Revista invi N°25, Agosto 1995, Volumen 10: 42-52

LA FACHADA COMO MEDIO DE LEGITIMACIÓN Y COHESIÓN EN LA VIVIENDA SOCIAL1

Lucía Devet Ferrer2

El artículo postula que los habitantes de las viviendas sociales intervienen las fachadas de sus casas con evidentes propósitos de comunicación, a partir de códigos significantes derivados de su cultura. Considera que estos antecedentes, de carácter semiótico, son medibles y pueden registrarse como atributos imprescindibles del hábitat popular, factibles y convenientes de incluirse en los futuros programas de la acción habitacional en el país.
This paper states that social housing inhabitants act on their houses facades with clear communication purposes, based on meaningfull codes derived from their culture. This data, which has a semiotic character, is measurable and can be registered as characteristics which cannot be put aside from the popular habitat. They are also feasible to be included in future programs for housing action in our country.

INTRODUCCIÓN

El presente artículo ha sido confeccionado a partir de una Investigación empírica, actualmente en ejecución, seleccionando tres poblaciones de vivienda social en la región metropolitana como casos de estudio.
En lo substantivo, se basa en el concepto de que la vivienda es un "objeto cultural"3capaz de representar grados diversos de significación. Con esto se está postulando, que entre los diversos atributos que conforman una vivienda, aquellos que tienen un contenido simbólico influyen en el sentido de pertenencia de sus habitantes, los que se expresan principalmente en la fachada. Es allí donde los pobladores hacen intervenciones que cumplen un papel de comunicación y expresión social. De esta forma, el fenómeno que nos interesa se conviene en un medio
de cohesión social4 y adquiere relevancia y significación.
La investigación propone estudiar la relación entre las intervenciones arquitectónicas, que realizan los pobladores en las fachadas de las viviendas y las formas de utilizar el espacio que contiene reglas codificadas, tanto al interior de la vivienda, como en su relación con el exterior inmediato. El estudio se llevará a cabo en tres conjuntos de vivienda social, construidos a través de los principales programas habitacionales destinados a los sectores de escasos recursos para poder comparar las posibilidades de cada uno en relación a las intervenciones de los usuarios en las tachadas. Estos programas son el de Vivienda Básica, de Lote con Servicio y el de Vivienda Progresiva.

ANTECEDENTES GENERALES

En Chile, desde principios de siglo, se han venido implementando variados programas de vivienda social como una forma de enfrentar el déficit habitacional que afecta a miles de familias. En los últimos años el Programa de Vivienda Básica ha puesto su esfuerzo en la producción de nuevas viviendas mínimas, mientras que el Programa de Lote con Servicio se ha orientado a mejorar viviendas existentes, dotándolas de una caseta sanitaria. Más recientemente, y como una forma de ampliar la cobertura, se ha iniciado una nueva línea de acción, el Programa de Vivienda Progresiva, donde se busca potenciar la capacidad constructiva de los propios pobladores a partir de una dotación inicial mínima pero mejorable en el tiempo (generalmente sólo bario y cocina).
De una u otra forma estos programas incorporan la actividad constructiva de los propios pobladores. En la vivienda básica como en los otros programas es notoria y necesaria la intervención constructiva de los propios beneficiarios en la ampliación, mejoramiento y consolidación de las viviendas. En este estudio se postula que la intervención constructiva de los pobladores es un ingrediente necesario para el logro de una caridad habitacional adecuada, no sólo porque las soluciones habitacionales que entregan los programas gubernamentales son mínimas, sino también porque a través de ella los pobladores expresan su percepción subjetiva y códigos culturales de organización del espacio 5 las que se muestran finalmente en la fachada, reforzándoles su sentido de identidad e integración social y por tanto su calidad de vida.

LA CULTURA COMO UNA DIMENSION RELEVANTE DEL PROBLEMA HABITACIONAL

Los pobladores tienen como marco un determinado contexto cultual que influye en sus formas de pensar, actuar y sentir. Estas, a su vez, generan códigos de comunicación para intercambiar significados , sin los cuales sería imposible la generación de normas, de sentido de pertenencia y de integración social. Estos códigos están presentes cotidianamente en el habitar y proyectados en el espacio que se habita. Surge la necesidad de ampliar la concepción de la vivienda desde sólo objeto físico de cobijo a objeto que comunica códigos establecidos socialmente, para así tenerlos en cuenta en la construcción, ampliación, mejoramiento o consolidación de sus viviendas.
Desde esta perspectiva el presente estudio asume como premisa básica el hecho que la vivienda, constituye un "objeto cultural" capaz de representar, para quién la habita, grados diversos de significación.
Debido a la escasez de recursos y a una concepción de la vivienda meramente de cobijo (un techo donde vivir), los programas gubernamentales tienden a quedarse en lo puramente económico y dejan de lado aspectos de carácter simbólico (atributos exteriores de la vivienda, fachada) que contribuyen al fortalecimiento de la integración social y al desarrollo del sentimiento de pertenencia de sus habitantes. En este sentido, la calidad de vida (entendida como el conjunto interrelacionado de factores físicos, culturales, sicológicos y sociales que están orientados a satisfacer las necesidades y aspiraciones que un individuo o colectividad considera como requisitos básicos para su felicidad) se ve empobrecida.
De esta forma, al conceptualizar la vivienda social como una solución formal, tecnológica y funcional, sujeta únicamente sujeta únicamente a la lógica de una racionalidad instrumental, que busca lograr un máximo rendimiento económico, mediante la optimización de recursos escasos, se está dejando de lado un aspecto central, como es el proceso de simbolización arquitectónica 6 y su conexión con los códigos de organización socio-espacial de sus habitantes. Un enfoque realista al problema habitacional de los sectores más pobres, debe incluir dentro de las dimensiones relevantes que conforman el paquete de atributos de la vivienda social los componentes arquitectónicos de carácter simbólico.

LA FACHADA COMO PORTADORA DE SENTIDO

En consecuencia, el "elemento fachada" debería entenderse, no exclusivamente como un elemento físico, que cierra la vivienda a la case, sino que como un elemento cultural de fundamental importancia en el proceso de consolidación de la vivienda y en el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.
Para estudiar la valoración que hacen los usuarios en la fachada, con sus contenidos simbólicos comunicacionales, se observará en tres tipos de vivienda social, los elementos que utilizan para intervenirlas y su conexión con los códigos socio-espaciales de uso doméstico que ellos poseen. Una vez hecha la observación de las fachadas, se establecerá la relación existente entre su expresividad formal y la significación social que le atribuyen sus habitantes. En consecuencia, se explorará la dimensión cultural y subjetiva de la fachada y su capacidad de reflejar los acontecimientos socio-espaciales, manifiestos en fenómenos tales como la autoimagen social de los propietarios, su autodefinición del status que ocupan al interior de la población, y la manera en que se sienten legitimados y cohesionados socialmente con la tachada de sus viviendas.
Consiguientemente la pregunta a la que se intentará dar respuesta en esta investigación es: ¿tiene la fachada de la vivienda social la capacidad de comunicar culturalmente y de ejercer una función legitimadora desde el punto de vista social?. De allí que el énfasis del estudio estará en la determinación de la percepción subjetiva que los propios habitantes dan a dicho atributo.

FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA

El marco teórico de la presente investigación adopta tanto aportes conceptuales provenientes del ámbito arquitectónico, como del ámbito de las ciencias sociales.
En el primer caso, se recogen los aportes provenientes de la Teoría Integrada de la Arquitectura desarrollada por Christian Norberg-Schulz en su obra "Intenciones en Arquitectura", donde aplica su visión de la arquitectura como "formas significativas" a la evolución histórica de la arquitectura en Europa 7

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Foto 1. Intervenciones en fachada y reja exterior del usuario


Lo substancial del planteamiento de este autor, es el concebir a la Arquitectura como el resultado de una actividad humana, y por tanto cultural, cuyo objetivo es ordenar, mejorar y regular las relaciones entre el hombre y su medio ambiente. Desde este punto de vista la arquitectura, puede ser considerada como una respuesta práctico-funcional, como conformadora del medio físico, y como contenedora y transmisora de contenidos simbólicos y culturales. En consecuencia, la arquitectura no sólo es capaz de proporcionar una solución de habitabilidad física, sino que también ofrece un marco para las acciones y las estructuras sociales, de forma tal que pasa a constituir la representación objetivada de la cultura de un país, pueblo o colectividad.
Del campo de las ciencias sociales, por su parte, se ha tomado del sociólogo francés Emite Durikheim8, el concepto de "conciencia colectiva", para representar todas aquellos creencias, valores y sentimientos que son compartidos conjuntamente por los miembros de una sociedad. En lo substancial, este concepto será útil para mostrar la forma en que la arquitectura de la vivienda social, contribuye a fortalecer o a debilitar el desarrollo de formas sociales de organización. Se tomará este concepto para explorar la relaciones que puedan existir entre las simbolizaciones arqutectónicas, y las formas de legitimación y cohesión social.
Finalmente el presente estudio explora desde el punto de vista de la valoración subjetiva de los distintos habitantes de las viviendas estudiadas, cómo se integrarán los conceptos "grupos de pertenencia" y "grupos de referencia" según los desamo-Ha el sociólogo Robert Merton,9 para explorar el "origen" de los atributos más significativos de las fachadas. De acuerdo a los plantemientos de este autor, los "grupos" constituyen colectivos de individuos que orientan sus acciones guiados por un conjunto de normas y valoraciones ampliamente compartidas. Los individuos, al pertenecer a un grupo, pueden orientar sus acciones influidos por los valores y normas de su propio grupo, o bien con relación a otras colectividades, a las cuales no pertenecen, pero que actuan como modeladores de sus acciones y valoraciones. El autor se refiere a las primeras, como de pertenencia y a las segundas, como de referencia.
Como ya se ha señalado, el estudio considera a la vivienda corno un objeto capaz de producir pautas de comunicación para acceder a ese universo simbólico o normativo, señalado anteriormente. Esta idea se complementa con una última fuente de apoyo teórico que se encuentra en el libro "La Construcción Social de la Realidad" de los sociólogos Peter Berger y Thomas Luckmann, quienes desarrollan una conceptualización orientada a mostrar la forma en que la sociedad construye su "sentido" de "realidad" en el ámbito de "la vida cotidiana". Para los autores, la vida cotidiana es un conjunto de signos y símbolos (horizontes culturales) que dan un sentido de coherencia a quienes comparten inter-subjetivamete esos significados. Plantean que "la expresividad humana es capaz de objetivarse, o sea, se manifiesta en productos de la actividad, que están al alcance tanto de los productores como de los otros hombres, por ser elementos de un mundo común." 10
Aquí se postula que la arquitectura forma parte importante de esa expresividad humana, y que por lo tanto puede ser estudiada como un objeto capaz de contener y transmitir una significación cultural.

Foto 2. Reja exterior con diversos motivos ornamentales

ALGUNAS HIPÓTESIS EXPLORATORIAS

1° La vivienda es un objeto que consta de un medio físico (que da respuesta a las necesidades básicas como protección del exterior, saneamiento, etc.) y un medio simbólico cultural, que satisface las necesidades de comunicación (a nivel de la esfera individual) y legitimación social (a nivel de la esfera colectiva) y por lo tanto influye directamente en la calidad de vida de los usuarios.
2° Las viviendas construídas por las intituciones gubernamentales utilizan criterios despersonalizados. Posteriormente son intervenidas por los usuarios a nivel de revestimientos, componentes ornamentales y constructivos de la fachada, tratando con ello de diferenciar y distinguir la casa, dentro del conjunto homogéneo.
3° Los pobladores hacen modificaciones a la fachada con el objetivo de mejorar la autoimagen de sí mismo y con respecto a los demás. Estas transformaciones son extraídas de imágenes codificadas, ya sea tanto de grupos de pertenencia (grupo social al cual sientan pertenecer) o grupo de referencia (grupo al cual le gustaría acceder).

OTRAS FUENTES DE INVESTIGACIÓN REFERIDOS AL TEMA EN ESTUDIO

La Vivienda social en Chile, es un tema trabajado en centros universitarios, centros de investigación, y ministerios. Existen diversas publicaciones sobre el tema, no obstante, es raro encontrar estudios que traten de abordar la vivienda social, desde una perspectiva que incorpore la dimensión cultural. En este último sentido nos ha parecido sugerente y pertinente comentar el trabajo de diversos investigadores que en el último tiempo han iniciado un enfoque más cualitativo de la vivienda social, destacando la importancia de los factores ligados del ámbito socio-cultural de los habitantes de estas viviendas.
Al abordar el estudio de la fachada, como uno de los atributos fundamentales del proceso constructivo en las viviendas sociales, se ha tomado en consideración los resultados obtenidos por la investogación realizada en la Corporación de Promoción Universitaria (Greene, et.al. 1990), en tres poblaciones de "lotes con servicios", donde se constató que los pobladores al momento de valorar entre distintos atributos, consideraban a la fachada como uno de los aspectos más relevantes de su vivienda. En lo substancial, este estudio demostró que los pobladores enfrentados a la posibilidad de iniciar una acción constructiva informal" consideran como primera prioridad una intervención en la fachada.11.
Esta investigación refuerza empíricamente nuestro planteamiento de que a la fachada de la vivienda se le asigna una función particularmente relevante, como medio de expresión y comunicación del mundo cultural de quien la habita. El estudio al medir la valoración subjetiva de los diversos componentes de una vivienda , reflejó la importancia que los pobladores le atribuyen a los componentes más externos de sus viviendas, dejando de manifiesto la importancia que pueden llegar a tener aspectos a veces considerados no prioritarios por los programas gubernamentales.
Otro aporte del trabajo comentado, lo constituye el hecho de concebir a la vieinda social como un "proceso constructivo" es decir, como un objeto no acabado sino en permanente constitución porn parte de los usuarios. Esta perspectiva, valora positivamente el que los programas gubernamentales de vivienda, asuman la capacidad constuctiva de los propio pobladores e integren la iniciativa constructiva informal a la formulación de los paquetes básicos de vivienda. En lo substancial, se trata de estimular y fortalecer organizacionalmente, la forma en que el poblador desarrolla su "acción constructiva informal", orientada a mejorar, ampliar, mantener o cosolidar su vivienda.
Esta perspectiva que refuerza la importancia de la interacción social del hombre con sus vivienda, ha sido tratada en forma muy interesante en el trabajo de de Vergara y Palmer 12. Allí se deja de manifiesto el potencial constructivo de los pobladores y la fuerte incidencia de factores sociales, económicos y culturales en las soluciones constructivas, que los propios pobladores dan a sus viviendas. La importancia de este trabajo radica, en que destaca las interesantes respuestas arquitectónicas que dan los pobladores a sus necesidades y problemas de habitación, guiados según sus propios estándares de calidad de vida, y no según las normas abstractas y genéricas de ordenanzas y programas gubemamentales. En este esquema, el poblador se va perfilando como un actor fundamental, en la configuración arquitectónica de la ciudad de hoy.
De igual importancia, nos parece una investigación realizada sobre vivienda social, en la ciudad de Puerto Montt13, donde se hace un esfuerzo por incorporar el análisis cualitativo del fenómeno arquitectónico. En este trabajo se hace un estudio de la relación existente entre los programas habitacionales que implementa el Estado (caracterizados por un progreso rígido y abstracto que no considera las particularidades climáticas ni culturales de cada región) y los cambios que estas viviendas experimentan en manos de sus propietarios. En lo substancial, el trabajo destaca la importancia del cambio arquitectónico de la vivienda social, como resultado de una contradicción entre las propuestas del Estado que responden a "definición programática típica para todo el país" y las condiciones climáticas y socio-culturales de quienes habitan esas viviendas. El trabajo distingue, partiendo de una muestra en seis poblaciones de Puerto Montt, cuatro causas fundamentales del "cambio en la vivienda social":

1) Razones Dimensionales (necesidades de ampliar los recintos más importantes de la casa, por ejemplo la cocina);
2) Razones Funcionales (la vivienda ofrece un repertorio programático muy precario y rígido respecto a las necesidades de la familia);
3) Razones de Identidad (las viviendas construidas con criterios despersonalizados, son intervenidas por sus usuarios, a nivel de revestimientos, componentes ornamentales constructivos de la fachada, tratando con ello de diferenciar y distinguir la casa, dentro del conjunto homogéneo); y
4) Razones de Status (modificaciones a la vivienda con el principal objetivo de mejorar la autoimagen de sí mismo y con respecto a los demás).

El estudio propone un conjunto de atributos para medir la calidad de una vivienda social. Para ello distingue tres Variables (Programática, Física y Urbana) compuestas por diversos componentes, a los cuales se les asigna una determinada ponderación. Sin embargo, dentro del esquema de medición propuesto, no se logra distinguir atributos nivel de la fachada y que deberían ser considerados, como indicadores culturales, a fin de medir la calidad de una vivienda social.
Otro estudio que puede ser inscrito dentro de la corriente bibliográfica aquí comentada, es la investigación realizada entre arquitectos y sicólogos ambientales 14, el cual constituye un interesante trabajo interdisciplinario en torno a la significación cultural de la intervención arquitectónica. El trabajo indaga la interacción, entre ambiente físico (espacio) y la necesidad de satisfacer necesidades humanas (comportamiento) a nivel del entorno inmediato (pasajes, plazuelas, etc.). El estudio muestra cómo los pobladores, a pesar de sus carencias socio-económicas, desarrollan múltiples acciones orientadas a satisfacer necesidades aparentemente no prioritarias, como estéticas o de identidad. Este estudio es de interés, sobretodo por la incorporación de metodobgías que centran el esfuerzo en conocer las valoraciones y percepciones subjetivas (técnica del diferencial semántico) de los pobladores, con respecto a su entorno inmediato y al grupo social con el cual les toca interactuar, lo cual permite acceder al estudio de la realidad urbana, desde una perspectiva más integral.
De igual forma es interesante la investigación realizada por Philippe Boudon acerca del conjunto habitacional PESSAC, diseñado por Le Corbusier en 1950, pues nos acerca a la problemática de la necesidad, por parte de los usuarios, de un intimo reflejo de sus formas codificadas de utilización del espacio en la forma arquitectónica, para sentirse identificado socialmente. Este autor indaga acerca de cómo se interrelacionan una arquitectura utópica, alejada del concepto de habitar como producto de los códigos culturales de una sociedad, y su real uso por parte de los habitantes. Estas observaciones se hacen a través de las transformaciones que sufren las casas de Le Corbusier en 44 años (de 1925 a 1969). Durante este período, podemos ver que los usuarios tienden a introducir en las versiones originales, el tipo de vivienda tradicional llamada "echoppe" de la región del Bordeaux, que consta de un pasillo central, al cual se vuelcan todas las piezas, alterando de esta forma, drásticamente la intención de Le Corbusier, que tenía, como una de sus premisas básicas, la flexibilidad del espacio.
En las discusiones de grupos, técnica utilizada para la investigación, podemos ver cómo los usuarios pensaban que el "Interior" concebido por Le Corbusier, parecía "exterior", porque no tenía pasillo. Les parecía absurdo el hecho de entrar directamente a la "salle de sejour", y no al tradicional pasillo, teniendo que interrumpir las actividades de esta sala. Aparece claro en este estudio, el concepto de internalización de los códigos-espaciales en el proceso de socialización de una cultura. Esta idea es reforzada por una experiencia en base a dibujos por parte de algunas personas. Por ejemplo, es relevante que un niño de aproximadamente diez años, hijo de un arquitecto que incluso vive en una "casa moderna," sin embargo dibuja la casa tradicional, en planta y fachada.
Otro estudio atingente a este tema y que va en la línea del anterior, es el que hacen Julienne Hanson y Bill Hillier (Domestic Space Organisation). Estos autores investigan dos tipos de uso socio-espacial al interior de un conjunto de casas contruidas para obreros a fines del siglo pasado en Londres. Son casas de ladrillos, de dos pisos, pareadas por uno de sus lados. Los dos tipos de uso socio-espacial que se analizan, son pertenecientes a dos grupos sub-culturales ingleses. Primero las familias "trabajadoras tradicionales" y segundo la "nueva dase media". La familia tradicional usa cada espacio de forma muy compartimentada, cada actividad corresponde a una pieza, el "parlour" (sala) es sólo utilizado para ocasiones especiales, muy cerrado a la calle por espesos cortinajes, en cambio las puertas de la cocina y entrada permanecen abiertas, sin ejercerse control sobre ellas. Esto acompañado de una vida social intensa con los vecinos. En cambio, la "nueva clase media", flexibiliza e integra los espacios. Si en el segundo piso hay mejor vista que en el primer piso, no hay impedimento para invertir el orden y cambiar la sala. Hay una conexión directa interior-exterior a través de las ventanas, pero las puertas están cerradas, y aseguradas con alarma, timbre, etc. La vida social es eventual, se invita a los amigos en momentos especiales. Aquí nuevamente podemos ver que la organización de la estructura social (códigos) influye directamente en el espacio y en la forma de la intervención arquitectónica.

METAS Y RELEVANCIA DEL ESTUDIO. LA FACHADA COMO MEDIO DE SIMBOLIZACIÓN ARQUITECTÓNICA:

Tal como se desprende de los párrafos anteriores, la presente investigación busca profundizar y sistematizar nuestro conocimiento de aquellas dimensiones socio-culturales menos tratadas de la vivienda social en Chile. Para ello de una parte se busca identificar los principales componentes o atributos básicos con los cuales los usuarios intervienen las fachadas y generán formas de "simbolización arquitectónica"; estimar la valoración subjetiva que le dan los pobladores a los componentes seleccionados como relevantes; explorar las raíces de esos componentes, identificando su procedencia cultural.
Consecuente con lo anterior, se espera que este estudio nos permitirá lograr un adecuado nivel de conceptualización teórica al tratar de desentrañar los múltiples significados que lleva implícita la vivienda, ya que en general los estudios que se han realizado de vivienda social no lo abordan desde un aspecto socio cultural, sino desde un aspecto físico-económico.
Por ello, se considera relevante el profundizaren una línea de investigación, poco explorada entre los especialistas, que permita mostrar mostrar la relación existente entre vivienda y los procesos de legitimación social e integración cultural de los usuarios. Este aspecto es de gran trascendencia, si se considera que las actuales políticas de vivienda social en Chile involucran directamente a miles de familias que pasan a ser los principales protagonistas de la interacción social al interior de estos nuevos barrios y poblaciones, y que son por tanto portadores de una significativa y enorme cantidad de información (social y cultural) que será de vital importancia al momento de evaluar y/o planificar los futuros programas de vivienda social que se implementen en el futuro.
Por otra parte este estudio se propone dejar en evidencia que la comunicación de códigos significativos en las fachadas de la vivienda, es un hecho real y medible, lo cual facultaría el que pudiera tomarse como una de las componentes que deberán influir, tarde o temprano, en la consolidación o mejoramiento de las viviendas sociales, según sean las carácteristicas socio-culturales de quienes las habitan. De igual modo pretendemos obtener datos objetivos de las intervenciones en las fachadas y reconocerlos como impactos interiores y exteriores de las estructuras sociales de uso del espacio y su apreciación subjetiva del significado social que estos tienen. Lo anterior posibilitará, la toma de conciencia de que las diversas sub-culturas, con sus diferentes necesidades de organización espacial y de comunicación simbólica, deben ser tomadas en cuenta como aspectos esenciales en el desarrollo del sentido de pertenencia y por lo tanto de aceptabilidad de las futuras proposiciones de vivienda social en juego.

NOTAS

1El presente artículo deriva de una investigación empírica para la tesis de postulación al grado de Magíster.
2 Arquitecta U. de Chile, Magíster en Arquitectura (c) U.C. Porfesora Titular de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de La República.
3 Cuando hablamos de "objeto cultural, nos referimos a la capacidad de un objeto (en este caso la vivienda) de trascender el ámbito propiamente físico y constituirse en objeto capaz de comunicar. Desde este punto de vista, la vivienda será concebida como un producto simbólico"
4Cuando hablamos de cohesión social, nos referimos a la capacidad de la sociedad y de los individuos que la cosntituyen de crear y promover valores y creencias colectivamente compartidas. Este mecanismo es de fundamental importancia, pues permite que las colectividades humanas puedan adherir a un conjunto de normas (éticas, políticas, jurídicas, económicas, etc.) que dan estabilidad y sentido al conjunto del sistema social. En la base de la cohesión social, se encuentra los mecanismos de integración, tanto individual como colectiva, que se refiere a la capacidad de las sociedades de establecer situaciones de equilibrios al interior de ellas mediante la institucionalización de determinados contenidos culturales (legitimación). La cohesión social, en última instancia, remite a una situación de orden y estabilidad de la sociedad.
5 Cuando hablamos de los códigos culturales socio-espaciales (código-socio-espacial), nos referimos al conjunto de patrones o esquemas de acción con que los individuos desarrollan su hábitat. Desde esta perspectiva, los individuos, según sea el contexto cultural desde donde estén situados, desarrollarán distontas formas de "ocupar el espacio". En consecuencia, es posible distinguir al interior de la sociedad (dada su diversidad cultural), múltiples formas de ocupación del espacio. Dichas formas, si bien pueden tener un origen individual y espontáneo, terminan conformando sistemas culturalmente reconocibles. Por lo tanto, la tarea del investigador consistirá en reconocer las distintas formas de hábitat que los grupos producen y comparten en un tiempo y lugar determinados
6 Entendemos por "simbolización arquitectónica" el proceso mediante el cual los sujetos atribuyen significación a diversas formas u objetos (signos arquitectónicos) una referencia a fenómenos trascendentes y subjetivos, tales como la grandeza, el honor, los valores de lo bueno, lo feo, etc. Es tal la característica de estas significaciones, que sólo pueden ser expresadas a través de ciertos objetos, que adquieren la connotación de símbolos, por medio de de un proceso de institucionalización cultural.
7 Cfr. NORBERG-SHULZ, c.: intenciones en la Arquitectura. Editorial Gustavo Gili, Barcelona, España, 1° edición. 1967.
8 Cfr. GIDDENS, A.: El Capitalismo y la Moderna Teoría Social. Editorial Labor. Barcelona, España, 1985.
9 Cfr. MERTON, a: Teoría y Estructuras Sociales: Ed. Fondo de Cultura Económica. México. 1964.
10Cfr. BERGER, P.; LUCKMANPI T.: La Construcción Social De La Realidad. Amorrortu Editores. Buenos Aires, Argentina. 1968. pp.52.
11 El estudio realizó una encuesta denstro de la cual se pidió a los pobladores responder a la siguiente pregunta:
"Ahora, imagínense que tiene algo de dinero y tiene que elegir entre las siguientes opciones, qué haría y en qué orden: 1) Cambiar el piso. 2) Arreglar cerco. 3)Comprar muebles. 4) Mejorar muro pareado. 5)Mejorar tabiques internos. 6) Mejorar fachada". La prioridades se expresaban a través de un sistema de tarjetas. El resultado dejó de manifiesto la significación de la fachada para los pobladores. Cfr. Greene, M. et.al. El proceso constructivo en lotes con servicios: Un estudio de casos. Corporación de Promoción Universitaria. Santiago, Chile, 1990, Pag. 141.
12 Cfr. VERGARA, F., PALMER, M.; El Lote 9xle en la encruci
jada habitacional de hoy. Facultad de Arquitecavra. Pone**
Universidad Católica de Chis. Santiago, Chile. 1990.
13 Cfr. SEPULVEDA, O. et al.; La Vivienda Social en Puerto Montt. Estudio cualitativo de sus transformaciones. Instituto de la Vivienda, Facultad de Arquitectura y urbanismo, Universidad de Chile. Santiago, Chile. 1993.
14 Cfr. HARAMOTO, E., et al; Espacio y comportamiento: estudio de casos de mejoramiento en el entorno inmediato a la vivienda social. Facultad de Arquitectura, Universidad Central. Santiago, Chile. 1992.


BIBLIOGRAFÍA

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