Revista invi N°24/Mayo 1995/Volumen 10 : 10-17

VIVIENDA Y POBREZA EN MUJERES JÓVENES 1

M. de la Luz Álvarez M. 2

Se estudia a familias jóvenes pobres para detectar cual es el grupo más vulnerable respecto a la vivienda. La muestra estuvo formada por 100 familias jóvenes de Peñalolén. Cincuenta de nivel socio económico (NSE) muy bajo (MB) y 50, bajo (B). Luego se comparó a las mujeres que viven con pareja (Gr 1) contra aquellas que están solas con sus hijos (Gr 2). Los resultados indican que las familias de NSE MB están más afectadas por las condiciones deficientes de la vivienda y presentan significativamente más abandono de padre que aquellas de NSE B. Las mujeres del Gr 2 desempeñan más un trabajo que aquellas del Gr 1, y éstas están más cubiertas por la seguridad social que las primeras. Las mujeres del Gr 2 disponen menos de agua corriente y pieza independiente para cocinar que aquellas del Gr 1. Estos resultados indican que las familias que sufren más problemas derivados de la vivienda son las de NSE MB y dentro de ese grupo, estarían más afectadas las mujeres abandonadas.
This is a study of young poor familias with the aim of detecting which is the most vulnerable group as regards housing. The sample consisted of 100 young families living in Peñalolén . Fifty of them belong to a very low social group (VL) and 50 to a sow social group (L). The women living with their men (Grt) were compared to the ones that are alone with their children (Gr2). The results show that the familias which belong to the very low social group are affected by deficient housing conditions and are also significatively more affected by the absence of the father than those from the low social dase. Women from G2 usualy work and are less protected by social security than women from G1. Women from G2 have less access to fresh water and an independent room for cooking than those from G1 . The results show that the families that are more affected by problems derived from housing are the ones from the very low social group and within this goup the ones left by their husbands.

INTRODUCCIÓN

Los cambios que han ocurrido en el mundo, debido al avance científico-tecnológico, no han logrado modificar las sociedades con la misma velocidad.
Esto ha significado que las sociedades busquen formas, a veces, tardías para adaptarse al ritmo de los cambios1 2. Estos cambios afectan, fundamentalmente a la familia 3
Una de las consecuencias de la tecnificación que han sufrido las familias en las sociedades latinoamericanas ha sido las migraciones campo-ciudad. La población campesina que ha emigrado en busca de mejores expectativas, no cuenta con la preparación suficiente que la urbe exige para lograr un trabajo rentable. Esto ha llevado a un crecimiento desmesurado de las ciudades, a veces no controlado, formando así, los cinturones marginales en las grandes ciudades.


En estos cinturones marginales se encuentra la pobreza y uno de los aspectos más visibles de ella es la vivienda. La pobreza puede verse del exterior, porque es la casa lo que podemos ver desde fuera. La vivienda encierra mucho más de lo que se ve al exterior y se refiere a la pobreza interna que sufren los moradores. Esa pobreza está con ellos e implica su forma de vida, valores, costumbres, conocimientos, conductas que sólo afloran a nuestros ojos, cuando nos interesamos en descubrirlas 39
Se cree, normalmente que si una familia proviene de un medio pobre, está castigada sobre todo, porque su entorno es deprimente o poco estimulante. Esto es válido, si se compara el medio de una familia de nivel socioeconómico alto con una de nivel bajo. Pero también es válido, que dentro de los medios pobres se encuentra a familias que han sido capaces de mejorar dicho medio sin grandes costos, ya sea a nivel familiar o comunitario.
Uno de los factores más determinantes dentro del medio físico en que vive una familia es la calidad de la vivienda. Es sabido que las condiciones deficientes de viviendas acarrean enfermedades, tales como el piso de tierra, falta de saneamiento ambiental (disposición de excretas, recolección de basuras, agua de acarreo, etc.) y lógicamente, los más perjudicados son los niños. Ellos juegan en el suelo, gatean, recogen las cosas botadas en el suelo y se las llevan a la boca. Por lo tanto, son ellos los más expuestos a contraer enfermedades gastrointestinales, principalmente en la época de calor, ya que las materias orgánicas se descomponen con mayor rapidez.
Sin embargo, uno encuentra familias viviendo en estas condiciones y han sido capaces de superar la situación gracias a sus hábitos de higiene adecuados 910
Pero en el invierno, los niños también están expuestos a las enfermedades respiratorias, porque la vivienda no tiene como calefaccionarse y el viento traspasa las rendijas, entre tabla y tabla, de la vivienda precaria como es la "mejora".
Nuestro interés es buscar dentro de la pobreza, cuál es el grupo más vulnerable del punto de vista externo, o sea de la vivienda, y específicamente en las mujeres jóvenes, porque son ellas las que básicamente, transmiten la cultura en nuestra sociedad 1112. Depende de como ellas vivan con sus hijos pequeños, el modelo que entregarán a futuro, porque éste tenderá a ser repetido.

METODOLOGÍA

La muestra estuvo formada por 100 familias jóvenes provenientes de la comuna de Peñalolén. Cincuenta de ellas tenían un nivel socioeconómico muy bajo (Grupo MB) y 50 un NSE bajo (Grupo B). se aplicó una encuesta socioeconómica (13) a fin de medir el NSE y comprobar que las familias eran diferentes para poder compararlas.
Los datos se analizaron comparando los dos grupos y luego. se separó al grupo de madres que estaban con el padre de los hijos presente en el hogar (marido o conviviente) = Gr 1 con pareja, y las que presentaron abandono de él - Gr 2 sin pareja. Ellas podían haber sido abandonadas completamente o recibir alguna ayuda económica esporádica.
Se aplicaron los test de Chi cuadrado y el de Fisher según lo permitieran los datos.

RESULTADOS

La Tabla 1 señala las condiciones de vida de las familias de Muy Bajo (MB) y Bajo (B) NSE. Las familias de grupo MB viven significativamente más de allegadas (p < 009), en viviendas tipo "mejoras" (p < . 0001) y con promiscuidad (p < . 0001) que aquellas del grupo B. aquellas del grupo B. A su vez, las familias del grupo MB disponen significativamente menos de agua corriente (p < . 0001) para preparar la comida, tienen menos posblidades de usar un baño (p < . 012) y tienen menos la cocina en pieza separada (p < . 002) que aquellas del grupo B.

La Tabla 2 indica la presencia del padre en el hogar de las familias de Muy Bajo y Bajo NSE. Las familias del grupo MB presentan significativamente mayor abandono por parte del padre que aquellas familias del grupo B (p < . 02). Y si se compara sólo en aquellas mujeres abandonadas, las familias del grupo MB presentan un mayor abandono total (ausencia total y sin ayuda) que aquellas del grupo B (F < . 007).



La Tabla 3 señala algunas características socioeconómicas de la madre. La escolaridad alcanzada por las madres en el nivel de Básica y más años de estudio no presentó diferencia entre los grupos. Respecto a la actividad laboral, las madres del Gr 1 trabajan muchísimo menos y están más cubiertas por la seguridad social que aquellas del Gr 2 (p < . 0001 y p < . 001 respectivamente).

La Tabla 4 indica las condiciones de vida de las madres jóvenes que viven en pareja y las abandonadas. Las madres del Gr 1 tienden a vivir, más de allegadas que las del Gr 2. Ambos grupos no difieren respecto a la calidad de la vivienda (mejoras), a la promiscuidad, y al uso del baño con alcantarillado. Las madres del Gr 1 disponen significativamente más de agua corriente para cocinar, es decir, un lavaplatos instalado y cuentan con una pieza independiente para cocinar que aquellas del Gr 2.

DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

Las familias jóvenes que viven en la pobreza, fundamentalmente aquellas que presentan una pobreza externa, pueden distinguirse entre ambos grupos de pobreza por las condiciones de la vivienda. Las familias que presentan un NSE muy bajo están viviendo de allegadas, en piezas de madera "mejoras"
de una a dos piezas, independientes de la casa principal. Tampoco disponen de agua corriente para preparar la comida, no cuentan con una pieza independiente para cocinar y tiene menor acceso al uso de un baño.
Por lo tanto, no cuentan con las condiciones mínimas para vivir sin riesgo de enfermedad por falta de higiene. Estas consecuencias las sufren en mayor medida los lactantes y niños menores de 6 años, pues ellos pasan más tiempo en el hogar.
El hecho de no contar con un baño implica que están dependiendo de la basenica, especialmente para los niños, con el consiguiente problema de contaminación (moscas, olores, etc.), porque tampoco tienen una pieza exclusiva donde cocinar. Además se le suma que no disponen de agua en la cocina como para poder mantener limpio los utensilios con que cocinan y los alimentos bien lavados por falta de agua de fácil acceso. Como el agua es de acarreo, generalmente está contaminada, pues no se la almacena en tiestos cubiertos y debidamente limpios; por lo tanto se está frente a un problema de contaminación en el propio hogar. De esta manera, se vuelve a confirmar que las condiciones de la vivienda son indispensables para mejorar la calidad de vida.
Las madres jóvenes que presentan un mayor abandono son aquellas que pertenecen al NSE muy bajo. Estas madres iniciaron una convivencia ocasional, pero no se observó que tuvieran diferencia de edad (promedio 25.9 años Gr 1 y 25.2 años Gr 2), ni una escolaridad inferior a las madres jóvenes que viven en pareja. Por lo tanto, el abandono que sufrieron no estaría asociado a la edad ni a la baja escolaridad. Por este motivo, sería interesante profundizar más en este aspecto, porque una de las características de la mantención de la pobreza es producto de la familia uniparental, fundamentalmente la madre viviendo con sus hijos 1.
En cambio, sí se diferencian las madres abandonadas en relación a la actividad económica que realizan. El 86.1% de ellas está desarrollando alguna labor remunerada. Esta diferencia era lógica de encontrar, porque deben trabajar para mantener a su familia. En cambio, la madre que vive con su pareja, trabaja sólo un tercio y la mayoría está en el hogar al cuidado de los hijos. Además cuentan con una previsión que les permite tener un mejor acceso a la salud. Esta seguridad social es producto del trabajo del marido o conviviente que ha reconocido al o los hijos. Sin embargo, esto último es mínimo en las madres abandonadas, apenas el 15.8% tiene previsión, por lo tanto, esto indicaría que los trabajos que están realizando son inestables y mal remunerados, porque no cuentan ni siquiera con una seguridad social, o sea, un patrón que imponga las cotizaciones correspondientes. Indudablemente esto repercute en la salud general del grupo familiar, porque las personas que no tienen una seguridad social se las atiende en los consultorios con más dificultad que a las personas que pertenecen al Fondo Nacional de Salud o tienen acceso a una ISAPRE.
También la madre abandonada está perjudicada por este concepto, porque si se queda sin trabajo, no cuenta con un auxilio de cesantía que le cubra los días o semanas que quede sin trabajo. Además, esto significa que la madre no tiene ni siquiera la posibilidad de faltar un día a su trabajo por razones de salud, por lo tanto, la consulta al médico que debería realizar, la debe postergar en beneficio del trabajo, ya que no tiene quien la ayude para alimentar a su familia, pues tienden a vivir menos de allegadas que las que están con pareja.
El hecho de encontrar sólo una tendencia en vivir menos de allegadas las madres jóvenes abandonadas, como condicionante de la calidad de vida, es muy importante, porque señala que el problema de vivienda es muy serio. La familia compuesta por ambos padres y sus hijos no se ve favorecida por la sociedad. En parte, esto puede deberse, a que no existe tampoco un matrimonio civil que avale esta unión y al grupo familiar como tal, y están presentando sólo un estado de convivencia. Muchas veces, estas familias están formadas por uno de los dos miembros de la pareja con un matrimonio civil anterior y no hay seguridad que esta relación sea durable. Por lo tanto, la seguridad de una estabilidad familiar es poca y esa podría ser una razón para que los subsidios de vivienda no favorezcan a las familias en estas condiciones. Este tipo de familia, tampoco cuenta con una ayuda especial que solucione su problema habitacional. No se estaría estimulando, desde el punto de vista habitacional, a la familia completa, es decir,
aquella compuesta por ambos padres y sus hijos, aún no existiendo un lazo legal. También es cierto que la madre sola tiene menos ayuda económica para salir adelante con su familia, pues ella es la única que mantiene el hogar y tiene mucho más dificultades para lograr el ahorro requerido. Es probable que esta familia obtenga menos puntos en la evaluación por presentar un grupo familiar más pequeño y existe a una sola persona capaz de ahorrar para cumplir con los requisitos exigidos.
El hecho de encontrar sólo una tendencia en vivir menos de allegadas las madres jóvenes abandonadas, como condicionante de la calidad de vida, es un indicador muy interesante, porque señala que el problema de vivienda es muy grave. La familia compuesta por ambos padres y sus hijos, no se ve favorecida por la sociedad. En parte esto puede deberse al hecho que no existe un matrimonio civil y estas familias presentan. un estado de, convivencia, lo cual no asegura la estabilidad familiar a futuro.
Este tipo de familia no cuenta con una ayuda especial que solucione su problema habitacional. Pero también es cierto, que no podría existir una política que avale la posibilidad de obtener una vivienda, priorizando a la madre abandonada, porque esto iría en contra de la familia legalmente establecida, la cual lucha por sacar adelante a sus hijos y ahorra para lograr una vivienda digna. Si esto llegara a ocurrir se estaría facilitando la formación de familias uniparentales en los niveles más bajo de la sociedad. A su vez, estos serían los modelos de familia que se continuarían repitiendo con las consiguientes consecuencias para el desarrollo normal de los hijos y lo que significa para el país cargar con familias dependientes de la ayuda del Estado.
Estos resultados señalan que el tipo de familia que forman los jóvenes estaría muy castigada por las condiciones de vivienda, fundamentalmente las de nivel socioeconómico muy bajo.
Las condiciones de vida que diferencian a las madres abandonadas de las que viven con pareja son: las disposición de agua en la cocina y el hecho de tener una pieza independiente donde cocinar.
Ambos factores señalan que la madre abandonada estaría más expuesta a una contaminación ambiental, y si a esto se le suma que debe trabajar fuera del hogar para mantener a su familia y vive menos de allegada, estaría dependiendo más de los servicios que ofrece la sociedad para el cuidado de sus hijos, cuando ésta le da la posibilidad de obtenerlos. Esto es una realidad en las sociedades más desarrolladas donde la madre viviendo sola con sus hijos es dependiente de los Servidos Sociales con que cuenta dicha sociedad 5
. Una de las formas de evitar que las madres jóvenes sean abandonadas es educar al hombre y a la mujer respecto a la responsabilidad de ser padre y de ser madre. Si se analiza esta idea, se comprenderá que las consecuencias del gran costo social que tiene para la sociedad, se haría algo por impedirlo. Si no se embarazan las adolescentes, candidatas número uno a ser abandonadas a corto plazo, se estaría dándoles la posibilidad de seguir estudiando o adquirir un oficio que les permita ganarse mejor la vida.
Si la mujer está más capacitada, ella podría afrontar mejor una situación de abandono, porque podría trabajar y ser remunerada según la capacitación que ha conseguido. Está más preparada para exigir sus derechos y a su vez, más capacitada para cumplir con sus deberes, tanto laborales como de mujer y madre.
Este es un círculo vicioso que debería ser meditado para lograr romperlo. A la sociedad le cuesta mucho más caro tener familias dependientes de sus Servicios Sociales, llámese a todas aquellas agencias del Estado que proporcionan algún tipo de ayuda, porque acostumbran a la persona a ser dependientes y esto menoscaba al ser humano.
La madre que ha vivido dependiendo de estas agencias, enseña a sus hijos a vivir de esta forma, porque es más fácil y cuesta menos esfuerzo. Sus hijos van a repetir el modelo, porque es lo más próximo que han conocido y así se continúa la cadena.
La meta de toda familia es lograr una vivienda, pero ella es un bien caro, y más aún en nuestro país, dada las condiciones de suelo sísmico. Una vivienda digna significa tener el espacio suficiente para albergar a todos los miembros de la familia. Esto implica que no haya promiscuidad ni hacinamiento. Esta condición no la cumplen las viviendas que reciben los más pobres que acceden al subsidio habitacional.
Las posibilidades que tiene una madre abandonada de obtener una vivienda de mejor calidad son muy escasas y por este motivo, cae en otra convivencia a fin de lograr que su pareja le ayude a ahorrar. Esto significa que también puede llegar otro hijo y aumenta la familia. Una vez que tiene la cantidad de ahorro requerida comienzan los problemas de propiedad: a nombre de quien debe quedar la vivienda si ambos han ahorrado, quien se beneficiaría de ella una vez que la o el propietario muera. Todas estas reflexiones se las están haciendo hoy en día las mujeres jóvenes que viven en pobreza.
Es por esto que se debe tener una política que apunte a la vivienda que ayude a los más pobres, pero que de prioridad a la familia bien constituida, que busque mecanismos que ayuden a la mujer abandonada para que logre trabajos con una remuneración justa, que tengan acceso a una previsión social, de manera que ella pueda acceder a una vivienda de mejor calidad.

REFERENCIAS

1ATHERTON, C.R. "A Pragmatic Approach to the problem of poverty". CCC National Association of Social Workers Inc. 197-201, 1992.
2 AMATO, P.R., ZUO,J. "Rural Poverty, Urban Poverty, and Psychological Well-being". Sociological Quarterly 33 (2) : 229-24-, 1992.
3 ÁLVAREZ, M.L. "Cambio Social y Familia". Revista de Sociología 4 : 23-30, 1989.
4 GLICK, P.C. "Fifty years of family demography : a record of social changa". Joumalof Marriage and the Family 50 (4) : 861-873, 1988.
5 MCLANAHAN, S., BOOTH, K. "Mother-only Families: Problems, prospects, and politics". Journal of the Marriage and the Family 51 (3) : 557-584, 1989.
6 ÁLVAREZ, M.L. "Depravación y Familia". Ed. Universitaria, Santiago, 1982.
7 ÁLVAREZ, M.L. "La familia, sus valores y los cambios tecnológicos". Familia 19 : 26-29 1986.
8 MATHIESSEN DE G. M.E. "Modernidad y Funcionamiento Familiar en la Provincia de Concepción". Revista de Sociología (4) : 31-46, 1989.
9 ÁLVAREZ, M.L. AND WURGAFT, F. "Changes in Hygienic Habits in Food Preparation : facilities to use water". Canadian Journal of Public Health 78 (1) : 43-46, 1987.
10 ÁLVAREZ, M.L. AND WURGAFT, F. "Health and Provery : health management bythewooman". Rev. de Saúde Públ. Sao Paulo 26 (2) : 82-87, 1992.
11 ÁLVAREZ, M.L "Deprivación y Modelos Parentales". Ed. Universitaria, Santiago, 1985.
12 ÁLVAREZ, M.L. "La Familia en Riesgo; un instrumento de diagnóstico". Ed. Universitaria, Santiago, 1988.
13 ALVAREZ M.L. MUZZO, S. E IVANOVIC, D. "Escala para medición del nivel socioeconómico en el área de salud". Rev. Méd. de Chile 113 (3) 243-252, 1985.