Revista invi N°11/Enero 1991/Año 6:3

EDITORIAL

 

Nuestra Universidad vive procesos de cambios orientados a recuperar el rol nacional y paradigmático que le corresponde en el concierto de las Universidades chilenas. No es fácil desprenderse de la situación impuesta por la intervención que trató de minimizarla por la vía de la limitación de sus recursos financieros y humanos, la compartamentalización de sus actividades, la pérdida de una visión de futuro, y el conocimiento de su relevancia en el quehacer nacional.
No, no es fácil. pero sí, absolutamente necesario. Si aspiramos a una Universidad nacional y paradigmática, debemos luchar por una Facultad Nacional y Paradigmática. Debemos tomar conciencia, sin falsa modestia, y hasta con un poco de audacia, de que disponemos de académicos y profesionales de alta calificación, talento y creatividad, y que debemos tomar las iniciativas adecuadas para movilizar nuestros recursos para beneficio de la Facultad, de nuestra Universidad, y del país.
El Instituto de la Vivienda deberá constituirse en una de las unidades de estudio que mejor pueden desarrollar actividades que se traduzcan en proyectos que vinculen a la Facultad con los sectores ministeriales, municipales y privados, etc., y que, por supuesto, aporten estas experiencias a la investigación y a la docencia.
Nuestra mayor riqueza será nuestra inteligencia, el recurso más importante de la Universidad, y nuestra voluntad de hacer de nuestra disciplina un elemento fundamental en el desarrollo nacional, con plena conciencia de nuestras limitaciones, pero comprometidos con nuestra realidad social, con sus habitantes y con su medio.
Compartamos con sentido de cuerpo el Proyecto de nuestra Universidad siglo XXI y con espíritu de participación activa y responsable.
Los problemas no solo se solucionan con dinero. Necesitamos reencontrarnos en este camino hacia el futuro, y este nuevo camino se ve propicio con la democratización del país, de la Universidad y de nuestra Facultad.
Sus nuevas autoridades, por nosotros elegidas, necesitan del aporte de todos.

ANGEL HERNANDEZ ABARCA