que todos los proyectos originados en instituciones públicas son exitosos. Con respecto al apoyo de la comunidad, la información confirma que cinco de los seis proyectos originados en la sociedad civil, incluidos los dos que fracasaron, contaban y cuentan con gran apoyo de la comunidad. La conclusión de este análisis es que en el barrio de Pogolotti mientras las iniciativas comunitarias han sido exitosas no es posible asignar este éxito a un origen específico. El acento parecería estar levemente cargado a favor de las instituciones públicas, dada la influencia del Taller de Transformación Integral. La misma neutralidad se aplica al apoyo de la comunidad.
El factor origen en los tres barrios examinados por la
investigación.
Aún cuando este documento está centrado solo en el caso del barrio Pogolotti, es útil incluir un comentario – a manera de conclusión general – relativo al conjunto del universo examinado por la investigación. El grupo de investigación examinó en términos comparables 29 proyectos – o iniciativas - en los barrios Balcón Arimao-Novoa, El Canal y Pogolotti. 23 de estos proyectos fueron exitosos y 6 fracasaron. Este es un dato interesante pero no de gran significado. La investigación no ejerció control selectivo ni cuantita- tivo de fuentes, por lo que era de esperar que la gran mayoría de los casos presentados iban a ser exitosos. Tampoco era su objetivo comparar numéricamente los éxitos con los fracasos, sino explicar como es que se llega a uno u otro resultado.
El segundo punto interesante a destacar es que hay una gran
cantidad de proyectos que parecen, a primera vista, originados por la
sociedad civil (21 de 29). Una primera interpretación de
este dato es que reflejaría las condiciones creadas en los
barrios de Cuba por la respuesta del gobierno al Período
Especial: incentivar la iniciativa de la sociedad civil en la
solución de proble- mas sociales que el estado no
está en condiciones de abordar. Pero la situación
es en verdad más compleja: las instituciones
públicas, especialmente los Talleres de
Transformación Integral, han participado en el origen de
más de la mitad del total de proyectos aparente- mente
iniciados por la sociedad civil (11 de 21) y esta proporción
es aún mayor cuando se consideran los proyectos exitosos de
ese origen (9 de 15).
Esta información describe con bastante
más precisión las características del
universo cubierto por la investiga- ción en los barrios. De
29 proyectos examinados solamente 10 pueden ser considerados como
originados limpiamente en la sociedad civil, 8 en las instituciones
públicas y hay 11 que aparecen clasificados justificadamente
como parte de la sociedad civil pero que en realidad muestran
también la presencia de las instituciones
públicas en su origen. Cuando se exami- nan exclusivammente
los 23 proyectos exitosos, solo 6 aparecen claramente originados por la
sociedad civil, 8 en las instituciones públicas y 9
mezclando ambas fuentes. Un examen más detallado
también permite ver que una de las instituciones
públicas que más participa en estas combinaciones
es precisamente el Taller de Transformación Integral de cada
barrio.
El número de proyectos que confirman la hipótesis
(15) es prácticamente similar a la cantidad de casos que la
invalidan (14). La hipótesis está validada por 15
proyectos exitosos, todos originados en la sociedad civil,
aún cuando no se aplicó a estos la
segregación anotada más arriba. La ausencia de
proyectos fracasados originados por las instituciones
públicas reduce la validez de la hipótesis. La
distribución de los proyectos que invalidan la
hipótesis es más pareja. De los 14 que forman el
total, 8 son iniciativas exitosas originadas por las instituciones
públicas y 6 son proyectos fracasados originados por la
sociedad civil.
La información disponible crea una
situación de incertidumbre respecto a la validez de la
hipótesis que asigna el éxito de los proyectos
comunitarios a su
origen en la sociedad civil. La conclusión de este
análisis es que hay tantas razones para validarla como para
invalidarla. Si bien los casos examinados muestran un predominio de
proyectos exitosos nacidos en la sociedad civil, los detalles del
análisis indican que en muchos casos el origen de esos
proyectos incorpora influencias de las instituciones
públicas, que hay una buena cantidad de proyectos de la
misma procedencia que fracasan y que ninguno de los proyectos
originados en las instituciones públicas fracasó.
Un análisis más amplio posiblemente
llegaría a la conclusión de que estos resultados
expresan con bastante fuerza las carácterísticas
del contexto cubano que se examinó brevemente al comienzo de
este documento. Dentro de los límites estrictos del presente
análisis no parece recomendable generalizar a favor de uno u
otro origen. Solo hay ejemplos que pueden o no seguirse si las razones
que los explican son convincentes. Una conclusión mas
drástica lleva a decir que el origen de los proyectos
comunitarios en Cuba, hoy día, no tiene una gran influencia
en su éxito o su fracaso.
La influencia del mencionado contexto aparece más
evidente si en lugar de examinar los efectos de un solo factor en un
solo barrio – que es el objeto de este análisis -
se observan los resultados de la investigación en su
conjunto, los efectos de los siete factores en todos los proyectos en
tres barrios. Las conclusiones de la investigación
"demuestran que el avance, freno o suspensión total de una
iniciativa depende de una combinación de diferentes
factores, lo que quiere decir que no se encontró ningun caso
en que hubiera un solo factor determinante de su desarrollo"(113). Se
observó, sin embargo, que algunos factores parecen tener,
con cierta frecuencia, más influencia que otros en tales
desarrollos. En la mayoría de los proyectos exitosos
surgió el rol de un líder local como un factor
importante. Se observó también la importancia del
Taller de Transformación como factor de continuidad y de
multiplicación de las iniciativas en los barrios. La mayor
sorpresa fue el descubrimiento de la "cultura", especialmente la
religión, como un fuerte factor de motivación y
continuidad:"en casi todas las iniciativas ligadas a las
raíces afrocubanas, sobre todo aquellas en que la
música y al baile juegan un papel importante, el factor
religión está muy presente y aglutina a los
integrantes.(114) " Este fenómeno no se limita a las
iniciativas artísticas pero incluye también
actividades tales como el Bosque Sagrado de Pogolotti y grupos de
estudios religiosos en otros barrios.
Ronaldo Ramirez
Londres, Abril 2004.
NOTAS
1 Países del Sur, un eufemismo muy usado para
evitar referirse al subdesarrollo o a la pobreza.
2 Los términos "proyecto" e "iniciativa" tienen el mismo
significado en este documento. Por "proyectos comunitarios" se
entienden iniciativas con una fuerte presencia de la sociedad civil.
3 Véanse por ejemplo los Informes globales sobre
Asentamientos Humanos publicados por UN-Habitat en 1996, 2001 y 2003;
Amis,P. 1995, 1999 y 2001; Chambers, R. 1995 y 1997; Wratten,E. 1995;
Jones,S. 1999; Salama,P. 1998; Ramirez,R. 2002 y 2003.
4 Ronaldo Ramirez: "Urban Poverty Reduction and Urban Security
Consolidation: a New Paradigm at Work?" Urban Management Programme,
Working Paper N.20. Nairobi, 2002 y "Ciudad y Pobreza: el Paradigma
Cualitativo de la Pobreza Urbana" en Balbo,M; Jordán,R;
Simioni,D; (compiladores): "La ciudad Inclusiva", CEPAL. Santiago de
Chile, 2003.
5 UN Habitat, Ibid, 2001
6 Roberto Segre; Mario Coyula y Joseph L Scarpaci: "Havana, Two Faces
of the Antillean Metropolis". J.Wiley & Sons, UK, 1997. El
capítulo 6 se titula "The Hope and Reality of Socialist
Housing".
7 Segre,R et.al. Ibid, 1997, p. 196,citando a P. Castex, 1986.
8 Segre,R et.al. Ibid, 1997, p. 197,citando a J.M. Fernández
Núñez, 1976.
9 Segre,R et.al. Ibid, 1997, p. 197, citando a R. Estévez,
1977.
10 Segre,R et.al. Ibid, 1997, p. 196
11 Segre,R et.al. Ibid, 1997, p. 295
12 Segre,R et.al. Ibid, 1997, p. 206
13 Segre,R et.al. Ibid, 1997.p. 193
14 Segre,R et.al. Ibid 1997.p. 209. citando a S. Gomila et.al. 1984.
15 Lourdes Ortega Morales: "Barrios Céntricos de Inquilinato
en La Habana. El Barrio de Atarés", en Harms,H;
Ludeña,W y Pfeiffer, P. (compiladores) "Vivir en el Centro.
Vivienda e Inquilinato en los Barrios Céntricos de las
Metrópolis de América Latina." Technische
Universitat Hamburg-Harburg.
16 Conventillos, cuarterias, colonias, etc.
17 Segre,R et.al. Ibid, 1997. p. 209
18 Ortega Morales, L: Ibid,1996. p. 99.
19 Entrevista a Roberto Almaguer. 2002. Afirmaciones similares
relativas al "barrio" aparecieron en otras entrevistas.
20 Rosa Oliveras Gomez: "Planeamiento Estratégico
Comunitario". GDIC. La Habana, Cuba, 1999. p. 7
21 Cifras posteriores identifican 600 barrios.
23 Oliveras Gomez,R: Ibid. 1999 paj. 8). El informe citado corresponde
a "Trabajo Comunitario Integrado", del Grupo Ministerial para el
Trabajo Integrado", sin fecha.
24 Entrevista a Gina Rey.
25 Entrevista a Gina Rey.
26 Roberto Almaguer Guerrero: "Democracia y Localidad en Cuba: Los
Consejos Populares". Tésis de Maestría. Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). 1996. Sin publicar.
28 Susana Chappotin Aranguren:"el Taller de Transformación
Integral. Una alternativa más de Desarrollo Comunitario en
Cuba" en R. Dávalos (compilador): "Desarrollo Local y
Descentralización en el Contexto Urbano", volumen III.
Universidad de La Habana,
29 Entrevista a Gina Rey.
30 Entrevista a Gina Rey.
31 Gina Rey: "La Habana: por una Ciudad más Humana, Bella y
Funcional". Manuscrito
32 Entrevista a Gina Rey
33 Entrevista a Gina Rey
34 Susana Chappotin Aranguren: El Taller de Transformación
Integral. En: "Dávalos Dominguez. R. (compilador):
Desarrollo Local y Descentralización en el contexto Urbano".
Vol. III. Universidad de La Habana. 1998 Paj
35 Entrevista a Gina Rey
36 Entrevista a Gina Rey
37 Entrevista a Gina Rey
38 Chappotin Arangure, S: Ibid. 1998
39 Chappotin Aranguren, S: ibid. 1998, p. 106
41 Entrevista a Gina Rey
42 Entrevista a Gina Rey
44 Las razones por las que el análisis se centra en estos
barrios se presentán bajo el
sub-título:"Desarrollo de la Investigación y
Trabajo de Campo", más adelante en este documento
45 Esta sección contiene una versión simplificada
de las preguntas principales de
46 Esta es una peculiariad de la situación cubana, se
refiere a organizaciones tales como la Federación de Mujeres
Cubanas, la Organización de la Juventud Comunista, los CDR
(Comités de Defensa de la Revolución) y varias
otras.
47 En otros documentos de la investigación estos talleres se
mencionan como "Talleres de Reflexión".
48 Vladimir Calderón Frias:"PogolottiHistoria del Primer
Barrio Obrero de la Habana." GDIC.1997. La superficie se refiere al
conjunto Pogolotti-Finlay-Curazao-Belén–Husillo.
La cifra de población se refiere al barrio Pogolotti
solamente.
49 Entrevista a Noemí Reyes, Presidenta del Taller de
Transformación Integral de Pogolotti
50 Graciela Pogolotti: "Imágenes y Tradiciones Locales
más allá de la Memoria, se Transforman en Razones
Vitales de un Barrio con Sonrisa Nueva". Introducción a
Calderón Frías V. Ibid, 1997.
51 Pogolott,G: Ibid. 1997.
52 Luis Bay Sevilla: "Por qué la Barriada Obrera de
Pogolotti fue un Fracaso". Revista de Arquitectura. La Habana. Enero
1941.
53 Bay Sevilla, L: Ibid. 1941
54 Pedro Martínez Inclán, comentario citado por
Vladimir Calderón Frias. Ibid. 1997.
55 De Armas M (1975); De Armas y Robert (1975) citados por Roberto
Segre et.al. Ibid. 1997
56 Bay Sevilla,L: Ibid. 1941
57 Calderón Frias,V: Ibid. 1997
58 Bay Sevilla,L: Ibid. 1941
59 Cubierta de "huano" es en Cuba una techumbre hecha con hojas y
fibras de palma entrelazadas
60 Calderón Frías,V. Ibid. 1997
61 Entrevista a Mario Veliz, residente en Isla del Polvo.
62 Oficina del Historiador de la Ciudad. 1961.
63 Símbolo del comienzo de la lucha anticolonial por la
independencia del país
64 Calderón Frias,V: Ibid. 1997
65 Nombre popular asignado a un vehículo de transporte
urbano de gran capacidad y diseño peculiar.
66 Conversación con miembros del Taller de
Transformación Integral de Pogolotti.
67 Entrevista a Miguel Rico
68 Entrevista a Mario Veliz
70 Entrevista a pastor Raul Suárez
71 Entrevista a pastor Raul Suárez
72 Entrevista a Roberto Almaguer.
74 Entrevista a pastor Raul Suárez.
75 Entrevista a David Valdez, médico de familia.
76 Entrevista a Gina Rey.
77 Entrevista a Noemí Reyes.
78 Oliveras Gómez,R: Ibid, 1999.
79 La mayor parte de la información sobre el
Diagnóstico ha sido tomada de los documentos "Planeamiento
Estratégico Comunitario de Pogolotti", publicado por el
Taller de Transformación Integral del barrio en 1998 y en
2002. Esa información ha sido complementada por las
conversaciones con
80 Taller de Transformación Integral de Pogolotti.
Planeamiento Estratégico Comunitario de Pogolotti, 1998.
81 Taller de Transformación Integral de Pogolotti,
Planeamiento Estratégico
83 Vease la sección dedicada al Desarrollo de la
Investigación y Trabajo de Campo, más arriba eb
este documento.
84 Conversación con Taller de Transformación
Integral de Pogolotti
86 Kosta Mathey es hoy professor en la Universidad de Darmstadt y es el
iniciador y coordinador de la investigación que sirve de
base a este documento.
87 Intervención de residente en Isla del Polvo en Taller
Participativo de 2003.
88 Intervención de Felix Yanez en Taller Participativo de
2003.
89 Intervención de Felix Yanez en Taller Participativo de
2003
90 Intervención de residente en Isla del Polvo en Taller
Participativo de 2003.
91 Intervención de Felix Yanez en Taller
92 Intervención de Felix Yanez en Taller Participativo de
2003.
93 Intervención de residente en Isla del Polvo en Taller
Participativo de 2003
94 Ramoncito: intervención en Taller Participativo 2003.
95 Ramoncito: intervención en Taller
96 Entrevista a Ramoncito
97 Ramoncito. Intervención en Taller
98 Entrevista a Ramoncito
99 Entrevista a José Lamas
100 Entrevista a José Lamas
101 Manuel Antonio Lopez. Intervención en Taller
Participativo 2003.
102 Entrevista a ingeniero Felix Yanez, del Centro Memorial Martin
Luther King Jr.
103 Entrevista a Robero Oropesa, jubilado,
104 Intervención de Felix Yanez en Taller Participativo de
2003.
105 Intervención de Roberto Oropesa
106 Dulce Virginia Almonte y Narcisa Sánchez:
"Reforestación Comunitaria: el Bosque de Pogolotti en el
Parque Metropolitano de La Habana", en GDIC: "Comunidades que se
Descubren y se Transforman" , La Habana, 1999
107 Taller de Transformación Integral de Pogolotti:
Planeamiento Comunitario de Pogolotti, 1998.
108 Ileana La Hoz Padilla y Noemí Reyes: "Vamos a Participar
en el Reciclaje", en GDIC: "Comunidades que se Descubre y se
Transforman", La Habana, 1999.
109 Entrevista a Iluminada Magimiranda, líder del proyecto
de Reciclaje
110 Iluminada Migimiranda, intervención en Taller
Participativo de 2003.
111 TTI de Pogolotti: "Planeamiento Comunitario de Pogolotti". La
Habana, 1998
112 Roberto Oropesa, jubilado. Intervención en Taller
Participativo de 2003
113 Grupo de Investigación: Resumen ejecutivo.
114 Grupo de Investigación: Ibid.
ENTREVISTAS
-Roberto Almaguer Guerrero. Flacso.
-Raul Suarez. Centro Memorial Martín Luther King jr.
-Ester Perez. Centro Memorial Martín Luther King Jr.
-Felix Yánez Centro Memorial Martín Luther King
Jr. Coordinador proyectos Construcción Viviendas y Alumbrado
Público
-Gina Rey. ISPJAE.
-David Valdez. Médico de la familia en Pogolotti
-Noemí Reyes. Jefa del Taller de Transformación
Integral de Pogolotti (TTI Pogolotti)
-Mercedes Abreu. Presidente del Consejo Popular N.5 (Hasta 2002)
-Pura Echeverría. Delegada al Consejo Popular
-Martha Rosa Herrera. Trabajadora Social, miembro del TTI Pogolotti
-Ramona Milagros. Trabajadora Social, miembro del TTI Pogolotti
-Berta Alfonso. Ingeniero Civil, miembro del TTI Pogolotti.
-María Caridad Gutiérrez. Coordinadora de la Casa
Comunitaria.
-Mario Véliz (Marito). Residente en Isla del Polvo y
Delegado al Consejo Popular.
-Miguel Rico. Ex residente en Pogolotti y ex miembro del Consejo Popular
-Ramón Silverio (Ramoncito). Director del Proyecto Conjunto
Alafia.
-José Lama. Director del Proyecto de Conservación
Alimentos.
-Roberto Oropesa. Jubilado y líder local.
-Iluminada Magimiranda. Directora del Proyecto de Reciclaje Urbano
A todos ellos se les agradece cordialmente su
contribución
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS.
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Los Consejos Populares. Tesis de Maestría. Flacso. La
Habana. (s/f )
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Fotografías son resultado del trabajo conjunto del Grupo de Investigación