Revista invi Nº 60, Agosto 2007, Volumen 22: 59 a 100

VIVIENDA INDÍGENA, PARTICIPACIÓN Y DESARROLLO LOCAL. EL CASO DE LA COMUNIDAD INDÍGENA KAWÉSQAR DE PUERTO EDÉN.

NATIVE (INDIGENOUS) HOUSING, PARTICIPATION AND LOCAL DEVELOPMENT. THE KAWESQAR INDIGENOUS COMMUNITY FROM PUERTO EDEN'S CASE.

Claudio Pulgar Pinaud *

*Chileno, Arquitecto Universidad de Chile (2006). Actualmente continúa trabajando junto a la comunidad indígena Kawésqar en el desarrollo y gestión del proyecto de "hábitat indígena" en Puerto Edén, Chile. cpulgar@uchile.cl

En Chile existen los últimos descendientes de un pueblo indígena que habitó antiguamente todo el archipiélago patagónico sur, el pueblo Kawésqar, pueblo nómade canoero, habitantes del mar; hoy son unas pocas familias, pero están en proceso de revitalización cultural, a través de la recuperación de su lengua y anhelando volver a uno de sus territorios/maritorios ancestrales para construir nuevas viviendas y velar por su desarrollo local. Este artículo deriva de una investigación inicial bibliográfica y de un trabajo participativo con la comunidad, del cual surgió una propuesta arquitectónica y de desarrollo. Ambos fueron trabajos académicos presentados para obtener el título de arquitecto; y son parte de un mismo proceso, de investigación, participación de la comunidad y, finalmente, de propuesta arquitectónica. A continuación una síntesis de éstos, enfatizando en el proceso y resultado actual de la propuesta arquitectónica elaborada junto a la comunidad indígena. Se presenta como una aproximación al diseño de viviendas y espacios públicos, su relación con la cultura local, el entorno y la participación, en este caso de pueblos indígenas del sur de América, de la región Patagónica chilena, y el caso de la comunidad indígena Kawésqar de Puerto Edén.

Palabras claves: hábitat indígena, vivienda, cultura, participación, zonas aisladas

In Chile the last descendants of an indigenous people exist that inhabited formerly all the south-patagonian archipelago, the Kawésqar People, nomadic town canoeist, inhabitants of the sea; today they are few families, but they are in process of cultural revival, through the recovery of its language and yearning for to return to one of its ancestral territories/seatories to construct new houses and look after its local development. This article derives from a bibliographical initial investigation and from a interactive work with the community, from which an architectonic proposal and for development arose. Both were academic works displayed to obtain the architect grade; and they are part of a same process, of investigation, community participation and, finally, architectonic proposal. Followig a synthesis of both works, emphasizing in the process and current result of the architectonic proposal elaborated with the indigenous community. It presents an approach to the design of houses and spaces public, their relation with the local culture, the surroundings and the participation, in this case of indigenous people of the South America, from the Chilean Patagonian region, and the case of the indigenous community Kawésqar from Puerto Edén.

Keywords: indigenous habitat, housing, culture, participation, isolated areas.

I. INTRODUCCIÓN

El siguiente texto se concentra en la comunidad indígena Kawésqar actual, en peligro de extinción, de los cuales sólo 22 personas viven hoy en la aislada localidad de Puerto Edén, Región de Magallanes, Chile. Junto a ellos se desarrolló una investigación y luego una propuesta, para lo cual se viajó a terreno, con la idea de realizar un proyecto de arquitectura para y con ellos, que naciera de sus necesidades, inquietudes y anhelos. Se realizó un trabajo participativo, primero para realizar un diagnóstico de las necesidades y definir qué proyecto hacer juntos, y segundo para diseñar y localizar la propuesta. Ésta se localiza en el Archipiélago Patagónico Sur, frente a Campo de Hielo Patagónico Sur, en la única localidad poblada de todo el archipiélago.
Específicamente el caso del pueblo Kawésqar es simbólico y trascendente por el hecho de encontrarse en "vías de extinción"; aunque parezca impresionante la actual situación de lo s descendientes es extrema. Por un lado sus formas de vida han cambiado completamente, la lengua hoy es hablada por unos pocos (los más ancianos de la comunidad), y la cantidad de individuos que forman la comunidad es dramáticamente reducida.
Un antecedente destacable es que el pueblo indígena Kawésqar fue hasta hace unos 80 años un pueblo nómade, hoy en día han perdido muchas de sus antiguas costumbres, y se han sedentarizado, pero a pesar del dramático proceso de transculturización
aún tienen una importante cantidad de rasgos propios. "…Todas las poblaciones que no desarrollan construcciones complejas que requieran el trabajo de una comunidad de producción más o menos amplia aparecen "pobres" desde el punto de vista arquitectónico; pero, en este caso, la construcción, la explotación y el papel de instrumento de orden social es desarrollado por el territorio (maritorio para el caso de los pueblos nómades canoeros), sobre el que se concentran también las actividades interpretativas de la comunidad." (2)
Es importante destacar la visión que tiene Rapoport de la relación entre vivienda y cultura: "…se preocupa de demostrar, como contribución original al problema, que la arquitectura se deriva sobre todo de factores socioculturales (…) estima incompletas las interpretaciones basadas sobre puntos de vista unilaterales (clima, materiales, defensa, economía, religión, etc.), que reúne bajo el término "determinismo físico"; el clima, la construcción, los materiales y las técnicas son considerados, por el contrario, como "factores modificantes" de los "factores socioculturales" conceptuados como fundamentales".(3)

La problemática nacional

La superación de la pobreza es una problemática que atañe de sobremanera a un país como Chile, el cual pertenece a los llamados "países en vías de desarrollo", donde aún muchos habitantes viven y subsisten en condiciones que no son aptas para su normal desenvolvimiento, a pesar de las cifras macroeconómicas que se muestran hacia el exterior. La pobreza es en sí misma una situación que vulnera los derechos de las personas y relativiza su ciudadanía, al atentar directamente contra el principio de igualdad y no discriminación, derechos básicos que debieran ser garantizados a todos. El concepto pobreza es siempre variable y existen diversas definiciones en esta materia, dependientes del país, la historia, los intereses de los sectores comprometidos en su solución. La pobreza puede ser entendida como una "situación" de insatisfacción de ciertas necesidades básicas y de carencia de oportunidades.
Una de las problemáticas derivadas de la situación de pobreza es la del acceso y carencia de vivienda, entendiendo la vivienda como un derecho humano. Un techo inadecuado e inseguro amenaza la calidad de vida de los individuos, atentando directamente contra su salud física y mental; en definitiva, niega la posibilidad de una vida digna.
El caso de los pueblos originarios es más dramático aún, ya que luego de la colonización de sus territorios, y su posterior integración al territorio nacional, sus formas de vida se vieron afectadas de sobremanera. Muchos viven hoy en condiciones de pobreza, han perdido muchas de sus costumbres y sufren de la discriminación. La transculturización ha sido un fenómeno inevitable, que ha llegado hasta la aculturización en algunos casos, es decir, cuando se pierde todo tipo de costumbres y condiciones culturales propias.
La comunidad internacional y distintos tratados han reafirmado los derechos de los pueblos indígenas, y su propia vigencia cultural ha sido el principal motor para la recuperación de sus territorios, la igualdad de derechos frente a los no indígenas, y la mejora de sus condiciones de vida.

La problemática local

Las condiciones en las cuales se encuentran los pueblos indígenas, en especial la delicada situación de los pueblos indígenas australes por su escasa población, su diezma, su aislamiento, la pérdida de sus costumbres ancestrales (como la vida nómade o los ritos de iniciación), la paulatina pérdida de su lengua, la discriminación y su precaria situación de pobreza, hacen pertinente abordar las problemáticas que afectan a las familias indígenas, poniendo énfasis en el tema de la carencia y la calidad de la vivienda (la dignidad), el desarrollo productivo, especialmente enfocado hacia el etno- ecoturismo, y a la conservación biocultural de su territorio/maritorio como enfoque para abordar un posible desarrollo.
Se debe tener especial atención a la pertinencia cultural de los diseños (incluyendo la pertinencia técnica; y el uso de tecnologías apropiadas y apropiables), así como la vinculación con el medio ambiente, aspecto fundamental de la cosmovisión de los pueblos indígenas, donde la sustentabilidad está arraigada como parte de su manera natural de relacionarse con el entorno.
La pobreza existente en la Región de Magallanes (la más austral de Chile), donde se ubican las comunidades indígenas Kawésqar, en general hay que entenderla de distinta manera a la pobreza del norte del país (de Puerto Montt al norte, lo que queda unido por la carretera Panamericana). Las críticas condiciones de aislamiento y el rigor climático, configuran una pobreza distinta, existe un estado de vulnerabilidad frente al contexto donde se desenvuelven las comunidades y muchas veces de exclusión respecto del acceso a oportunidades de desarrollo humano y social, así como de condiciones mínimas de vida en el territorio.
El proyecto, que consiste en un traslado planteado por la propia comunidad a los terrenos de Jetarkte, dentro de la misma localidad de Puerto Edén, es una plataforma de desarrollo bajo el enfoque de la identidad, más pertinente y acorde con los Pueblos Indígenas. Un desarrollo no basado sólo en la satisfacción de necesidades o en la sobrevivencia a la pobreza, sino en el ejercicio de derechos y el bienestar plenos que permitan economías sostenibles e interculturales (manteniendo rasgos de la economía de subsistencia, pero tomando en cuenta y explotando ellos mismos las nuevas oportunidades que presenta el turismo ecológico-cultural y responsable).
Como una nueva e importante actividad y a la vez motor de desarrollo ha surgido el ecoturismo, siendo un importante elemento económico para mejorar la situación de las comunidades indígenas, a través de la venta de artesanía, los paseos o trekking a sus territorios/maritorios ancestrales, el hospedaje de turistas, la cocina típica, la enseñanza de su lengua, etc. Un proyecto de relocalización, diseño de viviendas y equipamientos debiera tomar en cuenta esta nueva particularidad, e incluirla como una más de las variables. Es importante en torno al tema del diseño con pertinencia cultural no caer en folclorizaciones que sean ajenas a las necesidades y anhelos de la propia comunidad, por eso es muy trascendente la participación de ésta en el proceso proyectual.
Dentro del ámbito específico de la arquitectura surge una exploración que se puede lograr con el diseño propuesto, que tiene que ver con dos principales variables: el lugar o contexto (medio ambiente y territorio) y la cultura. El diseño arquitectónico en zonas aisladas y extremas climática y geográficamente supone un desafío mayor. Por otro lado el diseño acorde a patrones culturales distintivos como son las culturas indígenas, y la relación entre vivienda y cultura, conjetura un nuevo panorama en el cual la arquitectura sea capaz de rescatar y denotar la identidad cultural propia de un pueblo, en este caso originario o indígena. La pertinencia étnica es esencial en un proyecto de esta índole, como lo es también la pertinencia territorial y ambiental.
Por otro lado la identidad cultural como concepto, es un importante tema a abordar desde la problemática de la arquitectura, siendo pertinente expandir su aproximación no sólo a las formas, sino a los modos y maneras de habitar. El espacio público y la identidad, juega un rol decisivo, ya que las comunidades y sus relaciones se desenvuelven en los espacios comunes y públicos.
El trabajo en terreno y de acercamiento a la comunidad hacen que el proceso de diseño tome otros rumbos, siendo la participación un importante referente, agregándose como una de las principales variables, junto a la localización y a la pertinencia cultural.

II. CARACTERIZACIÓN DEL CASO DE ESTUDIO ANTECEDENTES PUEBLO INDÍGENA KAWÉSQAR

Los nómades canoeros marítimos

Entre 5000 y 6000 años atrás se produce una dinámica de cambios en los modos de vida del hombre austral, en aparente asociación con algunos fenómenos ambientales, es aquí cuando aparecen los pueblos canoeros, precedentes a los pueblos que sabemos que habitaron los canales e islas de la zona austral, conocidos como Chonos, Kawésqar y Yámana.
Sea como sea, hasta hace 6000 años los habitantes australes eran cazadores recolectores, no muy diferentes a los que conocemos, pero a partir de entonces, "es imposible hablar de la prehistoria de Patagonia sin reconocer l a existencia de al menos dos modos de vida muy diferentes: los cazadores terrestres de las estepas orientales y los canoeros del litoral. También se hace imposible no reconocer diferencias al interior de cada una de estas grandes tradiciones…" (4)
Los pueblos canoeros de la Patagonia presentan similitudes en sus características corporales, además de proximidades en su forma de vida y cultura material. Eran de estatura baja y robusta, quizás debido a que pasaban la mayor parte del tiempo en la canoa, subsistiendo de la pesca, la caza y la recolección de lo que encontraban en los canales.

Pueblo Kawésqar

Según el antropólogo francés Joseph Emperaire, el término Kawésqar significa en la lengua de este pueblo "los hombres", específicamente los "hombres que llevan una piel" (Kawes= piel, y kar= materia dura o soporte) (5). Según el etno-lingüista chileno Oscar Aguilera, el nombre Kawésqar, tiene literalmente la connotación de "ser racional de piel y hueso" (como en español de carne y hueso), y significa además gente (6). Esta denominación, viene a sustituir la de "Alacalufes" (7), antiguamente utilizada por diversos autores para identificar a este pueblo. Los diferentes nombres que viajeros y autores les dieron con anterioridad respondían a diferenciaciones entre los habitantes de áreas geográficas o diferencias dialectales, siendo de igual manera todos integrantes de un mismo pueblo (8).

Contexto, territorio y distribución

Los Kawésqar, pueblo de nómades marinos, extendieron su territorio a través de los canales australes ubicados entre el Golfo de Penas por el norte, y el Estrecho de Magallanes, por el sur, en la Península de Brecknock (esta última ubicada al sur del Seno Almitarazgo)(cid:2)9. Este conjunto de canales (casi todos) navegables, denominados canales de Patagonia o Archipiélago Patagónico Sur, constituyen una vía de tráfico marítimo por aguas tranquilas ...(10) Es probable que desde la fundación de Punta Arenas, en 1842, los Kawésqar dejaron de transitar por esa parte del Estrecho de Magallanes, pero anteriormente su movilidad se extendía mucho más hacia el este del mismo (11).

Imagen 1. Representación del espíritu de "Yinchiahua" con máscara fálica, en ceremonia de iniciación. Pueblo Kawésqar. foto: Martín Gusinde 1923.

Economía de cazadores recolectores nómades

Canoeros nómades marinos, su economía se basaba en la caza y recolección de mamíferos marinos, aves, peces y mariscos. Pasaban la mayor cantidad del tiempo navegando en los canales, para lo que eran muy hábiles. Tanto para la caza como para la pesca los Kawésqar utilizaban como arma principal el arpón, elaborado con hueso de lobo de mar o de ballena.
Dadas las difíciles condiciones que el medio físico terrestre presentaba, bosques y topografía impenetrables, sólo quedaban como sitios habitables estrechas playas pantanosas, además los pro- ductos que les ofrecía la tierra eran mínimos; este pueblo indígena buscó "su subsistencia en la costa y en el mar, donde encontraban los productos que requerían para proveer su alimentación: lobos marinos, nutrias, aves, abundantes peces y mariscos. Por lo mismo los Kawésqar no conocieron del cultivo agrícola, la alfarería o tejido" (12). La navegación respondía a un requerimiento esencial de su existencia nómade, y la dominaban hábilmente, utilizando embarcaciones aparentemente frágiles y precarias, pero eficaces.

Modo de vida y organización social

La vida nómade favoreció su organización social en pequeños grupos familiares, socialmente independientes, los que viajaban largas distancias para satisfacer sus necesidades alimentarias. Las relaciones entre grupos se limitaban a encuentros ocasionales en zonas de campamento, donde se unían en torno a vínculos religiosos libremente aceptados que acentuaban la solidaridad del grupo. Por lo mismo, carecían de una autoridad común al grupo entero, lo que dejaba el poder a los jefes de familia (13). Más que jerarquías existían liderazgos ocasionales y con fines prácticos.

La vivienda Kawésqar

Es posible entender la vivienda como un continuo proceso de transformaciones, un verdadero sistema vivo, especialmente en el caso de los pueblos nómades, donde se produce una simbiosis entre sus constructores-habitantes, con el objeto-vivienda, el cual se encuentra en constante mutación y a la vez en persistente movimiento, denotando un estado dinámico del objeto-vivienda, coincidente al "ser" nómade, el "estar siendo" de los indígenas.
Este pueblo dedicado a la caza y recolección se caracterizó principalmente por su modo de vida nómade íntimamente ligada al mar. Su hábitat, podríamos decir que es y sigue siendo el último extremo austral del mundo habitable. El cual además presenta condiciones extremas para la vida, por ser extremadamente húmedo, lluvioso, escarpado, en definitiva adverso para lo que el común de la gente pensaría puede desarrollarse una cultura, sobre todo si ésta se desenvuelve esencialmente en el mar, navegando, y en sus costas.
Los objetos confeccionados o producidos por estos indígenas estaban caracterizados por su eficacia y máxima sencillez, esto es aplicable también a sus viviendas. Su forma de vida nómade imposibilitaba todo exceso en el equipaje durante sus desplazamientos cotidianos y todo excedente más allá de lo absolutamente necesario.
Los alimentos que se encontraban a su disposición, mariscos, aves marinas y mamíferos marinos, no se concentraban en un mismo lugar, para obtenerlos era necesario buscarlos, recolectarlos y cazarlos en distintos lugares. Este propósito reportaba, por consiguiente, un permanente vagabundeo.
Se describen como forma tipológica dos viviendas, ya que a partir de los relatos e investigaciones existentes habría existido sólo la choza cupular como forma de solución a la vivienda en tierra firme. Además dado el carácter de pueblo marino, y por el hecho de que pasaban gran cantidad de tiempo de sus vidas sobre sus embarcaciones, se incluye la canoa como otra tipología de vivienda. Entonces cada familia Kawésqar habría usado los dos tipos de vivienda, dependiendo del momento en que s e encontraran. La choza abovedada y l a embarcación serían las tipologías de vivienda que vivieron juntas en tiempos históricos y protohistóricos. A la cabaña la nombraban como Tchelo (14) o At (15), y a la canoa la llamaban Hallef (16).
"Una familia, salvo que esté navegando, nunca pasaría toda la noche fuera de una choza."(17)
Es importante destacar el hecho de que los Kawésqar reutilizaran las estructuras de las viviendas construidas por otra familia que aún permanecían en pie, y que encontraban en sus paraderos. Bastaba con consolidarlas, reemplazando piezas quebradas o podridas, y restablecer las ligaduras, antes de cubrirlas con las pieles de lobo marino o foca que siempre llevaban consigo.
La mayoría de las descripciones de las viviendas históricas y sus características, están basadas en los trabajos etnográficos de Martín Gusinde y Joseph Emperaire.
Debido a que su región no se prestaba para los viajes por tierra, en ésta sólo construían sus cabañas en la costa, además de recoger madera o recolectar algún producto; sus traslados los realizaban en su canoa de corteza, siéndoles ésta materialmente indispensable.

La cabaña cupular

"La habitación de los Alacalufes (Kawésqar) responde plenamente a las exigencias de su vida nómade, junto con ofrecer la mejor protección contra la intemperie. La cabaña es liviana. Su instalación y su desmontaje son rápidos y fáciles. En su forma, en los procedimientos de construcción y en las materias primas empleadas, se acerca bastante a la que describen los relatos del pasado. Las adquisiciones recientes, que han afectado tanto la vida de los Alacalufes, no han influido sino débilmente en su habitación." (18)

Imagen 2. Reconstrucción At, vivienda Kawésqar. Puerto Edén. Foto: Maria Isabel Tonko.

La forma estaba emplazada sobre una planta ovalada (a veces casi circular), sobre la cual se elevaba el armazón como un cúpula alargada y plana. Esencialmente se puede definir como una cúpula oval o una bóveda con sus extremos en forma de cúpula.
Para la estructura preferían las varas de madera de haya y de canelo, de las que se reunían de 25 a 35 varas, las que medían aprox. 3 mts. de largo.
Para la cubierta se utilizaban principalmente pieles de lobo marino, "el número de las pieles empleadas varía según las dimensiones de la cabaña: de 8 a 10 bastaban para recubrir una cabaña normal de 3 metros por 2 y una altura al centro de 1.80 metros" (19).
Éstas se complementaban además con hojas de helechos o matas de hojas tupidas. Según algunos relatos también se habrían usado cortezas de árbol como cubierta. "Es probable que los indios utilizaran los materiales que tenían a su disposición en el sitio mismo donde establecían su campamento."(20)
Luego de elegido el lugar donde se instalaría la choza, para lo que el padre de la familia se ponía de acuerdo con su mujer, el primer paso debía ser limpiar y acomodar el sitio. Luego se construía un armazón de varas entrelazadas. Una vez afianzada la estructura se extendían pieles de lobo marino, hasta cubrirla totalmente. Los bordes de las pieles poseían orificios, por los que pasaban hilos de tendón, con los que cada piel se aseguraba a las varas de la armazón. Ni siquiera el viento fuerte podía levantar las pieles, ya que sobre estas se colocaban lazos largos que las aseguraban en todas direcciones. Cada familia llevaba consigo, en la canoa, la cantidad necesaria de pieles. Donde era posible encontrar fácilmente hojas de helecho (o de otra mata tupida) se las colocaba en abundancia sobre las pieles y se las ataba, especialmente en las noches más tempestuosas.
Siempre se dejaba un agujero libre en la parte central de la choza para dejar escapar el humo del fogón que se disponía en su interior. Esta suerte de chimenea se tapaba con algunos ramajes, para proteger el fuego de la lluvia, la que muchas veces se tornaba torrencial.
Todos los miembros de la familia participaban en la construcción de la vivienda. En primer lugar el hombre, era quien desde un comienzo dirigía y ejecutaba todos los trabajos, acompañado de los hijos mayores. La mujer al comienzo estaba ocupada en la descarga de las cosas de la canoa, el cuidado de los niños pequeños y el arrastre de la canoa a la playa. Cuando terminaba estas tareas, podía ayudar al esposo en el montaje de la armazón de la choza.
Medido el espacio interior a nivel de suelo, alcanzaba unos 2.7 mts de largo y unos 2.2 de ancho, con una altura media aprox. de 2 mts. Estas medidas promedios entregadas por Gusinde, eran variables dependiendo del emplazamiento y de la cantidad de individuos que albergara la vivienda.
La entrada a la choza, que estaba en medio de uno de los costados estrechos del óvalo, usualmente miraba hacia el mar, quedando el eje longitudinal hacia el interior del bosque. Desde el interior de la choza, todos los ocupantes debían tener la canoa bajo su alcance visual.
La superficie de piso interior se cubría con ramas secas, preferentemente coihues siempreverdes, y sobre ellas se extendía alguna piel. Sobre este "lecho" pasaban su tiempo los ocupantes, fuera de día o de noche.
En la distribución en el interior de la choza usualmente el hombre ocupaba un lugar en uno de los costados de la entrada, la mujer y los niños más pequeños permanecían en el fondo. El espacio intermedio, entre los padres, lo compartía el resto de los niños. Era frecuente que los niños se acercaran al padre y las jóvenes a la madre.

III. DIAGNÓSTICO CONTEXTO DEL CASO DE ESTUDIO

Localidad Puerto Edén

"Los islotes de Wellington unidos por verdaderos caminos de agua, se prestan espléndidamente para establecer un centro habitado sui generis, una Venecia en miniatura. Hay que tomar en cuenta que en Puerto Edén no se conoce calle, caballo o vehículo alguno. El tránsito y la vida misma es marítima ciento por ciento"(cid:2)21

Imagen 3: Ubicación de Puerto Edén en Chile y en el Archipiélago Patagónico Sur. Elaboración propia. 2006

En términos específicos, Puerto Edén, ubicado en la zona de los archipiélagos, presenta una muy difícil accesibilidad (sólo marítima) y adquiere las características de un espacio de frontera interior. Debe tenerse presente para entender el aislamiento de la comunidad habitante de Puerto Edén, que los lugares habitados más cercanos se encuentran a varios centenares de kilómetros de navegación y sin conexión regular.

Imagen 4. Panorámica Puerto Edén. Foto: autor. 2006.

Puerto Edén se encuentra condicionado por la topografía, adquiriendo una estructura lineal, alargada y sinuosa en torno a la bahía. El clima lluvioso condiciona su vida urbana y agudiza sus condiciones de precariedad. Su rol de centro de abastecimiento para las rutas de navegación debería permanecer en el tiempo, sin embargo se torna imprescindible el mejorar su estructura urbana y sus posibilidades de comunicaciones para mejorar ciertos aspectos de la calidad de vida de la población.
En la localidad viven 176 habitantes (cantidad variable dependiendo de la temporada de extracción de recursos marinos) emplazada en el sector norte de la comuna de Natales, sobre territorio insular, en la Isla Wellington, la de mayor tamaño del archipiélago patagónico (similar en tamaño a la isla grande de Chiloé) y el único lugar habitado de todo el archipiélago Patagónico Sur.
Es importante destacar que la localidad está inserta dentro del parque nacional (22) más grande del país, el Parque Bernardo O'Higgins. Éste posee una biodiversidad de interés mundial, por ser una zona con casi nula presencia humana, en su mayor parte prístina. La localidad de Puerto Edén se encuentra en un sector desafectado del parque, pero todo su entorno pertenece a él.
La estructura urbana en general es poco consolidada, pero concentrada en torno a una bahía rodeada de cerros con pendientes significativas. Destaca la presencia de estructuras urbanas propias, expresadas en un singular espacio público y de vialidad peatonal constituido por pasarelas de madera (de ciprés).

Imagen 5. Pasarela de madera de Puerto Edén. Foto: autor. 2006.

Reseña de la Historia de Puerto Edén

La villa de Puerto Edén, tal como se conoce hoy se creó recién el año 1969, al firmar el entonces intendente de la región Mateo Martinic, el decreto para su creación. No obstante su historia es mucho más antigua. La zona fue asentamiento indígena de gran antigüedad y representó uno de los sitios de mayor ocupación indígena, como lo demuestran los estudios arqueológicos. Quizás debido a lo protegido de la bahía, asociado a los terrenos no tan escarpados de los alrededores, a la abundante fauna y a la cercanía con el canal Messier, vía de tránsito marítimo desde antiguo. Existen registros arqueológicos que demuestran la ocupación humana en los alrededores de Puerto Edén hace unos 2000 años, y en otras zonas del archipiélago más allá de los 6000 AP.
El origen actual de la villa está asociado a la llegada de los "blancos" a la zona. Al final de la década de 1930, se construyó en el mejor terreno de la bahía una gran casa que serviría como Radio estación de la FACH; esta zona se denomina Jetarkte, en lengua Kawésqar. Puerto Edén se transformó en un punto de abastecimiento y control para los hidroaviones que hacían la ruta entre Puerto Montt y Punta Arenas. Alrededor de esta casa, en la que habitaban a lo más 5 funcionarios de la FACH,(23) se empezaron a congregar varias familias Kawésqar, llegando a ser más de 40 familias viviendo alrededor de la radio estación.
Los indígenas seguían aún con su forma de vida ancestral, de cazadores nómades canoeros, aunque ya habían recibido algún tipo de influencia foránea por sus contactos esporádicos con grandes barcos que transitaban por la zona, además de la relación que tuvieron con los loberos y cazadores de nutrias que navegaron por los canales a lo largo de todo el siglo XIX (aunque ya venían teniendo contactos con navegantes desde el siglo XVI). Muchas de estas relaciones con los blancos fueron malas experiencias, en la cuales los Kawésqar sufrieron abusos, vejaciones, las mujeres violadas y muchos fueron exterminados, por ejemplo disparándoles desde los barcos. A muchos
otros los usaron como mano de obra, esclavizándolos o dándoles a cambio en la mayoría de los casos alcohol. Además las relaciones con el hombre "blanco" resultaron en la transmisión de enfermedades para las que no estaban preparados inmunemente los indígenas, disminuyendo dramáticamente su población, por todas estas razones.
Las familias que se congregaron alrededor de la radio estación FACH (edificio que hoy funciona como Capitanía de Puerto, dependiente de la Armada de Chile, y único Inmueble potencialmente Patrimonial de la Villa), empezaron a sedentarizarse y depender cada vez más de los funcionarios de la FACH. Los Kawésqar aún vivían en las viviendas ancestrales llamadas "At", pero debido al proceso de transculturización éstas fueron mutando, especialmente en sus materiales de recubrimiento, primero cambiaron las pieles por telas y lonas, y luego por latas, planchas y tablas, transformándose gradualmente de "At" a ranchos.
Además llegó a la zona un misionero salesiano (como en toda la Patagonia), el padre Torres, encargado de evangelizar y educar a los indígenas. Es en este período que los Kawésqar viven el más fuerte proceso de transculturización, perdiendo muchas de sus costumbres, especialmente lo que concierne a su religión o cosmovisión, incluidas sus únicas ceremonias de iniciación, que incluían representaciones de espíritus, trajes, máscaras, cantos, danzas y construcciones especiales para la ocasión. A pesar de perder mucho de su cultura, mantuvieron también muchos rasgos de su forma de vida ancestral, especialmente en cuanto a la navegación, la economía de subsistencia y el nomadismo, aunque ahora teniendo como punto de
partida y llegada Puerto Edén. Mantuvieron además el uso de su lengua, la transmisión familiar de las historias y mitos, además del importante hecho de que la mayoría de las familias mantuvieron relaciones familiares entre Kawésqar, manteniendo la consanguinidad de los integrantes de la etnia.
Finalmente al fundarse oficialmente la Villa de Puerto Edén el año 1969, se construyen una escuela y una posta frente a la bahía Jetarkte (zona de la radio estación) en lo que actualmente es Puerto Edén, y en ese momento se obligó a trasladarse a las familias Kawésqar a un pequeño terreno, sobre la roca, con poco espacio para crecer y en un cono de sombra, que es donde actualmente viven.
Los mayores de la comunidad que viven hoy, son fieles testigos de toda esta historia reciente; sus padres vivieron a la manera ancestral, ellos han vivido todo el proceso de transculturización y sedenterización, pero su cultura aún viva ha sido capaz de sobrellevar y mantenerse, a pesar de ser sólo unos pocos los sobrevivientes.
Los terrenos de Jetarkte fueron recuperados por la comunidad indígena en el año 1996 a través de la CONADI,(24) y la propuesta busca lograr los anhelos de la comunidad Indígena de volver a sus terrenos, playas y bahías, a tener un grado mayor de libertad al que tienen actualmente, a la vez ser capaces de conservar su cultura; mejorando su entorno, sus espacios públicos; y tener viviendas dignas.

Caracterización morfológica de Puerto Edén

Puerto Edén presenta dos zonas claras de desarrollo, separadas geográficamente por una masa de agua, aunque vinculadas visual y funcionalmente. Una es la zona donde se originó la villa, y la otra la zona donde se ubica la actual villa, donde vive la mayor parte de la población. Para diferenciarlas hablaremos de la zona de bahía Jetarkte, y de la zona de Bahía Edén.

Imagen 6. Plano de bahía Puerto Edén y Jetarkte. Elaboración propia. 2006.

En la zona de Bahía Jetarkte, se ubica actualmente el edificio de la Capitanía de Puerto, patrimonio inmueble asociado a la historia del origen de la localidad. Toda la zona aledaña de borde, bosques, cerros y río, unas 315 há, pertenecen a la comunidad Kawésqar, lo que incluye una vivienda, en la que vive en estos momentos una familia de la comunidad, y la que se plantea convertir en un hospedaje turístico (dentro del proyecto). El tamaño del terreno de la comunidad indígena lo convierte en un verdadero parque natural, dadas sus características. La vinculación de la zona de Jetarkte con la Villa de Edén, ubicada en la Bahía Edén, está dada por su cercanía (5 minutos navegando) y su conexión visual directa. La conexión vial terrestre no existe, pero es parte de la propuesta realizar un sendero costero, que bordee las bahías y una ambas zonas, convirtiéndose el sendero en un importante atractivo turístico, además de una segunda posibilidad de conexión peatonal para lo s habitantes, además de la navegación
directa.
La zona de Bahía Edén, actualmente más consolidada, con servicios y con la presencia de la mayor parte de la población, se organiza en torno a una estructura lineal de ocupación del borde costero, alrededor de la vía peatonal que unifica la localidad, la pasarela de madera. Se denotan dos grandes sub-zonas, una el barrio sur o centro cívico de la localidad, el que posee la mayor parte del comercio, y todos los equipamientos y servicios públicos, la escuela, la posta, carabineros, delegación municipal, teléfono, etcétera, además de algunas viviendas. Esta primera subzona se ubica en la Bahía Edén y mira hacia el sur. La otra subzona es la conocida como barrio norte (o pa' dentro) donde predominan las viviendas y algunos comercios en su pequeño subcentro. Esta zona se abre hacia el oriente a una bahía protegida por algunas pequeñas islas, anteriores al canal Messier.

Puerto Edén, la última frontera. Aislamiento como impedimento y como virtud.

Se conoce a Puerto Edén como la última frontera interna de Chile, debido a que es justamente aquí donde Chile pierde completamente su continuidad, se corta y sólo es posible recorrerlo por mar a través de intrincados fiordos y canales. Es la última frontera porque es de los lugares menos explorados, y el menos habitado de todo el territorio. El Archipiélago Patagónico Sur hoy no tiene habitantes además de los pocos y singulares habitantes de Puerto Edén. La región de Aisén, más al norte, tiene un cierto grado de aislamiento, pero su comunicación terrestre a través de Argentina, la comunica con el resto de Chile; lo mismo pasa con el sur de la región de Magallanes, la zona de Punta Arenas, Puerto Natales y Tierra de Fuego. Su principal vía de comunicación terrestre es con territorio argentino, además de tener una conexión vía área regular y expedita con el territorio chileno central. Puerto Edén no presenta ninguna de estas características, no tiene conexión terrestre ni con Chile ni con Argentina por estar en una isla, y teniendo en cuenta que el gran campo de hielo sur es una frontera infranqueable, que corta Chile de sur a norte, y además lo priva de comunicación con Argentina.
Puerto Edén debe ser el lugar más aislado de todo el territorio nacional, y esto acarrea variados problemas, especialmente en cuanto al desarrollo socioeconómico y cultural. Desde este punto de vista podría entenderse este aislamiento como un impedimento, en variados ámbitos, especialmente destacado en el acceso a la salud, a la educación, a los servicios públicos, al ocio, etcétera.
Pero este aislamiento puede entenderse como una virtud, y como una plataforma de oportunidades. "Un cierto grado de aislamiento y una fina regulación de los intercambios son condiciones necesarias para la evolución, diversificación y conservación de sistemas biológicos, culturales y sociales."(25)
"Con respecto a la diversidad biológica es notable la presencia de especies únicas o endémicas en sistemas insulares u otras unidades geográficas aisladas. Por ejemplo el aislamiento de los bosques templados del sur de Chile (separados por barreras de desierto y cordillera, y más de 1500 km de los bosques tropicales) ha sido un factor esencial para el alto grado de endemismo presente en flora y fauna de esta región. A la vez los "sistemas insulares" son altamente vulnerables frente a la llegada de biotas y culturas externas". Muestra de esto es la presencia en los alrededores de Puerto Edén, de la mayor cantidad de huemules (ciervo silvestre) de todo Chile, además de una extensa cantidad de especies de flora y fauna nativa, únicos por su diversidad, pristinidad y densidad en la zona.
El aislamiento geográfico tiene una importancia análoga respecto a la diversidad cultural, en el caso de los Kawésqar fue la condición que favoreció el desarrollo de un singular conocimiento ambiental. "A escala ecológica, la importancia de los refugios es crucial para la permanencia a largo plazo de los sistemas depredador-presa. A escala biocultural, la importancia de los territorios indígenas es crucial para la conservación. Hoy, gran parte de la biodiversidad de Latinoamérica se encuentra en territorios indígenas aislados." (26)

La cultura bordemar

La compenetración que se ha dado y se da entre el habitante litoral y su entorno marino-terrestre, la definió el historiador Rodolfo Urbina Burgos, como la "cultura bordemar", lo que significa que " es un vivir en tierra firme, pero casi sobre el mar por lo abrupto del terreno, con muy escasa playa o sin ella, con una vegetación densa, producto de la gran humedad ambiental, lo que ha obligado a construir sobre la orilla misma, circunstancia que explica por qué un poblado que no alcanza a dos centenares de personas tiene un desarrollo litoral que se extiende por unos dos y medio kilómetros. Del mar dependen igualmente para movilizarse fuera del poblado y para conectarse entre sí con los vecinos, y para alimentarse, con toda la carga de experiencias y sentimientos que tal circunstancia permanente trae consigo." (27)
La pasarela de madera es el principal referente identitario de la localidad, reflejo directo de la cultura bordemar, que podría entenderse como una herencia del modo de habitar de los más antiguos habitantes del archipiélago, los Kawésqar, adoptada como forma de vida por los colonos que luego llegaron a habitar la zona, en su mayoría mapuches huilliches procedentes de la Isla de Chiloé, dos regiones más al norte del país.

IV. CASO DE ESTUDIO

Comunidad Kawésqar de Puerto Edén

La Comunidad Kawésqar de Edén está formada por 22 personas en la actualidad, distribuidos desde niños en etapa preescolar hasta adultos mayores. Son 8 familias nucleares, de las cuales 7 viven en la comunidad ubicada en la villa Puerto Edén, en 5 casas prefabricadas que fueron entregadas por una ONG belga hace más de 15 años, las que ya cumplen su ciclo vital, especialmente por la falta de mantención y la extrema humedad de la zona. Otras dos casas son de mayor antigüedad, y fueron donadas con antelación por el municipio. La única casa que está en los terrenos de Jetarkte (que es donde se plantea el traslado) ha sido ocupada hace poco tiempo por una familia joven, parte de la comunidad.

Imagen 7. Viviendas de la comunidad indígenas Kawésqar actual. Foto: autor. 2006.

Trabajo en terreno y participación de la comunidad. El arquitecto como etnógrafo (28)

"El arquitecto como etnógrafo empieza por reconocer que no son ya las relaciones económicas de la producción las que determinan el cambio urbano, sino los términos de identidad cultural."(29)
La etnografía se puede definir como: "Estudio descriptivo de las costumbres y tradiciones de los pueblos." (30) Además "La etnografía (del griego: ethnos - tribu, pueblo; grapho - yo escribo; literalmente - descripción de los pueblos) es un método de investigación de la antropología cultural. Consiste en la recolección de datos en el terreno y teniendo como informantes a los integrantes de una comunidad dada. Los datos recopilados consisten en la descripción densa y detallada de sus costumbres, creencias, mitos, genealogías, historia, etcétera."(31)
El trabajo de campo constó de trabajo de conocimiento ambiental, y de trabajo con la comunidad indígena Kawésqar en Puerto Edén. Además de un trabajo de gestión con diferentes actores de la región que incidían en un posible proyecto.
Con el objeto de no alejarnos de la temática de esta edición, solo se alude a la metodología empleada: "el arquitecto como etnógrafo", ya que en ella se recurrió a instancias formales e informales para compenetrarse con la cultura en cuestión, con la comunidad a la que se le habría de presentar la propuesta y con el medio ambiente en el que se localizaría ésta; siempre con el afán de lograr una propuesta que fuese el resultado del trabajo participativo de la comunidad misma y de organismos especializados: CONADI Magallanes, la ONG FIDE XII, la Gobernación de Última Esperanza y la Delegación Municipal de Puerto Edén (32), para elaborar luego el diagnóstico.

Imagen 8. Fotogramas de las reuniones y visitas a terrenos con miembros de la comunidad indígena Kawésqar de Puerto Edén. Elaboración propia. 2006.

Diagnóstico de la comunidad, definición de cada grupo familiar (modelos tipológicos)

A partir de datos entregados por los profesionales de Servicio País,(33) que censaron a toda la comunidad, se confeccionaron fichas que denotan dos principales aspectos de las familias Kawésqar: la composición y materialidad de sus actuales viviendas, y las características sociales de los integrantes de la comunidad ordenados por vivienda. Se recopilaron croquis de la distribución y espacialidad de las actuales viviendas, y de su estado de habitabilidad, que en la mayoría de los casos era precario.
A través de las visitas y entrevistas con todas las familias se pudo comprobar en terreno la situación de pobreza en que se desenvuelven. Las condiciones de habitabilidad no son aptas para el extremo clima de la zona. La humedad y el frío se cuelan por ventanas sin vidrios o sin sellar. Tabiquerías destruidas por la pudrición, interiores oscuros y sin ventilación son parte de la realidad. En varias viviendas hacen falta habitaciones para los integrantes de las familias.
La comunidad Kawésqar de Puerto Edén la componen ocho familias actualmente. La mitad de ellas esta integrada por familias relativamente jó- venes, algunas con niños en edad escolar. Estas fa- milias tienen la intención de permanecer en la loca- lidad, pero los estudios de los niños muchas veces los hacen emigrar hacia la capital comunal, Puerto Natales. La otra mitad de la comunidad esta com- puesta por los mayores o ancianos, ellos son testi- monio viviente de la cultura ancestral, aún hablan su lengua y son los encargados de mantener viva la cultura trasmitiéndosela a los más jóvenes.

V. PROPUESTA INICIAL DE DESARROLLO PARA LA COMUNIDAD KAWÉSQAR DE PUERTO EDÉN

La arquitectura (o la presencia del arquitecto) como estrategia de desarrollo local (34)
La arquitectura y los arquitectos como actores, pueden llegar a ser una importante herramienta social, a través de su accionar en las comunidades y territorios, además de dar dignidad con sus intervenciones, luego de observar y empatizar con esa nueva realidad, debieran ser capaces de implementar programas asociados al desarrollo de los ámbitos productivos de las comunidades. En el caso del proyecto, en las viviendas se interpretan espacialidades que dan cabida al importante trabajo artesanal de la comunidad, además de tomar en cuenta el hecho de que el turismo es un área de desarrollo laboral para la comunidad, adecuando la infraestructura con este fin.
Es necesario destacar la importancia de la identidad cultural como soporte sólido para cualquier iniciativa de apoyo a una comunidad. Entendiendo la arquitectura como un producto cultural, generador de identidad y a su vez reflejo de ella, además tomar en cuenta que se genera una relación irreversible entre el arquitecto y la comunidad, denotando su rol protagónico en esta estrategia de implicancia social.
El trabajo profesional inserto en una comunidad (con sus propias implicancias de afinidad y afiatamiento) no necesariamente debe entenderse como asistencialismo, sino como el trabajo responsable y conciente del profesional, que desde su quehacer, es capaz de coordinar e interpretar los anhelos, inquietudes y necesidades de una comunidad (a través de un proceso participativo), sentando las bases de imágenes-objetivo comunes, trabajos que deben ser evaluados en varias de sus etapas por la comunidad, por la implicancia que estos tendrán en su futuro desarrollo.
Por ello es necesaria la participación de la comunidad en todas las etapas del proyecto, desde la génesis, hasta su conclusión, pasando por el desarrollo de éste. El proyecto que se presenta es sólo una parte de este proceso, una propuesta inicial que debiera seguir trabajándose en conjunto con la comunidad y otros profesionales.

Cuadro 1. Plan de desarrollo. Elaboración propia. 2006.

Reforzamiento de las actividades productivas actuales: la vivienda productiva (35)

En la actualidad los integrantes de la comunidad Kawésqar tienen variadas ocupaciones, pero todos tienen en común la realización de artesanía, a pequeña escala. La artesanía Kawésqar de hoy, es un reflejo de su cultura de antaño, y son 3 los principales objetos que realizan. Por un lado esta el trabajo de canastos hecho de juncos en distintos tamaños, además la realización de arpones de caza de lobos marinos, hechos de hueso de ballena, y finalmente canoas en miniatura hechas de corteza de árboles o de cuero de lobo marino.
La artesanía es un medio de transmisión y conservación de su cultura, la realizan dentro de sus casas, por ser de pequeña escala, y por la protección que éstas les otorgan, especialmente en torno al fuego. Entonces, las viviendas propuestas deben tomar en cuenta esta realidad, acogerla y reforzarla, entregándoles en el espacio de estar un lugar adecuado y confortable para el trabajo artesanal de los integrantes de la comunidad, y la transmisión de éste a las nuevas generaciones.
La venta de la artesanía es actualmente el principal beneficio que tiene la comunidad con la llegada de turistas extranjeros, representando su venta un importante ingreso para las familias Kawésqar. Se hace necesario reforzar este aspecto de desarrollo local, por sus implicancias económicas y culturales.
El espacio público planteado en el proyecto también rescata uno de los elementos asociados a la venta de la artesanía. En torno a la pasarela y esparcidos por Puerto Edén han aparecido orgánicamente puestos de venta de la artesanía, construidos con restos de materiales, que no ayudan mucho en el aspecto de la localidad, pero sirven para vender artesanía a los turistas y protegerse, especialmente de la lluvia. Entonces en el Proyecto, en las plazas de los subconjuntos de viviendas aparecen zonas protegidas, aptas para el intercambio y el encuentro, asociadas a los vecindarios familiares.
Además de las actividades en torno a la artesanía, las familias Kawésqar tienen otras variadas ocupaciones pero todos dependen de dos esenciales actividades, la obtención del único combustible para la calefacción: la leña, y el principal alimento, la cholga y otros mariscos, que funcionan de alguna manera como economía de subsistencia. Los que tienen la posibilidad y los medios (lancha, herramientas, trajes de buzo, etc.) obtienen estos dos esenciales elementos por su propia cuenta, es decir, navegan para cortar leña en los alrededores de la localidad, y mariscan para obtener cholgas, el principal sustento alimenticio. A su vez existen algunos integrantes de la comunidad que se dedican a estas actividades comercialmente, repartiendo y vendiendo sus excedentes. Es común entonces para todos el acopio de leña en sus casas, para lo cual la arquitectura de las casas debe tener contemplado un espacio para cortar y guardar la leña, así como otro espacio para guardar las cholgas secas, para el consumo o la venta.
En el caso de los que trabajan en estas áreas, sus casas (o los alrededores) debieran tener los espacios adecuados para acopiar los elementos necesarios para trabajar de la mejor manera.

El ecoturismo, una oportunidad para el desarrollo sustentable y la conservación bio cultural de Puerto Edén. La creación de un Etnoparque Kawésqar en Jetarkte.(36)

El desarrollo de la actividad turística en el territorio que abarca Puerto Edén y sus zonas aledañas (el Parque Nacional Bernardo O'Higgins, los glaciares, las cimas, ríos, lagos y cascadas de la isla Wellington por ejemplo) se enfrenta al desafío de propiciar el desarrollo local favoreciendo una mejor calidad de vida para los habitantes, manteniendo y fortaleciendo su identidad y singularidad sin poner en riesgo los recursos naturales, escénicos y culturales presentes.
Se debe considerar la singularidad ecológica, cultural y paisajística del sector, además de la particularidad de los hombres y mujeres que lo habitan, ya que desde la perspectiva del turismo poseen un conjunto de atractivos de carácter mundial, que deben ser cuidadosamente tratados para mantenerlos en el tiempo sin perder el valor adicional que hoy les otorga su pristinidad.
La cumbre de la tierra en Río de Janeiro en 1992, identificó al turismo como una de las pocas industrias que puede contribuir a lograr un planeta más saludable, afirmando que el turismo "al ser la industria mayor en el mundo, tiene el potencial para llevar a cabo mejoras medioambientales y socioeconó- micas, además de aportar contribuciones muy importantes al desarrollo sostenible de las comunidades y países en los que opera" (37). El potencial radica fundamentalmente en los incentivos económicos que crea para proteger recursos con poco o ningún otro valor financiero, tales como especies únicas de animales, áreas naturales y monumentos culturales.
El ecoturismo es: "viajar en forma responsable hacia áreas naturales, conservando el ambiente y mejorando el bienestar de las comunidades locales"(38), y adhiere a los siguientes "principios" (39):
Si consideramos la necesidad de desarrollo de las comunidades locales insertas en este singular ambiente, se involucran actividades productivas, y dentro de éstas el ecoturismo presenta favorables condiciones para la conservación y desarrollo de las comunidades locales.

-contribuye activamente a la conservación del patrimonio natural y cultural.
-incluye a las comunidades locales e indígenas en su planificación, desarrollo y explotación y contribuye a su bienestar.
-interpreta el patrimonio natural y cultural del destino para los visitantes.
-se presta mejor a los viajeros independientes, así como a los circuitos organizados para grupos de tamaño reducido.

El desarrollo de la actividad turística en Puerto Edén y en el Archipiélago Patagónico Sur está en aumento. La singularidad de los atractivos y la pristinidad del área refuerzan la vocación por el ecoturismo responsable, como uno de los principales ejes del desarrollo productivo local. El paisaje, la cultura tradicional indígena, la flora y fauna, son sin duda los principales atractivos de esta inexplorada región de los Canales Australes.
Impulsar el desarrollo del turismo en el sector, requiere necesariamente un trabajo orientado a generar una disposición de la comunidad hacia el turismo. Esto se traduce en modificar aspectos relacionados a la asociatividad y a predisponer a la población hacia el trabajo con turistas.
Otro de los aspectos que es necesario considerar es el de la capacitación técnica. De esta forma, la población podrá incorporar conocimientos gradualmente, que le permitan realizar diversas actividades laborales y productivas orientadas a ofrecer al turista que visite el sector, alternativas atractivas en cuanto a servicios y productos.
Para alcanzar cierto nivel de desarrollo turístico en la localidad y su área de influencia, será necesaria la inversión en infraestructura acorde a lo s requerimientos. Ello sin duda es una de las etapas de mayor costo y debe hacerse en forma gradual y en la medida que los requerimientos se manifiesten en forma creciente. En este sentido, cobra importancia la infraestructura portuaria, obras de mejoramiento y construcción de hospederías y servicio de alimentación, y de mobiliario público, puntos clave de la propuesta, complementarios a las viviendas de la comunidad.
Todo lo anterior debiese hacerse tomado en cuenta los aspectos propios de la cultura en la que se espera concretar el proyecto, es así como se presenta el concepto de intervención con pertinencia cultural. Además dada la magnitud del proyecto, se debe respetar la escala local.
Según el Informe de la comisión multisectorial para el desarrollo del turismo en Puerto Edén, "la localidad cobra valor en la medida que se incorporen a la oferta actual, algunos aspectos vinculados al turismo ecológico y al turismo etnográfico con pertinencia cultural" (12)(40), además "la posibilidad de centrar las actividades turísticas en el ámbito de su cercanía a varios puntos de atracción. No obstante la cantidad y calidad de los servicios disponibles en la actualidad hacen que las posibilidades reales de masificar las visitas a los Canales de Patagonia Sud Occidental sean limitadas". Entonces "debemos pensar Puerto Edén dentro del contexto general de la oferta turística que implica Patagonia, cual es, uno de los destinos turísticos más visitados del país y del mundo. En tal sentido, la posibilidad de articular redes con otros destinos de relevancia en el ámbito nacional resultan de importancia capital y creemos que es el caso de lo que podría ocurrir con San Pedro de Atacama o Isla de Pascua en
un contexto más amplio. "(41)
"Uno de los supuestos fundamentales es que el desarrollo sustentable de la actividad turística en Puerto Edén radica en la permanencia de lo s visitantes y no sólo en el intercambio marginal de artesanías y servicios menores por dinero, situación que acontece a la fecha (…) Ciertamente, la idea de mejorar integralmente la localidad y orientarla hacia el turismo no es optimizar la confección de artesanías, ni mejorar la comercialización de dichos productos solamente, sino más bien diseñar estrategias y generar las condiciones que posibiliten la estadía de turistas por más tiempo (…)De esta manera surge consecuentemente la necesidad de ampliar el número de camas disponibles, diseñar circuitos turísticos y en general, poner en valor todos los potenciales atractivos del sector. Para ello será necesario entonces fijar como objetivo común la diversificación productiva de Puerto Edén desde la pesca artesanal o pesca de subsistencia hacia el desarrollo turístico, por una parte, y la direccionalidad de la inversión
pública por otro, en un mismo sentido."

Propuesta de creación de etnoparque Kawésqar de Jetarkte.(42)

Concordante a los planteamientos expuestos anteriormente, los terrenos que posee la comunidad Kawésqar se plantea a modo de propuesta declararlos como un área de conservación privada (315 há desafectadas del Parque Nacional Bernardo O'Higgins pertenecen a la comunidad, las que pueden albergar un verdadero etnoparque asociado a la localidad, que actúa como zona de amortiguación del Parque Nacional Bernardo O'Higgins), con un enfoque de manejo ecosistémico, donde las principales áreas de desarrollo estén dadas por la arquitectura y espacio públicos con pertinencia cultural en el borde costero (que es lo que aborda la propuesta), y su relación con el medio natural, la restauración ecológica de las inminentes intervenciones, y los programas asociados al proyecto en torno a la educación ecológica y cultural (educación intercultural Kawésqar) y ecoturismo o etnoturismo como medio de desarrollo local y conservación.
Este futuro parque ya cuenta con algunos circuitos turísticos que partirían desde el borde costero de Jetarkte (zona del Proyecto habitacional + equipamientos) hacia las inmediaciones, recorriendo bosques, ríos, cascadas, lagos de altura y cima de montañas hacia el interior de la Isla Wellington. Además de los atractivos que ya existen en la bahía como son la Isla Cementerio, sitio patrimonial que guarda toda la historia de Puerto Edén, singular por estar ubicado en una pequeña isla. El edificio de la Ex Radio Estación FACH, hoy Capitanía de Puerto de la Armada, y en el proyecto rehabilitada como Museo Intercultural de la localidad y principal punto de acceso al área de la comunidad Kawésqar y al Etnoparque Kawésqar. Y finalmente la propia localidad de Puerto Edén por lo singular de su forma de ocupación del borde costero (la pasarela de madera), la forma de habitar el bordemar, su gente y sus costumbres.

VI. PROYECTO: HÁBITAT KAWÉSQAR EN JETARKTE, PUERTO EDÉN. VIVIENDA, ESPACIO PÚBLICO, EQUIPAMIENTO TURÍSTICO- CULTURAL. COMUNIDAD INDÍGENA KAWÉSQAR, ARCHIPIÉLAGO PATAGÓNICO SUR.

"… su anhelo y por consecuencia su demanda más sostenida ha sido retornar a la costa opuesta de la bahía de Edén, nombrada por los indígenas Jetarkte, alegando en su favor el hecho de haber sido el paraje un sitio de asentamiento tradicional…" (14)(43)
terreno junto a la comunidad se definieron dos principales áreas de ocupación del borde costero de Jetarkte. La primera dedicada principalmente al equipamiento cultural y a la infraestructura turística, definida por la presencia del actual edificio de la Capitanía de Puerto, único inmueble patrimonial de la localidad, que se rehabilitaría como Museo Intercultural, y por la presencia de la única casa actualmente presente en la zona, perteneciente a la comunidad Kawésqar, la que luego de una ampliación se convertiría en el centro de equipamiento turístico, albergando la Hospedería o casa de visitantes, un comedor o cocinería y un pequeño almacén. Más al sur quedó definida como el área de la ocupación habitacional, en torno a la nueva pasarela de madera y al tupido bosque nativo que bordea el terreno. En esta área, en la zona alta se ubicarán los equipamientos sociales (sede-fogón), además de una torre mirador, que tendrá un memorial de los antiguos Kawésqar y un refugio en la desembocadura del río Valderas,
límite sur del conjunto, e inicio de algunos recorridos hacia el interior de la isla.
"diseñar algo propio…que tenga lo nuestro, de los At (antiguas viviendas nómades) … la instalación de casas en Jetarkte como alternativa de desarrollo de la comunidad…" (Juan Carlos, integrante de la comunidad Kawésqar)
"…tenemos que pensar qué va a pasar con nuestros hijos. Ahí (en Jetarkte) van a poder tener su casa y su tierra." (María Isabel, integrante de la comunidad Kawésqar)
"ésa era la idea (hace unos 10 años), trasladarnos, pero no se pudo. El intendente dijo que era una locura. Capitanía de Puerto nos daba luz, agua y enfermero… son tierras buenas… se pueden ampliar (las casas), en el terreno actual en Edén, no hay más espacio." (Pedro, integrante de la comunidad Kawésqar)(44)
Es importante destacar que la iniciativa de traslado y desarrollo de la comunidad indígena en los terrenos de Jetarkte, emanó directamente de la comunidad en cuestión, y no de organismos gubernamentales o centralizados. Esta iniciativa y la localización del proyecto fueron recogidas en el trabajo participativo que realizó el arquitecto en terreno junto a la comunidad.

Propuesta de ocupación del borde Costero de Jetarkte Sutura (conexión) entre territorio y maritorio

A partir de una zonificación preliminar y participativa realizada en terreno junto a la comunidad se definieron dos principales áreas de ocupación del borde costero de Jetarkte. La primera dedicada principalmente al equipamiento cultural y a la infraestructura turística, definida por la presencia del actual edificio de la Capitanía de Puerto, único inmueble patrimonial de la localidad, que se rehabilitaría como Museo Intercultural, y por la presencia de la única casa actualmente presente en la zona, perteneciente a la comunidad Kawésqar, la que luego de una ampliación se convertiría en el centro de equipamiento turístico, albergando la Hospedería o casa de visitantes, un comedor o cocinería y un pequeño almacén. Más al sur quedó definida como el área de la ocupación habitacional, en torno a la nueva pasarela de madera y al tupido bosque nativo que bordea el terreno. En esta área, en la zona alta se ubicarán los equipamientos sociales (sede-fogón), además de una torre mirador, que tendrá un memorial de los antiguos Kawésqar y un refugio en la desembocadura del río Valderas, límite sur del conjunto, e inicio de algunos recorridos hacia el interior de la isla.

Imagen 9. Plano de Conjunto. Elaboración propia. 2006.

La ocupación del borde costero se puede entender como una verdadera sutura que conecta e integra maritorio y territorio, interviniendo ambos, con gestos de penetración hacia el mar: los muelles, y hacia el territorio: las pasarelas de madera o muelles secos. La propuesta de ocupación es concordante con la cultura bordemar existente. (45)
La propuesta se plantea como un proceso (desarrollo por etapas), importante aspecto a la hora de diseñar el proyecto, de gestionar los financiamientos y de construirlo. El diseño y la participación son la etapa inicial de un proceso mayor que incluye, además, la ejecución y el posterior seguimiento de la propuesta. La primera etapa de la ejecución contemplaría la utilización de la infraestructura ya construida y su rehabilitación o ampliación. La creación de la hospedería Kawésqar a través de la ampliación de la actual casa de la comunidad, así como la declaración de inmueble patrimonial y habilitación como Museo Intercultural de la Capitanía de Puerto, pertenecen a esta primera etapa.
En una segunda Etapa se debiera construir la nueva red de pasarelas-muelles (infraestructura), además de las nuevas redes de urbanización, y la viviendas para las familias. En una inmediatamente siguiente las plazas-muelles de los vecindarios familiares. Y en otras subsiguientes las pasarelas de penetración y el equipamiento adicional, como las plazas miradores.
Finalmente hay que entender que la propuesta más que un diseño terminado, se plantea como un sistema, con tipologías y modelos de ocupación, propuestas de diseño que tendrán que ser cotejadas con la participación de la comunidad en las siguientes etapas. Además se deben tener en cuenta algunos importantes conceptos que v an apareciendo a lo largo del desarrollo de la propuesta, tales como: Progresividad; Flexibilidad o adaptabilidad; Participación; Pertinencia; entre otros.

CONDICIONANTES Y PREMISAS DE DISEÑO

Condicionantes generales

En el trabajo en terreno se pudo constatar cuáles eran las principales condicionantes que incidirían en las posibles planteamientos de diseño. Se presenta una síntesis, junto a una pequeña descripción de la implicancia de cada una.

TERRENO: presenta distintos accidentes y cotas por lo que las viviendas, así como las pasarelas y los espacios públicos (plazas) deberán adaptarse a las condiciones existentes. Debe tenerse en cuenta que los terrenos de Jetarkte presentan mejores condiciones que en Edén, por ser terrenos más planos, con un borde o playa más ancho, definiendo mayores posibilidades de crecimiento y disposición del conjunto.

VIENTOS: las viviendas deberán protegerse de los vientos que provienen especialmente del norte, teniendo menores fenestraciones, las cuales serán más protegidas. Los accesos idealmente se ubicarán en la fachada sur de la viviendas por la protección que las mismas generen. En el caso de las viviendas que tienen sus accesos por el norte serán las que están en la zona sur de las plazas-vecindarios, las cuales estarán protegidas por la presencia de las otras viviendas y de la misma plaza.

LLUVIA: la lluvia es la principal característica de la zona, para soportarla, la vivienda tendrá una cubierta monolítica capaz de envolver toda la vivienda, sólo interrumpida por una cumbrera que tiene varias funciones, asoleamiento de la zona central, ventilación, altura espacio central, volumen necesario de aire para menor condensación de calor y vapores.

ASOLEAMIENTO: Las viviendas se abrirán hacia el oriente, y recibirán sol directo del norte y del poniente la mayor parte del día, sólo l a s fenestraciones del norte se verán disminuidas para la protección del viento.

VISTAS: una de las principales preocupaciones de los habitantes de la comunidad Kawésqar eran el dominio del paisaje y las vistas. Las principales vistas desde las viviendas estarán dirigidas hacia el canal Messier (suroriente); hacia la bahía y el centro de Puerto Edén (oriente); y hacia la isla cementerio y la bahía Malaka (nororiente). Además de dominar el entorno inmediato de pasarela y plaza -vecindario.

MAREAS: el cambio de mareas se salvará disponiendo las viviendas en la zona más alta luego de la última marea, el borde del bosque, tras la playa. Las pasarelas quedarán sobre la playa que deja la bajada de la marea, sirviendo además como muelles.

BOSQUE: de la misma manera como fue ancestralmente, el borde del bosque (con todo su volumen y densidad) funcionará como un verdadero muro protector de los vientos, las lluvias, la estabilidad de los terrenos, etc. Por eso es muy importante mantenerlo, además de conjugar una imagen de integración paisajística con las nuevas construcciones en madera.

Premisas de diseño para las viviendas

Como constricciones en el proceso de diseño se identificaron y sintetizaron seis principales premisas, tres rescatadas de las viviendas ancestrales "At" (que aún se mantienen) y tres rescatadas de las actuales viviendas de Puerto Edén. Sumando a esto la importante participación de la comunidad en la génesis de la propuesta, con sus indicaciones y sugerencias de diseño, programa y distribución.
De las viviendas antiguas "At": - el fuego como centro organizador de la vivienda - el dominio y las vistas hacia el maritorio - el protegerse junto al borde del bosque
De las viviendas actuales: - el palafito (pilotes de madera) para posarse en el borde costero y del bosque (para salvar la humedad y generar el mínimo impacto en el terreno) - acceso a través de un corredor o vestíbulo exterior techado relación directa con la pasarela y con el muelle (espacios intermedios)

Premisas de diseño para los espacios públicos

Con respecto al diseño del singular espacio público se rescatan y reinterpretan de la actual configuración de Puerto Edén los siguientes elementos:

- Pasarelas de madera, en el borde, como muelle, y hacia el interior como muelles secos.
- Plazas mirador: como una ampliación de las pasarelas, pero protegidas.
- Puestos de artesanía: como espacios de intercambio y encuentro.

DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO

En la propuesta se entiende la vivienda como parte de un sistema mayor, no sólo como la unidad que acoge a una familia: el hogar; sino también como parte de un sistema donde se incluye el entorno, el espacio público, el equipamiento, la infraestructura, el terreno, la urbanización; localizándose en un contexto mayor que involucra aspectos culturales, socio-económicos, políticos y físico-ambientales; y además se manifiesta en distintas escalas y lugares, como en el caso del proyecto la localización rural, el barrio, el conjunto habitacional, los espacios públicos y finalmente las unidades de vivienda.

Cuadro 2. La vivienda como sistema. Adaptado de Haramoto.

Desde esta visión sistémica del hábitat y de la vivienda en definitiva, se puede entender de mejor manera la propuesta. Más adelante se explica el proyecto a partir de sus distintas escalas. Es importante destacar que el nuevo barrio Kawésqar de Jetarkte, se ubica en el borde costero del terreno perteneciente a la comunidad, funcionando como acceso y zona de amortiguación del etnoparque Kawésqar planteado en la propuesta para conservar la diversidad biocultural y explotar turísticamente los terrenos de la comunidad Kawésqar. Por la complejidad de aspectos involucrados se planteó la propuesta como "hábitat Kawésqar", y no como una mera "solución habitacional".

Macro escala: el barrio Kawésqar de Jetarkte

Se proponen dos áreas claras de desarrollo de este nuevo barrio, una existente, que habría que consolidar y una segunda que incluye el nuevo conjunto habitacional. La primera se refiere al área de la actual capitanía de puerto, su muelle, y la casa existente de la comunidad. Se propone recuperar y restaurar el edificio de la capitanía de puerto, por su carácter patrimonial, y darle un nuevo uso, convertirlo en el museo intercultural de toda la localidad. Lugar donde se pueda conocer más sobre la interesante y reciente historia de la localidad, de sus habitantes actuales, colonos e indígenas, y de la antigua ocupación indígena de la zona.
En segundo lugar, a través de una remodelación y ampliación de la actual casa perteneciente a la comunidad indígena, sin mucho valor patrimonial, pero sí económico, se ubicaría en ésta una hospedería administrada y atendida por miembros de la comunidad indígena, especialmente mujeres y jóvenes, como uno de los primeros impulsos para el desarrollo del etnoturismo por parte de la comunidad.
Al interior del barrio Kawésqar se ubican además del conjunto habitacional, la sede social ubicada en una de las dos lomas, en la parte posterior del bosque del borde costero. En la loma mayor se ubica una torre mirador, que además se plantea como un memorial del pueblo Kawésqar. Una construcción escultórica que recuerda las alargadas máscaras de madera y cuero, que usaban los indígenas en los ritos de iniciación. Ambos equipamientos se ubican en una zona alta del terreno, pero relativamente próximos al borde costero, con el objetivo de convertirse en hitos, y además tener dominio sobre la bahía y el centro del poblado de Edén, al otro lado de la bahía. En la desembocadura del río Valderas, límite natural del conjunto, se ubica un pequeño refugio mirador, que funciona como hito del límite sur del barrio, y además es el punto de partida del recorrido que bordea el río hacia la zona alta de los terrenos, hasta el lago Valderas.

Imagen 10: Maqueta de conjunto. Elaboración propia. 2006

La vialidad de toda la propuesta de barrio es a través del más singular y propio de los elementos construidos de la localidad, la pasarela de madera. Esta estructura de ocupación del borde costero comunica la zona norte del barrio, donde se ubican el equipamiento turístico-cultural (museo, hospedería, muelle mayor y plaza de llegada), con la zona sur donde se ubican los vecindarios de viviendas; y además penetra el bosque, adentrándose al interior del terreno, comunicando los equipamientos ubicados en la zona alta (sede social y la torre mirador), siendo además punto de inicio de los recorridos al interior del etnoparque Kawésqar.
La construcción del barrio implica l a implementación de redes de urbanización, las que a modo de menor impacto en el entorno se plantean como parte de la estructura de la pasarela de madera, la que además de servir de vialidad, será el soporte para las redes de agua, alcantarillado y energía eléctrica.

Meso escala: el vecindario-clan familiar

La estructura social de la comunidad Kawésqar fue la detonante de la propuesta de creación de pequeños vecindarios o subconjuntos familiares. Estos tienen la virtud de rescatar la manera de organización de la comunidad que viene de antaño, desde los tiempos en que eran nómades canoeros. Los Kawésqar hasta antes de sedentarizarse no vivían en comunidad, sino que eran familias dispersas a través de los canales, debido esencialmente a su condición de nómades del mar.
La estructura social básica fue, y lo sigue siendo hoy en día, la familia nuclear, en su momento los que podían viajar en la canoa. Esta manera de entender la sociedad, sin una organización mayor, ni jerarquías, se mantiene hasta hoy. Y a pesar de ser una comunidad pequeña, funcionan como una comunidad que aglutina a comunidades menores, que serían las familias o clanes familiares. En la propuesta estas familias se aglutinan en torno a su parentesco en pequeños vecindarios o subconjuntos familiares (2 ó 3 casas, pudiendo ampliarse a más).

Imagen 11a: Modelo tridimensional de vecindario familiar. Elaboración propia. 2006.

Imagen 11b: Maqueta de vecindario familiar. Elaboración propia. 2006.

Imagen 11c: Plano de vecindario familiar. Elaboración propia. 2006.

Es así como en la propuesta estos vecindarios o subconjuntos familiares comparten un equipamiento, que se trata esencialmente de una plaza, que funciona como expansión directa de las casas (como patio compartido), además de un muelle compartido por las familias (esencial para la vida costera). Por las condiciones de los terrenos, húmedos y pantanosos, el único espacio público disponible son las pasarelas, entonces las plazas actúan como desahogos de las pasarelas, generando espacios de mayor amplitud, para el encuentro, el juego de los niños, el acopio, y como verdaderos patios de acceso a las viviendas ubicadas alrededor de la plaza. Además la plaza posee una zona techada, que articula la llegada del muelle a la pasarela y la plaza, y que además de funcionar como un área protegida del clima, eventualmente serviría como lugar de intercambio y venta de productos de l a comunidad, a la manera de un mercado informal, infraestructura que también es compartida por las familias que existen alrededor de la
plaza-vecindario.
Estos vecindarios (plazas, subconjuntos familiares) no están segregados unos de otros, sino que entre todos conforman el conjunto mayor, las distancias entre uno y otro son bastantes cortas, manteniéndose el contacto entre todos l o s miembros de la comunidad. En una primera etapa, y dada la cantidad de familias (ocho) Kawésqar presentes en Puerto Edén, existirían t r e s vecindarios familiares iniciales, pudiendo aparecer nuevos si otras familias se integran al conjunto.
Cada vecindario inicialmente tendría dos o tres casas, pudiendo albergar más, cu ando progresivamente aumenten las familias, o los jóvenes tengan sus propios hogares.
Al ser una propuesta inicial, lo que se propone es un sistema de ocupación y relación, se presentan tres propuestas de diseños de plazas, acorde a la necesidad inicial de tres vecindarios, éstas deberán adaptarse a los recursos, las necesidades, y especialmente al terreno específico. Además de ser flexibles y adaptables los diseños, se debe tener en cuenta que el sistema se plantea como progresivo, es decir, las plazas se pueden ir construyendo por etapas, así como todo el conjunto.

Micro escala: la unidad de vivienda Viviendas flexibles y progresivas

La vivienda se plantea desde dos premisas iniciales:

1- Todas deben tener elementos comunes que las identifiquen como un conjunto, como reflejo de la identidad y unidad de la comunidad Kawésqar.
2- Pero a la vez, siguiendo las informaciones obtenidas en el trabajo de participación con la comunidad, cada familia y cada caso por tanto es diferente, en consecuencia cada vivienda debe tener cierto grado de adaptabilidad a las necesidades de cada grupo familiar, pero teniendo una imagen común con el conjunto.

Es así como se plantea como metodología de diseño diferencial un sistema de piezas o módulos que se suman para formar la casa, el cual se adapta a las distintas necesidades de programa y de disposición en el terreno.
Se puede entender el sistema desde dos perspectivas. Como una suma de piezas partiendo del módulo básico que es el central (fogón- cocina-estar-circulaciones). O al revés, desde la vivienda (o volumen teórico) completa a la que se le restan partes para formar una más pequeña.
Los habitantes decidirán el diseño final de su casa en base a la elección de los módulos. Los usos de cada módulo pueden alterarse o ampliarse. El programa de la vivienda es variable dependiendo de la familia y de sus necesidades propias, pero todas comparten un esquema de relaciones común, basado en la centralidad del núcleo ordenador dado por el espacio del fuego-cocina-trabajo. Éste tiene un carácter simbólico al volver a ubicar al fuego como el elemento estructurador de la casa, y de la sociedad familiar, además de ser funcional por la mejor repartición del calor hacia todos los recintos de la vivienda.
El espacio central del fuego, es donde se ubica la cocina a leña y alrededor de ésta el estar de la casa, unidos visual y espacialmente al comedor, y además actúa como el espacio articulador de las circulaciones de la vivienda. A partir de esta centralidad aparecen los demás espacios de la vivienda, los dormitorios, que se ubican en la zona norte y poniente de la vivienda, por los asoleamientos favorables; y la zona húmeda en uno de los módulos de la crujía central externa, hacia el costado sur de la vivienda, esta zona posee un tabique de instalaciones que comparten el baño hacia el exterior y la cocina hacia el centro de la vivienda.
Otro de los aspectos destacados de las viviendas son los espacios intermedios de la vivienda, que se disponen en cada una de las esquinas. Éstos son espacios techados, pero abiertos, con diferentes usos. Uno, por ejemplo, es el acceso, el cual funciona como un traspaso gradual de exterior a interior; otro funciona como lavadero y colgadero de ropa, techado y funcional al clima; los dos últimos funcionan inicialmente como terrazas y/o zonas protegidas de bodega (leña o cholgas). En segunda instancia todos estos espacios intermedios pueden integrarse a la casa, a través de ampliaciones livianas, dado que la estructura de piso y cubierta (envolvente) ya existe. De ahí los conceptos de Progresividad y flexibilidad integrados a este modelo de vivienda.

Imagen 12: Modelo tridimensional de interiores y exteriores de la vivienda. Elaboración propia. 2006.

Los módulos

El elemento ordenador de la vivienda es el espacio central, de mayor altura (cumbrera), y donde se ubica la cocina a leña, es la zona de estar y de trabajo artesanal. Además actúa como espacio distribuidor de circulaciones y de calor. En torno a este espacio se ordena la vivienda. El plano muestra un modelo de distribución de la vivienda.
A partir de las recomendaciones de medidas mínimas para la vivienda dentro del programa de fondo solidario (46), se optó por una conjunción de tres módulos distintos, los que juntos y mezclados forman la vivienda. Un (1) módulo inicial y central de 3.7 x 3.7 mt. (13.70m2), que es lugar central de la vivienda, el espacio del fogón, de la cocina y el estar-trabajo. Luego aparecen 4 módulos de 3.7 x 3.0 (11.1 m2), que junto al primero forman el esquema inicial de la vivienda, la cruz. El primero de éstos queda unido espacial y funcionalmente al módulo central, convirtiéndose en el espacio para el comedor-estar, la fachada de la vivienda, con las mejores vistas, en definitiva el lugar donde más tiempo se pasa, además del estar alrededor del fuego (cocina a leña o fogón), ubicado en el mismo espacio, pero en el módulo central. El segundo de estos módulos rectangulares, es el módulo húmedo, que comparten baño hacia el exterior y cocina abierta hacia el espacio central del fogón. El tercero y el cuarto (opcional) se ubican en la zona norte y poniente de la vivienda y albergan los dormitorios iniciales. Finalmente los cuatro módulos de las esquinas son de 3 x 3 mt (9m2), éstos son flexibles en cuanto a uso, pero inicialmente se propone mantener uno como acceso protegido, a la manera de un vestíbulo, especialmente ubicado en la zona suroriente de la vivienda, por la protección a los vientos. Un segundo módulo se propone utilizarlo como lavadero-colgadero de ropa, aprovechando este espacio protegido. Los dos módulos restantes se plantean como terrazas protegidas de expansión del interior de los espacios comunes o de los dormitorios en una primera instancia, además de servir para guardar leña seca o cholga por ejemplo. Pero con el solo hecho de cerrarlo estos módulos podrían convertirse en nuevos dormitorios, talleres de trabajo o expansión de las áreas comunes de la vivienda, denotando el grado de progresividad y flexibilidad en la vivienda. Lo notable de este esquema es que las estructuras de cubiertas y de pisos, quedan terminadas en la primera etapa de la vivienda, quedando estos espacios intermedios estructurados y enmarcados para posibles expansiones; sólo se deben construir las tabiquerías de cerramiento en estas zonas para ampliar la vivienda.
Para sistematizar la construcción de la viviendas se recurre al uso de piezas modulares, utilizando de mejor manera los materiales y la mano de obra. Y a la vez esto le entrega una adaptabilidad común a todas las viviendas. Que pueden variar, pero a partir del mismo modelo tipológico.

Imagen 13: Sistema de vivienda y planta. Elaboración propia. 2006.

Criterios tecnológicos

La madera aparece como el material más pertinente, siendo la tecnología más apropiada al contexto del proyecto, y a la vez la más apropiable por los habitantes, que eventualmente participarán de la construcción, junto a otros carpinteros de la región, y contemplando la posibilidad de posteriores ampliaciones. La relación de la comunidad con la madera es a diario, ya sea para usarla como combustible-leña, para la artesanía, o directamente para construir, en el caso de los que se dedican a la carpintería de ribera o construcción de botes.
Además lo aislado de la localidad en cuanto a los centros de distribución de materiales, hace más pertinente y más económico, obtener la mayor cantidad de materias primas en el lugar, y sólo traer los mínimos elementos industrializados (artefactos, quincallerias, terminaciones), por el alto costo de traerlos en barco.
Entonces lo más sensato es usar madera en todo el proyecto, por el menor costo; sólo costaría la mano de obra para cortarla de las zonas de manejo de CONAF (47), por sus propiedades físicas frente al contexto climático, y finalmente, por ser el material más pertinente a la localidad culturalmente.
La madera de ciprés tiene propiedades físicas que la hacen impudrible, por lo tanto su comportamiento frente a la humedad y las lluvias de la zona es óptimo. En la propuesta se usa desde pilares (pilotes) y vigas estructurales de ciprés, hasta terminaciones y revestimiento de muros y cubiertas con tejuelas de ciprés, pasando por las maderas aserradas (in situ) para tabiquerías, pisos, revestimientos, puertas y ventanas. Además, los espacios públicos y las pasarelas también son de ciprés. En algunos casos se podrían usar otras maderas de la zona para algunas terminaciones, como canelo, coihue, ñirre u otras.

Sistema estructural y constructivo

La estructura se basa en un esqueleto de rollizos de ciprés (vigas y pilares), que además sirven para separar a la vivienda del suelo (palafitos o pilotes). Este esqueleto de rollizos se une a través de encuentros diseñados para calzar entre piezas, sin uniones metálicas. A través de un sistema modular de tabiquerías de madera (distintos tipos según las necesidades) se construirá el cerramiento, ayudando a la vez al arriostramiento de toda la vivienda. La estructura de cubiertas será en base al mismo sistema de vigas y pilares de toda la vivienda. El esqueleto de rollizos de ciprés le da a la estructura la posibilidad de adaptarse, ya que los tabiques pueden ir variando de posiciones.
Se está trabajando con maderas nativas, por lo que racionalizar su corte y sistematizar la construcción puede traer beneficios económicos y ambientales a la obra. Es importante destacar que no se cortan cipreses vivos para obtener la madera, sino que a través de los planes de manejo, las maderas que se obtienen del parque son maderas muertas, que debido a los procesos del bosque es mejor sacarlas, para dar espacio a los renovales.
Los revestimientos exteriores de muro y techumbres son de tejuela de ciprés, por su impecable comportamiento frente a este clima, además que le darán a las viviendas un aspecto común, de un volumen monolítico que se hace parte del bosque y del borde costero.

CONCLUSIONES PARCIALES

Se presentó una experiencia, en desarrollo, que ha incorporado las variables socioculturales y ambientales en la producción habitacional y de equipamiento, sumado al involucramiento de distintos y variados actores, además del necesario proceso de participación de la comunidad, con el fin de incorporar en la propuesta (programa, diseño, materialidad, localización), elementos propios de la cultura y ambiente de los sectores sociales a quienes está dirigido. Por eso se habla de una propuesta "en sintonía con las especificidades y particularidades locales y socio-culturales". Con esta experiencia de investigación + participación + propuesta, se puede revelar una de las preguntas aparecida en la convocatoria a este número de la revista INVI: "¿Es posible conciliar las necesidades de responder a la demanda habitacional de los sectores de menores ingresos con procesos participativos efectivos que permitan incidir en el proceso de producción habitacional, de modo a que se incorporen las variables culturales específicas de los grupos involucrados?"
Con el necesario apoyo y trabajo consensuado de profesionales en terreno, es posible; un aspecto detonante y clarificador, es la participación de la comunidad, y el involucramiento del profesional con la comunidad y el medio. En este caso la propuesta no nace de la mera inspiración artística sobre un tablero de dibujo, sino de antecedentes, necesidades y anhelos reales, de la experiencia inigualable de los propios habitantes, principales actores en el desarrollo de un proyecto de esta complejidad y envergadura. Son los propios habitantes los que (se) "proyectan" a través del arquitecto, que a su vez propone y sintetiza. Por estas razones el proceso es complejo, de ida y vuelta, entre profesional y comunidad, acentuado por lo aislado y extremo del contexto; la singular cultura y medio ambiente de la comunidad indígena Kawésqar de Puerto Edén.
Es importante localizar el proyecto dentro de un hábitat rural no convencional, perteneciente a una cultura de bordemar y bosques nativos, configurando una dinámica de ocupación del territorio definida por relaciones productivas, en constante relación con un singular medio ambiente natural. También es destacable el hecho de estar trabajando con un pueblo indígena con una cultura propia, singular, poseedores de una idiosincrasia distintiva.
Se pueden incorporar variables socioculturales a través de los procesos participativos, pero una condicionante esencial es la escala de la intervención, y el tamaño de la comunidad participante. En el caso de la comunidad indígena Kawésqar, su tamaño la hace accesible para el trabajo participativo. La propuesta se trabaja con 8 familias, y con una escala de conjunto accesible y emplazada en un terreno acotado.
Es importante destacar que en esta primera instancia no han participado otros profesionales en el desarrollo de la propuesta, aspecto que debiera ser subsanado en las siguientes etapas, para complementar y complejizar los aspectos necesarios del plan de desarrollo.
Lista la primera parte del proyecto, donde se han planteado los sistemas de ocupación, la localización, la organización del conjunto, el sistema de diseño flexible de las viviendas y la imagen objetivo de la propuesta debe presentarse a la comunidad y a los actores involucrados. Por ahora la primera etapa del proyecto, de arquitectura se presentó informalmente a la mayor parte de la comunidad Kawésqar en Puerto Edén, y está pronto a continuar el proceso de desarrollo, para lo cual es necesaria la opinión y la participación de todos los miembros de la comunidad frente al actual desarrollo de la propuesta. El plantearla como un sistema de organización y diseño, le da las posibilidades al proyecto de seguir complejizándose y variando según los antecedentes que se deberán recoger en las siguientes etapas de participación en terreno.
Hasta ahora el proyecto no ha sufrido modificaciones mayores, pero una vez realizadas las siguientes etapas de participación de la comunidad, éste debiera adaptarse de mejor manera a la realidad. Aún puede parecer un poco rígido, por tratarse de un diseño de sistema o método para plantearse frente al problema del traslado o relocalización de la comunidad indígena, y el diseño de un nuevo barrio, con las respectivas imágenes objetivos.
Por ahora ya existe una propuesta inicial, y se han iniciado las gestiones para conseguir los apoyos necesarios para continuar con el desarrollo real del proyecto. Para esto un importante paso será la tarea de los dirigentes de la comunidad que presentarán esta propuesta en el Foro Permanente de Pueblos Indígenas de la Naciones Unidas en Nueva York, durante mayo de 2007. Luego será presentado a las autoridades regionales y nacionales pertinentes. En julio de 2007 se presentará en el Consejo Indígena de Magallanes.

NOTAS

1 Lo que representa sólo 8 familias nucleares.
2 Guidoni, E. 1977. Pág. 24.
3 Ibíd. Pág. 16.
4 Mena, F. 1997. En http:// www.precolombino.cl/nuevo- sitio/es/investigacion/fichas/ culturas.htm
5 Emperaire, J. 1963. Pág. 213.
6 En conversación con Oscar Aguilera (2007), y en Aguilera, O. 2001. Pág. 7.
7 Gusinde, M. 1991. Pág. 118.
8 Ortiz-Troncoso, O. 1996. Pág. 135.
9 Aylwin, J. Op. cit. Pág. 15.
10 Emperaire, J. Op. cit. Pág. 274.
11 Ibíd. Pág. 92-93.
12 Aylwin, J. Op. cit. Pág. 15.
13 Emperaire, J. Op. cit.
14 "Toldo" en lengua Kawésqar
15 Que significaría "vivienda".
16 En Barros, Á. Op. cit. Pág. 38.
17 Gusinde, M. 1991. Pág. 173.
18 Emperaire, J. 1963. Pág. 82.
19 Ibíd. Pág. 82.
20 Ibíd.
21 Peri Fagerstrom, R. 1967. En: Martinic, M. 2004. Pág. 211.
22 Área de conservación ambiental.
23 Fuerza Aérea de Chile.
24 CONADI es la sigla de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, Dependiente del Ministerio de Planificación del Gobierno de Chile.
25 Rozzi, R.; Feinsinger, P.; Primack, R.; Dirzo, R. & Massardo, F. 2001. Pág. 75.
26 Rozzi. et al. Ibíd. Pág. 76.
27 Martinic, M. 2006. Pág. 222.
28 Pulgar, C. 2006(2). Pág. 51.
29 Costa, X. 1998.
30 Diccionario RAE, disponible en: http:// www.rae.es/
31 Wikipedia, disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/ Etnografía
32 Metodología expuesta en Pulgar, C. 2006(2).
33 "Servicio País" es un programa de apoyo profesional para comunidades locales y aisladas del país, dependiente de la organización no gubernamental (ONG) Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza. (www.fnsp.cl)
34 Pulgar, C. 2006(2). Pág. 77.
35 Pulgar, C. 2006 (2). Pág. 78.
36 Pulgar, C. 2006 (2). Pág. 79.
37 Según la Organización Mundial de Turismo, con sus siglas en inglés WTO, 1995. García, M. En Rozzi, R. et al. 2004.
38 Lindbergh, K & Hawkins D.E. 1993. Pág. 175. En Rozzi, R. pág.183.
39 Según la Declaración de Quebec sobre Ecoturismo. En Rozzi, R. Pág. 187.
40 Informe de la COMISIÓN MULTISECTORIAL PARA EL DESARROLLO DEL TURISMO EN PUERTO EDÉN, Consejo de Desarrollo Indígena de Magallanes.
41 Ibíd.
42 Pulgar, C. 2006. Pág. 83.
43 Martinic, M. 2006. Pág. 245.
44 Testimonios de miembros de la comunidad Kawésqar, recopilados en el trabajo de participación del proyecto, Junio 2006 Puerto Edén. En Pulgar, C. 2006. Pág. 55.
45 Pulgar, C. Op. cit. Pág. 83.
46 Fondo Solidario de Vivienda, programa vigente de la política habitacional chilena. www.minvu.cl
47 Corporación Nacional Forestal, dependiente del Ministerio de Agricultura del Gobierno de Chile.

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Fecha recepción: 30/03/07
Fecha aceptación: 11/06/07