Revista invi N°38 - Noviembre 1999 - Volumen 14: 27 a 58
Vicente Gámez Bástén 2
Este trabajo forma parte de un proyecto de investigación que emprende la tarea de estudiar el pensamiento y acción de la Corporación de la Vivienda, en el campo del diseño arquitectónico habitacional, desde la perspectiva de la historia de la arquitectura. En este marco de referencia, el Movimiento Moderno representa la vanguardia en la campo de la historia de la arquitectura, en la primera mitad del siglo, así como al interior del Movimiento Moderno, la llamada tendencia "racionalista", llega a configurar un paradigma doctrinario, que es un referente obligado para el estudio de la arquitectura contemporánea. Esta tendencia puede ser considerada un factor o estímulo exógeno esencial en una posible configuración de una escuela de diseño arquitectónico, en el caso estudiado, lo que constituye la hipótesis central de la investigación. Sin embargo, se postula que esta condición sólo sería alcanzada, si se produce una reacción endógena de carácter "orgánico" para completar esa configuración, como expresión regionalista de arquitectura moderna.
This work is part of an investigation project that undertakes the
task of studying the thought and action of the Corporation of the
Housing, in the field of the residence architectural design, from the
perspective of the history of the architecture. In this frame-work, the
Modern Movement representa the vanguard in the fietd of the history of
the architecture, in the first half of the century, as well as to the
interior of the Modem Movement, the cali "racionalistic"tendency, ends
up configuring a doctrinal paradigm that is a relating one torced for
the study of the contemporary architecture. This tendency can be
considered a factor or essential exogenous stimulus in a possible
configuration of a school of architectural design, in the studied case,
what constitutes the central hypothesis of the investigation. However,
itis postulated thatthis condition would only be reached, if an
endogenous reaction of "organic" character takes place to complete that
configuration, as regional expression of modern architecture.
1. INTRODUCCIÓN
El propósito de este documento es sistematizar algunos
antecedentes para activar la discusión de la hipótesis
central de la investigación "El Paradigma de la CORVI en la
arquitectura habitacional chilena". El enfoque orientador en esta tarea
es el compromiso asumido en la propuesta metodológica, donde se
establece que la investigación está tematízada
desde la perspectiva de la historia de la arquitectura y que se
pretende caracterizar el pensamiento y acción de la
Corporación de la Vivienda, en el campo del diseño
arquitectónico habitacional. En esta perspectiva, los valores de
las arquitecturas "regionales" son
evaluados como componentes o productos de un proceso global de
generación y difusión cultural. De modo que se discuten
los alcances de la influencia internacional en la configuración
doctrinaria de la CORVI en materia de diseño habitacional, como
materia de estudio histórico de la Arquitectura Chilena, en ese
período, y el significado de la aplicación del concepto
de "escuela" para sistematizar, contenidos doctrinarios en el marco de
los estudios históricos de la Arquitectura Moderna.
Se trata de probar que la labor de la CORVI, en materia de vivienda
social, cumple con los requisitos mínimos para ser considerada
como parte de una arquitectura diferenciada, dentro de la
producción globalizada de arquitectura moderna, y que
habría llegado a tener una "expresión regionalista",
debido entre otras razones, a que la obra ejecutada presenta una
relativa homogeneidad, encauzada por un debate y crítica dentro
de los cánones ideológicos convencionales del proceso
"racional-orgánico"(3) y a que una generación de
arquitectos que actuaron en la década de los 60, pudieron formar
parte de un proceso productivo de .vivienda social dirigido por una
entidad estatal que asumió este rol. En el nivel de homogeneidad
que alcanza la producción de vivienda social a escala nacional
no deja de tener un papel importante el enfoque urbanístico en
la tipificación de las soluciones habitacionales. Esto no puede
extrañar, dada la fuerte connotación urbanística
de las tendencias racionales y orgánicas, así como el
proceso de urbanización que acompaña el cambio social,
durante este período en Chile.
1. EL DISEÑO HABITACIONAL EN LA DOCTRINA DEL MOVIMIENTO MODERNO DE ARQUITECTURA.
El tema de la Arquitectura Habitacional de tipo popular o social ha
sido una componente básica del debate en el campo de los
estudios históricos de la Arquitectura Contemporánea,
especialmente en la configuración del pensamiento y
acción de lo que se ha denominado el Movimiento Moderno.
Diversos estudios han postulado la influencia internacional y
orientación doctrinaria del Movimiento Moderno en la
práctica de diseño arquitectónico, a escala
internacional, ejercida a través de mecanismos culturales de
difusión, como establecimientos de enseñanza profesional,
asociaciones gremiales, oficinas profesionales, oficinas estatales,
publicaciones, congresos, etc. (4)
En el pleno del debate sobre la difusión de los contenidos
doctrinarios del Movimiento Moderno, especialmente los referidos al
área latinoamericana, algunos autores destacan en el caso
chileno, la existencia de una política habitacional que es capaz
de ejecutar un gran volumen de edificación destinada a vivienda
y que se transforma en un instrumento de aplicación y
experimentación de las doctrinas del Movimiento Moderno. Se
señalan como ejemplos notables: la Unidad Vecinal Portales, la
Villa Olímpica, la Población Salar de Atacama, la Unidad
Vecinal Providencia, la Villa Pdte Frei, etc.(5)
La hipótesis central de la investigación sostiene que la
labor de la CORVI, en materia de vivienda social, representa la
constitución y accionar de una "escuela arquitectónica de
diseño habitacional", con el carácter de un cuerpo
coherente de principios y prácticas de diseño residencial
de interés social, propiciada desde el Estado y cuya influencia
se expresa al imponer un modo de vida poblacional y un sello en la
imagen urbana de Santiago y otras ciudades del país. Para los
efectos de la comprobación de la hipótesis, en
términos de la medida de un grado de coherencia del cuerpo de
principios y prácticas de diseño que se podrian reconocer
en la acción de la CORVI, y que permitirían adjudicarle
la calificación de "escuela" a la labor de esta
institución estatal, es necesario revisar en forma muy general
el significado de este término en el campo disciplinario de los
estudios históricos de la Arquitectura y adoptar una
definición de trabajo que permita clarificar los alcances de la
comprobación comprometida.
2. ALCANCES DEL CONCEPTO DE "ESCUELA" EN LA HISTORIOGRAFÍA DE LA ARQUITECTURA MODERNA
La definición histórica del Movimiento Modermo y el
grado de coherencia doctrinaria en su sentido más amplio, no es
algo necesariamente consensuado o compartido por los historiadores de
la arquitectura contemporánea. El concepto de "Movimiento
Moderno" se utiliza en forma amplia, para identificar la
reacción o cambio de las ideas, en relación a la
arquitectura tradicional o académica (Benévolo, 1994,
Zevi, 1957). Para otro autor (Jencks, 1983), no existe una Arquitectura
Moderna, sino que "tradiciones" que persisten en el tiempo. Giedion
(1980) también denomina "tradición" a la nueva
arquitectura, en la década de los 40. El debate en otro momento
se ha centrado sobre la existencia de un Estilo Moderno, o si esto fue
sólo un postulado del Movimiento Moderno que no se
cumplió. (6)
Enfocada como proceso. aún en Benévolo es difícil
discernir si la historiografía de la Arquitectura Moderna es
parte, o es sinónimo de Arquitectura Contemporánea. En su
exposición del Movimiento Moderno distingue tres etapas:
formación, difusión y crisis, en un ensayo que supera una
interpretación más elemental, realizada en una primera
publicación, en la que no se distinguen estas etapas
(Benévolo, 1974). Otro historiador, describe el proceso
histórico de creación arquitectónica
contemporánea, como el paso de una etapa "racionalista", a una
"orgánica", apoyándose en la evolución progresiva
y paralela del movimiento desde Europa a América, donde
habría un proceso esencial de revisión, crítica y
reorientación de los postulados de la etapa racionalista (Zevi,
1954). Aldo Rossi, por el contrario, sostiene que lo racional y lo
orgánico, son dos constantes en el período
contemporáneo, aunque no tienen mucho valor explicativo del
proceso histórico que reflejan (Rossi, 1975).
Finalmente, para completar una visión de la diversidad de
interpretaciones con respecto a la naturaleza y consistencia del
Movimiento Moderno, Jencks, asumiendo, que el Movimiento Moderno, ya es
parte del pasado, distingue seis tradiciones que coexisten en el
presente siglo, de las cuáles una "tradición idealista",
representa los contenidos más específicos del llamado
Movimiento Moderno, y sería sólo una, de las expresiones
de la evolución de la Arquitectura contemporánea.
Se puede observar que estos historiadores, no manejan una
terminología muy precisa para la clasificación o
referencia de procesos o etapas en términos de Movimientos,
Tradiciones, Estilos, Escuelas, etc. Si bien se puede inferir de su
utilización en los trabajos referidos, diferentes alcances o
significaciones de estos términos, los que parecen evolucionar
con el tiempo y las circunstancias históricas. De modo que para
los efectos de derivar una noción actualizada, en el marco de
trabajo historiográfico, podemos situar esta terminología
en el plano del proceso de difusión de la Arquitectura Moderna,
como una revolución cultural, a nivel internacional, en el que
se transmiten modelos e innovaciones que componen un nuevo modo de
pensar y hacer arquitectura. El "movimiento" reflejaría el
caudal de innovaciones o nuevos modelos que configuran el nuevo modo de
proyectar arquitectura, en cambio, la "tradición"
reflejaría cierta consolidación de modelos aceptados
culturalmente y que se mantienen en el tiempo.
Se podría sostener que el término de "escuela" que se
utiliza en forma no muy frecuente y precisa en los historiadores
mencionados, parece haber perdido la significación que pudo
haber tenido en el campo de la Filosofía o aún en la
Historia del Arte, como el "conjunto de discípulos que siguen un
maestro o una doctrina". 8 En general, la definición de
"escuela" puede ser aplicada a la actividad artística que se
distingue por acusar la influencia de un artista excepcional, o bien a
la que revela determinadas preferencias formales o conceptuales,
aceptadas y compartidas dentro de una determinada época o
período (Gasparini, 1975). Sin embargo, si bien estos aspectos
forman parte de los contenidos del concepto tradicional de "escuela",
se pueden explorar nuevas significaciones más actualizadas.
3. DIFUSIÓN Y ADAPTACIÓN CULTURAL DE LA ARQUITECTURA MODERNA.
Un aspecto del debate con respecto al análisis
histórico del Movimiento Moderno que puede contribuir a
actualizar un concepto de "escuela", tiene relación con respecto
al origen y posterior difusión de este movimiento. Se identifica
el enfoque "racionalista", como un proceso cultural que se origina en
Europa, en el período entreguerras, y se difunde hacia
América y resto del mundo, principalmente en el período
de posguerra. Zevi (1957), sostiene que la visión
"orgánica" se inicia en Europa y se consolida en EE.UU., para
luego difundirse a otras regiones. Esto genera otra tarea de la
disciplina histórica, y que se relaciona con la
evaluación de la influencia del Movimiento Moderno en el proceso
de difusión en las arquitecturas nacionales o regionales y la
reacción producida en éllas.
Desde el punto de vista de las áreas geográficas y
culturales, periféricas a este centro original de
difusión que sería Europa, y que reciben la influencia de
los movimientos o tradiciones, la historiografía
contemporánea intenta evaluar el grado de aceptación de
estos patrones culturales y las modalidades específicas de
aplicación, pero también los aportes locales a la
configuración de innovaciones o modelos más
específicos, o las condiciones históricas,
geográficas, culturales que los transforman. Por ejemplo, cuando
se ha intentado definir la "escuela" holandesa, la "arquitectura"
mexicana, la "vanguardia" brasileña, etc. En este caso, la
difusión se expresa y transforma como una Arquitectura que
adquiere un carácter nacional, contrastando con una simple
aceptación y. adaptación de los modelos e innovaciones a
la realidad local, del supuesto Movimiento Internacional.
Benévolo sugiere que el área latinoamericana en
particular se puede clasificar, al menos en países que adhieren
en gran medida a la doctrina internacional, como Argentina, Chile,
Venezuela y otros que intentan rescatar ciertos valores tradicionales
para producir una Arquitectura Nacional como México, Colombia,
Brasil (Benévolo, 1974).
El rol de la difusión cultural en e! campo de la historia de la
arquitectura en latinoamérica, es un tema que se debate no
sólo en relación a la época contemporánea,
sino que también abarca el período colonial y
republicano. Es así como algunos autores han sostenido la
necesidad de distinguir lo original, de lo reproducido y la necesidad
de buscar una tradición propia (Gasparini, Cetto, 1975),
mientras otros plantean una óptica diferente, pretendiendo
descubrir los valores propios de la arquitectura latinoamericana
(Gutiérrez, 1992).
Los estudios históricos realizados en el área
latinoamericana, permiten comprobar que si bien es posible relacionar
la influencia directa de algunos modelos externos, en la
producción local, la experimentación de estos modelos
externos, los transforma en prototipos o modelos de otras experiencias
en países vecinos de esta área. Por ejemplo, es el caso
de la adaptación y transformación de la influencia de Le
Corbusier, en particular, y del Movimiento Moderno en general, en el
Brasil. En este caso se ha querido hacer una diferencia entre el
denominado "grupo paulista" que siguió en forma más
directa los postulados racionalistas y un denominado "grupo de
Río" que bajo el liderazgo de Niemayer, habría intentado
una arquitectura moderna que integrara elementos del barroco
portugués (Cesto, 1987). No se puede negar, posteriormente, la
influencia de la Arquitectura brasileña, original o
transplantada en el resto de los países de latinoamérica.
Una interpretación significativa del proceso de difusión
del Movimiento Moderno como generador de "escuelas regionales",
está contenida en un proceso de análisis y crítica
del estado de la Arquitectura en España, especialmente en Madrid
y Barcelona, hacia mediados de los sesenta. Se llega a postular la
conformación de una "Escuela de Arquitectura de Madrid", como
producto de una reacción cultural, contra la persistencia de una
actividad creativa tradicional, desligada, precisamente del Movimiento
Moderno. La superación progresiva de los obstáculos para
recibir la influencia de las nuevas ideas permitiría, la
emergenciade una nueva Arquitectura en España,
tardíamente en los sesenta (Fullaondo, 1969). Otro autor, al
hacer una evaluación del caso específico de Barcelona,
destaca la necesidad de existencia de una demanda más
homogénea de diseño arquitectónico, como
habría sido en el caso de Madrid, que concentra los encargos del
Estado, frente a una situación de demanda privada, más
atomizada, como en el caso de Barcelona, para aplicar con más
propiedad el calificativo de "escuela" a la arquitectura barcelonesa de
esa época (Bohigas, 1969).
Finalmente, se puede relacionar, la aplicación del
término de "escuela", con una necesidad de definir ciertas
expresiones del proceso de evolución de la arquitectura
contemporánea, que reflejan una reacción singular o
regional, ante el estímulo del proceso de difusión de
movimientos o tradiciones originales, como el denominado "movimiento
moderno". Esta necesidad también se ha producido al hacer el
estudio histórico de la difusión de los rasgos culturales
coloniales en América Latina y la expresión regional en
la arquitectura y otras artes. Gasparini (1975), considera más
apropiado usar, en este caso, el término de "expresión
regional", que el de "escuela".
Con estos precedentes se puede sostener que sería aplicable en
el área latinoamericana el paradigma histórico de
difusión cultural de al arquitectura moderna que hace para
España Fullaondo, donde identifica una fase "racionalista", como
estímulo necesario para superar la arquitectura tradicional y
una fase "orgánica" que representa la necesaria
adaptación y desarrollo de la creatividad local para lograr lo
que podría denominarse una "escuela de Madrid". En este sentido,
se aplicarán en el presente trabajo, los conceptos de fase
"racionalista" y fase "orgánica", para describir un posible
proceso de configuración doctrinaria en la labor de la CORVI,
especialmente en la década de los 60.
4. EL PARADIGMA DOCTRINARIO DE LOS CIAM.
La teoría e historia del Movimiento Moderno forma parte
medular de la Historia de la Arquitectura y su cuerpo doctrinario ha
adquirido con el tiempo un valor de paradigma, modelo o referencia
obligada, para identificar otras instancias doctrinarias posteriores al
mismo. Si bien no existe consenso para delimitar en forma amplia la
proyección histórica de ese movimiento, hay un relativo
acuerdo para identificar un período clave, que bajo
denominaciones más específicas "racionalista",
"idealista", etc. puede ser tomado como referente doctrinario. Para una
referencia temporal, se puede tomar el período entre guerras y
para una referencia institucional y doctrinaria, se puede considerar
los CIAM, 1° al 4° y su documentación (Benévolo,
1974; Jencks, 1973).
La referencia específica a los CIAM mencionados, permite
identificar un cuerpo de principios que adquiere coherencia en el
proceso de discusión y se valida con el grado de
aceptación que adquieren en el proceso y en su posterior
reconocimiento en la práctica del diseño, como
orientación señera. Desde luego, el primer Congreso
sienta el principio del cambio o paso de una Arquitectura Tradicional a
una Moderna y plantea una definición de este cambio. El valor de
la modernidad se transfiere como un valor permanente, pero sujeto a la
dirección del desarrollo global de la Humanidad.
Las preocupaciones de los Arquitectos que adhieren al Primer CIAM
(1928, La Sarraz), se relacionan con el cambio tecnológico y sus
consecuencias en la economía, la urbanística, la
educación y el rol del Estado en la construcción. El
problema de la vivienda aparece como función de la
urbanística (habitar) pero también como problema de
educación y de formación de opinión
pública: "el público está mal informado y los
usuarios no saben formular sus deseos en cuestiones de alojamiento".(9)
El segundo congreso (1929, Frankfort) se ocupa de definir el concepto
de "vivienda mínima", como punto de partida para los
razonamientos de la edificación subvencionada por el estado. Se
establecen estándares sobre dimensión de viviendas, la
que puede reducirse si se aumentan o mejoran los estándares
sobre iluminación, ventilación y luz. El tamaño de
las habitaciones puede reducirse, siempre que se otorgue una
habitación a los miembros adultos para acoger la tendencia a la
emancipación de los individuos en la familia. Por otro lado se
plantea la tendencia solidaria de preferencia por vivienda
colectiva, sobre la vivienda individual, al menos en las aglomeraciones industriales.
El tercer congreso (1930, Bruselas) aborda el problema
económico. La intervención del Estado se hace necesaria
para resolver el problema de las clases que no pueden pagarse una casa
habitable. Es necesario reducir los gastos generales al mínimo,
terreno, calles, etc. Del problema de la tipología de la
edificación se pasa al problema del barrio. Se hace una
evaluación de las casas altas, medias y bajas (Gropius) y el
factor de densidad en la habitabilidad residencial, sin llegara
conclusiones definitivas sobre estas variables en la vivienda
mínima.
El cuarto congreso (1933, Atenas) aborda el problema de la ciudad, para
lo cual, intenta hacer una evaluación de 33 ciudades, sin lograr
hacer un balance significativo sobre la experiencias de
planificación en estos casos, limitándose a comprobar el
desorden de estas ciudades y enunciando principios de orden y
funcionalidad que debería tener la ciudad moderna. Las escasas
experiencias de planeamiento urbanís¬tico no han pasado del
barrio a la ciudad, a excepción del caso de Amsterdam.
En una declaración de principios, realizada en este cuarto
congreso, la denominada Carta de Atenas, se establece que el
núcleo básico de la urbanística está
constituido por la vivienda, como célula de habitación y
su inserción en un grupo representa una unidad de
habitación eficaz. Partiendo de esta unidad de habitación
(grupo habitacional) se establecerán dentro del espacio urbano,
las relaciones entre lugares de vivienda, trabajo y recreación.
Uno de los problemas que debe enfrentar la reorganización de las
ciudades tiene que ver con el problema del suelo (propiedad,
fragmentación, etc) para lo cual se debe regular con
instrumentos legales el uso del suelo disponible. La regulación
debe armonizar las necesidades individuales con las colectivas,
subordinando el interés privado al colectivo. Esta
reglamentación legal del uso del suelo, es la base para la
formulación de planes que organicen las funciones básicas
de la urbanística. El tema del rol del Estado en la
implementación de estos principios para modernizar la ciudad
europea ha estado presente en los debates de los primeros cuatro CIAM
(1928-1933), sin embargo, se evitan compromisos o deficiones precisas
en las declaraciones doctrinarias, suponiendo la existencia de planes y
reglamentaciones producidos por las autoridades pertinentes.
II. DIFUSIÓN Y APLICACIÓN DEL PARADIGMA DOCTRINARIO DE LOS CIAM EN VIVIENDA SOCIAL
1. ANTECEDENTES
Para la definición de un marco teórico y doctrinario
que permita la discusión y posterior comprobación de la
hipótesis postulada en esta investigación, se considera
apropiado ubicar el tema de la vivienda de interés social en la
perspectiva doctrinaria de los CIAM, para los efectos de evaluar la
labor de la CORVI, como expresión "regionalista" del efecto de
difusión del Movimiento Moderno. El tema de la vivienda social
no se inicia en esta época, pera adquiere un grado de
coherencia, por el esfuerzo de síntesis que se efectúa en
esa oportunidad, cuando también se evalúan las
experiencias anteriores. Por otro lado, en la etapa de difusión
y crisis se incorporan otros elementos que perfilarían una
especificidad doctrinaria que podría admitir el calificativo de
"escuela" en el caso chileno, o específicamente a la labor
habitacional de la CORVI.
Como una manera de contribuir a la comprobación de la
hipótesis central se realiza un ensayo de identificación
de valores genéricos que es posible analizar en la labor de la
CORVI como producto material, o bien, en el campo conceptual, como
contribución a la disciplina del diseño de la
Arquitectura habitacional. En este sentido una forma de comprobar la
hipótesis de coherencia de principios es identificar alguna
consistencia doctrinaria de la labor desarrollada por la CORVI con el
llamado Movimiento Moderno de Arquitectura, ya sea por analogía,
o por pertenecer y ser expresión del mismo. La ventaja de este
análisis es que entrega un cuerpo de valores doctrinarios que
pueden guiar la identificación de valores específicos en
el área de investigación propuesta y que los hemos
clasificado como paradigmas referidos a la función urbana
habitacional, la unidad habitacional y la vivienda mínima.
Posteriormente se puede comprobar la existencia de los valores
propuestos en atributos seleccionados de la Carta de Atenas, en cuatro
conjuntos habitacionales (10) 13:13G, sobre los cuales existe consenso
que reflejan los postulados del Movimiento Moderno Internacional.
1. EL PARADIGMA DE LA "FUNCIÓN URBANA HABITACIONAL".
Unos de los postulados más debatidos de la doctrina de los CIAM, ha sido el "modelo organizacional de ciudad moderna" como marco de referencia para la intervención urbana en las tareas de desarrollo y remodelación física. La carta de Atenas sostiene que las bases del urbanismo son las cuatro funciones: habitar, trabajar, recrearse y circulary que los "planes" determinarán la estructura de cada uno de los sectores destinados a estas funciones básicas y fijarán su emplazamiento respectivo en el conjunto."
La doctrina urbanística de los CIAM incorpora la experiencia del
planeamiento urbano europeo que desde fines de siglo XIX, busca
segregar los establecimientos industriales al interior de las ciudades,
utilizando la técnica del "zoning" (Mancuso, 1978). La idea
básica de separar la industria de otras funciones urbanas
está en el modelo de la Ciudad industrial de Garnier. La
incorporación de áreas recreacionales como zonas
diferenciadas al interior de las ciudades está en el modelo de
la Ciudad Jardín de Howard. Sin embargo, el problema de la
circulación y su tratamiento en la ciudad presenta una mayor
complejidad y la evolución histórica de este
fenómeno rebasa la capacidad de comprensión y
predicción de la época de la Carta de Atenas. El
documento del CIAM sostiene que debido a las nuevas velocidades
mecánicas que han revolucionado el ambiente urbano, instaurando
el peligro permanente y provocando el embotellamiento y la
parálisis de las comunicaciones. ycon ello, comprometiendo la
higiene debe ser revisada la circulación urbana y clasificada en
función de las velocidades (puntos 80 y 81).
En este marco de organización territorial de las funciones
urbanas segregadas o zonificadas, de acuerdo a un "plan", se debe
insertar la "funcion habitacional", como el centro mismo de las
preocupaciones urbanísticas y el punto de conjunción de
todas las medidas. El núcleo inicial del urbanismo es la
célula de habitación (vivienda) y su inserción en
un grupo que forme una unidad de habitación de dimensión
eficaz (Fig. 1). Es a partir de esta unidad que se establecerán
en el espacio urbano las relaciones con los lugares de trabajo y de
esparcimiento (puntos 88 y 89).
El modo en que se establecen estas relaciones en el espacio urbano, va
a definir diferentes patrones de ordenamiento territorial, donde la
función residencial deberá configurar unidades de
intervención y funcionamiento compatibles con el plan general
del desarrollo urbano en que se inserta. Esta inserción
programática de la función residencial, mediante
proyectos habitacionales, sufrirá una evolución, desde
las primeras experiencias de "unidades habitacionales" (Le Corbusier) o
los "barrios" de Gropius, hasta la experimentación de nuevos
asentamientos urbanos en Inglaterra y Holanda, por ejemplo (Schiller,
1978 y 1979).
Históricamente, el modelo de ciudad-jardín se
sitúa en la primera fase del Movimiento Moderno, como uno de los
orígenes de la urbanística moderna. Si bien, el modelo de
ciudad-jardín, también incluye una nueva
concepción de organización urbanística y
territorial, ya que se concibe como una alternativa organizacional a la
expansión descontrolada de la periferia de las grandes ciudades,
en la práctica también se transformó en un modelo
de desarrollo de este propio suburbio, destinado al mercado
inmobiliario de los sectores altos y medios de la población y
también en cierta medida, de los sectores atendidos por el
Estado. El concepto de ciudad-jardín incorpora la imagen de
desarrollo en baja densidad, vivienda unifamiliar aislada, un lote de
terreno privado, parques comunitarios y avenidas arboladas de
comunicación con los centros urbanos.
Una aplicación, experimentación y evaluación
permanente del concepto de "ciudad-jardín", se realiza mediante
el programa de "nuevas ciudades" en Gran Bretaña, la que permite
incorporar nuevos conceptos de organización vecinal, redes
jerarquizadas de equipamiento comunitario y organización del
tráfico vehicular y peatonal, en respuestas a las nuevas
tecnologías de transporte automotor. El concepto de vecindario
(neighborhood), unidad vecinal (neighborhood unit) y centros de
equipamiento, son las nuevas unidades de organización
territorial que se incorporan a la primera generación de nuevas
ciudades inglesas en los años cuarenta.l2
Se podría sostener que el modelo "orgánico", es paralelo
al modelo "racionalista" de los CIAM (bloques colectivos y
densificación). El concepto de unidad vecinal de Perry, es de
1929(13) 13:13G. Perry define su fórmula en relación a la
existencia de una escuela primaria o básica. Sin embargo, el
concepto de unidad vecinal también incluye, la noción de
vecindad como relaciones sociales primarias que deben ser consideradas
en el proyecto habitacional. El diseño habitacional, tanto en la
escala de vecindario, como de unidad vecinal, deberá incorporar
progresivamente la solución del impacto ambiental que significa
la incorporación del vehículo automotor privado en la
vida de la comunidad urbana (Buchanan, 1963).
La inserción de los proyectos habitacionales en la trama urbana
es uno de los aspectos doctrinarios que permite relacionar la
coherencia de las políticas habitacionales y las
políticas urbanas en la época de la CORVI. El paradigma
de la función urbana de habitar está incluido en los
modelos de organización espacial y segregación de las
actividades urbanas que se aplican en forma coetánea a los
proyectos CORVI que sustentan los planes urbanos de las ciudades como
Santiago, Antofagasta, Rancagua, Concepción, Puerto Montt y
muchas otras.
Para los efectos de evaluación del grado de difusión y
aplicación dala doctrina de los CIAM, en la actividad de
proyectación de la CORVI en materia habitacional, especialmente
en el plano de las relaciones urbanas, podemos destacar los siguientes
atributos doctrinarios de la denominada Carta de Atenas (entre
paréntesis el número de artículo original (l4).
a) El núcleo inicial del urbanismo es una célula de
habitación (alojamiento) y su inserción en un grupo
formará una unidad de habitación en eficaz
extensión (88).
b) Es a partir de esta unidad de alojamiento que se deben establecer
las conexiones entre la habitación, los lugares de trabajo y las
instalaciones consagradas a las horas libres (89).
c) Las unidades de habitación (barrios) deben ocupar en los
espacios urbanos los mejores emplazamientos, aprovechando la
topografía, condiciones locales de clima, asoleamiento, etc (23).
d) Las zonas habitacionales deberán quedar separadas de las zonas industriales por zonas verdes (47).
e) Las vías de circulación deben ser clasificadas de
acuerdo a su naturaleza y diseñadas con antecedentes de flujos
de circulación a escala urbana y regional (59-60).
f) El emplazamiento de los sectores destinados a la función
urbana habitacional está determinado por la
estructuración de planes urbanos (78).
Según este cuadro, se podría comprobar que los 4 ejemplos elegidos parecen reflejar la influencia de los postulados urbanísticos de la Carta de Atenas. Las referencias negativas o discordantes se pueden destacar en caso de la U.V. Portales por la desconexión del conjunto habitacional de los equipamientos urbanos y en el caso de la Villa Pdte. Ríos, U.V. Providencia y la Villa Olímpica por la vecindad de establecimientos no compatibles con la habitación (industrias, hospital e Instituto de Salud Pública, respectivamente).
2. EL PARADIGMA DE LA "UNIDAD HABITACIONAL".
Se podría interpretar que los esfuerzos de racionalización de una metodología de proyectación de la función residencial urbana está destinados a perfilar un modelo de diseño que tome como unidad de planeamiento urbano la "unidad habitacional" que equivale al agrupamiento primario de viviendas o familias, de acuerdo a ciertas normas o principios que permiten un mejor funcionamiento de la actividad residencial a esta escala (emplazamiento, densidad, espacios libres, accesibilidad, asoleamiento, seguridad, etc). El modelo de unidad habitacional propuesto es una alternativa al modelo de calle corredor de la ciudad tradicional y al modelo de "suburbio residencial", aún en las propuestas iniciales contenidas en la "ciudad jardín" de Howard, la ciudad industrial de Garnier, la ciudad lineal de Soria y Matta, etc.
Este modelo inicial de agrupamiento residencial primario sufrirá
un proceso de evolución a formas organizacionales más
elaboradas y experimentales de organización urbana como las
"unidades vecinales" y los escalones residenciales aplicadas en las
nuevas ciudades y remodelaciones urbanas después de la Segunda
Guerra Mundial. Se podrá hablar de un "modelo racionalista" y un
"modelo orgánico" en la terminología de Bruno Zevi.
Enfocado desde esta perspectiva crítica, los modelos
organizacionales de la etapa racionalista, parecen más
relacionados con los aspectos físicos de ordenamiento espacial
de los conjuntos de vivienda. Algunos autores sostienen que la crisis
dei modelo racionalista se proyecta a la disolución de los CIAM
y al debate en los últimos congresos sobre las limitaciones de
este enfoque (Aliaga y Jedlicki, 1967).
Para ilustrar esta idea, podemos destacar las propuestas de Le
Corbusíer para reemplazarla trama tradicional de calle-corredor,
por una trama de bloques de viviendas, retranquedas (rédant) y
articuladas que se transforman en una tipología de ordenamientos
espaciales a escala de vecindario y de ciudad (Ville Radieuse). El
bloque colectivo ha liberado el espacio urbano para el uso del
habitante urbano, pero también ha creado un nuevo problema de
como reconstruir nuevos espacios intersticiales habitables entre los
bloques (Fig. 2).
Otra línea de búsqueda, se relaciona con el reemplazo del
modelo de suburbio, basado en el concepto de ciudad jardín, por
una trama más compacta de vivienda continua y finalmente por
bloques aislados. El bloque aislado, también debe enfrentar un
nuevo problema relacionado con el distanciamiento en función de
la altura, para lograr condiciones adecuadas de asoleamiento,
ventilación, privacidad, etc. Este es uno de los temas
experimentados por Gropius en sus proyectos de "barrios planificados" o
"siedlungen". El concepto de "unidad habitacional", como concepto
básico de ordenamiento territorial a la escala urbana, pasa a
ser materia de debate sistemático, en la teoría y
práctica de diseño habitacional, hasta nuestros
días. Sin embargo, los modelos o prototipos propuestos por Le
Corbusier o Gropius para abordar la solución más eficaz
de agrupamiento primario de viviendas en proyecto de desarrollo
residencial, realizados en el período de entreguerras,
todavía son materia de debate. (15)
Los modelos de unidad habitacional, como agrupamiento primario, tanto
de Le Corbusier, como Gropius, buscan nuevas formas de uso más
intensivo del suelo al interior de la ciudad y liberar el suelo para
usos colectivos y recreacionales, reemplazando la modalidad de vivienda
unifamiliar por los edificios de departamentos en altura.
3. EL PARADIGMA DE LA "VIVIENDA MÍNIMA".
El tema de la vivienda como unidad de diseño también es objeto de crítica y debate, específicamente en su expresión de vivienda popular o social. hay que tener presente que el concepto de vivienda social es deducido de un concepto más amplio de ciudad y unidad habitacional, como célula orgánica de éstos. En el segundo CIAM se aborda la necesidad de formulación de una vivienda mínima, como modelo de diseño, para enfrentar las condicionantes del proyecto de diseño en la Europa de entreguerras. Sobre esto hay una abundante bibliografía, de la que se puede intentar reconstruir los atributos esenciales de este modelo. Para eso podemos tomar una planta de vivienda "mínima", como modelo o prototipo que se menciona en los estudios históricos de la época y que forman parte de la documentación del 2° CIAM (Fig. 9). Los atributos doctrinarios que están implícitos en este modelo, se pueden hacer explícitos con la aplicación de los criterios destacadas por Chermayef y Alexander (1963). Estos criterios tiene que ver con la evaluación de una buena organización de la vida familiar en términos de proteger la vida privada de los individuos y la vida de relación familiar (Benévolo, 1974) (Fig. 10).
a) Separación de una zona de vida privada a nivel de individuos de una zona de actividad familiar (control de ruidos).
b) Existencia de una área de circulación que permita el
acceso directo a la vivienda desde el exterior y en forma diferenciada
hacia la zona privada y zona familiar.
c) Existencia de relaciones de accesibilidad aislada entre dormitorios y servicios higiénicos.
d) Existencia de relaciones de accesibilidad directa entre cocina y
comedor o sala-comedor, si conforman un sólo ambiente.
e) Accesibilidad directa entre la cocina y la zona privada.
f) Existencia de áreas razonables para almacenamiento en cada una de las zonas de la vivienda.
g) Facilidades para desarrollar la función de estudio en las áreas de descanso (dormitorio)
h) Existencia de condiciones mínimas de contacto de cada recinto
de la vivienda con el exterior, privacidad, asoleamiento,
recreación, etc (sin especificar los atributos del espacio
exterior a la vivienda que es materia del tipo de agrupamiento).
Si bien la metodología de evaluación desarrollada en
este estudio se puede encuadrar en las tendencias posracionalistas, en
el sentido que se pretende facilitar los contactos esenciales en los
grupos primarios, en este caso el grupo familiar, la planta de la
vivienda
tomada como prototipo (Klein, 1928), podría ser considerada como
un arquetipo de la planta funcional o racionalista, para la vivienda
mínima. Si se analizan las plantas de las células
habitacionales de los 4 conjuntos habitacionales, considerados
representantes de la influencia del Movimiento Moderno,
podríamos concluir que también en este nivel, reflejan en
forma mayoritaria los postulados de ese Movimiento (Fig. 11-14).
El concepto de vivienda mínima aplicada a la organización espacial de una célula habitacional requiere hacer otras consideraciones sobre los supuestos relativos al tamaño, composición del grupo familiar, hábitos culturales de vida familiar, etc. El prototipo de referencia sugiere o supone un grupo familiar nuclear, padres y dos hijos, ya que hay dos dormitorios. Sin embargo, el mismo concepto se puede ampliar a un número mayor de dormitorios (3,4), sin alterar las relaciones funcionales. El concepto se puede aplicar a plantas de uno y dos niveles, con la ventaja en el segundo caso que se puede mejorar la separación entre la zona privada y la zona familiar.
Cuando se aplica al caso chileno, por lo menos en los ejemplos estudiados, la primera disfunción se produce en relación al tamaño de los dormitorios que se minimizan a la función de descanso, haciendo poco practicable la función de estudio en estos recintos que en el prototipo original parece protegida (Klein, 1928). En otros ejemplos de vivienda social para el caso chileno, se podrá observar que al disminuir el tamaño de la vivienda y por lo tanto de los recintos que la componen, las disfunciones se van a hacer más notorias. Por ejemplo, al desaparecer el segundo atributo y un recinto específico con esta condición, la función de circulación se superpone a la función estar-comedor. Se dificulta la separación entre una zona privada y una familiar. Las disfunciones se harán más críticas en los modelos de vivienda básica y económica, por ejemplo en la falta de áreas de almacenamiento. Por otro lado, una variante de la vivienda social, especialmente de nivel medio, presenta un desarrollo tipológico que incluye un dormitorio y baño de servicio, que en algunos casos está conectado directamente con la cocina y en otras tiene conexión directa con la zona de circulación (U.V. Providencia, Villa Olímpica). Este y otros atributos podrían perfilar un modelo local o nacional de doctrina habitacional, en el nivel de la unidad habitacional.
III. FASES DE CONFIGURACIÓN DE LA DOCTRINA DE LA CORVI EN DISEÑO HABITACIONAL
1. INTRODUCCIÓN.
Se ha sustentado la idea de que la CORVI llegó a constituir
un cuerpo coherente de principios en materia de vivienda social, que
merecería el calificativo de "escuela de diseño
habitacional", en la perspectiva de la Historia de la Arquitectura
Moderna. Sin embargo, no existe una expresión oficial, de
ladoctrina de la CORVI en materia habitacional, como documento que
comprometa su labor institucional, y con el cual, se pudiera hacer una
evaluación de la concordancia de los proyectos ejecutados, con
los principios sustentados en esa doctrina. Por otro lado, la propia
institución, durante su existencia (1953-1976), evoluciona y
sufre cambios sustanciales, acompañando los cambios sociales y
políticas que sufre el país en el mismo período.
La CORVI, es una institución que logró, sin embargo,
configurar un conjunto de principios que están dispersos en una
variada documentación que incluye políticas, Planes,
Programas, Leyes, Ordenanzas, Reglamentos que orientan la
ejecución de los proyectos habitacionales que ejecuta la CORVI.
El objeto que se intenta reconstruir, tiene el carácter de un
proceso doctrinario, que alcanza su expresión más
coherente y madura hacia mediados de los 60 y luego sufre una
evolución y crisis sostenida hasta su desaparición
institucional, a mediados de los 70.
En esta perspectiva, el proceso de configuración doctrinaria que
orienta la labor de la CORVI, sufre diversos enfoques consecutivos de
reorientación institucional, desde su creación. Se
podría sostener, sin embargo, que hay una fase inicial de
consolidación como empresa del Estado, relacionada con el
Ministerio de Obras Públicas (Art. 1 e DFL 285, 1953), hasta su
inclusión en un Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, donde
sufre una transformación sustancial, hasta su
desaparición definitiva al interior de este Ministerio en 1976.
En la primera mitad de la década de los sesenta alcanza su mayor
madurez institucional, tanto por la cantidad y calidad de obras
ejecutadas, como por la evaluación y crítica, tanto
interna, como externa de su labor. La Corporación entra en ese
momento, en un proceso de autocrítica y divulgación de
sus logros institucionales (CORVI, 1993) y sus proyectos son revisados
sistemáticamente en revistas especializadas (17). Esta
crítica se puede expresar, destacando los proyectos de la CORVI,
por los valores que aportan al tema habitacional (por ejemplo,
concursos), hasta proyectos que encubren una crítica velada a
labor realizada por la CORVI, con anterioridad (18).
Para una comprensión de los contenidos doctrinarios de la labor
de la CORVI, es apropiado concentrarse en la expresión alcanzada
en la fase (1953-1965), para aquilatar las limitaciones de los inicios
del proceso y las características de la etapa de su posterior
transformación, al interior del Ministerio de la Vivienda. En
este sentido, constituye un buen punto de partida la
autoevaluación que hace la CORVI en 1963 de la labor realizada
(CORVI, 1963). No se puede, dejar de hacer notar que en ella
está contenida una evaluación a la labor realizada en el
período inicial (1953-1959). El propio DFL 2 y la
revisión definitiva de la Ley Orgánica de la CORVI,
constituyen una prueba de ésto, como se verá a
continuación.
2. PRIMERA FASE: RACIONALISTA (1953-1965).
2.1 ANTECEDENTES PRELIMINARES.
Si se toma como punto de partida, la propia Ley Orgánica de
la CORVI (DFL 285,1953), se comprueba el compromiso institucional de
hacerse cargo de "la ejecución, urbanización,
reestructuración y reconstrucción de barrios y sectores,
comprendidos en el Plan de Vivienda y en los Planos Reguladores
elaborados por el Ministerio de Obras Públicas". A
continuación se declara que "también estará
encargada del estudio y fomento de la construcción de viviendas
económicas", así como que la realización de las
mismas sea conforme a un Plan de Vivienda (art 2°). Aparentemente,
se subordina el tema de la "vivienda económica", a la necesidad
de apoyar el proceso de desarrollo nacional y el proceso de desarrollo
urbano, regulados por el planeamiento dirigido por el MOP, mediante un
Plan de Vivienda, como parte del Plan Decenal.
Para asumir estos roles, la Corporación de la Vivienda, se
organiza como una empresa del Estado, con personalidad jurídica
y patrimonio distinto del Fisco, que se relaciona con el ejecutivo a
través del Ministerio de Obras Públicas y se rige por una
normativa específica (DFL 285, 1983) y sus modificaciones
posteriores. De este modo, desde la perspectiva de la Historia de la
Arquitectura Moderna, se materializa para el caso chileno, uno de los
postulados del Movimiento Moderno y que se relacionan con la necesidad
de participación del Estado Moderno en la solución
directa del problema habitacional (CIAM, 1928). Las atribuciones
otorgadas a la CORVI, permiten establecer un nuevo mecanismo a partir
de la solución habitacional de interés social, para
abordar las relaciones entre Arquitectura y Ciudad que postula el
Movimiento Moderno, más allá de las disposiciones
urbanísticas relacionadas con el planeamiento del uso del suelo,
que habían sido recogidas por otras instituciones, como el
Ministerio de Obras Públicas y los Municipios.
Las funciones que la Corporación debe cumplir, de acuerdo a esta
Ley, permite suponer ciertas orientaciones doctrinarias básicas,
que se consolidan con la propia aplicación de los reglamentos
que acompañan su creación y finalmente con la
ejecución de los proyectos que se encuadran en esta normativa.
Es así como, la gran cantidad de viviendas que el Estado se
obliga a ejecutar en este período, consolida la modalidad de
proyectos habitacionales de tipo colectivo, de pequeño, a
mediano y gran tamaño, así como incorporar el tema de la
densidad y la construcción en altura. De este modo, los
conjuntos habitacionales proyectados por la CORVI, efectivamente
contribuyen a la realización de barrios y sectores, contemplados
en los planos reguladores de muchas ciudades chilenas. Sin embargo, es
en el plano de la consolidación de un concepto operativo de
"vivienda", como unidad de diseño y planeamiento habitacional,
donde se realiza la mayor contribución doctrinaria en esta fase,
ya que la Corporación está
encargada del estudio y fomento de la construcción de la
denominada "vivienda económica" (art. 22) Para llevar adelante
esta misión, la CORVI, entre otras funciones, puede fomentar y
coordinar con institutos universitarios y particulares la
investigación científica y técnica de nuevos
materiales y modalidades de edificación (art. 5°).
2.2. LA DEFINICIÓN DE "VIVIENDA ECONÓMICA".
La definición de "vivienda económica" contenida en el
DFL 2 y la Reglamentación Especial de Viviendas
Económicas (1959), establece los estándares
ofíciales para proyectar una vivienda que reúna las
condiciones mínimas de habitabilidad que una familia pueda
esperar de una solución habitacional realizada por el Estado
chileno, en esa época. La superficie edificada mínima del
proyecto, será de 35 m2, con una definición de recintos
al menos de, Sala de Estar, Cocina, Servicios Higiénicos y dos
dormitorios. La superficie máxima, se calcula sobre la base de
17,5 m2 de superficie edificada por habitante, con máximo total
de 140 m2 (Art. 12 DFL 2, 1959).
La propia CORVI, debe precisar la superficie y cantidad de viviendas
que se debían edificar en el país para cumplir las metas
del Plan Decenal. Con el propósito de optimizar los recursos
disponibles, se estimó necesario determinar la cantidad de
metros cuadrados de edificación que cada familia necesitaba por
persona, la densidad que podían alcanzar los conjuntos
habitacionales y la destinación porcentual de los usos del suelo
al interior del proyecto: vivienda, circulación, áreas
libres, equipamiento, etc. La determinación de patrones
habitacionales referidos a estas variables se basó en un estudio
de 60 poblaciones construidas entre 1938 y 1960 (CORVI, 1963).
El estudio consideró las preferencias de los postulantes a
vivienda, el costo del m2 de edificación, urbanización y
terreno. Sin embargo, un factor determinante en la proporción
que deberían construirse los diferentes tipos de vivienda, fue
la capacidad de pago de obreros y empleados. Así, los tipos de
unidades fueron clasificados como popular, media y alta:
A. Las unidades mínimas o populares, consultarían el
terreno urbanizado y la edificación de un núcleo inicial
de vivienda (mínimo 8 m2 para caseta sanitaria, baño y
cocina)
B. Las viviendas medias consultarían entre 35 y 84 m2 (la úlima superficie considera 4 dormitorios)
C. La vivienda de tipo superior comprenderían superficies entre
66 y 84 m2, pero con terminaciones de mejor calidad que la anterior.
En la práctica las viviendas mínimas se aplicaron
aprogramas de erradicación, las medias a postulantes obreros y
empleados de rentas bajas y la superior a empleados de rentas medias.
La inclusión del factor densidad y altura de edificación,
aparentemente quedó como una opción abierta en el estudio
de patrones o estándares habitacionales (Fig. 15). Sin embargo,
la postulación de la gran mayoría, mostró
preferencia por la casa y el terreno privado. La tendencia generalizada
de la solución habitacional de más bajo estándar,
fue de tipo unifamiliar y la masiva producción de soluciones
habitacionales mínimas para erradicación,
contribuyó a la tipología unifamiliar. Se podría
sustentar que durante el proceso de estudio y experimentación de
esta vivienda popular, hubo una tendencia sostenida a minimizar las
dimensiones de la casa unifamiliar, mientras que los estándares
de la vivienda media se mantuvieron relativamente constantes (Fig. 16).
2.3 LA DEFINICIÓN DE "BARRIOS Y SECTORES HABITACIONALES".
A pesar del fuerte énfasis de la CORVI, en una primera etapa,
por definir un concepto operativo de "vivienda" capaz de responder a
las demandas sociales del momento, también se debió
formular una estrategia para ejecutar los proyectos de vivienda,
enmarcados en los procesos urbanos del territorio chileno, donde
había un marcado desequilibrio entre el desarrollo de la ciudad
capital y el resto del país. Bajo estas circunstancias, la
primera etapa de configuración de una doctrina habitacional de
la CORVI, se podría destacar por su fuerte búsqueda de
aplicar ciertos principios doctrinarios del Movimiento Moderno,
relacionados con la necesidad de implementar un desarrollo habitacional
en las ciudades contemporáneas basada en tipos de vivienda
colectiva, que contribuyeran a recuperar el suelo urbano para usas
sociales. La CORVI es capaz de ejecutar un conjunto significativo de
proyectos habitacionales, donde el bloque de viviendas de 4-5 pisos es
el protagonista principal del nuevo orden urbano, propuesto por el
Movimiento Moderno (Fig. 17).
Hacia la primera mitad de la década de los 60, podría
haber clara conciencia de la validez del postulado del Movimiento
Moderno del rol que le cabe desempeñar al desarrollo de la
función habitacional en la organización de la ciudad
moderna, y el rol específico que puede tener la función
asumida por el Estado en materia de vivienda social, por la magnitud
del problema y por lo tanto, el impacto físico en el crecimiento
urbano. Ya ha sido bastante destacado la situación
específica del área latinoamericana, donde los procesos
migratorios a las grandes ciudades aceleran y magnifican la demanda de
vivienda de carácter social, que debe enfrentar el Estado, pero
en el caso chileno, se debe agregar el sismo de 1960, que obligó
al país a emprender grandes trabajos de reconstrucción
urbana y de vivienda para los sectores más carentes de recursos,
en muchas ciudades del sur del país (Haramoto, 1980, 1988).
La labor de la CORVI, en este período se podría resumir
en primera instancia como la ejecución de un buen número
de grandes proyectos habitacionales, para superar la demanda de
emergencia (tradicional, en el sentido de erradicación de
poblaciones irregulares y ocasional, en el sentido de erradicaciones
por desastres), pero también en un conjunto significativo de
proyectos de tamaño medio y pequeño para colaborar en la
remodelación y reestructuración de las áreas
más consolidadas de las ciudades más grandes: Santiago,
Valparaíso, Concepción y contrarrestar el efecto de los
otros proyectos en la extensión de la periferia urbana.
Podríamos intentar caracterizar dos modelos alternativos para
configurar "unidades habitacionales", como respuestas técnicas
de diseño habitacional para enfrentar la demanda social de
vivienda:
1° El modelo de "población", como fórmula de
solución de emergencia en la periferia de las ciudades, que
exige un uso poco intensivo del suelo. Como ejemplo, se pueden destacar
las poblaciones Germán Riesco (1953-5), Miguel Dávila
(1956), San Gregorio (1959), Lo Valledor (1964-5), etc. (Palmer, 1988).
2° El modelo de "conjunto habitacional", como solución de
uso intensivo del suelo al interior de la ciudad. Son ejemplos, de esta
modalidad; Unidad Vecinal Providencia, Villa Olímpica, Unidad
Vecinal Portales, etc. (Eliash, 1989).
Si uno se sitúa en la perspectiva de autoevaluación del
proceso CORVI entre los años 1953 y 1965, se podrá
percibir un alto nivel de autoestima y satisfacción por la labor
realizada de la CORVI, hacia fines del período, al mostrar como
ejemplos los proyectos realizados hacia los sectores medios de la
población y que se han ubicado en lugares más accesibles
y desarrollados de la ciudad, ya sea en sectores intersticiales no
edificados o en algunos casos, renovando o remodelando sectores en
deterioro (CORVI, 1963). Esta es la obra más visible de la
CORVI, la que contribuye a una imagen urbana, valorada y reconocida,
tanto por la crítica especializada, como la propia
población de Santiago. Por ejemplo, cuando los historiadores de
la Arquitectura Moderna buscan ejemplos de la influencia del Movimiento
Moderno y los CIAM en Chile, mencionan algunos de estos proyectos
(Benévolo y Montaner, 1974; Eliash y Moreno, 1989).
2.4 APLICACIÓN DEL MODELO DE "CONJUNTO HABITACIONAL".
Si bien, los precursores como Le Corbusier y Gropius, especialmente
en el período racionalista, proponen las formas básicas
de bloques colectivos aislados y las modalidades de distanciamiento y
vinculación en un conjunto habitacional, así como una
escala de ejecución masiva y monumental, (por ejemplo, proponen
alturas de 10-12 pisos, como media), en el caso chileno, la modalidad
es de conjuntos de pequeño o medio tamaño. En
compensación, se experimenta también con diversas
modalidades de agrupamiento y vinculación entre
volúmenes. Otra característica local es que la
vinculación del bloque con el suelo, evita en general la
propuesta de pilotis de Le Corbusier. Los ejemplos más
representativos de esta arquitectura habitacional experimental se
ubican en Santiago y Valparaíso.
La Unidad Vecinal Exequiel González Cortés en Santiago es
un conjunto variado de 80 bloques de 4-5 pisos, donde se incorpora una
torre de 15 pisos y 23 bloques de 2 pisos, precisamente para contribuir
a una mayor variedad volumétrica en la composición
espacial del conjunto. La torre está ubicada en el centro como
símbolo de la población y los bloques de dos pisos
parecen tener sólo una función volumétrica. Los
bloques de cinco pisos son duplex. En el conjunto habitacional se
perciben dos grandes modalidades de ordenamiento de bloques: una de
bloques paralelos y distanciados y otra de bloques vinculados por
escaleras, formando dientes.
La Unidad Vecinal Providencia en Santiago se caracteriza por estar
compuesta por un conjunto de bloques de 5 pisos dispuestos en forma
paralela, sin vinculación entre ellos. La población 15
Norte en Viña del Mar también utiliza una
composición simple de bloques distanciados no vinculados.
La Población Juan Antonio Ríos incorpora 3 nuevos
sectores al sur del proyecto original, con la modalidad de entregar a
tres proyectistas diferentes cada sector. Un sector se resuelve con
bloques paralelos, no vinculados y los otros dos con bloques
vinculados, en un caso por escaleras y en otro, por escaleras y un
bloque de viviendas. La Población Ignacio Zenteno en
Valparaíso, también ensaya una vinculación de
bloques de 4 pisos en Y, mediante escaleras, icorporando además
la variable pendiente en su composición volumétrica.
La Unidad Vecinal Portales en Santiago, a pesar de ser un conjunto
mixto de colectivos (1500 departamentos) y vivienda unifamiliar 360
casas de 1 y 2 pisos), los primeros asumen un papel protagónico
por explotar cierta monumentalidad en la volumetría basada en
una accesibilidad a nivel intermedio, lo que le permite algunos bloques
con mayor altura y bloques continuos conectados por un paso peatonal.
Los bloques de vivienda colectiva de 4-5 pisos son utilizados en muchos
otros conjuntos, donde predomina la vivienda de 1-2 pisos pero, donde
el bloque rompe la monotonía de la extensión horizontal
del conjunto habitacional y marca cierta señalización de
su ubicación: Población Pintor Ciccarelli en Santiago,
conjunto habitacional San Pedro en Coronel, etc.
2.5 Aplicación del modelo de "población"
La acción de la CORVI en el plano de la vivienda
mínima, destinada a la población de escasos recursos en
programas de erradicación de asentamientos marginales,
debió incorporar conceptos organizacionales y previsión
de equipamientos comunitarios para abordar la nueva escala de
producción de vivienda popular, a partir de 1953. Un caso, que
puede asumir el carácter de un prototipo, fue la
población Germán Riesco (1953). Aquí se aplican
las ideas básicas de organización vecinal, con una zona
central de equipamiento y áreas verdes y una red jerquizada y
diferenciada, vehicular y peatonal. En realidad, el patrón es
una supermanzana, con circulación periférica y
penetraciones en bolsones en los sectores habitacionales. La
solución habitacional es de tipo unifamilíar en lote
particular, aunque más tarde se incorporó una zona de
bloques colectivos. Se podría sostener que este prototipo se
proyectó en diversos conjuntos posteriores del período,
hasta su regresión total a un simple loteo con una reserva de
suelo para equipamiento: San Gregorio (1959), Lo Valledor (1965), etc.
3. SEGUNDA FASE: ORGÁNICA (1965-1976).
3.1 Antecedentes del período.
La década de los sesenta recoge el proceso de crítica
del racionalismo que se manifiesta en el denominado tendencia
orgánica. Este debate se había ya iniciado al interior de
los CIAM en los cincuenta (X CIAM), pero se proyecta sólo en
forma progresiva en las obras de la CORVI, en el primer quinquenio de
los sesenta y definitivamente en el segundo quinquenio de esa
década. El punto de quiebre aparente es la reorganización
institucional de la CORVI y su integración al Ministerio de
Vivienda y Urbanismo.
Cuando se intenta relacionar el proceso urbano chileno con el proceso
habitacional liderado por la CORVI, no puede ser pasar desapercibido el
hecho de que la coyuntura del año 1965, fecha de creación
del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, pasa a ser un punto de
observación clave para la comprensión de ambos procesos.
En la perspectiva de los tres problemas urbanos que permiten ordenar el
análisis de la sustentación ideológica de gran
parte de las políticas de desarrollo urbano, la expansión
urbana, el deterioro de las áreas centrales, y el insuficiente
desarrollo de una red urbana en el territorio nacional,
podemos destacar que probablemente el primer problema está
presente y desencadena en cierta medida la acción de la CORVI, a
partir del año 1953; que el segundo problema está en la
crisis que desencadena la reorganización de la CORVI y la
creación de la CORMU; mientras que el tercer problema tiene que
ver con la regionalización del país y el intento de
fortalecer los procesos urbanos y habitacionales a nivel local.
Aunque parezca arbitrario, situar un punto de quiebre en el año
1965 para la caracterización del proceso de configuración
doctrinaria de la CORVI, en materia de diseño habitacional, se
puede argumentar que hay variadas evidencias de cambios significativos
en las orientaciones doctrinarias en la labor de la CORVI, que
acompañan al traspaso de la Corporación desde el
Ministerio de Obras Públicas al Ministerio de la Vivienda y
Urbanismo, con atribuciones y roles más restringidos. Esta
reorganización de la CORVI, involucra una crítica poco
favorable a su accionar en el campo de la actividad relacionada con la
urbanización y remodelación urbana.
Sin embargo, también es importante, analizar el ambiente
crítico de la opinión pública, así como de
la crítica especializada en arquitectura, existente en esa
época, que trasciende la situación política
coyuntural (elecciones de 1964) y se sitúa en la
percepción generalizada de que la sociedad chilena en general y
el Estado en particular, son incapaces de superar la situación
deficitaria de vivienda, a pesar de los esfuerzos realizados hasta el
momento. (19)
3.3 Algunas innovaciones que se pueden destacar.
Con la creación del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo se
reinició una política que daría a todos los
arquitectos del país, la oportunidad de colaborar en el
diseño de los conjuntos habitacionales
De cualquier modo, se puede identificar en las evaluaciones sobre los
proyectos premiados, la preocupación por destacar algunos
atributos que mejor adaptación a la topografía existente
(Fig. 18), la preservación de los recursos naturales de
carácter patrimonial (por ejemplo, parques, Fig. 19), la
apertura de los espacios exteriores al entorno vecinal, etc. En el
plano de la organización interna de los conjuntos habitacionales
que utilizan blowies colectivos, se valora la creación de
espacios comunitarios de escala
vecinal, la organización de la circulación de peatones,
segregando esta actividad, del tráfico vehicular (Fig. 20), la
variedad de volúmenes y alturas con unidad formal en la
composición, etc. Finalmente, en el plano del diseño de
la célula habitacional se valoriza una mayor variedad en los
tipos de vivienda, en una mayor flexibilidad para su uso y
ampliación, en una mejor expresión en fachada de los
recintos interiores, etc.
IV. CONCLUSIONES.
Uno de los temas debatidos en la historia de la arquitectura moderna
es el rol jugado por la denominada tendencia racionalista y la
superación de sus limitaciones prácticas para resolver
los cambios sociales que se proyectan en demanda de vivienda social,
durante el transcurso del siglo XX. Es así, como la denominada
tendencia "orgánica" parece resumir no sólo las
críticas más aguda a los modelos
del racionalismo, sino que también, logra proponer modelos de
diseño, a su vez, que se hacen muy populares, a mediados de
siglo. Probablemente, la década de los sesenta, sea para el caso
de la configuración doctrinaria de la CORVI, expresión de
una síntesis que se hace muy necesaria de ambas
ideologías innovadoras.
Sin embargo, la consistencia y persistencia de estos dos modelos
ideológicos, es materia de otro debate que se desarrolla hasta
la actualidad, como parte del proceso de interpretación
histórica de la arquitectura de fines de siglo. Hay quienes dan
por superado ambos enfoques, otros los mencionan como constantes y tal
vez, también se podría sostener que el proceso
racional-orgánico no ha terminado. En este sentido, una
interpretación de la formación de una escuela, al
interior del denominado Movimiento Moderno, es que la aparición
de una "expresión regionalista" de la arquitectura moderna, esta
condicionada a la necesaria difusión, aplicación y
adaptación de innovaciones que se habrían generado en la
tendencia racionalista. El estímulo inicial, debe ser
complementado con la capacidad de reconocimiento de las condiciones
locales para recrear una arquitectura que pueda ser diferenciada de sus
modelos externos. En esta tarea, son factores imprescindibles,
arquitectos creadores, instituciones productivas y
finalmente una obra ejecutada que presente una suficiente homogeneidad.
Si bien se puede decir, que la primerafase institucional de la CORVI se
podría reflejar en una síntesis progresiva del paradigma
racionalista con el paradigma orgánico, muchas veces como una
sobreposición formal, probablemente en la segunda fase
institucional, ambos paradigmas se ponen en
tela de juicio y emergen otras posturas de diseño bajo la
presión social de fuerzas reivindicativas de una solución
habitacional. La excesiva simplificación del análisis
propuesto para destacar el proceso racionalista-orgánico,
podría ser revisada al postular otros paradigmas para dar cuenta
de otras formas de producción de diseño habitacional,
como la autoconstrucción y la autogestión con
participación de los usuarios, como sostiene Jencks, al definir
una tendencia que denomina "activista". Pero el análisis de este
paradigma, no contribuye necesariamente a la discusión sobre la
configuración de una escuela de diseño habitacional, que
tiene más relación con una arquitectura oficial o
profesional.
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NOTAS
1 Documento de trabajo en el marco del proyecto N° 198.0264,
financiado por FONDECYT; investigador responsable Alfonso Raposo
Moyano; colaboran: Beatriz Aguirre Arias, Pamela Chiang Miranda,
Vicente Gámez Bastón y Salím Rabí Contreras.
2 Arquitecto. Magister en planeamiento urbano y Regional, P.I.A. P.
U.R., Lima, Perú. Colabora en docencia e investigación en
la Universidad Central, Fac. de Arquitectura y Bellas Artes.
3 Para Aldo Rossi los términos «racional» y
«orgánico» no representan conceptos explicativos,
como se pretende en este trabajo (Rossi, 1982).
4 Como los estudios de la referencia bibliográfica de autores como Benévolo, Zevi, Gideion, Jencks, etc.
5 (Benévolo y Montaner (1994), Eliash y Moreno (1989), San Martín (1992)
6 El «estilo» se ha definido como el modo particular de una
época y ha sido un concepto mejor perfilado en la historia del
Arte. Sin embargo se desdibuja cuando se aplica a lo moderno.
7 La disciplina de estudios históricos de la Arquitectura
contemporánea, utiliza ciertos términos para designar
conceptos básicos o categorías históricas que
permitan la clasificación, descripción y
comprensión de la materia estudiada, tales como
«movimiento». tendencia»,
«tradición», «estilo»,
«escuela», etc. De hecho, la exposición
historiográfica de autores, como Benévolo, Zevi, Jencks,
Giedion y otros, especialmente al referirse al período
contemporáneo, utiliza tales conceptos para identificar o
especificarciertos contenidos doctrinarios que se quieren destacar en
este período, o los alcances que éstos tienen en la
interpretación histórica.
8 La «doctrina» se ha definido como el conjunto de opiniones de una escuela filosófica, literaria, etc.
9 Texto de la Carta de Atenas (1941) cit. por Benévolo 1994.
10 U. V. Providencia, CORVI, 1963; Revista AUCA 6/7, 1967. U. V. Exequiel González Cortés, CORVI, 1963.
U. V. Portales, CORVI, 1963.
Villa Prdte. Ríos, Revista CA 41, 1988; CORVI, 1963
11 Ver puntos 77 y 78 del texto de la Carta de Atenas (CIAM, 1933).
12 A la larga, la accesibilidad otorgada por el nuevo medio de
transporte a nivel de familias, transformará el propio concepto
de equipamiento como factor organizacional de las comunidades urbanas.
Un ejemplo de estos cambios, se reflejan en la evolución de las
propias New Towns, como prototipos experimentales de diseño
urbano. La primera generación tiene un patrón peatonal de
accesibilidad en torno a la unidad vecinal clásica, basada en la
escuela primaria. La segunda generación, configura una red
peatonal y vehicular con un centro principal de equipamiento con
accesibilidad favorable al transporte colectivo. La tercera
generación, configura una red de vías y equipamientos
comerciales (shopping centers) basados en la movilidad absoluta del
vehículo privado (Schiller, 1979).
13 Recordemos que el primer CIAM se realizó en 1928.
14 Según la versión publicada en revista CA N2 3, 1967.
15 Los «prototipos» son proyectos ejecutados de modelos
innovadores y que están sujetos a experimentación: Este
enfoque forma parte de la metodología propuesta por Gropius y la
Bauhaus, dentro de la tradición de un diseño industrial.
17 En ésta época, mediados de los sesenta, se consolida
un proceso de crítica constante sobre la labor de la CORVI y su
posición doctrinaria en materia habitacional, especialmente
desde la Universidad y los arquitectos del país, a través
de revistas tales cómo Planificación (1964-73), AUCA
(1966-1976), EURE (1971-73), CA (1968-75), etc.
18 Por ejemplo, los proyectos habitacionales premiados por las Bienales
de Arquitectura (1" y 29, especialmente) o los realizados por el SERVIO
a partir de 1976.
19 Son sintomáticos de esta preocupación, los estudios y
artículos especializados que aparecen en revistas afines al tema
de la vivienda social en revistas como Planificación (U. de
Chile) desde 1964), AUCA, desde 1965 (Figura 4.1), CA, desde 1968, EURE
(P.U.C.Ch), desde 1970, etc
21 Sobre el particular ver Haramoto 1980, 1988.