Revista invi Nº 56, Mayo 2006, Volumen 21: 139 a 159
Marcelo Salgado, Sabrina Cáceres, Marta Basuino, Nora Gancedo, Claudio Vizia, Sebastián Rodríguez y Laura Gurría, Diciembre 2005
La ciudad de Rosario y su aglomerado urbano cuentan con una población aproximada de 1.100.000 habitantes, y se sitúa en la provincia de Santa Fe (Argentina). En esta ciudad la producción de la vivienda social se realiza básicamente desde los organismos públicos, registrándose también algunas experiencias gestionadas por cooperativas. En el
contexto de crisis de la última década y por las condiciones de pobreza de los asentamientos irregulares surgen las iniciativas productivas (microemprendimientos) como una
respuesta ante la falta de trabajo, contando con el apoyo de organismos municipales en Rosario. Este trabajo está centrado en proyectos de vivienda social vinculados a emprendimientos productivos, desarrollados por
articulación de diversos actores sociales. Se toman como referencia distintas experiencias que vinculan el hábitat con iniciativas productivas para los sectores de bajos recursos: *Programa Agricultura urbana.
*Programa Rosario Hábitat.
*Cooperativas de viviendas.
*Asistencia técnica de Colegios profesionales.
La investigación se orienta a formular recomendaciones para la gestión participativa de la vivienda
social y su articulación con emprendimientos productivos. Como parte de la investigación se prevé la organización de un Taller de capacitación, como instancia de formación para
la gestión del hábitat promoviendo equipos multidisciplinarios para proyectos de vivienda social vinculados a iniciativas productivas.
Palabras Clave: Vivienda Social, Emprendimientos Productivos, Gestión Local, Capacitación.
The city of Rosario and its surrounding areas have a population of 1,100,000 inhabitants, and it is located in the province of Santa Fe (Argentina). In this city the production of social housing is carried out basically from public organisms, while there are records of some experiences managed by cooperatives. In view of the last decade's crisis and for the conditions of poverty found in the slums is that the productive initiatives, supported
by municipal organisms, appear on scene in order to palliate the lack of work. This paper focuses on projects of social housing connected with productive undertakings, developed by the articulation of various social actors. Different experiences which relate the habitat with productive initiatives for the low income sectors are taken as a reference: *Program Urban Agriculture. *Program Rosario Habitat. *Housing Cooperatives. Technical Assistance by Associations of Professionals. The research is oriented to formulate recommendations for the participating managenent of the social housing, and its articulation with productive undertakings. As part of the research, the organization of a Training Workshop is forseen as an instance of training for the management of the habitat, promoting multidisciplinary teams for projects of social housing connected with productive initiatives.
Keywords: Social Housing, Productive Undertakings, Local Management, Training.
1. INTRODUCCIÓN
El aglomerado Gran Rosario (1) cuenta con una población aproximada de 1.100.000 habitantes (Censo de población y vivienda, 2001) concentrando un tercio de la población de la provincia de Santa Fe. La ciudad se desarrolló a partir de las actividades de intercambio y exportación de la producción agropecuaria e industrial, destacándose l a importancia del puerto que potencia su rol de centro exportador. Ello permitió un sostenido proceso de concentración y acumulación de excedentes productivos posibilitando el desarrollo de bienes, servicios y ofertas de empleo, constituyéndose de esta manera en un polo de atracción para las migraciones principalmente internas, desde otras ciudades del país. En este proceso de expansión, la actividad de la construcción atrajo mano de obra, dando lugar a una importante concentración edilicia y crecimiento territorial de la ciudad.
Desde mediados de los años 1970, y en los años 1980, comienza un proceso de aumento de competitividad de la economía apoyado en las nuevas tecnologías y la globalización, que se vieron acompañados por cambios de distinta índole en el país: aumento del endeudamiento externo, procesos inflacionarios y agudización de las desigualdades sociales.
En este marco, gran parte de la población migrante de bajos ingresos, así como los sectores medios que fueron perdiendo su nivel adquisitivo, no tuvieron acceso a los mercados formales de tierra y vivienda, lo que agudizó la ocupación informal, tanto en lo legal como en lo físico- territorial, a través de los asentamientos irregulares ("villas miserias") como respuesta a la demanda habitacional de los pobladores excluídos del mercado inmobiliario.
En Rosario se estima que hay 155.000 habitantes en asentamientos irregulares (15% de la población total, 2002), y en los últimos años se observa que a los grupos de pobladores provenientes de otras ciudades del interior se incorporan los habitantes locales que han sufrido un notable descenso en su situación económico-social.
En el contexto de globalización y de hegemonia del mercado, cuyo eje central es la precarización de las condiciones de empleo y de protección social, el trabajo como componente de integración de la trama social se vio debilitado, y en consecuencia se presenta una tendencia a la disgregación, la vulnerabilidad, y la exclusión, que afectan a vastos sectores sociales.
En Rosario, en la última década, el nivel de ocupación laboral decreció y se registraron altas tasas de desempleo (registro del 24% en 2002) sumados a la precarización de las condiciones de trabajo, expresándose en el incremento del sector informal con disminución de las remuneraciones, fragilidad de los contratos laborales y reducción o inexistencia de beneficios sociales.
A partir del contexto de crisis agudizado en la última década, y teniendo en cuenta las condiciones de pobreza de las poblaciones que habitan en asentamientos irregulares, surgen los microemprendimientos por una necesidad ante la falta de otras alternativas de trabajo, contando con el apoyo financiero y organizativo de organismos municipales en Rosario. De esta manera se busca posibilitar tanto la capacitación como la realización de actividades productivas ante las restricciones del mercado laboral, permitiendo distintos grados de inserción social.
Estas acciones se orientaron al desarrollo de distintos programas, principalmente el de Agricultura urbana (Secretaría de promoción social), y de Capacitación y apoyo técnico (Programa Rosario Hábitat), procurando una articulación de acciones entre organismos públicos y asociaciones civiles para la promoción integral de los microemprendimientos.
Así mismo, señalemos que en la ciudad de Rosario la producción del hábitat para los sectores de menores recursos se realiza básicamente desde la acción de organismos públicos (SPV, DPVyU, BHN),(2) que en general concentran en su ámbito todas las instancias de producción de las viviendas. Las experiencias de interacción con entidades intermedias, ya sea cooperativas y otras asociaciones civiles, han tenido un escaso desarrollo hasta el presente.
Tomando como referencia diversos proyectos participativos para la vivienda de bajo costo en otras ciudades del país, así como algunas experiencias registradas en Rosario en la última década, se plantea el estudio de recomendaciones para la gestión participativa de la vivienda social en relación a emprendimientos productivos, como modo de propiciar el mejoramiento de las condiciones de empleo y su articulación con el derecho a una vivienda digna para los sectores de bajos recursos.
Dichas propuestas considerarán la gestión de los diferentes actores sociales e institucionales que intervienen en estos proyectos: entidades intermedias, organizaciones no gubernamentales (ONG), organismos públicos, instituciones públicas y privadas, y del sector académico (3).
De esta manera se busca generar un espacio de reflexión e intercambio que permita identificar los problemas, recuperar los aciertos y dificultades, para la búsqueda de soluciones innovadoras que contribuyan a la problemática de la gestión local del hábitat y el desarrollo de actividades product ivas .
En el ámbito académico, el trabajo se plantea como un insumo aplicable a la enseñanza superior y la formación de recursos humanos. Como parte de la investigación se contempla la organización de un Taller de capacitación, como instancia pedagógica y de formación orientada a la gestión del hábitat, promoviendo la conformación de equipos técnicos multidisciplinarios que puedan intervenir en proyectos de vivienda social con vinculación a iniciativas productivas.
Desde esta perspectiva el trabajo contribuirá al diseño de estrategias que permitan articular los distintos actores (usuarios, técnicos, instituciones públicas y privadas, asociaciones intermedias, y otros) en propuestas de mejoramiento del hábitat, considerando las variables sociales, físico-espaciales, y el desarrollo de microemprendimientos destinados a las poblaciones de bajos recursos.
El trabajo incluye las siguientes experiencias:
-Programa Agricultura Urbana - Secretaría de Promoción Social, Municipalidad de Rosario.
-Programa Rosario Hábitat - Servicio Público de la Vivienda, Municipalidad de Rosario.
-Cooperativas de viviendas. Asistencia técnica brindada por colegios profesionales.
2. PROGRAMA AGRICULTURA URBANA - MUNICIPALIDAD DE ROSARIO
La Municipalidad de Rosario, a través de la Secretaría de Promoción Social, ha implementado el Programa de Agricultura Urbana desarrollado desde el año 2002 en todos los distritos de la ciudad, y sus principales actividades son la producción, transformación y circulación de alimentos ecológicos.
Desde su implementación, el Programa de Agricultura Urbana ha logrado integrar a una red productiva alrededor de 10.000 familias de desocupados en la ciudad de Rosario. En las condiciones de precariedad y emergencia que vivían estas familias, las huertas comunitarias generaron un espacio de contención, de producción y de capacitación.
Hasta el momento se desarrollaron:
-640 huertas para el consumo familiar y comunitario;
-140 huertas que se comercializan en las ferias;
-5 ferias semanales ubicadas en plazas públicas;
-1 agroindustria social de transformación de productos.
El programa se basa en la organización de una Red que permite a las huerteras y huerteros afianzar las posibilidades para la consolidación de sus actividades de producción. De esta manera, los grupos han sido protagonistas de un proceso donde el Programa Agricultura Urbana constituyó una herramienta de desarrollo que posibilitó que muchas personas y familias crecieran social y económicamente, contribuyendo a que sean valoradas y reconocidas por la sociedad en su conjunto.
La forma de trabajo adoptada se organiza por grupos asociados en redes solidarias. En algunos casos los grupos conforman vecinales (Ej.: Oroño Sur), y en otros son emprendimientos familiares (Ej.: Grupo "El Extremeño").
En el momento de crisis y emergencia social, este Programa significó una alternativa para establecer nuevos lazos sociales a través del trabajo en la huerta, la posibilidad de acceder de una manera rápida y económica a una alimentación sana, y también la generación de un ingreso digno a través de las ferias que fueron formando parte del paisaje urbano.
Pueden participar del programa todas las familias pobres que estén dispuestas a trabajar respetando las técnicas de cultivo ecológicas, y que tengan capacidad para producir hortalizas, plantas aromáticas, o participar en las agroindustrias urbanas de procesamiento de las mismas.
Para lograr una articulación entre estos microemprendimientos productivos y el problema de la vivienda, el Programa de Agricultura Urbana está trabajando en la propuesta de un Programa de Incorporación de la Agricultura Urbana en los planes de vivienda, combinando acciones con el Programa Rosario Hábitat del Servicio Público de la Vivienda (SPV ).
La ventaja de esta articulación es la de generar hábitat involucrando las dimensiones productivas, educativas y culturales.
La mayor dificultad para llevar a cabo esta articulación es la falta de políticas integrales de promoción del desarrollo, y por lo tanto de legislación adecuada que incorpore a los beneficiarios desde el inicio en las propuestas de construcción de las viviendas; y que atiendan de manera integral las necesidades básicas de alimentación, de vestido, de vivienda y de educación .
Uno de los proyectos relacionados al Programa Agricultura Urbana es el Programa de Producción Alimentaria, generado por la Subsecretaría de Economía Solidaria dependiente de la Secretaría de Promoción Social - Municipalidad de Rosario.
Si bien este Programa no tiene como objetivo final la vivienda, el Instituto del Alimento tiene un reglamento específico que indica las condiciones mínimas que debe que tener una vivienda para que allí se puedan procesar o manipular alimentos (Ej.: baños en buenas condiciones, cocina con revestimiento de azulejos, disponer de un refrigerador, etc.). Si la vivienda no cumple con los requisitos mínimos la familia debe realizar su trabajo en otra casa, aunque se puede observar que cada vez más familias ya acondicionaron su vivienda teniendo en cuenta las reglas mínimas para el procesamiento de alimentos.
Las características de la vivienda resultan de importancia porque la función principal del programa es organizar grupos de trabajo para capacitarlos, entre otros temas, acerca de la correcta manipulación de alimentos y la higiene en el lugar de producción. Los grupos de trabajo deben ser inscriptos en un registro municipal y todos los productos que elaboren deben tener la aprobación de las Normas GIP (Gestión Inocua del Producto).
El objetivo de este programa es gestionar legislaciones para garantizar los derechos económicos y sociales para los usuarios emprendedores: dignidad laboral, provisión de comida sana, producción saludable.
La organización de estos programas municipales se realiza en forma complementaria.
En este sentido la entrevista a una persona que participa de ambos programas (Agricultura Urbana y Producción de Alimentos) permite señalar que su grupo está integrado por 10 familias organizadas a través de reuniones periódicas con los capacitadores de Promoción Social, y que están muy conformes porque les enseñan a "manejar alimentos, a trabajar, a mantener la higiene, y a tener una buena imagen personal".
Así también, la persona entrevistada resalta que el logro principal es de "tener una fuente de trabajo" y una seguridad en la continuación de las actividades, porque cada vez hay más puntos de ventas para los emprendedores a través de las ferias situadas en los distintos distritos de la ciudad.
Fuente: Programa Agricultura Urbana - Municipalidad de Rosario.
3. PROGRAMA ROSARIO HÁBITAT. SERVICIO PÚBLICO DE LA VIVIENDA - MUNICIPALIDAD DE ROSARIO
En la actualidad la tendencia en relación a los programas de mejoramiento del hábitat se orienta a minimizar en lo posible el desplazamiento de la población hacia conjuntos de construcción oficial (erradicación de villas miserias) tendiendo a lograr la urbanización en el espacio ocupado en forma irregular (radicación/ mejoramiento barrial), con la consecuente disminución de los efectos negativos del primer modelo en relación a los procesos de rupturas de redes sociales, pérdida de identidad barrial y desarraigo.
Se trata, por tanto, de la búsqueda de un equilibrio entre los criterios políticos y técnicos para el logro de objetivos de mejoramiento del espacio urbano, y las opciones que se les brinda a los sujetos involucrados para tomar las decisiones en el ámbito barrial de ejecución de los proyectos. A este modelo de intervención se le agrega una serie de componentes ambientales, sociales y de generación de empleo, entre otros, que permiten pensar en la integralidad de las acciones desde una determinada concepción del hábitat.
En esta línea se enmarca el Programa Rosario Hábitat, implementado por el Servicio Público de la Vivienda de la Municipalidad de Rosario. La fuente de financiamiento se constituye a partir de aportes del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) con una contrapartida del Estado, constituida con aportes del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y fondos propios del Municipio.
Se plantea como objetivo del Programa: "encauzar los procesos de ocupación informal y mejorar la calidad de vida de la población de asentamientos irregulares en la ciudad de Rosario, promoviendo la integración física y social de dichas áreas informales a la ciudad formal (...) mediante mejoras en la infraestructura urbana, la oferta de servicios sociales y la regularización de la s propiedades de las poblaciones beneficiarias"(4). El Programa financia proyectos de mejoramientos de villas miserias de la ciudad, articulando inversiones en infraestructura necesarias para su regulación "con acciones de desarrollo social, con vistas a incrementar el capital humano y social de estas comunidades"(5).
El programa Rosario Hábitat consta de los siguientes componentes:
1- Urbanización Integrada: se orienta al financiamiento de obras de infraestructura básica, servicios urbanos y acciones sociales integrales de fortalecimiento de redes sociales comunitarias.
2- Acciones integradas de atención para niños y adolescentes: el objetivo es financiar iniciativas que mejoren o complementen la calidad, cobertura y eficiencia de servicios de prevención de riesgos de niños y adolescentes de los barrios en los que se interviene.
3- Generación de trabajo e ingresos: El objetivo es brindar nuevas habilidades que mejoren sus oportunidades frente al mercado laboral, mejorando sus ingresos.
4- Fortalecimiento institucional: orientado a dos ejes: el primero al diseño e implementación de un sistema de monitoreo y evaluación del Programa; y el segundo a estudios para mejorar las políticas municipales de vivienda.
Este programa se encuentra en ejecución desde el año 2002 y ha beneficiado hasta el momento a más de 4.600 familias, proponiéndose alcanzar aproximadamente a 6.000 familias, incluyendo a 2.100 niños y adolescentes, y cerca de 1.650 personas con el componente de trabajo e ingreso; por lo cual el impacto sobre la calidad de vida de la población se centra en la reducción de los riesgos sociales que resultan de situaciones de desigualdad y exclusión de los sectores sociales que viven en las villas miserias.
Con las intervenciones físicas en lo s asentamientos irregulares se garantizaría a todos los vecinos el acceso a servicios básicos, y con las intervenciones sociales y de generación de empleo e ingresos se procura fortalecer el capital humano y social de estos sectores más desfavorecidos.
Siendo uno de los objetivos del Programa Rosario Hábitat la participación de los sujetos involucrados en los procesos de mejoramiento del hábitat, este accionar se considera como articulador entre el Estado y los diferentes actores de la sociedad civil. "Posibilita, por tanto, la garantía para que los proyectos sean sustentables debido a que instrumentan espacios de diálogo en los que la transparencia de la gestión es difundida, consensuada, y se constituye en un recurso esencial en el desarrollo de la intervención"(6).
Componente Generación de Trabajo e Ingresos
Tiene como objetivo brindar a los beneficiarios nuevas habilidades que mejoren sus oportunidades frente al mercado laboral, mejorando además su nivel de ingresos, lo cual se traduce en dos subcomponentes:
Acciones integradas de capacitación, educación e inserción laboral en competencias básicas para jóvenes de 14 a 24 años con escolaridad primaria. Implica la realización de una serie de actividades coordinadas de asistencia educativa, capacitación laboral y empleo temporario, orientadas a mejorar la calificación técnica y la competitividad de jóvenes con baja capacitación que habitan en los asentamientos precarios a intervenir.
Consolidación, apoyo técnico y desarrollo funcional de incubadoras de microempresas que benefician en su mayoría a mujeres jefas de hogar. Se propone generar emprendimientos productivos que contribuyan a mejorar los ingresos de las familias en forma sostenible, a través de la identificación de oportunidades de negocio, capacitación, financiamiento y asistencia técnica.
De acuerdo a las evaluaciones realizadas sobre los avances del programa, se señala que un importante porcentaje de familias se sumaron a estas acciones, participando de talleres, realizando los cursos de capacitación, formulando proyectos, logrando asistencia financiera y desarrollando pasantías, las que en algunos casos han derivado en la obtención de empleos estables.
Estas acciones se están implementando en todos los asentamientos irregulares en los que el Programa ha iniciado su intervención.
Sub-componentes Capacitación y Emprendimientos productivos
La implementación de proyectos de capacitación tiende al logro de competencias laborales básicas, referidas a la comunicabilidad entre los agentes de producción, la capacidad de resolver problemas, la dinámica de trabajo en equipo, la alfabetización, los conocimientos mínimos de matemática, la aptitud para autodefinir una trayectoria individual de aprendizaje, y la capacidad de cualquier agente de una organización de transmitir pedagógicamente a otros las mejores prácticas para cumplir las tareas en el emprendimiento que se propone concretar. Posibilitar la adquisición de estas competencias contribuye a aumentar la empleabilidad de los sujetos.
En nuestro medio, y dadas las condiciones de pobreza que caracterizan a la población de intervención del programa Rosario Hábitat, los microemprendimientos surgen por necesidad ante la falta de otras alternativas de trabajo. Sumado a esto una limitada calificación, bajo nivel educativo e historia laboral precaria, estas condiciones deben ser consideradas para el diseño e implementación de políticas públicas. Se apunta a posibilitar la realización de actividades productivas ante las restricciones del mercado laboral, permitiendo distintos grados de inserción social.
Se procura aumentar los capitales sociales de los sujetos desde dos ejes complementarios: a nivel individual reforzando los valores éticos, en la convicción de que las acciones conjuntas motivadas por la solidaridad generan redes entre las personas, reforzando la confianza y el compromiso mutuo, y a nivel ciudadano en el reconocimiento del ejercicio de los derechos en los diferentes espacios socio-urbanos.
Históricamente los programas de emprendimientos productivos han adoptado la forma de subsidios, mientras se creaban distintas líneas crediticias para los grupos con mayor capacidad de inserción en los mercados formales. Aunque este criterio no se ha abandonado por completo, las microfinanzas, y dentro de ellas el microcrédito, representan una estrategia que busca incorporar a los grupos excluidos en los sistemas formales de intercambio económico.
El componente de Capacitación con apoyo técnico y crediticio llegó a los vecinos desde el año 2002, a través de una convocatoria abierta a las organizaciones de los barrios, y en especial a aquellas que están conformadas por los habitantes de asentamientos precarios.
Los requisitos para acceder a la capacitación son:
a) Estar comprendido en el Programa, pero se acepta un 10% de vecinos que no pertenezcan al mismo.
Esta flexibilidad se debe a un incremento de las familias radicadas con posterioridad a los relevamientos efectuados en el Programa.
b) Inicialmente se requería ser mayor de 18 años, por ser una condición legal para poder realizar microemprendimientos. Luego, y ante demandas de jóvenes que no cursaban el ciclo Polimodal, se posibilitó el ingreso al programa a partir de los 14 años.
Saber leer, escribir, y las operaciones matemáticas fundamentales. En los casos en que no se reúne esta condición pero existe el interés, se permite la participación de un adulto como acompañante. En la actualidad se está tratando de diseñar una propuesta que permita el acceso a los analfabetos.
c) El proceso se inicia con un curso de capacitación que tiene una duración de 6 meses, y al término del mismo se presenta un proyecto de microemprendimiento mediante un plan de negocio. Se evalúa su viabilidad enfatizando las redes que apoyen al emprendedor en forma conjunta entre los técnicos y los vecinos. Luego se gestiona el otorgamiento de un crédito, del cual deben reintegrar el 40% del total recibido, con un plazo de gracia de 6 meses. De esta manera se posibilita a cada participante el ingreso en el circuito formal bancario.
Articulación vivienda - microemprendimientos
En muchos casos el proyecto contempla la posibilidad de que el crédito sea utilizado para materiales de construcción, o para pagar un albañil, a fin de mejorar la vivienda y facilitar el desarrollo del microemprendimiento. Esta es una de las posibles articulaciones de la vivienda con emprendimientos productivos.
De este modo el programa crea las condiciones para que los habitantes de los asentamientos irregulares puedan asumir nuevas obligaciones al contar con los recursos necesarios para hacer frente a las mismas, y a su vez la capacitación brinda las herramientas que posibilitan la inserción en un contexto más amplio.
Así, existen diferentes alternativas que permiten la unión de dos o tres emprendedores en un mismo negocio. Durante el proceso de instalación del emprendimiento se cuenta con asesores que señalan las dificultades y reconocen los aciertos para poder llegar al objetivo planteado.
Los resultados de la capacitación son múltiples, y algunos difícilmente mensurables ya que son subjetivos, porque recuperar los logros personales supera los objetivos del programa del crédito para el emprendimiento. Se destaca la importancia de la capacitación como un ámbito de conocimiento y relación, y por ello el valor que adquiere en la apoyatura del proyecto en general.
El equipo de capacitación está conformado por profesionales con orientación hacia lo económico y otros del área de las ciencias sociales, aunque todos deben tener cierta sensibilidad en relación a la población con la que se trabaja. Si bien se acuerda en la importancia de la pluralidad de profesiones, se reconoce la dificultad del trabajo interdisciplinario y la complejidad de aunar criterios en común.
Cuando surge una crisis o conflicto se percibe al personal de capacitación como mediador ante el mismo, en virtud del conocimiento más profundo de los sujetos que habitan el sector. Este conocimiento los posiciona como referentes, capaces de recuperar los aspectos culturales que condicionan ciertas actitudes. El proceso de animación socio-cultural posibilita pensar acciones tales como organización de eventos para difundir y promocionar los emprendimientos junto con los vecinos.
En términos generales en el programa de Capacitación se evalúa positivamente el proceso de selección de los equipos y su metodología, aunque se pueden señalar algunas dificultades:
-una falta o inadecuada sistematización de la experiencia.
-la escasa articulación interinstitucional (dentro del ámbito municipal), y a modo de enfoque superador se propone fomentar el desarrollo de redes.
La promoción integral de los microemprendimientos implica una articulación y coordinación entre diferentes actores sociales generando redes inter-institucionales.
El debate conjunto construye desde una mirada crítica las intervenciones sociales aportando a la reducción de las desigualdades sociales. Estas desigualdades se manifiestan en el espacio urbano en el acceso diferenciado a la salud, la educación, el trabajo, y a partir de las acciones para el mejoramiento del hábitat se procura promover una construcción conjunta que reduzca la segregación espacial y social de los sujetos involucrados.
4. COOPERATIVAS DE VIVIENDAS
En Rosario los primeras cooperativas comenzaron a gestarse desde los años 1990, con el apoyo financiero de algunas fundaciones nacionales o extranjeras (ONG), y si bien estas experiencias no son numerosas, constituyen una alternativa de interés en el mejoramiento del hábitat y la organización de actividades productivas para los sectores de menores recursos.
La asistencia técnica se realizaba ya sea por grupos de técnicos interesados en colaborar con estos proyectos, o bien por organismos a nivel local: Asociación de Cooperativas, Servicio Público de la Vivienda (SPV), Institutos universitarios, etc.
Se trata de experiencias de construcción de pequeños conjuntos de viviendas realizados por autoconstrucción asistida, implicando la participación de los usuarios en la organización y gestión colectiva de la cooperativa y en los trabajos de construcción de las viviendas. La pequeña escala de intervención es una de sus características principales, ya que la organización previa del grupo y la modalidad de autogestión implican un grado de participación que no podría resolverse en conjuntos de gran escala, posibilitando también una mejor integración urbana y social de estos proyectos de hábitat (7).
Desde 1994 los proyectos de regularización y mejoramiento del hábitat de asentamientos precarios situados en terrenos de propiedad pública (parcelas de antiguas vías e instalaciones en desuso de ferrocarriles) tuvieron el apoyo financiero del "Plan Arraigo" (de nivel nacional).
Algunos de los proyectos financiados por el "Plan Arraigo" se organizaron según la fórmula cooperativa. En ese caso se trata de subvenciones otorgadas a las cooperativas para la compra de los terrenos ocupados ilegalmente, así como para financiar la construcción de las viviendas. Un organismo provincial, la "Unidad Ejecutora Provincial", Rosario (UEP), administró en el período 1995-2000 los subsidios destinados a proyectos de cooperativas constituidas por grupos de escasos recursos.
Para el financiamiento de los proyectos de cooperativas, la UEP daba prioridad a la presencia de asociaciones consolidadas en el barrio. En consecuencia los subsidios otorgados por ese organismo público estaban dirigidos principalmente a cooperativas constituidas por grupos de vecinos del barrio en el que se desarrollaba el proyecto habitacional.
Estas iniciativas nacieron a través de la consolidación de redes sociales en el contexto de los barrios más desfavorecidos, mediante la puesta en marcha de cooperativas constituidas por grupos de vecinos. Las experiencias en Rosario fueron propuestas como cooperativas de construcción de viviendas, teniendo por objetivo el mejoramiento de las condiciones de habitabilidad de las familias, pero hay que señalar que en general la constitución de las cooperativas de viviendas fue gestada a partir de otras iniciativas colectivas realizadas en el barrio.
Los proyectos comprenden las gestiones del grupo para acceder a la propiedad de los terrenos (regularización de la ocupación ilegal y compra de las tierras), así como la organización de diferentes actividades comunitarias: comedores comunitarios, cursos de formación para trabajos de construcción, cursos de economía doméstica, huertas comunitarias, organización de cooperativas de trabajo, cooperativas de pescadores, etc.
De esta manera, la iniciativa de la cooperativa excede la cuestión de la construcción de las viviendas, ya que constituye una oportunidad para la organización de actividades de producción gestadas por iniciativa del grupo, que contribuyeron en algunos casos a la inserción laboral de los usuarios.
Un aspecto de interés en este sentido lo constituye la capacitación de los miembros del grupo en tareas relativas al oficio de la construcción, ya sea a través del asesoramiento técnico brindado por las ONG y organismos públicos (SPV), como por la práctica de ayuda mutua realizada por los habitantes durante el proceso de construcción de las viviendas.
En la ciudad de Rosario se registra un total de 49 cooperativas de viviendas (registros provinciales), y dentro de este total se pueden señalar 29 cooperativas con producción efectiva, y para referirnos a uno de los proyectos realizados en los años 1990 señalamos el caso de la Cooperativa "Saladillo Sur".
Cooperativa "Saladillo Sur"
Se encuentra ubicada en la zona sur-este de Rosario, y las familias que habitan la Cooperativa vivían anteriormente en el asentamiento irregular del barrio, denominado Villa "Salladillo Sur".
Un grupo de vecinos decidió organizarse a través de la ayuda mutua y la iniciativa se canalizó por medio de la formación de la Cooperativa a partir de 1989. Desde la formación de la Cooperativa "Saladillo Sur" se desarrollaron distintas actividades en el barrio: compras comunitarias, huerta comunitaria, producción de materiales de construcción, cursos de capacitación, etc.
Uno de los primeros objetivos de lo s pobladores fue la regularización de la tierra, mediante las gestiones para la compra de los terrenos que ocupaban ilegalmente. Los esfuerzos emprendidos con otros asentamientos similares dieron origen a la "Ley de Tierras", consistente en el traspaso de terrenos del Estado Nacional a sus ocupantes en el año 1993.
Los movilizó la idea de trabajar por autoconstrucción mediante la ayuda mutua, por un lado por la falta de medios para financiar la mano de obra de construcción, y por otro lado por la disponibilidad de albañiles o personas con conocimientos del oficio de construcción entre los integrantes del grupo.
La Cooperativa contó con la ayuda financiera de una ONG alemana, la Fundación Misereor, que colaboró para la realización de las primeras 14 unidades habitacionales, y con posterioridad obtuvo un subsidio de "Prosol" (programa Nación / Provincia) para la segunda etapa de construcción de viviendas y la ejecución del Centro comunitario (1993-94).
El proyecto habitacional comprende un conjunto de 65 viviendas que incluye equipamiento para el barrio: local de la Cooperativa con guardería y centro materno-infantil, y el mejoramiento de los servicios del barrio (provisión de agua corriente, electricidad, alumbrado público, etc.).
La construcción de las viviendas comprendió las siguientes etapas:
Primera etapa: 14 viviendas realizadas con subsidio de la Fundación Misereor.
Segunda etapa: 30 viviendas realizadas con subsidio del Programa "Prosol".
Tercera etapa: 21 viviendas con subsidio del Programa "Prosol".
Como parte del trabajo de ayuda mutua, y también para reducir costos, la Cooperativa fabricaba bloques de cemento, viguetas para losas, etc. Las actividades para la producción de materiales de construcción y la organización de los trabajos de autoconstrucción, eran explicitados por medio de jornadas-taller con la participación de los vecinos.
Así mismo, por gestión de la Cooperativa se desarrollaron algunas actividades productivas en el barrio, principalmente una huerta comunitaria en un terreno cercano a las viviendas, y la organización de una cooperativa de pescadores en relación a la proximidad de la ribera del río Paraná.
5. ASISTENCIA TÉCNICA BRINDADA POR COLEGIOS PROFESIONALES
Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe, Distrito 2 - Rosario
El Colegio de Arquitectos Distrito 2 - Rosario organizó los "Consultorios de Arquitectura" que comenzaron a funcionar desde 1996. El Colegio gestiona el lugar donde atienden los profesionales para recibir las consultas de los vecinos, ya sea en centros vecinales, centros de jubilados, etc., de barrios carenciados. Los arquitectos trabajan en equipos de a dos, por turnos, cubriendo algunos días de la semana, siendo la primera consulta sin cargo y si resulta necesario otra consulta, o si es necesario desplazarse a otro lugar, se cobra un monto mínimo acorde a las posibilidades del vecino.
Si bien el objetivo es solucionar cuestiones relacionadas a la vivienda, las consultas son de muy diversa índole. Por ejemplo: en relación a los impuestos por sobrefacturación respecto a la superficie construida / dónde poner una abertura / cómo pueden construir porque ya tienen comprados los materiales / el caso de alguien que construyó sobre una planta alta y consultaba dónde poner la escalera / consulta sobre cuáles son los muros de carga para seguir construyendo en planta alta, etc.
Como aspecto positivo se indica que es una buena manera de acercamiento del profesional a los vecinos, con la posibilidad de poder informar al usuario sobre los beneficios de una consulta previa antes de iniciar su obra o reforma, a fin de tener una mejor calidad de vida en su vivienda.
Para conocer otra forma de participación del Colegio de Arquitectos se consultó a un grupo de arquitectos que trabajan en el mejoramiento de 29 viviendas e infraestructura de la Comunidad Aborigen "Villa Cariñito", donde participan el Servicio Público de la Vivienda, el Programa Federal de Construcción de Viviendas, y las Cooperativas de trabajo de "Villa Cariñito".
A fines del año 2000, unas 50 familias que vivían en condiciones precarias en el Barrio Toba ocuparon los terrenos que estaban destinados a futuras etapas de crecimiento del barrio, según un proyecto de Relocalización (1986-1997). Entre 2003 y 2004 las familias de la Comunidad Toba realizaron gestiones ante el SPV y otros organismos oficiales, lográndose un compromiso de intervención para el área.
Como aspectos positivos señalan el intercambio de saberes que se produce en la intervención cotidiana con los integrantes de las cooperativas, respetando sus pautas culturales, y estableciendo relaciones que trascienden los objetivos generales del proyecto. Se facilitan además relaciones inter-institucionales con organismos municipales y/o provinciales.
Como aspectos negativos se indica la falta de capacitación del grupo, ya que se trata de cooperativas que se constituyen por intereses económicos -falta de inserción laboral- antes que por un concepto cooperativo solidario del conjunto.
Las necesidades se observan a dos niveles: el técnico, dado que la mayoría de las personas no están formadas en el oficio de la construcción, y el conceptual, en cuanto a la promoción de los valores y formas de asociación cooperativos.
Por último, los profesionales que participan de los Consultorios de Arquitectura manifiestan que hay dos visiones sobre el servicio que el Colegio ofrece a la comunidad: la primera respondería más al modelo del ejercicio de la profesión liberal, orientada hacia el mercado; mientras que la segunda se aproximaría más a un concepto solidario en el ejercicio de la profesión, según el sector social a quien se dirigen. Estas diferencias abarcan incluso el cobro de aranceles en los proyectos (8).
Colegio Profesional de Trabajo Social de Rosario
En cuanto al Colegio Profesional de Trabajo Social de Rosario se puede señalar que no tiene ningún proyecto relacionado con vivienda social, ya que esta temática "no se encuentra dentro de los lineamientos que el mismo lleva adelante", según manifiesta un directivo de la institución.
De todas formas el Colegio tiene conocimiento que dentro de los matriculados hay profesionales que forman parte del equipo técnico del Servicio Público de la Vivienda (SPV), y de la Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo (DPVyU) de Santa Fe.
También conocen la existencia de Cooperativas de viviendas, orientadas al proyecto y ejecución de proyectos habitacionales para los sectores más carenciados que no pueden acceder al mercado inmobiliario, pero el Colegio no puede afirmar que haya Trabajadores sociales involucrados en dichos emprend im ientos .
6. CONCLUSIONES
La investigación se plantea contribuir al diseño de estrategias que articulen los distintos actores participantes en propuestas de actividades productivas y su relación con el mejoramiento del hábitat, considerando las variables sociales, físicas, ambientales y espaciales.
Se parte de una concepción amplia de la gestión del hábitat popular, lo cual implica la gestión de procesos sociales con implicancias en el apoyo, acompañamiento y fortalecimiento de los actores involucrados en estos procesos de transformación. Por lo tanto, es en este marco que deben ser leídas las experiencias analizadas en este trabajo, considerando los distintos enfoques adoptados para el hábitat de los sectores de menores recursos:
-desde lo habitacional, para luego ir construyendo lazos con emprendimientos productivos, como en el caso de las Cooperativas de viviendas;
-desde los emprendimientos productivos promovidos por el Programa de Agricultura Urbana, para luego llegar a la solución habitacional;
-contemplando ambos procesos en forma simultánea (lo habitacional / lo productivo), como en el caso del Programa Rosario Hábitat.
La comparación de experiencias estudiadas permiten señalar dos cuestiones relevantes: por un lado la interdisciplinariedad, como elemento básico para alcanzar a comprender la complejidad de los fenómenos socio-urbanos sobre los que se actúa; y por otro lado el impacto de la participación de los habitantes en la búsqueda de soluciones para el hábitat y la inserción social de los sectores de escasos recursos.
En el marco de los programas de mejoramiento del hábitat, la inclusión de procesos de capacitación y de generación de microemprendimientos contribuye, en términos generales, a un incremento de los capitales culturales y económicos de los grupos. Esto implica reconocer y valorar l a importancia de los saberes de los sujetos, así como el fortalecimiento de redes sociales que promueven procesos de inserción laboral y social.
La posibilidad de reconocerse en el trabajo cotidiano con el semejante se convierte en el punto inicial para pensar en forma colectiva y empezar a construir redes de información y de solidaridad, que potencian las individualidades generando efectos multiplicadores. La concreción de acciones materiales en el barrio fomentan la asociatividad en las relaciones vecinales, contribuyendo a la integración de sectores marginados de la ciudad.
De esta forma, a los objetivos de reordenamiento urbano y mejoramiento de viviendas, se integran otros objetivos que apuntan a la generación de ingresos, nutrición, e inclusión social, como consecuencia de concebir a la problemática de los asentamientos irregulares no como un problema urbano, sino como una consecuencia de la pobreza. Si los problemas derivados de la pobreza están integrados, las acciones también deberían ser integrales.
Si bien es necesario tener en cuenta que no siempre lo que se plantea en los distintos programas públicos tiene su correlato en la realidad, lo que se traduce en dificultades para realizar un trabajo coordinado entre las diversas instancias gubernamentales.
Se puede observar que las acciones llevadas adelante por los organismos municipales con relación a la capacitación laboral o la gestación de iniciativas productivas, incluyen una articulación entre los destinatarios y los profesionales y técnicos que trabajan en cada programa. No obstante se evidencia una débil vinculación con otros actores sociales que interactúan en la ciudad (empresas, asociaciones e instituciones privadas, etc.).
Así mismo, se puede señalar que la interrelación de distintas asociaciones como los colegios profesionales, o las cooperativas surgidas como iniciativas para lo habitacional, promueven la participación, la capacitación, y ciertos espacios de inclusión de los sectores populares. Aunque se observa que si bien algunos colegios profesionales de Rosario plantean formas de apoyo técnico para el hábitat social, lo hacen en forma muy limitada y sin incluir un trabajo interdisciplinario.
La capacitación y el acompañamiento social en estos proyectos cumplen una función relevante en cuanto a la organización de los grupos en lo productivo y en lo social, propiciando la regularización habitacional de las familias y la concreción de microemprendimientos destinados a la población de menores recursos.
La promoción integral de los microempren- dimientos supone la articulación y coordinación de acciones entre organismos públicos, ONG, entidades públicas y privadas, generando redes inter-institucionales que fortalecen el ingreso al mercado laboral, facilitan la socialización de experiencias y el intercambio de saberes entre todos los actores involucrados.
Finalmente se destaca la importancia de estos proyectos como facilitadores de inclusión social, contribuyendo a la construcción del espacio urbano mediante la vinculación de lo habitacional y lo productivo.
Desde esta perspectiva se busca promover la formación de equipos multidisciplinarios para los proyectos de hábitat, por lo cual adquiere relevancia la organización de un Taller de capacitación, como instancia de formación orientada a la gestión de la vivienda social con articulación a iniciativas productivas.
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NOTAS
1 El Gran Rosario comprende la ciudad de Rosario y otras 10 localidades vecinas que conforman un aglomerado urbano continuo .
2 SPV: Servicio Público de la Vivienda - Municipalidad de Rosario. DPVyU: Dirección Provincial de Vivienda y Urbanismo - Santa Fe. BHN: Banco Hipotecario Nacional.
3 El trabajo está basado en el desarrollo del proyecto de investigación: "Propuesta aplicable a la gestión participativa del hábitat social que incluya microemprendimientos productivos en Rosario". Director: Dr. Arq. Marcelo Salgado / EPEV (Equipo para el Estudio de la Vivienda), FAPyD-UNR, 2005. Proyectos de Investigación y Desarrollo Científico Tecnológico de Alto Impacto Socioeconómico. SPU-UNR, Secretaría de Ciencia y Tecnología - Universidad Nacional de Rosario.
4 Ibídem, op. cit.
5 Ibídem, op. cit.
6 Documento página Web: www.rosariohabitat.gov.ar
7 SALGADO, Marcelo y PIAZZA, Gustavo; "Las cooperativas de viviendas en la producción del hábitat para la población de menores recursos en Argentina (Rosario)". 65º Congreso ACFAS. Universidad de Québec en Trois-Rivières. Canadá, 1997.
8 Las inspecciones del Plan Federal son estrictas en cuanto a los planes operativos, ya que los mismos se realizan de acuerdo a normativas sin contemplar las particularidades del proyecto. Refieren problemas a partir de los costos, ocasionando un desfasaje en los tiempos de obra por recurrir a soluciones alternativas viables a lo presupuestado ($35.000 por vivienda pautado por empresas / $25.000 pagado a cooperativas, resultando que "los pobres venden barato", según señala un profesional entrevistado).